
Cadenas usadas en el tráfico de esclavos. Museo de Reliquias de Esclavos, Badagry. Imagen de Samuel Tobbytex007, vía Wikimedia Commons (CC BY-SA 4.0).
La Unión Africana ha denominado a 2025 como el Año de las Reparaciones con el tema “Construir un frente unido para promover la causa de justicia y pago de reparaciones a los africanos». Pero ¿qué significan realmente las reparaciones y cómo pides disculpas para uno de los peores y más prolongados crímenes contra la humanidad?
Luego de la abolición del tráfico transatlántico de esclavos, que duró más de 400 años, las potencias europeas siguieron se repartieron África en un proceso conocido como colonialismo. Los portugueses, los primeros en transportar esclavos a través del Atlántico, completó su primer viaje transatlántico a Brasil en 1526. Otros europeos siguieron y llegaron a formar imperios coloniales en cerca del 80% del planeta. Portugal, Gran Bretaña, España, Francia, Países Bajos, Estados Unidos y Dinamarca encabezaban la lista en términos de volumen de comercio. Saquearon y se apropiaron de la riqueza extraída, incluido el trabajo de hombres y mujeres esclavizadas, en aras de la prosperidad nacional económica y social.
La atenuada definición de reparaciones
Se suele entender que las reparaciones son una compensación por injusticias históricas. Durante dos siglos, negros emancipados han estado pidiendo reparaciones por los crímenes cometidos en su contra. Sin embargo, el lenguaje usado en el rechazo de estos reclamos fue que era una manera de pedir pasivamente dinero no merecido a los blancos.
Para entender este artículo, los lectores primero deben comprender la justicia reparatoria en situaciones similares como el Holocausto y el internamiento de japoneses en Estados Unidos. Alemania, al tratar de enfrentar su rol como autor del Holocausto, ha pagado reparaciones de diversas maneras: ha pagado a sobrevivientes del Holocausto y sus herederos miles de millones de dólares en restitución y compensación: cien millones de dólares en reparaciones individuales que pagó Alemania Federal durante más de 14 años. Pagos mensuales de 290 dólares aprobados en 1988 por el resto de la vida de sobrevivientes del Holocausto; y un pago único anunciado en 2023 por el Gobierno alemán para pagarles a los sobrevivientes aproximadamente 1400 millones de dólares por compensación directa y servicios de bienestar social.
No obstante, aunque las reparaciones pueden incluir pagos monetarios o actos de disculpas simbólicos, tiene un significado más profundo para África: que se conozcan los perjuicios, que se reconozca el daño, que se reescriban historias borradas y que vuelvan a equilibrarse las desigualdades arraigadas en el colonialismo.
El debate de la reparación
El debate de las reparaciones de África no es nuevo. Sin embargo, el llamado para asumir responsabilidades por la esclavitud y la colonización ha sido ignorado o dejado de la en la política mundial.
En junio de 1992, en una reunión en Abuya, Nigeria, la Organización de Unidad Africana, ahora conocida como Unión Africana, instaló el Grupo de Personas Eminentes, para revisar el asuntos de las reparaciones para el daño hecho a África y los africanos fuera del continente por el comercio transatlántico de esclavos, la esclavitud, el colonialismo y el neocolonialismo.
El resultado de esa reunión llevó a la Proclamación de Reparaciones de Abuya, posición común sin precedentes para los líderes políticos en África. Esta proclamación depende de la realidad de que los descendientes de africanos no solo fueron víctimas de esas acciones inhumanas, sino que siguen siendo víctimas de sus consecuencias.
El contexto histórico de estos pedidos está bien articulado en obras como “Cómo Europa subdesarrolló a África” de Walter Rodney. El análisis de Rodney reveló cómo las potencias europeas explotaron los recursos de África y su pueblo, y cómo dieron forma a políticas para mantener el continente subdesarrollado. Según Rodney, el colonialismo no se trata solo de extraer riqueza, era una ingeniería deliberada de un ciclo de dependencia que impidió el crecimiento de África mucho después de que la independencia se declaró en el papel.
