
Captura del documental titulado Nueva visita al hospital Al Shifa de Gaza, publicado en YouTube por Al Jazeera en inglés. Uso legítimo.
Hace poco se descubrieron en Gaza los cuerpos de 15 palestinos, miembros de equipos de rescate, con signos de haber sido ejecutados. Según los médicos presentes en el lugar, los trabajadores presentaban heridas de bala en la cabeza y tenían las manos atadas, indicadores claros de una ejecución extrajudicial. Esta masacre es la última de una serie de ataques dirigidos contra personal médico en la actual guerra de Israel en Gaza, y una devastadora muestra de su falta de respeto por las leyes internacionales: Israel ha matado a miles de trabajadores de salud, y cientos han sido secuestrados y torturados.
Un video hallado en el teléfono de uno de los paramédicos, que se encontró en la fosa común, muestra sus últimos momentos, y se presentó ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
🚨This video was discovered on the cellphone of a paramedic who was found along with 14 other Palestinian rescue and medical workers in a mass grave in Gaza.
The Red Cross and Red Crescent Societies presented it to the UN Security Council this week. https://t.co/FozXtJ3Nsb
— Drop Site (@DropSiteNews) April 5, 2025
🚨Este video se descubrió en el teléfono móvil de un paramédico cuyo cadáver se encontró junto a los de otros 14 trabajadores médicos y rescatadores palestinos en una fosa común de Gaza.
La Cruz Roja y la Media Luna Roja lo presentaron esta semana ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
El incidente destaca no solo un patrón de violencia contra trabajadores de salud y hospitales, sino también la casi total impunidad de Israel en Gaza, donde un fallo del Tribunal Internacional de Justicia (TIJ) considera plausible que se hayan cometido actos de genocidio. Estos ataques sistemáticos violan principios esenciales de las leyes humanitarias internacionales y reflejan una normalización creciente de los ataques al derecho a la salud en una guerra.
Tendencia global de violencia al alza
En los últimos años, los ataques a trabajadores sanitarios, hospitales e infraestructuras de salud en zonas de conflicto ha aumentado de manera alarmante, sobre todo en Asia occidental y norte de África. En ninguna parte han sido tan devastadores como en Gaza, donde la destrucción sistemática del sistema de salud por parte de Israel ha alcanzado niveles sin precedentes. A principios de 2024 se habían registrado más de 761 incidentes violentos contra el sistema de salud palestino, el equivalente a la suma de todos los ataques perpetrados en Sudán, Ucrania y República Democrática del Congo.
El informe 2023 de la Coalición para Salvaguardar la Salud en los Conflictos documentó un aumento del 25% en los ataques a instalaciones y personal de salud en el mundo, lo que convirtió a 2023 en el peor año registrado. Entre los ataques hubo bombardeos, saqueos y asesinatos que paralizaron sistemas sanitarios y dejaron a los civiles sin cuidados esenciales. El informe afirma que casi la mitad de estos incidentes se atribuyeron a fuerzas estatales. Además, identifica claros patrones de violencia contra la salud en lugares como Myanmar, Somalia, Sudán, Siria, Ucrania y Gaza, este último con cifras críticas.
«Los conflictos donde la violencia contra la salud se convierten en un patrón consistente suelen comenzar con niveles extremos de violencia contra el sistema de salud», señala el informe. En 2023, esta tendencia fue especialmente severa en Manipur (India), Sudán y Gaza.
Guerra de Israel contra Gaza: la salud sitiada
El sitio y bombardeo de Israel a Gaza no solo ha destruido casas e infraestructura, sino que ha desmantelado sistemáticamente su sistema de salud. Se han bombardeado hospitales y clínicas, ha habido ataques a convoyes médicos y han matado y secuestrado a trabajadores de salud. Por ejemplo, el hospital Kamal Adwan ha sido bombardeado varias veces, y su director, el doctor Hussam Abu Safiya, está bajo custodia israelí, donde presuntamente ha sufrido malos tratos. El hospital Al Shifa, el mayor complejo médico de Gaza, también fue atacado y destruido. Una investigación de Forensic Architecture reveló fosas comunes en el recinto del hospital.
En febrero de 2024, la Organización Mundial de la Salud (OMS) informó que todos los hospitales de Gaza han resultado dañados, destruidos o han quedado inutilizados por los ataques y la escasez de combustible. La OMS ya había documentado 427 ataques a la salud en Gaza y Cisjordania hasta el 30 de noviembre de 2023, con el resultado de 566 muertos y 758 heridos.
