
Captura de pantalla del video promocional oficial de parque industrial Morowali de Indonesia. Uso legítimo.
Este artículo se presentó en el marco de la convocatoria Justicia Climática de Global Voices, que reúne a periodistas de países de habla china y de la mayoría global para investigar los efectos de los proyectos de desarrollo chinos en el extranjero. Más historias aquí.
En octubre de 2024, una explosión repentina sacudió una fábrica de acero en Morowali, en la provincia de Sulawesi Central, Indonesia. Tras la explosión, un espeso humo envolvió rápidamente la fábrica situada en el parque industrial de Morowali, uno de los mayores centros de procesamiento de níquel y producción de acero inoxidable del mundo. El fuego se declaró en la estructura superior de la fábrica y los trabajadores intentaron contenerlo con mangueras de agua a alta presión. El operador de grúa Laode Gunawan quedó atrapado en el incendio y murió más tarde por la explosión, mientras que otro trabajador sufrió heridas leves.
La planta siderúrgica es propiedad del conglomerado metalúrgico chino Tsingshan Holding Group (青山控股集团有限公司), que también es el mayor inversionista del parque industrial de Morowali.
En 2013, Tsingshan se asoció con los gigantes mineros indonesios PT Bintang Delapan Investment y PT Sulawesi Mining Investment para construir el parque industrial. Tsingshan se encargó de construir la infraestructura y las instalaciones de producción, mientras que los socios indonesios se ocuparon de las relaciones con el Gobierno y la gestión de los trabajadores indonesios.
Hoy en día, el megaparque industrial se extiende a lo largo de 4000 hectáreas y alberga a 50 inquilinos, en su mayoría filiales de Tsingshan. El parque también tiene aeropuerto propio, puerto marítimo, hotel de lujo y dormitorios para los trabajadores. Al parque se le conoce como «proyecto estratégico nacional», y da empleo a más de 84,000 trabajadores indonesios y chinos.
Pero este rápido desarrollo ha tenido un costo ambiental y humano. Además de los problemas ambientales, como deforestación, contaminación y gestión de residuos, los abusos laborales y los escándalos relacionados con la seguridad en el trabajo se han cernido durante mucho tiempo sobre el proyecto.
Tras el fatal incidente ocurrido en octubre de 2024, el presidente del Sindicato de Trabajadores Industriales de Morowali, Komang Jordi, condenó a Tsingshan por su negligencia e indiferencia hacia la seguridad de los trabajadores:
Kejadian berulang, selalu menjadikan buruh sebagai tumbal
Los accidentes siguen ocurriendo y los trabajadores siempre son las víctimas.
Vacíos de seguridad generalizados
En 2023, tres trabajadores chinos del parque industrial presentaron una denuncia ante la comisión de derechos humanos de Indonesia por la falta de protocolos y equipos de seguridad adecuados, exceso de trabajo y recortes salariales. Pero su petición no logró evitar el peor accidente de la historia del parque industrial. Apenas unos meses después, en diciembre de 2023, una explosión en una planta de níquel de una filial de Tsingshan en el parque industrial causó 21 muertos y 46 heridos, que le dio el triste hito de ser el accidente más mortal del parque. Entre las 21 víctimas mortales, ocho eran trabajadores chinos. Después, dos supervisores chinos fueron acusados de incumplir los protocolos de seguridad.
El trabajador chino Zhao Jingtian fue testigo de la catástrofe durante su turno. Contó a la revista china Lifeweek que recordaba que «había mucho humo» (烟冒得很厉害) y que algunos trabajadores tuvieron que saltar desde un lugar elevado para escapar. Otro trabajador chino, Wang Zizhuang, que también presenció el incidente, dijo:
一出事,上面温度太高,急得不行。我这里的炉子每一层都能逃跑,他们应该是跑不了才选择跳下的。
Cuando ocurrió el incidente, las temperaturas en la planta superior se volvieron insoportables y cundió el pánico. Todos los niveles de la caldera tienen salidas de emergencia, pero probablemente no pudieron huir, por eso tuvieron que saltar.
