Líderes y ciudadanos caribeños defienden enérgicamente el Programa Cubano de Cooperación Médica

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El 25 de febrero, mientras aumentaba la preocupación por los ataques a la inmigración —y un mes antes de su llegada a Jamaica a  fines de marzo—, el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, anunció restricciones de visas para los funcionarios cubanos, así como para cualquier funcionario extranjero que Estados Unidos considere «cómplice» de los programas médicos cubanos en el extranjero.

Rubio, de ascendencia cubana, justificó esta resolución refiriéndose al «trabajo forzado», y añadió que las restricciones incluirán a «funcionarios actuales y anteriores» además de la «familia inmediata de esas personas».

Por su parte, los líderes caribeños se están armando de argumentos en apoyo al Programa Cubano de Cooperación Médica, que ya cumple 40 años. Es un tema en el que la Comunidad Caribeña (CARICOM) parece unida, hasta el punto que algunos mandatarios regionales se han ofrecidorenunciar a sus visados en defensa del programa.

El secretario Rubio tiene previsto entrevistarse con el primer ministro jamaicano, Andrew Holness, y otros altos cargos en Kingston, donde se les unirán, entre otros, la actual presidenta de CARICOM y primera ministra de Barbados, Mia Mottley, y el recién elegido primer ministro de Trinidad y Tobago, Stuart Young.

Antes de la visita de Rubio, una delegación regional visitó Washington DC para entrevistarse con el enviado especial de Estados Unidos a Latinoamérica y el Caribe, Mauricio Claver-Carone, para debatir una serie de asuntos urgentes, entre ellos, la seguridad en Haití. Claver-Carone es un tenaz defensor de las sanciones a Cuba, pero la relación de la isla con el resto del Caribe es amistosa y cooperativa.

Un ejemplo de la alianza entre Jamaica y Cuba es el programa Jamaica/Cuba de cuidado ocular: desde que se reactivó en 2023, numerosos profesionales cubanos han examinado y prestado cuidados pre y posoperatorios a miles de jamaicanos, lo que ha resultado en casi 4000 intervenciones quirúrgicas. Con apoyo del Fondo Nacional de Salud del Gobierno jamaicano, el programa se ha ampliado hasta dispensar cuidados oculares para prevenir la ceguera, iniciativa que ha beneficiado a unos 27 000 adultos jamaicanos ciegos funcionales, y a 81 000 más con visión reducida.

El ministro de Salud y Bienestar, Christopher Tufton, alabó el éxito del programa, para el que firmó con su colega cubano dos acuerdos de cooperación técnica en octubre de 2022. El segundo permite permanecer en brigadas de personal de salud cubano. A su firma, Tufton describió la colaboración como «una tradición que los jamaicanos apreciamos y de la que nos beneficiamos, y de la que creemos que también se beneficia el mundo».

En lo que al Caribe concierne, la asistencia médica de Cuba —que empezó a mediados de la década de 1970, cuando Jamaica, Trinidad y Tobago, Guyana, Barbados y otros países establecieron relaciones diplomáticas con el país— ha sido crítica al salvar vidas. Un editorial en The Jamaica Gleaner señala que Cuba tiene una proporción por encima del promedio de personal médico formado, mayor que Estados Unidos o que Jamaica, que sufre una grave escasez de graduados en enfermería:

Marco Rubio’s plan to sanction countries for using Cuban doctors and nurses in their health systems is nothing short of callous, cruel and vindictive.
If Mr Rubio possesses a scintilla of decency, he should immediately rescind the policy, whose hurt will be felt not only by Cuba, but by poor people in Africa, Asia and the Americas, including several Caribbean countries, Jamaica among them. It will cost lives, and, possibly, the unintended consequence of adding to the factors that drive illegal migrants from their home countries to the United States. Which is something the Trump administration is vehemently against.

El plan de Marco Rubio para sancionar a los países que recurran a médicos y enfermeros cubanos en sus sistemas de salud es insensible, cruel y vengativo.
Si a Rubio le queda un ápice de decencia, debería anular inmediatamente esta política, que dañará no solo a Cuba, sino a toda la gente pobre de África, Asia y América, incluidos varios países caribeños, como Jamaica. Costará vidas, y posiblemente, tendrá la involuntaria consecuencia de ser un factor más de los que impulsan a los emigrantes ilegales desde sus países a Estados Unidos. Que es algo a lo que la administración Trump se opone vehementemente.

En una comunicación de prensa del 20 de marzo, la ministra de Exteriores de Jamaica, Kamina Johnson Smith, declaró que confía en el programa Jamaica/Cuba, y contrariamente a las afirmaciones del actual gobierno estadounidense, no considera que encaje en la definición de tráfico humano. Una agencia de noticias de los caribeños en el extranjero publicó sus comentarios:

JAMAICA: La ministra de Exteriores dice haber revisado el programa cubano de cooperación médica mucho antes de que saliera a la luz algún escrutinio internacional, sin encontrarle relación alguna con el tráfico humano, según la ministra senadora Kamina Johnson Smith.

Un informe de la publicación Caribbean Camera se hizo eco de las respuestas de otros líderes regionales, como el primer ministro de Antigua y Barbuda, que «se expresó contra las acusaciones, y negó tajantemente cualquier implicación en el tráfico humano»:

He emphasized that Cuban healthcare workers are vital to the region’s medical infrastructure, with many countries dependent on them for core services. Browne warned that the proposed visa restrictions could dismantle the Caribbean’s healthcare system and put the lives of citizens at risk. He also criticized what he viewed as extraterritorial actions by the United States, urging the US to reconsider its stance.

