
Ilustración hecha por Global Voices
Por Natalia Romero y Ricardo Sánchez Gómez, miembros del programa Mi Historia.
Mi Historia es una iniciativa de periodismo participativo desarrollado por y para adolescentes y jóvenes en Colombia. Es un proyecto que utiliza el periodismo para la prevención del reclutamiento forzado de niños, niñas y adolescentes en el país por grupos armados no estatales.
Colombia es un país que ha sufrido durante décadas las consecuencias de conflicto armado interno. A pesar del acuerdo de paz firmado en 2016 entre el gobierno colombiano y la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc), la violencia no ha cesado completamente.
La guerra en Colombia continúa debido a la persistencia de grupos armados que no se desmovilizaron, así como a la aparición de nuevos actores violentos como las disidencias de las Farc y bandas criminales dedicadas al narcotráfico y la minería ilegal, como el Clan del Golfo. La debilidad del Estado en algunas regiones y la falta de implementación completa del acuerdo de paz han contribuido a la prolongación del conflicto.

Ilustración de Mi Historia, utilizada con su autorización
La población civil no ha estado exenta de padecer la guerra, ni tampoco los niños y niñas que la violencia ha convertido en víctimas. Según la Comisión de la Verdad, desde 1990 hasta 2017 se presentaron 16,238 casos de reclutamiento forzado en el país. Según cifras de la Consejería Presidencial para los Derechos Humanos, 8,246 menores han sido víctimas de reclutamiento por estructuras criminales desde la firma de paz en 2016. Más del 15% de estos menores pertenecen a comunidades indígenas y negras.
El proyecto Mi Historia fue creado en el 2022 como respuesta a esta situación. Es fruto de una alianza entre la Fundación Mi Historia, la organización caritativa Benposta, la Universidad de Leeds en el Reino Unido y la Universidad del Rosario en Bogotá.
Mi Historia promueve paz en algunas de las comunidades más marginadas de Colombia. En estos escenarios, el periodismo surge como una herramienta que permite a los jóvenes explorar no solo el mundo que les rodea y su lugar en él, sino también a ellos mismos. Se convierte en una herramienta para que los jóvenes periodistas cuestionen y exploren sus propias vidas y su contexto.
El director del proyecto, Mathew Charles, que es experiodista de la BBC y corresponsal del Telegraph en América Latina, explica:
La mayoría de jóvenes que se unen a grupos armados lo hacen porque lo perciben como una solución a cualquier crisis que están enfrentando. Podría ser la pobreza, la violencia intrafamiliar, la búsqueda de venganza, entre otros. Entonces, usamos el periodismo para fortalecer las competencias psicosociales y emocionales, que según hemos identificado, son fundamentales para el desarrollo de la salud mental y la autoestima, relacionados con la prevención de violencia. La idea básica es que un o una joven que se siente bien consigo mismo/a no es un/a joven que se mete en grupos armados.

Redacción caribe (Alto San Jorge) en Puerto Libertador, Córdoba (2022).
El periodismo responsable contribuye a forjar lazos sociales y a sanar las fracturas del conflicto a través de la construcción de la empatía y el entendimiento mutuo.
Daniel Pardo de UNICEF afirma sobre este proyecto:
A través del periodismo y el uso de herramientas digitales, los jóvenes pueden expresar sus sentimientos y contribuir a la construcción de la paz, así como a la resolución de conflictos. Esta perspectiva resalta el papel crucial que desempeña el periodismo y la tecnología en el empoderamiento de la juventud y la promoción de un ambiente pacífico y conciliador.
La iniciativa cuenta con más de 80 jóvenes reporteros distribuidos en cinco salas de redacción regionales: 1) la Redacción Amazónica, con presencia en Mitú, Vaupés, Leticia y Puerto Nariño; 2) la Redacción Andina, en Bogotá; 3) la Redacción Caribe en los municipios de Tierralta y Puerto Libertador, en el sur de Córdoba; 4) la Redacción Llanera en Saravena, Arauca y 5) la Redacción Pacífica, con sede en Buenaventura, Valle del Cauca, Quibdó, Chocó y Tumaco, Nariño.