En 2024, The Financial Times entrevistó a más de 20 trabajadores de diversas empresas del parque industrial que denunciaron prácticas de seguridad sistemáticamente flexibles y equipos de protección insuficientes, y una mala comunicación entre los trabajadores indonesios y chinos, lo que daba lugar a un entorno de trabajo de alto riesgo plagado de accidentes frecuentes. «Primero la producción, luego la seguridad», declaró un trabajador de Indonesia Tsingshan Stainless Steel a The Financial Times. Foreign Policy citó múltiples fuentes que denunciaban que los accidentes no mortales, que rara vez aparecen en los titulares de las noticias, son casi cotidianos en el parque industrial.

Trabajador de fábrica de fundición de acero. Imagen de PXhere (Dominio público CC0). Uso legítimo.
Una encuesta reciente de la Federación de Minería y Energía de la Confederación de Sindicatos de Indonesia muestra que las largas y agotadoras jornadas laborales y los deficientes protocolos de seguridad contribuyen al elevado número de accidentes laborales en el parque industrial. Según la encuesta, el promedio de horas de trabajo de los empleados es de 56 horas semanales o 225 horas mensuales.
Las barreras lingüísticas también han contribuido en algo a los riesgos en el lugar de trabajo. Según un informe de Lifeweek, los trabajadores chinos con experiencia en la industria metalúrgica suelen trabajar junto con colegas indonesios menos experimentados. Un equipo de fundición en el parque industrial suele estar formado por tres trabajadores chinos y entre cinco y diez trabajadores indonesios. Para facilitar la comunicación, cada equipo tiene al menos un traductor. Pero eso sigue siendo insuficiente, según Hasrih Sonna, líder sindical indonesio en el parque industrial, que declaró a la revista china:
并不是每个人都能配一个翻译,所以有时翻译人员不够,交流起来就会有困难。处理紧急情况时,情况就变得复杂.
No todo el mundo puede tener un intérprete, por lo que cuando el apoyo lingüístico no es suficiente, la comunicación se vuelve difícil. En situaciones de emergencia, esto se convierte rápidamente en una complicación crítica.
Tras el mortal accidente de diciembre de 2024, alrededor de 300 trabajadores protestaron en el parque industrial para exigir condiciones de trabajo más seguras. Una de las demandas de los manifestantes era que se exigiera a los trabajadores chinos aprender indonesio.
La ONG ambiental Foro Indonesio para el Ambiente declaró en un comunicado de prensa que los repetidos accidentes laborales en las empresas afiliadas a Tsingshan evidenciaban la «débil supervisión» del Gobierno indonesio, ya que no se observaban «signos de mejora alguna» en esta empresa con respaldo chino.

El expresidente de Indonesia Joko Widodo (Jokowi) visita el parque industrial PT Virtue Dragon Nickel en diciembre de 2021.. Imagen de captura de pantalla de YouTube de la Secretaría Presidencial. Uso legítimo.
El Gobierno chino se ha mantenido en silencio sobre los supuestos riesgos sistemáticos en el lugar de trabajo en las plantas de níquel y acero que China respalda en Indonesia. Tras la fatal explosión en parque industrial de diciembre de 2023, Mao Ning, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, expresó sus condolencias por las víctimas. Añadió que la embajada china en Indonesia estaba asesorando a la empresa sobre las medidas de seguimiento.
Costo humano tras el auge de níquel de Indonesia
En apenas diez años, Indonesia ha pasado de ser un actor secundario a convertirse en una fuerza dominante en el sector mundial del níquel. Actualmente es el mayor productor mundial de níquel, con 1,8 millones de toneladas, lo que representa el 51 % de la producción mundial.

Mineral de níquel en bruto. Imagen de captura de pantalla de YouTube. Uso legítimo.
