Otra vez, Armenia y Azerbaiyán están atascados en firma de acuerdo de paz

Imagen de Arzu Geybullayeva creada vía Canva Pro

Este artículo se publicó originalmente en OC Media. Publicamos una versión editada bajo un acuerdo de asociación de contenido.

El 13 de marzo, un día después de que los medios progubernamentales de Azerbaiyán afirmaron que Armenia se estaba preparando para iniciar una ofensiva militar contra Azerbaiyán, los dos países anunciaron que habían acordado los términos de un tratado de paz.

Ambos países han estado involucrados en negociaciones y en innumerables reuniones mediadas por actores internacionales desde la Segunda Guerra de Karabakh en 2020, para llegar a un acuerdo bilateral final y a resolver sus desacuerdos restantes. Sin embargo, a medida que pasaron los días, quedó claro que era demasiado pronto para dar por finalizado un conflicto de décadas entre las dos naciones.

Un paso hacia la paz

El anuncio provino de los Ministerios de Relaciones Exteriores de ambos países el 13 de marzo. El ministro de Relaciones Exteriores de Azerbaiyán, Jeyhun Bayramov, informó a los periodistas que las negociaciones sobre el texto del tratado de paz se habían completado. Después, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Armenia confirmó que habían aceptado las últimas propuestas de Azerbaiyán y que el acuerdo «sobre el establecimiento de la paz y las relaciones intergubernamentales entre la República de Armenia y la República de Azerbaiyán» estaba listo para ser firmado.

Sin embargo, mientras los actores occidentales se apresuraban a felicitar a las dos partes por semejante avance histórico, los hechos posteriores indicaron que el camino hacia la normalización entre Armenia y Azerbaiyán estaba tan lejano como antes del anuncio.

El acuerdo conlleva grandes responsabilidades, como lo señaló el primer ministro de Armenia, Nikol Pashinyan, quien dijo que se requería tomar compromisos para cualquier acuerdo de paz.

El texto no se ha hecho público, solo se envió a un número reducido de personas. Según un funcionario occidental no identificado que conoce el tema que habló con OC Media, el acuerdo incluía importantes concesiones por parte de Armenia, como el retiro de los monitores de la Unión Europea de la frontera y el desistimiento de las demandas en tribunales internacionales como la Corte Internacional de Justicia.

Azerbaiyán ha criticado a los monitores de la Unión Europea desde su llegada a la frontera armenio-azerbaiyana en octubre de 2022, con el argumento de que «crean una cobertura militar y de inteligencia para la parte armenia». La decisión de desplegar la misión se tomó un mes después de que Azerbaiyán lanzó una ofensiva dentro de Armenia, en septiembre de 2022.

En diciembre del mismo año, Armenia solicitó otra misión con la esperanza de que su presencia a lo largo de la frontera armenio-azerbaiyana evitara más escaladas militares.

En febrero de 2023, la Unión Europea desplegó la misión civil de la Unión Europea en Armenia (EUMA) con un mandato de dos años. En diciembre, anunció que incrementaría su presencia en el terreno de 138 a 209 empleados. Tanto Rusia como Azerbaiyán criticaron el despliegue de esta segunda misión. En sus declaraciones, los funcionarios de ambos países cuestionaron el propósito de la misión. En una conferencia de prensa en Bakú, capital azerbaiyana, el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, dijo que el propósito de la misión era dudoso «en términos de su legitimidad, funciones, mandato y duración», y repitió sus afirmaciones anteriores de que los monitores de la Unión Europea «solo pueden traer confrontación geopolítica a la región» y acusa a la Unión Europea de rechazar «los esfuerzos de mediación de Rusia a toda costa».

El nuevo acuerdo consta de 17 artículos según el análisis y los informes publicados desde el anuncio.

Azerbaiyán también exige que Armenia cambie su Constitución,  que elimine cualquier reclamación territorial sobre Azerbaiyán, contenida en el preámbulo. El funcionario occidental que habló con OC Media dijo que esto se dejó fuera, al igual que el tema de los enclaves en Armenia y Azerbaiyán que la otra parte ha ocupado desde la caída de la Unión Soviética.

Ceyhun Bayramov, ministro de Relaciones Exteriores de Azerbaiyán, confirmó que los cambios en la Constitución se omitieron, pero dijo que se harían «en la siguiente fase».

En agosto de 2024, Armenia anunció planes para celebrar un referéndum y aprobar una nueva constitución en 2027. En febrero de 2025, Pashinyan volvió a hablar a favor de adoptar una nueva constitución mediante un referéndum nacional.