El proyecto le ha permitido a niñas y niños de todo el país desenvolverse con más fluidez y naturalidad en su día a día. Ángela España, periodista juvenil de la Redacción Pacífica, dice:
Antes no me gustaba tanto socializar ni hablar con las demás personas, pero ahora, gracias al proyecto, me siento más libre para hablar con las demás personas, e incluso, hacer entrevistas.
Los periodistas juveniles cursaron un diplomado en periodismo de paz y realización audiovisual. Es un programa académico que no solo enriqueció sus habilidades periodísticas, sino que también les ofreció perspectivas valiosas para la vida cotidiana y el futuro laboral. Laura Paez, periodista juvenil de la Redacción Llanera, comenta:
Lo que más me gustó del diplomado es que aprendí a desenvolverme más, a entender la importancia que tiene el periodismo en la vida cotidiana y a tener mejor oratoria, y perderle el miedo a las cámaras.

Redacción Pacifico visitando a Bogotá desde Buenaventura (2022).
Además de sus redacciones, Mi Historia ha establecido más de 20 clubes de periodismo en escuelas ubicadas en entornos donde la violencia es cotidiana. Estos clubes no solo fomentan el interés y la participación en el periodismo, sino que también proporcionan capacitación esencial en áreas como fotografía básica, redacción y producción audiovisual. Estas iniciativas buscan empoderar a los estudiantes, brindándoles herramientas para explorar y expresar su entorno, al mismo tiempo que promueven el papel transformador del periodismo en la construcción de paz.
Para Mónica Ochoa, de USAID, Mi Historia marcó la vida de sus periodistas:
Creo que ha generado en los jóvenes una huella en términos de darles esas herramientas para abrir su mente y sus capacidades, para entender que las problemáticas que posiblemente viven en sus territorios no solo les suceden a ellos

Redacción caribe (Alto Sinú) en Tierralta, Córdoba (2023)
Los periodistas juveniles escribieron noticias y crónicas, producen podcast, crearon ensayos fotográficos y construyeron piezas audiovisuales para los canales del proyecto. Por los micrófonos de Mi Historia han pasado personajes como la comisionada de la verdad Lucía González o el profesor Mauricio Jaramillo, se han producido documentales como Refugio y Mitú: Tristeza en la selva, también hay espacios para que los jóvenes reporteros opinen sobre los temas de su interés. Incluso cuentan con videos didácticos, donde, por ejemplo, dan pautas para realizar una buena entrevista.
Este documental, por ejemplo, es sobre la comunidad de Benposta, un refugio para jóvenes en situaciones de riesgo:
“En mis propias palabras” fue una serie de podcast donde los periodistas investigan sobre los temas que los interpelan y reflexionan sobre las situaciones cotidianas que viven en sus municipios. Ese primer ejercicio sonoro se transformó hoy en la emisora juvenil Radio Trompo, una emisora digital y alternativa producida por jóvenes periodistas de Mi Historia.
La radio Trompo:

Redacción andina, Bogotá (2022).
Radio Trompo es un proyecto en alianza con Benposta Regional Caribe, que busca garantizar la inclusión de la juventud en el debate público y la consolidación de la paz. La emisora, que ha recibido fondos de la embajada de Austria en Bogotá y del Misereor de Alemania, promueve una narrativa comunitaria enfocada en integrar diversas voces y en deconstruir la polarización para entender cómo el conflicto afecta a las comunidades.

Redacción caribe (Alto Sinú) en Tierralta, Córdoba (2022).
Mi Historia ha pasado de ser una respuesta puntual a un problema crítico en la sociedad, donde abordó las vivencias de quienes fueron víctimas de reclutamiento forzado, para convertirse en una plataforma integral de periodismo participativo que nutre y empodera a los jóvenes en Colombia y a sus comunidades.