El auge del níquel en el país está impulsado por la prohibición de exportar mineral de níquel en bruto y las grandes inversiones de empresas chinas que han dominado la técnica de refinado y están ávidas de níquel para impulsar la industria manufacturera de vehículos eléctricos de rápido crecimiento en China. Sin embargo, la creciente posición de Indonesia en la cadena de suministro mundial de níquel ha revelado el impacto en los más vulnerables del proceso de producción: los trabajadores sobre el terreno.
La organización sin fines de lucro China Labor Watch documentó 77 muertes y 120 heridos en varias plantas de níquel respaldadas por China en Indonesia, incluido el parque industrial, entre 2016 y 2024. China Labor Watch también descubrió que los trabajadores chinos que trabajan en las plantas de producción de níquel de Indonesia están sujetos a malas prácticas laborales, como confiscación de pasaportes, retención de pagos y restricción de movimientos.
Según se informa, los trabajadores chinos representan alrededor del 13% de la fuerza laboral total del parque industrial. Viven en dormitorios en el parque industrial y tienen prohibido salir libremente fuera de la zona industrial, por lo que se sienten aislados. Un trabajador chino del parque industrial escribió en un blog:
我们工作的区域是全封闭的 «物离乡贵,人离乡贱»,曾经对我来说仅仅是个俗语,现在却是我在印尼青山工业园区工作的真切感受。
Nuestra zona de trabajo está completamente cerrada. «El valor de los bienes aumenta cuando salen de su lugar de origen, mientras que el valor de una persona disminuye cuando abandona su tierra natal». Antes esto solo era un dicho para mí, pero ahora se ha convertido en mi realidad , ahora que trabajo en el parque industrial.
Muchos trabajadores chinos del parque industrial habían trabajado en la industria siderúrgica en su país. Como el sector siderúrgico y la economía china en su conjunto enfrentan una recesión, los trabajadores se inclinan cada vez más por el sector del níquel de Indonesia en busca de oportunidades de empleo.
Por otro lado, muchos jóvenes trabajadores indonesios han emigrado a buscar empleo desde Sulawesi y otras islas indonesias a Bahodopi, el centro industrial de Morowali. Les cuesta encontrar alojamiento fuera de la zona industrial, ya que los dormitorios están reservados para los trabajadores chinos y faltan viviendas por el reciente auge demográfico.
En 2017, Bahodopi tenía solo 7517 habitantes, pero en 2022 esa cifra se había disparado hasta alcanzar los 50,000, por la llegada de nuevos inmigrantes en busca de oportunidades laborales. Mientras que las infraestructuras esenciales de la ciudad luchan por seguir el ritmo, la afluencia de trabajadores ha provocado un aumento de pensiones improvisadas y superpobladas. Los informes indican que estas estructuras de vivienda temporal para los trabajadores indonesios suelen estar construidas con materiales de fácil acceso, como madera, hormigón e incluso contenedores de transporte. Por el clima cálido y tropical de Sulawesi, los trabajadores que se alojan en estas casas a menudo tienen que lidiar con el calor sofocante, la mala ventilación y las goteras. Muchas de las estructuras de vivienda están cerca de las chimeneas de las fundiciones y las centrales eléctricas de carbón, y la contaminación del aire ha provocado enfermedades pulmonares entre los residentes de Bahodopi.
Los expertos advierten que la creciente demanda de níquel, impulsada por la transición energética, seguirá incentivando a las empresas dedicadas a este metal a aumentar su productividad, lo que puede generar más abusos laborales, riesgos en el lugar de trabajo y problemas de salud para los trabajadores, a menos que se implementen regulaciones y medidas de protección laboral.
En febrero de 2025, un accidente laboral se cobró otra vida en el parque industrial Morowali. Un trabajador murió cuando un objeto de 150 kg le aplastó la cabeza en una fundición de níquel. Apenas unas horas después del fatal incidente, la planta reanudó su producción. Todo volvió a la normalidad.






