
Autor: Fedya Kuznetsov, Foto: Pueblo gagaúzo de la ciudad de Ceadîr-Lunga, Moldavia (CC BY-SA 4.0).
El medio independiente moldavo NewsMaker publicó un artículo sobre el pueblo gagaúzo, que vive en Moldavia y en Ucrania. Global Voices tradujo el artículo, lo editó para mayor claridad y lo reproduce con permiso de NewsMaker.
¿Cómo llegó el pueblo gagaúzo a Ucrania? A principios del siglo XIX, colonos gagaúzos procedentes de los Balcanes se establecieron en Budzhak, en la región de la estepa del sur de Besarabia. En 1940, cuando el territorio de Besarabia fue cedido a la Unión Soviética, Budzhak se dividió: la parte más grande pasó a formar parte de la República Socialista Soviética de Ucrania, mientras que la más pequeña se incluyó en la República Socialista Soviética de Moldavia. En aquella época, aunque los gagaúzos estaban en repúblicas diferentes, permanecían dentro del mismo país y mantenían sus vínculos: se casaban, se visitaban para celebraciones y se les asignaban trabajos en pueblos gagaúzos de ambas repúblicas.
Tras el colapso de la Unión Soviética, Moldavia y Ucrania se convirtieron en Estados vecinos independientes, y los gagaúzos de ambos lados de la frontera pasaron automáticamente a ser ciudadanos de estos países.
La Gagaúzia autónoma de Moldavia es tradicionalmente una región prorrusa, donde casi el 95% de los votantes se opusieron al referéndum europeo, y la jefa de la autonomía, Yevgenia Guțsul, visita Moscú con frecuencia, se fotografía con el presidente ruso y lo felicita por su cumpleaños.
Históricamente, había más asentamientos de gagaúzos en Moldavia y, según el censo de 2024, viven unos 100 000 gagaúzos (el 4,2% de la población de Moldavia), de los cuales unos 85 000 viven en Gagaúzia autónoma.
En cambio, los gagaúzos de Ucrania son uno de los grupos étnicos más pequeños del país. En 2001 vivían en Ucrania unos 32 000 gagaúzos, la mayoría de ellos (27 000) en asentamientos compactos de la región de Odesa, en la frontera con Moldavia.
Durante dos días, los reporteros de NewsMaker visitaron cuatro pueblos gagaúzos en Ucrania: Vinogradovka (parte de la comunidad de Bolgrad), Kotlovina (comunidad de Reniy), Alexandrovka y Dmitrovka (comunidad de Ogorodnen).
En Vinogradovka, NewsMaker entrevistó a la directora del Centro Cultural Gagaúzo, Olga Kulaksyz:
Since the beginning of Russia's full-scale invasion of Ukraine, two natives of Vinogradovka have died.
Desde el comienzo de la invasión a gran escala de Ucrania por Rusia, han muerto dos nativos de Vinogradovka.
El destino de Kulaksyz ha ido de un país a otro: nació en el pueblo gagaúzo de Dezghingea, en Moldavia, hijo de un gagaúzo y una moldava. Cuando se le pregunta cómo se identifica, responde sin dudar:
Gagauz. I will always be Gagauz.
The Gagauz of Ukraine have adopted some customs from the local Bulgarians, as there are more Bulgarian settlements in the region. Our regional Gagauz cultural center has been operating for ten years. We preserve household items, customs, and traditions of the Gagauz and maintain ties with museums and scientific-cultural institutions in the Gagauz autonomy of Moldova
Gagaúzo. Siempre seré gagaúzo.
Los gagaúzos de Ucrania han adoptado algunas costumbres de los búlgaros locales, ya que hay más asentamientos búlgaros en la región. Nuestro centro cultural regional gagaúzo funciona hace diez años. Conservamos objetos domésticos, costumbres y tradiciones de los gagaúzos y mantenemos vínculos con museos e instituciones científico-culturales de la autonomía gagaúza de Moldavia.
Sin embargo, señala que tras la invasión rusa de Ucrania, estos contactos han disminuido.
There are no longer the close connections between the Gagauz of Moldova and Ukraine that once existed. But how deep this divide is will be shown by time. Yes, I still travel to Gagauzia for work. Maybe not all Vinogradovka residents understand why I do this. But the culture of a people must be preserved. A people only live when its culture lives
Entre los gagaúzos de Moldavia y Ucrania ya no existen los estrechos lazos de antes. Pero la profundidad de esta división la demostrará el tiempo. Sí, sigo viajando a Gagauzia por trabajo. Quizá no todos los habitantes de Vinogradovka entiendan por qué lo viajo. Pero la cultura de un pueblo debe preservarse. Un pueblo solo vive cuando vive su cultura.
Al anochecer, los reporteros llegaron a Kotlovina, pueblo gagaúzo a orillas del mayor lago de Ucrania, Yalpug, y fueron recibidos por la anciana del pueblo, Elena Yamandi, y los líderes comunitarios locales. En 2022, el periodista ucraniano Andriy Anastasov escribió en Facebook que las mujeres del pueblo tejían calcetines para los soldados ucranianos.
La impulsora de este esfuerzo fue la directora de la escuela, Praskovya, que cuenta:
The winter of 2022–2023 was harsh. I suggested to the women that we try knitting wool socks. We ended up knitting 123 pairs. Everyone participated — both young and old, even an 86-year-old grandmother. Not everyone can take up arms and go to war, but right now, in Ukraine, everyone has their own front.