Para entender completamente la profundidad del daño causado por la esclavitud, “El libro de los negros” (2007) de Lawrence Hill traza una muy emotiva ficción histórica que reimagina la vida de un africano esclavizado en Estados unidos. Por medio de estos libros y muchos otros que se han escrito, a los lectores se les recuerda el peso de la historia y sus consecuencias, que aún se siente en el continente africano y los africanos fuera del continente.
Muchos críticos han señalado que nadie que viva ahora es responsable, y que por lo tanto, no deberían tener que compensar por eso. Sin embargo, África sigue viviendo con los efectos sistémicos de la esclavitud, que terminó hace solo 150 años, y el colonialismo, que solo salió del continente hace 45 años.
En 2019, Stuart E. Eizenstat, exsenador estadounidense que también trabajó como asesor especial para asuntos del Holocausto en su artículo titulado “Lo que la restitución del Holocausto me enseñó sobre las reparaciones por la esclavitud”, estimó el costo económico potencial de las reparaciones para herederos lejos de esclavos van desde unos 500 000 millones hasta unos 17 billones de dólares. Sin embargo, muchos otros estudios, incluido el informe sobre reparaciones por esclavitud transatlántica en América y el Caribe, ponen la cifra en 131 billones de dólares (120 billones de dólares), para daño perpetrado durante la era de la esclavitud y los daños causados tras la esclavitud.
¿Cuánto se robó?
Recursos humanos y materiales llevados de África contribuyeron con el desarrollo capitalista y riqueza de Europa y otras partes del mundo. Más de 15 millones de africanos fueron transportados a la fuerza a través del Atlántico, y un estimado de 20% murió en la atroz travesía. La esclavitud promovió la construcción de barcos, banca, seguros y muchas otras industrias, y sentó las bases de la inmensa riqueza de los países del norte global. Sin los esclavos africanos, Sampie Terreblanche opina que Europa no hubiera hecho su rentable comercio con Oriente en los siglos XVI y XVII.
Entre 12 y 15 generaciones de africanos vivieron como esclavos en América entre 1520 y 1888. Se calcula que otros 9.4 millones a 14 millones de africanos fueron esclavizados en el mundo árabe.
En diciembre de 2024, mientras grababa el documental sobre mujeres africanas en la historia precolonial y colonial, visité el museo palacio Manhyia en Kumasi, Ghana, y me llevaron a una de las habitaciones que contenían artículos repatriados de Reino Unido. Entre los artículos estaban algunos de los artefactos de oro más puro que se llevaron del reino asante en la Costa de Oro (actual Ghana), devuelto con un préstamo de seis años. Muchos otros artefactos y gemas raras están repartidas en museos de todo el mundo. A la fecha, Europa tiene la mayor colección de artefactos africanos antiguos.

Adorno de taburete real de los pueblos asantes, de Kumasi, Ghana, en el Museo Fowler, Universidad de California. Imagen de Daderot de Wikimedia Commons (CC BY-SA 4.0).
Aunque a África se le ha dicho con frecuencia que mire hacia adelante, el legado del colonialismo continúa dando forma a las luchas por las crisis de deuda externa, economías extractivas, inestabilidad política y eliminación cultural. Por ejemplo, se suele citar a la fusión forzada de las provincias de los protectorados del sur y del norte de Nigeria que hicieron las potencias coloniales como la raíz de las dificultades del país. De manera similar, conflictos posindependencia y tensiones étnicas en países como Somalia, Camerún, Sudán y Uganda reflejan las fronteras arbitrarias creadas por el colonialismo.
Con la declaración de 2025 como el Año de las Reparaciones hecha por la Unión Africana, está por verse si las potencias económica y políticas europeas enfrentan finalmente su rol en perpetuar el sufrimiento de África. O si la reparación comenzará en casa, ahora que África dirige la riqueza malversada por líderes corruptos, mucho del cual aún está en los bolsillos de sus familias.