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Tras meses de aumentos de los aranceles estadounidenses a los productos chinos en el marco de una creciente guerra comercial, el presidente Donald Trump dio un paso más al imponer unos abrumadores aranceles de 104% y un gravamen de 125% a todas las importaciones chinas a partir del 9 de abril. La guerra arancelaria se ha traducido en la «desvinculación» económica de China y Estados Unidos.
Aunque en las bolsas de China y Hong Kong ha habido olas de ventas de pánico en los últimos días, en las redes sociales chinas ha reinado una relativa calma entre la opinión pública.
Se intensifica la guerra comercial entre Estados Unidos y China
Esta fase de la guerra comercial entre Estados Unidos y China se caldeó el 2 de abril, que Trump bautizó como «día de la liberación«, con la imposición de los denominados aranceles «recíprocos» (aunque en verdad no lo son) a casi todos los países del mundo, incluidas islas deshabitadas y países sin relaciones comerciales con Estados Unidos. A los productos chinos, ya tasados con un gravamen de 20%, se les impuso un arancel adicional de 34%.
Pekín calificó la política comercial de Trump como «el típico comportamiento unilateral de un matón», anunció la imposición de un arancel de 34% a todas las importaciones estadounidenses y expresó su determinación de «luchar hasta el final». Trump sorprendió al responder con una tasa adicional de 50% y el contraataque de Pekín fue subir los gravámenes a 84%. El 9 de abril, aproximadamente 13 horas después de imponer aranceles de forma generalizada, Trump anunció una moratoria de 90 días a los aranceles recíprocos superiores al 10% para la mayoría de los países, excepto China. En su lugar, aumentó los aranceles a sus productos hasta el 125%.
La guerra comercial entre Estados Unidos y China empezó en 2016, durante el primer mandato de Trump, cuando el 21% de todas las importaciones estadounidenses tenían su origen en China y el déficit comercial entre los dos países era de 347 000 millones de dólares. En 2024, tras varios años de imponer barreras al comercio, el déficit comercial se había reducido a 295 000 millones de dólares: Estados Unidos importaba de China bienes por valor de 440 000 millones de dólares, principalmente productos de consumo, como smartphones y juguetes, y exportaba a China bienes por valor de 145 000 millones de dólares, en su mayoría productos agrícolas y tecnología de alta gama.
A juzgar por la balanza comercial, China tendría más que perder que Estados Unidos en este enfrentamiento. Sin embargo, la política agresiva de Donald Trump y su imagen de «estadounidense imperialista acosador», como lo retratan los medios de la China continental, han desatado un fuerte sentir patriótico en las redes, y han proliferado opiniones en la red social Weibo que expresan su frustración ante la actuación irracional de Trump.
Tanto en Weibo como en X, muchos usuarios chinos con orientaciones políticas diversas consideran que China está mejor posicionada en la guerra comercial.
La resiliencia de China
En Weibo, Hu Xijin, famoso comentarista chino nacionalista, se mostró confiado en que China tiene la resiliencia necesaria para sobrevivir a la desvinculación entre Estados Unidos y China:
…脱钩过程会非常混乱,那将是双方的痛苦。对美国来说,关税战是一场“自找的经济灾难”,他们内部注定分歧很大… 对中国来说,应战是被强加的,调整即使不容易,也唯有往前走。毕竟对美出口只剩中国对外出口总额的14.6%了,而且这些只占中国GDP的2.3%,这构不成对中国经济的根本冲击。重要的是,事情被逼到这一步,中国社会踏下心来应对,被逼出来的一定是韧性和新的开拓精神。
…el proceso de desvinculación será extremadamente caótico y doloroso para las dos partes. Para Estados Unidos, la guerra arancelaria es un «desastre económico autoinfligido»; habrá conflictos internos muy graves… China está obligada a responder y, aunque el ajuste sea difícil, solo puede seguir adelante. Después de todo, las exportaciones a Estados Unidos solo representan el 14,6% del total de las exportaciones chinas, que a su vez suponen el 2,3% del PIB. Esto no va a tener un impacto sustancial en la economía china. La sociedad china se verá forzada a desarrollar un espíritu de resiliencia y nuevas estrategias para luchar por su sobrevivencia.