En línea circulan decenas de videos filmados por soldados israelíes en los que se ve cómo se demuelen hospitales, escuelas y otras infraestructuras civiles. Un ejemplo reciente es la destrucción del Hospital de la Amistad Turca.
🚨Breaking: The Israeli army blows up and destroys the Turkish Friendship Hospital, the only hospital in Gaza dedicated to cancer patients. pic.twitter.com/QM0b3JKsDI
— Gaza Notifications (@gazanotice) March 21, 2025
Última hora: El Ejército israelí vuela el Hospital de la Amistad Turca, el único centro de salud de Gaza dedicado a pacientes de cáncer.
En marzo de 2025, una investigación de Naciones Unidas concluyó que la destrucción de clínicas de salud reproductiva de Gaza por parte de Israel —maternidades, centros de reproducción asistida— y la restricción del acceso a cuidados esenciales contaban como actos genocidas. El informe detalla cómo estos ataques deliberados, junto con las restricciones de alimentos y suministros médicos, han destruido parcialmente la capacidad reproductiva de los palestinos de Gaza.
“They ordered all of us, men and women, to take off our clothes and to continue walking, ordering us to only look forward. I was walking naked between the tanks, not even wearing underwear. An Israeli soldier spit in my face. I forced myself not to react as I knew they would… pic.twitter.com/8hW3C901tj
— Jewish Voice for Peace (@jvplive) March 21, 2025
UNA INVESTIGACIÓN DE NACIONES UNIDAS CONCLUYE QUE ISRAEL COMETIÓ SISTEMÁTICAMENTE ACTOS DE VIOLENCIA SEXUAL Y REPRODUCTIVA CONTRA PALESTINOS
Una investigación de Naciones Unidas, publicada el 13 de marzo de 2025, determinó que los actos de violencia de género y la destrucción de instalaciones de atención de la salud reproductiva por parte de Israel constituyen «actos genocidas […] incluida la imposición deliberada de condiciones diseñadas para causar destrucción física de los palestinos y la aplicación de medidas destinadas a impedir los nacimientos».
La colonización y la ocupación militar israelíes llevan mucho tiempo negando a los palestinos el derecho a la seguridad, la libertad, la autonomía y el acceso a la atención médica.
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«Nos ordenaron a todos, hombres y mujeres, que nos desnudáramos y siguiéramos andando, mirando solo al frente. Yo caminaba desnudo entre los tanques, sin ni siquiera ropa interior. Un soldado israelí me escupió en la cara. Me obligué a no reaccionar, porque sabía que me romperían todos los huesos del cuerpo si lo hacía». – (palestino relata su evacuación por Salah al-Din, Gaza)
Ataques israelíes a la salud en Líbano
Los ataques de Israel a la salud se han extendido más allá de la frontera palestina. Durante sus ataques a Líbano, entre octubre de 2023 y octubre de 2024, Israel bombardeó 37 instalaciones de salud y mató a 70 profesionales de la sanidad. Hasta el 1 de noviembre de 2024, el número de víctimas alcanzaba los 178 trabajadores de salud muertos y 292 heridos. Un total de 243 ambulancias, 84 clínicas y 40 hospitales se vieron afectados por los ataques israelíes.
La OMS ha señalado que casi la mitad de los ataques a la salud en Líbano produjeron muertes, lo que convirtió este conflicto en el más letal del mundo para los trabajadores de salud en cuanto a tasa de mortalidad por incidente.
La rápida intensificación de estos ataques ha causado respuestas legales internacionales. En diciembre de 2023, Sudáfrica presentó un caso ante el Tribunal Internacional de Justicia en el que acusa a Israel de genocidio en Gaza. Numerosos países de la mayoría global se unieron a la demanda. En 2024, la Corte Penal Internacional emitió órdenes de arresto contra el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el ministro de Defensa, Yoav Gallant, por crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad.
A pesar de estas acciones, los aliados occidentales de Israel no le han impuesto sanciones ni le han exigido responsabilidades. Esta impunidad contradice fuertemente el respeto que deben los Estados a las leyes internacionales humanitarias y la Convención contra el Genocidio.