Insiste en que los trabajadores de salud cubanos son vitales para la infraestructura médica de la región, de los que numerosos países dependen para servicios esenciales. Browne advirtió que las restricciones de visado propuestas podrían desmantelar el sistema de salud del Caribe y poner en riesgo vidas de ciudadanos. También criticó lo que considera acciones extraterritoriales de Estados Unidos, y urgió a ese país a reconsiderar su decisión.

El informe señala las reacciones de otros líderes caribeños, como el primer ministro Roosevelt Skerrit de Dominica, citado por un medio local:

Primer ministro Roosevelt Skerrit:

«Aquí, en el Caribe, cualquier país: Si expulsan a los médicos cubanos del sistema de salud de todo país de CARICOM, los sistemas de salud se derrumbarían, sin excepciones».

Un periódico de los caribeños en el extranjero citó los comentarios del primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves:

SAN VICENTE: El primer ministro Ralph Gonsalves dice que su gobierno está compilando la información exigida por las autoridades estadounidenses sobre los trabajadores de salud cubanos en su país, mientras mantiene que esos profesionales no son víctimas del tráfico humano, como sostiene el Gobierno de Estados Unidos.

Los cibernautas caribeños también han cuestionado las restricciones propuestas:

Cuba está en el Caribe. Muchas islas del Caribe tienen buenos doctores y facultades de Medicina. El caso es que Cuba tiene algunas de LAS MEJORES del mundo. Incluso mejores que muchos países occidentales de primer orden.

¿Por qué no quieres que entren los MEJORES DEL MUNDO?

La decisión de prohibir que los médicos cubanos asistan a otros países es injusta, criminal e inadmisible.

Durante décadas, las brigadas médicas de Cuba han estado en primera fila en las crisis de salud mundiales, donde más falta han hecho. Bloquearlas es un ataque al humanitarismo. Qué vergüenza.

Una usuaria de redes sociales de Haití expresó su perspectiva:

¿Por qué los líderes caribeños luchan contra Trump para mantener a los médicos cubanos?

Los líderes caribeños han reaccionado a la amenaza de Estados Unidos de cancelar la visa de quien esté trabajando con las instalaciones médicas cubanas, o que los apoye, con el argumento de trabajo forzado y sostienen que esas misiones “enriquecen al régimen cubano”.

Esto es todo lo que tienes que saber.
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Después del terremoto de Haití de 2010, ¿quién vino inmediatamente al rescate? Los cubanos siempre han venido a ayudar a Haití sin esperar nada a cambio. Como haitiana, sigo apoyando a Cuba y a los increíbles médicos cubanos.

En Facebook, la académica jamaicano-canadiense Honor Ford Smith quizás habló en nombre de muchos cuando escribió:

Everyone in the region knows what Cuban medical care has meant for us. And we know how weak our own public health care system is. So we know what losing this bilateral engagement with our closest neighbour will mean. We all have personal experience of how helpful the Cuban health workers have been. I know I do. When my friend was very ill with diabetes it was the Cuban nurses and doctors that made sure he received the care he could not afford privately and lengthened his life. We also know a little of what the Americans have delivered to us over the decades. One youth on social media said that the greatest aid provided by the US over the last decades is guns of all shapes and sizes. They are the largest supplier of guns to the region…

There is still time for us to stand up for OURSELVES and the health of our own people in rural and poor communities. Together we will be stronger. [This] is the time to tell your representative to stand up for the brigades. It is also the time to write to Caricom directly calling on them to
• Reject the idea that the governments of the region are involved in human trafficking through the Cuban medical mission.
• Defend the right of the peoples of the Caribbean to access public health care delivered through the Cuban medical team.
• defend the right of member states to determine for themselves which forms of regional cooperation can best meet the needs of the people of the region.

Todo el mundo en la región sabe lo que para nosotros suponen los cuidados médicos cubanos. Y sabemos lo frágil que es nuestro sistema público de salud. Por eso somos conscientes de lo que significaría perder este acuerdo bilateral con nuestro vecino más próximo. Todos tenemos experiencia personal sobre lo útiles que han sido los trabajadores de salud cubanos. Yo la tengo. Cuando mi amigo estuvo enfermo de diabetes, fueron los médicos y enfermeros cubanos quienes se aseguraron de que recibiera los cuidados que no podía pagar privadamente, y así alargaron su vida. También sabemos un poco de lo que los estadounidenses nos han dado durante décadas. Un joven decía en una red social que la mayor ayuda que da Estados Unidos en las últimas décadas son armas de fuego de todas las formas y tamaños. Es el principal proveedor de armas de fuego a la región (…).

Aún estamos a tiempo de rebelarnos por NOSOTROS y por la salud de nuestra gente en las comunidades rurales y pobres. Juntos seremos más fuertes. Es el momento de decir a tu representante que defienda a las brigadas. También es el momento de escribir directamente a CATICOM y pedirle que
• Rechace la idea de que los Gobiernos de la región están implicados en tráfico humano a través de la misión médica cubana.
• Defienda el derecho de los pueblos del Caribe a la salud pública que brindan los equipos médicos cubanos.
• Defienda el derecho de los Estados miembros a determinar por ellos mismos qué formas de cooperación regional se ajustan mejor a las necesidades de las personas de la región.

Mientras el Caribe se prepara para la visita del secretario de Estado, se aprecia un ambiente de aprensión… pero también un aire de desafío y quizás una poco usual demostración de unidad.

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