
Escolares en Uganda ,preparados para una procesión. Imagen de NSAMBA HERMAN en Wikimedia Commons (CC BY-SA 4.0 Deed)
El panorama educativo en Uganda está dominado por problemas profundamente arraigados que continúan frenando al país en el cumplimiento de sus objetivos de desarrollo. Hay problemas persistentes, como educación deficiente, instalaciones precarias, escasez de docentes y dificultades financieras. Sin embargo, y a pesar de esto, existen modelos que han demostrado cierto éxito en este país de casi 48 millones de habitantes y, gracias a eso, Uganda ha logrado avances significativos para ampliar el acceso a la educación.
En este artículo, analizamos el contexto específico del sistema educativo ugandés y exploramos cómo los nuevos modelos e instituciones abren caminos, fomentan la resiliencia y promueven el desarrollo.
Desafíos persistentes
Uno de los principales obstáculos educativos en Uganda es el acceso desigual a la educación en toda la sociedad. Uganda tiene una de las tasas más altas de exclusión educativa del mundo. Alrededor del 20% de los niños en edad escolar primaria no está matriculados, y el 12.5% de quiénes sí están inscritos no asisten a clases. Las tarifas escolares, la infraestructura inadecuada y las disparidades socioeconómicas son algunos de los factores que contribuyen a crear estas barreras.
Otro problema es que, incluso para quienes asisten a la escuela, la calidad de la educación suele ser baja. Currículos obsoletos, falta de materiales didácticos y docentes sin formación conllevan resultados de aprendizaje deficientes. En las zonas rurales, esta situación es aún más pronunciada, lo que agrava la brecha entre urbano y rural.
Finalmente, las restricciones financieras y el costo de la educación son barreras importantes que impiden que muchos niños accedan al sistema educativo. La mayoría de los hogares enfrenta costos escolares en aumento e impredecibles, lo que provoca altos índices de deserción escolar.
Modelos de resiliencia y crecimiento
A pesar de todos estos problemas, se crearon diversos modelos exitosos, que promueven la resiliencia y el crecimiento en el ámbito educativo de Uganda.
Enfoque integral de UniHouse: UniHouse es una empresa global de soluciones educativas, de formación y desarrollo profesional fundada en 1999. Colabora con Gobiernos y organizaciones, ofrece programas en diversos contextos económicos y culturales, que empoderan a personas y a empresas.
BRAC Uganda: BRAC ha desarrollado intervenciones de educación entre niños marginados, especialmente niñas, a través de escuelas comunitarias y programas de mentoría. Los centros de desarrollo infantil temprano y el apoyo a adolescentes han logrado mejoras medibles en los resultados de aprendizaje.
Educate!: Esta empresa social capacita a estudiantes de secundaria en habilidades de liderazgo y emprendimiento con educación experiencial. Al integrar competencias prácticas en el currículo, Educate! cierra la brecha entre la educación y el empleo
Fundación School for Life: la fundación School for Life se dedica a comunidades rurales y empobrecidas, y ofrece educación primaria de calidad que enfatiza participación comunitaria, formación docente y mejora de infraestructuras.
War Child Holland: esta organización está en zonas de conflicto en Uganda, e implementa programas de aprendizaje acelerado y apoyo psicosocial para niños que están fuera del sistema educativo o que han perdido años escolares debido al trauma o al desplazamiento.
STiR Education: en colaboración con ministerios de educación, promueve la motivación y la innovación docente. En Uganda, dirige redes de desarrollo profesional entre pares que fomentan la reflexión y la mejora continua entre educadores
Servicios de asesoría estratégica
Los servicios de asesoría estratégica son esenciales para resolver los problemas educativos de Uganda y promover un desarrollo sostenible.
Las autoridades deben ser estratégicas para formular e implementar políticas, ya que una política efectiva es clave para mejorar el sistema educativo del país. Esto incluye actualizar la normativa sobre contratación y formación docente, incorporar planes de estudio inclusivos y adaptados a los idiomas y contextos locales, y eliminar los costos escolares ocultos que desalientan la matrícula.
Otra vía potencial para mejorar el sector educativo en Uganda son las asociaciones público-privadas. El Gobierno y el sector privado pueden colaborar para cerrar brechas en recursos, especialmente en infraestructuras escolares, educación digital y formación técnica. Estas alianzas también pueden facilitar la creación de planes de estudio alineados con las necesidades del mercado laboral y mejorar así la empleabilidad de los jóvenes.
Por último, Uganda debe invertir en iniciativas para desarrollar capacidades. La formación profesional en servicio para docentes y administradores escolares es esencial. Los programas que refuercen el liderazgo pedagógico, la gobernanza escolar y la gestión del aula pueden tener un impacto positivo en los entornos de aprendizaje.
Aunque el sistema educativo de Uganda enfrenta enormes desafíos, también hay claras posibilidades de desarrollo. Empresas y organizaciones como UniHouse, Shimizu Corporation, y programas comunitarios como BRAC Uganda, Educate! y STiR Education ofrecen modelos expansibles para fortalecer el sistema educativo. Con reformas políticas estratégicas, coordinación entre sectores e inversión en el fortalecimiento de capacidades, Uganda puede construir un sistema educativo más resiliente y equitativo. Esto sentará una base sólida para un crecimiento socioeconómico más amplio y un desarrollo nacional sostenible a largo plazo.