En 2024 la tasa de crecimiento del PIB chino fue del 5%. Durante el confinamiento por el COVID-19, registró una caída del 3,8% en 2020 y del 5,4% en 2022. En los últimos años, los fabricantes de China continental han empezado a trasladar sus centros de producción a otros países, como India, Bangladesh, Tailandia, México, Vietnam y la Unión Europea, con el fin de evitar los riesgos geopolíticos y de sortear las barreras comerciales.
Otros líderes de opinión nacionalistas, como Zhao Sheng, han abordado el tema de la guerra arancelaria desde el punto de vista del consumidor:
#美国关税政策伤了谁# 现在在超市疯狂抢购囤货、举国恐慌的不是中国人民,而是美国人民,这已经能够说明问题了。…
至于加34%,还是加104%…..这有什么区别?反正你都不想做生意了,不如直接加到600%,彻底脱钩断链…美国的鸡蛋需要从墨西哥走私,而中国的鸡蛋很多地方都是直接白送,中国10万人民币就能买一台带智能驾驶的高配置新能源汽车,美国3万美元只能买一台二手破日本车,中国大量的家电便宜到只要几百上千,美国人买个电视还要贷款……你看看身边的普罗大众,哪个不是日子照过?谁在乎美国佬发癫啊?
¿A quién le perjudicará la guerra a arancelaria de Estados Unidos? A ver, no son los chinos quienes están aterrorizados, comprando y acumulando de forma frenética en los supermercados, sino los estadounidenses. Ahí está la respuesta. …
En lo que respecta a un aumento de 34% o de 104%…, ¿cuál es la diferencia? En ninguno de los dos casos quieres hacer negocios, así que daría igual aumentarlo hasta 600% y romper completamente la cadena de producción… En Estados Unidos tienen que pasar los huevos de contrabando desde México, mientras que en muchos lugares de China los huevos no cuestan nada. En China, con 100 000 yuanes (unos 13 600 dólares) puedes comprar un auto de energía alternativa equipado con función de conducción autónoma con IA; en Estados Unidos, un auto japonés usado puede llegar a costar 30 000 dólares. En China, la mayoría de los electrodomésticos cuestan algunos cientos de yuanes, mientras que muchos estadounidenses tienen que endeudarse para comprar un televisor. … Mire a tu alrededor, la gente sigue con su vida diaria. ¿A quién le importan esos locos yanquis?
Dado que las exportaciones estadounidenses a China son, sobre todo, suministros industriales, como soja para las granjas porcinas, productos farmacéuticos, aviones y motores, no habrá un impacto directo en la vida diaria de la gente. Por el contrario, los consumidores de Estados Unidos sufrirán el encarecimiento de artículos de primera necesidad.
Incluso los políticos liberales chinos presentes en X, como @laozhouhengmei, criticaron a Trump por darle a China la posibilidad de fortalecer su posición como líder mundial:
川普的关税核战对打击中共政权真的起到了反效果。 因为现在只有中国在对川普的关税战坚决进行反击,让中国俨然成为了世界反抗川普霸权的领袖。 是,川普关税对中国的经济打击是实实在在的,但却在无形中提升了中共在国际上的声誉。
La guerra nuclear arancelaria de Trump ha tenido realmente un efecto contrario para el régimen comunista chino. China es el único país que se opone con firmeza a la guerra arancelaria de Trump y eso lo convierte en un líder mundial en la resistencia contra la hegemonía trumpista. Sí, el ataque arancelario de Trump ha sido un verdadero golpe económico para China, pero sin quererlo también ha impulsado la reputación del Partido Comunista Chino en el mundo.