Un patrón más amplio: Ataques a la salud en Sudán, Siria y Yemen
En Sudán, el actual conflicto ha infligido un considerable daño a la infraestructura sanitaria. En los primeros 500 días de guerra civil, casi la mitad de los hospitales de Jartum resultaron dañados, lo que ha tenido un severo impacto en la atención médica. Un informe documentó daños a 41 de los 87 hospitales de Jartum, en violación de la ley humanitaria internacional, lo que ha dejado al ya frágil sistema de salud al borde del colapso: un 70% de las instalaciones de salud de los Estados afectados están inoperativas.
Una investigación de UntoldMag reveló ataques sistemáticos a hospitales en Al Fasher, dirigidos a profesionales médicos, que han diezmado la infraestructura de salud de Sudán.
Sudán ha presentado una demanda contra Emiratos Árabes Unidos ante el Tribunal Internacional de Justicia, acusa al país de infringir la convención contra genocidios financiando y armando al grupo rebelde Fuerzas de Apoyo Rápido, combatiente en la actual guerra de Sudán. Sudán alega que Emiratos Árabes Unidos ayudó a las Fuerzas de Apoyo Rápido a cometer genocidios, asesinatos, violaciones y otras vulneraciones de los derechos humanos.
En Siria, en los diez años de guerra ha habido ataques exhaustivos contra instalaciones y personal de salud, que han dejado el país con un sistema de salud dañado y sobrepasado. En 2021, un informe de International Rescue Committee mostró las devastadoras pérdidas y los ataques a la salud en el país. De las personas que contribuyeron al sondeo del informe, el 56% afirmó tener miedo de vivir cerca de instalaciones de salud por considerarlas un blanco de ataques.
En Yemen, el largo conflicto ha causado numerosos ataques a instalaciones de salud por parte de la coalición liderada por Arabia Saudita, que han deteriorado aún más el ya frágil sistema de salud. La destrucción de hospitales y clínicas ha dejado a millones de personas sin acceso a servicios médicos esenciales, exacerbando la crisis humanitaria. Varios informes indican que Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita han perpetrado más de 130 ataques a hospitales e infraestructuras de salud, lo que viola las leyes humanitarias internacionales.
El desplome del orden legal y moral
Esta creciente normalización de los ataques a personal médico e instalaciones de salud refleja una crisis en el orden mundial posterior a la Segunda Guerra Mundial, en el que las leyes internacionales, instituciones y protecciones están sujetos a ataques sin precedentes.
Se desdeñan sistemáticamente las protecciones recogidas por las leyes internacionales —en concreto, por la Convención de Ginebra—, sobre todo por parte de Estados poderosos y de sus aliados. Aunque los mecanismos legales como el Tribunal Internacional de Justicia y la Corte Penal Internacional ofrecen un rayo de esperanza, seguirán siendo impotentes mientras no existan mecanismos de imposición ni voluntad política.
Los casos del Tribunal Internacional de Justicia y la Corte Penal Internacional, junto con las reacciones de algunos países occidentales, ilustran la impunidad de los perpetradores. Sin sanciones ni acciones legales y manteniendo la protección política de países como Israel, crecerá el deterioro de las normas que protegen a los civiles en conflicto, y con eso, la destrucción de los frágiles sistemas destinados a proteger la vida en tiempos de guerra.
Un emotivo discurso de la médica de cuidados intensivos pediátricos Tanya Haj-Hassan, que ha trabajado en Gaza, refleja los peligros de normalizar los ataques a hospitales y trabajadores de salud.
18 months of this holocaust. Our leaders still support it.
“When I was in Gaza, I felt like it was the prelude to the end of humanity,” heroic doctor Tanya Hassan told UN.
Don’t you feel it, too? I cannot see a way back from what we’ve allowed to happen.pic.twitter.com/bf0YvDzF8c
— Matt Kennard (@kennardmatt) March 20, 2025
Dieciocho meses de este holocausto. Nuestros líderes siguen apoyándolo.
«Cuando estaba en Gaza me sentía como si fuera el preludio del final de la humanidad» dijo la heroica doctora Tanya Hassan a Naciones Unidas.
¿No lo sientes también? Yo no veo una posibilidad de retorno desde lo que hemos permitido que suceda.
La normalización de los ataques a la salud es una consecuencia directa de esta impunidad. No solo refleja el colapso de la gobernanza global, sino también una peligrosa redefinición de lo que es permisible en la guerra. Mientras los perpetradores no sufran consecuencias, se seguirán bombardeando hospitales, se tratará a los médicos como combatientes y el derecho a la salud seguirá siendo una de la primeras víctimas de la guerra.