
Mina de níquel en Indonesia. Captura de pantalla de un vídeo de CNBC en YouTube. Uso legítimo.
Este artículo se publica como parte de Beca Justicia Climática Global 2025, que une a periodistas de países sinófobos y de la mayoría global para investigar los efectos de proyectos de desarrollo chino en el extranjero.
Joko, de 49 años, remó con su canoa por las turbias aguas del mar hasta su casa en el pueblo de Kurisa, tranquila localidad pesquera de Sulawesi Central (Indonesia). Tras ocho horas flotando en el mar de Banda, armado con cebo y cuatro litros de gasóleo a 100 000 rupias (6 dólares), esperaba traer de vuelta alguna captura que valiera al menos el doble del precio de su combustible. Entregó los peces a su esposa, que los puso con destreza en un recipiente verde oscuro: unos cuantos pargos rojos y atunes listados de apenas dos kilos. Lo justo para alimentar a una familia de cinco miembros durante unos días.
Joko es uno de los pocos pescadores que quedan en Kurisa, hogar de la comunidad indígena bajau. Hace años, las cristalinas aguas rodeaban Kurisa con llamativos arrecifes de coral y bancos de peces. Ahora, el agua se ha vuelto opaca y contaminada, sin peces que pescar. La calidad del agua de mar se ha deteriorado mientras se han ido levantando minas y fábricas de níquel, lo que ha contaminado el ecosistema circundante y destruido los medios de vida locales. Joko dijo:
In the past, we only needed to spread a net under our house, wait an hour, and we got 10 kilos. Now, we are grateful to be able to bring home five kilos of fish after sailing miles away for hours.
Antes, bastaba con tender una red debajo de casa, esperar una hora y conseguíamos 10 kilos. Ahora, estamos agradecidos de poder traer a casa cinco kilos de pescado tras navegar kilómetros durante horas.
Joko y decenas de miles de habitantes de Bahodopi vieron cómo sus vidas cambiaron radicalmente tras el impulso de la producción de níquel en su tierra natal.
Indonesia alberga la mayor reserva de níquel del mundo, con un total de 5200 millones de toneladas de mineral y 57 millones de toneladas de metal, equivalentes al 42% de las reservas mundiales. Estos recursos están dispersos sobre todo en Sulawesi y Maluku, en la parte oriental de Indonesia. Una de las minas más ricas se encuentra en la ciudad natal de Joko, el distrito de Bahodopi, en Sulawesi.

Mapa de Indonesia. Captura de pantalla del vídeo de la BBC en YouTube. Uso legítimo.
La creciente demanda de níquel
La extracción de níquel en Sulawesi comenzó a principios de la década de 2000, pero tomó impulso en la última década tras el aumento de la demanda mundial de níquel, un componente esencial de las baterías de los vehículos eléctricos. La transición mundial a vehículos eléctricos está impulsada por la apremiante demanda de medios de transporte ecológicos y menos utilización de combustibles fósiles. Aprovechando sus vastas reservas de níquel, Indonesia se propuso convertirse en un actor importante en el mercado mundial para 2027.
En 2013, las empresas mineras PT Bintang Delapan Investment y PT Sulawesi Mining Investment, con sede en Indonesia, unieron fuerzas con la empresa minera china Tsingshan Holding Group Company Limited (青山控股集团有限公司) para construir el mayor centro de procesamiento de níquel del Sudeste Asiático, el parque industrial Indonesia Morowali (IMIP). El proyecto recibió la bendición de los líderes políticos de ambos países. En octubre de ese año, el presidente chino, Xi Jinping, y el entonces presidente indonesio, Susilo Bambang Yudhoyono, supervisaron la firma de un acuerdo de cooperación para el parque industrial.

Presidente chino Xi Jinping y el entonces presidente indonesio Susilo Bambang Yudhoyono supervisaron la firma de varios acuerdos empresariales en octubre de 2013. Fuente: comunicado de prensa de la Embajada de la República Popular China en Indonesia. Uso libre.
Desde entonces, China ha influido de manera significativa en la industria del níquel de Indonesia. El IMIP se ha convertido en uno de los proyectos clave de la Iniciativa de la Franja y la Ruta de China, su plan de conectividad internacional que incluye proyectos de desarrollo e infraestructuras en países de la mayoría global.
Al hablar del papel de Indonesia en la Iniciativa de la Franja y la Ruta, el medio estatal chino Diario Popular afirmó que Indonesia aún no tenía infraestructura ni recursos humanos para gestionar sus abundantes reservas de mineral de níquel.
印尼红土镍矿储量和产量丰富,但基础设施薄弱、工艺落后、人才不足等因素制约了当地镍矿加工业发展. 青山莫罗瓦利园区负责人章凡表示,以不锈钢生产为主业的中国青山控股集团2009年进入印尼。2013年10月,莫罗瓦利园区签约开建。园区一边搞基建,一边将产业链优势互补的中国镍铁冶炼企业吸引入园,共同投资,共担风险,抱团发展.
Indonesia tiene abundantes reservas y producción de mineral de níquel laterítico. Sin embargo, factores como infraestructuras deficientes, tecnología atrasada y personal insuficiente han restringido el desarrollo de la industria local de procesamiento de mineral de níquel. Zhang Fan, director del parque industrial Morowali de Tsingshan, dijo que el grupo chino Tsingshan Holding, dedicado principalmente a producir acero inoxidable, entró en Indonesia en 2009. En octubre de 2013, se firmó el parque industrial de Morowali y se inició la construcción.
El precio del desarrollo
Lapola, de 36 años, pescador del pueblo de Tapunggaeya, al norte de Konawe, en el sudeste de Sulawesi, enfrenta un problema similar al de Joko. El agua del mar que rodea su pueblo se ha vuelto marrón, lo que ha agotado los peces de la bahía. Sin ingresos por la pesca, Lapola decidió trabajar para la mina. El agua contaminada ha obligado a muchos jóvenes de la aldea a cambiar la pesca por la minería. Lapola declaró a Global Voices en una entrevista:
Young people have migrated to work in the nickel mines or factories. Now, only the elderly stay because they can't work in the mines. Sometimes, they go to the sea, but it's futile.
Los jóvenes han emigrado para trabajar en las minas de níquel o en las fábricas. Ahora, solo se quedan los ancianos porque no pueden trabajar en las minas. A veces, se van al mar, pero es inútil.