Dado que el interés de Pekín en la guerra arancelaria no es puramente económico, es muy poco probable que el Partido Comunista Chino retroceda, como señaló en X un experiodista de China continental, @wildwall1984:
所谓“胆小鬼游戏”式的威胁,在中共面前从来都没有用。
这不仅不符合中共一贯的外交策略,更不会在当前的政治局势下成为选项。中共在处理国际压力时,始终坚持一个原则性立场:对等报复。…退让意味着示弱,示弱就意味着“低声下气”,这在中共话语体系中是极度忌讳的。
尤其是在习近平目前的政治位置上,更无退路可言。如果在重大国际博弈中选择后退,不仅对外形象受损,更可能在党内遭遇政敌的围攻。强硬,是政治需要,更是自我保卫机制。
而且,对中共而言,这根本不是什么“经济纠纷”。在它眼里,这是一场关于国家安全、发展道路和制度优越性的全面竞争。
Este tipo de amenaza desafiante no funcionará con el Partido Comunista Chino.
[La amenaza arancelaria] no encaja con la estrategia diplomática del Partido Comunista Chino y no es una opción en la situación política actual. Cuando ha enfrentado la presión internacional, el Partido Comunista Chino siempre ha mantenido una posición de represalia recíproca… Hacer concesiones implica mostrar debilidad y suplicar, y eso es tabú para el Partido Comunista Chino.
Especialmente para Xi Jinping, no hay marcha atrás posible. Si decide retroceder en un enfrentamiento internacional de primera magnitud, su imagen quedará tocada y podría ser asediado por sus oponentes políticos dentro del partido. La firmeza es tanto una elección política necesaria como un mecanismo de autodefensa.
Además, para el Partido Comunista Chino esto no es una «disputa económica», sino una competición que afecta a la seguridad nacional, el modelo de desarrollo y la superioridad institucional de China.
Taiwán en juego
Sin embargo, dado el crecimiento del sentir patriótico en China, la seguridad de Taiwán puede estar en juego. En Weibo, hay nacionalistas que han visto en la guerra arancelaria una oportunidad para que Pekín emprenda acciones militares para «unificarse» con Taiwán. Este es uno de esos comentarios, publicado en Weibo por un usuario de Guangzhou:
特朗普“神助攻”加速中国统一台湾!…中美贸易将“无限接近脱钩”状态。
到时候,中国收复台湾将不再重点考虑经济方面的情况了,中国只有放手一搏,将加速中国以雷霆之势收复台湾,统一祖国,最终实现祖国的伟大复兴。
¡Qué amable por parte de Trump acelerar la reunificación de China con Taiwán! …El comercio entre China y Estados Unidos entrará en un estado de «desvinculación».
Para entonces, China no tendrá que considerar el impacto económico de recuperar Taiwán. Solo necesita aprovechar la oportunidad y recuperar Taiwán con un movimiento amenazador. Eso acelerará la unificación de la madre patria y la gran renovación definitiva de China.
Desde 2012, la reunificación de Taiwán con China ha encabezado la agenda del sueño de renovación nacional de Xi Jinping.
Ciertamente, Taiwán ha sido un Estado autónomo desde 1949, cuando el Kuomintang, el partido gobernante de la República de China, se retiró a Taiwán tras ser derrotado por el Partido Comunista Chino en la guerra civil china. La tensión entre Taiwán y China ha ido en aumento desde 2016, cuando el Partido Progresista Democrático, favorable a la independencia del país, reemplazó al Kuomintang. Durante años, China ha abogado por su plan de unificación con Taiwán con sanciones económicas, presión diplomática y maniobras militares.
La ronda de simulacros militares a gran escala más recientes para asediar a Taiwán fue a principios de abril. Según los analistas, las maniobras podrían ser el preludio de la anexión de la región autónoma.
Aunque es imposible predecir el futuro, es probable que la guerra arancelaria desestabilice la situación geopolítica mundial.