También parece que queda pospuesta la demanda de Azerbaiyán de un corredor a través de Armenia que conecte Azerbaiyán con su enclave de Najicheván, ubicado entre Armenia, Turquía e Irán, el corredor de Zangezur. Las demandas territoriales anteriores de Azerbaiyán sobre la región que Armenia denomina Syunik (y que Azerbaiyán llama Zangezur) han alimentado los temores armenios de que Azerbaiyán esté planeando una invasión de Syunik, por donde pasa la ruta.

La narrativa estatal de Azerbaiyán sobre el corredor profundizó esos temores. En 2021, el presidente Aliyev dijo: «Estamos implementando el corredor de Zangazur, le guste a Armenia o no. Si le gusta, será más fácil para nosotros implementarlo; si no, lo haremos cumplir de todos modos. Tal como dije antes y durante la guerra, [Armenia] debe salir de nuestras tierras o los expulsaremos por la fuerza. Y así sucedió. Lo mismo ocurrirá con el corredor de Zangazur».

El lenguaje de la fuerza y de las amenazas siguió dominando los discursos estatales. En enero de 2025, el presidente Aliyev amenazó con destruir el «fascismo armenio». El mismo día en que los dos países anunciaron un acuerdo sobre el texto del tratado de paz, el presidente Aliyev afirmó que no confiaba en Armenia.

Los funcionarios de Azerbaiyán también insisten en que el Grupo de Minsk de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa – OSCE debe disolverse. El Grupo de Minsk, encabezado por copresidentes de Francia, Rusia y Estados Unidos, fue el principal foro para las negociaciones entre Armenia y Azerbaiyán antes de la Segunda Guerra del Alto Karabaj en 2020. Tras la victoria de Azerbaiyán en esa guerra, surgieron varios formatos de negociación que compiten con Rusia y la Unión Europea para luchar por mediar un acuerdo. Azerbaiyán presionó para tener negociaciones bilaterales directas.

Para Armenia, la disolución del Grupo de Minsk depende de la normalización de las relaciones y la firma del acuerdo final. Solo entonces, Armenia «consideraría que institucionalmente el conflicto está llegando a su fin y en ese momento podríamos decir que no es necesario continuar con las actividades del Grupo de Minsk», afirmó el ministro de Relaciones Exteriores de Armenia, Ararat Mirzoyan. Del mismo modo, Mirzoyan dijo que Ereván discutirá «acuerdos aceptables y mutuamente beneficiosos» con la Unión Europea respecto a las actividades de la EUMA después de la firma y posterior ratificación del tratado de paz con Azerbaiyán.

En general, desde el 13 de marzo, el liderazgo de Azerbaiyán ha insistido en que para firmar un acuerdo de paz se debe enmendar la Constitución armenia y disolver el Grupo de Minsk de la OSCE. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Armenia se opuso a estas condiciones el 19 de marzo.

Renovadas tensiones militares

El 20 de marzo, el primer ministro de Armenia, Nikol Pashinián, instó al presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, a iniciar «consultas conjuntas» sobre la firma del acuerdo preliminar. Ofreció firmar el acuerdo de inmediato, mientras Azerbaiyán acusaba a Armenia de violar el alto el fuego entre el 16 y el 18 de marzo. Armenia refutó las acusaciones. En medio de las crecientes tensiones, la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, Maria Zakharova, instó a ambas partes a «ejercer moderación y evitar cualquier acción que pudiera escalar la situación». El 21 de marzo, Pashinián dijo que Armenia estaba considerando apelar al Grupo de Minsk de la OSCE para disolverlo. El 24 de marzo, el viceministro de Relaciones Exteriores de Armenia, Paruyr Hovhannisían, comentó que Azerbaiyán aún no había respondido a la oferta de Armenia de firmar el acuerdo a pesar de las concesiones.

La zona del Alto Karabaj ha estado bajo el control de la población de etnia armenia como un Estado autoproclamado desde la guerra librada a principios de la década de 1990, que terminó con un alto el fuego y con la victoria militar armenia en 1994. Tras la primera guerra, se estableció una nueva República de Alto Karabaj no reconocida internacionalmente. Siete regiones adyacentes fueron ocupadas por las fuerzas armenias. Como resultado de esa guerra, «más de un millón de personas fueron desplazadas de sus hogares: los azerbaiyanos huyeron de Armenia, Alto Karabaj y los territorios adyacentes, mientras que los armenios dejaron sus hogares en Azerbaiyán», según el Grupo de Crisis Internacional.

Las tensiones persistieron a lo largo de las siguientes décadas, y culminaron en la Segunda Guerra de Karabaj en 2020 y en la operación militar de septiembre de 2023. Esta última allanó el camino para que Azerbaiyán recuperara el control total sobre Karabaj.

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