El invierno de 2022 y 2023 fue duro. Sugerí a las mujeres que tejiéramos calcetines de lana. Acabamos tejiendo 123 pares. Todo el mundo participó: jóvenes y mayores, incluso una abuela de 86 años. No todo el mundo puede tomar las armas e ir a la guerra, pero ahora mismo, en Ucrania, todo el mundo tiene su propio frente.
Unas 20 personas de Kotlovina sirven en las Fuerzas Armadas ucranianas, y dos han desaparecido en combate.
En el segundo día del viaje de los reporteros de NewsMaker a la región ucraniana de Gagauzia, visitaron las aldeas más remotas: Dmitrovka y Alexandrovka. Moldavia está a poca distancia.
Los reporteros entrevistaron al líder anciano de Dmitrovka, Kirill Grekov. En lo alto flamea una bandera ucraniana, como en todos los edificios administrativos. Grekov dice:
I am seventy-five years old. I have worked all my life as an art teacher at school and continue to do so. Last year, I was asked to head the village because our elder resigned.
Tengo 75 años. He trabajado toda mi vida como profesor de arte en la escuela y sigo trabajando. El año pasado me pidieron que dirigiera el pueblo porque nuestro líder anciano dimitió.
El líder anciano del pueblo se encarga de entregar las notificaciones de citación a los empadronados en el pueblo. «Es una sensación desagradable: imagínate entregar un aviso de reclutamiento, que la persona vaya al frente y le pase algo. Dios no lo quiera», dice Grekov.
El jefe de Alexandrovka, Petru Draganov, dice que en el pueblo viven en la actualidad unas mil personas. Al comienzo de la guerra, muchos habitantes de Alexandrovka regresaron al pueblo, pero más tarde volvieron a marcharse. «Hay 135 alumnos en la escuela y unos 40 niños en la guardería. Hay poca gente en el pueblo, sobre todo mujeres. Los hombres se van a trabajar», dice Draganov.
Elena Vasilioglo, directora de la Casa de Cultura de Alexandrovka, recuerda cómo llegó la guerra a su pueblo. «Por la mañana temprano, quise podar la viña antes del trabajo. Un vecino me dice: ‘¿Qué haces? Déjalo todo, ha empezado la guerra’. Estaba conmocionada, para ser sincera. Pronto se cumplirán tres años desde que empezó la guerra. No hay nada peor que esto», dice Vasilioglo llorando.
Así es como viven los gagaúzos ucranianos desde hace casi tres años. Muchos admiten que no creyeron ni comprendieron de inmediato que Rusia pudiera invadir Ucrania e iniciar una guerra a gran escala.
«Para ser sincera, yo era muy leal a Rusia antes del 24 de febrero», dice Yekaterina Zyrina, que vive en el pueblo de Kotlovina.
But after the war started, my views changed 180 degrees. When Russia annexed Crimea, honestly, I was relatively indifferent to it. But when, just before the war, they annexed the so-called LNR and DNR, that affected me. Their attitude was that Ukraine shouldn't exist. This is my country — why shouldn’t it exist? In my opinion, we were very wrong about Russia. In Moldova, the Gagauz have not been affected by this yet, but here in Ukraine, we have all been affected
Pero tras el inicio de la guerra, mis opiniones cambiaron 180 grados. Cuando Rusia anexó Crimea, sinceramente, me era relativamente indiferente. Pero cuando, justo antes de la guerra, se anexionaron las llamadas República Popular de Lugansk y República Popular de Donetsk, eso me afectó. Su actitud era que Ucrania no debería existir. Este es mi país, ¿por qué no debería existir? En mi opinión, estábamos muy equivocados respecto a Rusia. En Moldavia, los gagaúzos aún no se han visto afectados por esto, pero aquí en Ucrania, todos nos hemos visto afectados
Sin embargo, entre los gagaúzos ucranianos también hay quien cree que «no todo está tan claro».
«Creo que el ruso no debería prohibirse. Y a los rusoparlantes no se les debería perseguir. Mis amigos de Moldavia temen que les ocurra lo mismo que aquí. En nuestro pueblo, hay quien considera a Rusia como agresor. No puedo dar una respuesta definitiva a eso», dijo uno de los entrevistados por NewsMaker.
Sin embargo, con independencia de con quién hablara NewsMaker entre los gagaúzos ucranianos, todos llamaban inequívocamente a Ucrania su patria.
«Esta es nuestra patria, este es el país en el que vivimos. Aquí nacieron y crecieron mis hijos», dijo Kulaksyz.
«Aquí no somos solo gagaúzos, somos específicamente gagaúzos ucranianos», subrayó Nina Dayneka, directora del Museo de Kotlovina.
Los ucranianos de Gagauzia, al hablar con sus parientes en Moldavia, a menudo intentan evitar hablar de la guerra.
«Tengo parientes en Gagauzia. Pero no hablamos de la guerra. Hablamos de la vida, de los niños. Solo conversaciones cotidianas. Y tratamos de no mencionar la guerra, para que no les duela a ellos y no nos duela a nosotros», dice el jefe de la aldea de Dmitrovka.
Olga Kulaksyz tampoco habla de la guerra con sus familiares. Según ella, nadie quiere la guerra, a pesar de lo que digan los gagaúzos de Ucrania y Moldavia.