Las aguas contaminadas de Sulawesi (Indonesia) están dejando a muchas comunidades pesqueras sin posibilidades de ganarse la vida. Captura de pantalla de un vídeo de la BBC YouTube. . Uso legítimo.
Katsaing, presidente del Sindicato de Trabajadores de Indonesia Próspera, declaró que muchos trabajadores se han quejado de las malas condiciones laborales: falta de medidas de seguridad, largas horas de trabajo, acuerdos laborales injustos y salarios bajos. Katsaing mencionó que muchos convenios laborales solo duran tres meses, lo que deja a los trabajadores, que en su mayoría solo tienen secundaria, en situación precaria.
La mayoría de quienes no pueden cumplir los requisitos de la fábrica siguen trabajando en la agricultura y la pesca. Algunos han abierto pequeños negocios: aparcamientos, puestos callejeros y talleres de reparación han surgido para atender a la comunidad, que crece. Sin embargo, sus condiciones de vida no son mucho mejores.
Ani, una joven madre de dos hijos de la aldea de Fatufia, sufrió porque el polvo y la contaminación del aire enfermaron a su segundo hijo, que tiene con problemas respiratorios agudos que la obligaron a visitar regularmente los centros de salud durante casi dos años. Rest of the World informó que, según el centro de salud comunitario de Bahodopi, desde 2018, las infecciones respiratorias superiores han sido la enfermedad más frecuente en el distrito, totalizan casi 7000 casos. Los trabajadores de salud lo atribuyen al polvo del complejo industrial.
En la última década, China ha invertido más de 65 000 millones de dólares en la industria del níquel de Indonesia. Una declaración oficial del Gobierno indonesio muestra que China controla el 90% de las minas y fundiciones de níquel. Esta situación deja a Indonesia en una posición difícil para escapar del control chino sobre sus reservas de níquel, sobre todo porque el Gobierno pretende atraer a más inversionistas de Estados Unidos y Europa.
Preocupaciones ambientales
Los problemas ambientales siguen sin resolverse en Morowali. Además de los daños causados por la propia minería, las fundiciones de IMIP funcionan con una central eléctrica de carbón que genera importantes emisiones de carbono. Según el Ministerio de Energía y Recursos Minerales de Indonesia, cada central eléctrica de carbón de 1 GW produce cinco millones de toneladas de CO2. Los lugareños también llevan tiempo quejándose de la contaminación del agua y el aire, los problemas de salud y la deforestación de su comunidad.
Las colinas de Morowali, antes frondosas y verdes, hoy son en su mayoría gigantescos montículos marrones debido a las actividades mineras. Cuando llueve, la tierra de las colinas contamina los cursos de agua de los arrozales y los ríos, y hace que el agua adquiera un color marrón anaranjado. El vertido de agua caliente de la turbina de la central de vapor que suministra electricidad a las zonas industriales desemboca directamente en el mar, lo que eleva la temperatura del agua, daña el coral y hace que los peces abandonen la bahía.

Imágenes aéreas de los efectos de la extracción de níquel. Captura de pantalla de un video de la BBC en YouTube. Uso legítimo.
El humo que desprenden los hornos de fundición cada seis horas tiñe de gris el cielo y llena de polvo la espalda de la gente, y pudre los tejados de arcilla y ensucia suelos y cocinas.
Un informe de Rosa-Luxemburg-Stiftung (RLS), grupo de presión político alemán, afirma que las plantas de procesamiento de níquel del IMIP liberan contaminantes como dióxido de azufre, óxidos de nitrógeno y cenizas de carbón, que suponen graves riesgos para la salud cuando se inhalan. Los habitantes sufren problemas respiratorios a causa del polvo y picores en la piel provocados por el agua contaminada. Peor aún, muchos no pueden permitirse acceder a centros de salud.
Después de diez años de funcionamiento, el IMIP alberga en la actualidad más de 50 fundiciones y unos 84 000 trabajadores, de los cuales el 10% proceden de China. El complejo, de más de 4000 hectáreas, tiene aeropuerto propio, puerto marítimo, hoteles de lujo, viviendas para el personal y otras instalaciones esenciales. El IMIP produce un total de 4,76 millones de toneladas de arrabio de níquel (NPI), que en su mayor se exporta a China.
Su fuerte control de los recursos de níquel ayudó a China a dominar la industria mundial de fabricación de vehículos eléctricos y no parece que vaya a ceder pronto.