Filipinas rinde homenaje al papa Francisco, que enfrentó furiosa tormenta para reunirse con las víctimas de un desastre

Pope Francis in Tacloban

A pesar del violento tifón, el papa Francisco visitó la ciudad de Tacloban para reunirse con las víctimas del desastre en enero de 2015. Foto de Benhur Arcayan / Malacanang Photo Bureau. Fuente: Wikimedia Commons. Dominio público.

Los filipinos están de luto por la muerte del papa Francisco, que falleció el 21 de abril a los 88 años en El Vaticano. El sumo pontífice era oriundo de Buenos Aires, Argentina y fue reconocido por introducir cambios progresistas en la Iglesia católica, abogar por la paz y la protección del ambiente, promover el diálogo interreligioso, criticar el capitalismo y la guerra, y ser un defensor de los pobres.

También fue el primer pontífice en siglos de origen no europeo. Utilizó con frecuencia su plataforma para apoyar y representar a los católicos del Sur Global.

Casi el 80% de la población de Filipinas, de un total de 108 millones de personas, es católica.

Durante su viaje pastoral a Filipinas en 2015, el papa Francisco no solo se reunió con líderes eclesiásticos y gubernamentales, sino también con niños de la calle, estudiantes y habitantes pobres de zonas urbanas. Incluso visitó la ciudad de Tacloban, duramente golpeada por un supertifón, para expresar su solidaridad con las víctimas del desastre.

El Gobierno filipino estableció un período de duelo hasta el entierro del papa, el 26 de abril. Obispos católicos, comunidades cristianas, e incluso la región autónoma de Bangsamoro, en el sur del país y de mayoría musulmana, rindieron homenaje al legado del pontífice.
El cardenal Orlando Quevedo, de la Arquidiócesis de Cotabato, recordó que el papa Francisco fue constante en la labor de acercar la Iglesia a los pobres, incluso antes de convertirse en papa en 2013.

His interventions at our Council discussions were usually about bringing the Gospel to the people in the peripheries, the poor and the needy. Go to the periphery was his clarion call to the Church and her pastors. He himself was from the peripheries, not from Rome but from far away Argentina.

Sus intervenciones en nuestras discusiones del Consejo eran habitualmente sobre llevar el Evangelio a las periferias, a los pobres y a los necesitados. Ir a las zonas marginales fue su manera de emitir un llamado urgente a la Iglesia y a sus pastores. Él mismo provenía de las afueras, no de Roma, sino de la lejana Argentina.

El cardenal Pablo Virgilio David, presidente de la Conferencia Episcopal Católica de Filipinas (CBCP), escribió que el papa alguna vez rindió homenaje a los migrantes filipinos:

…with his characteristic wit and warmth, he once called our Overseas Filipino migrant workers ‘contrabandistas de la fe’ — smugglers of the faith —reminding us that the witness of simple, faithful lives can cross borders and touch hearts where formal missionaries cannot go.

… con su característica calidez y su ingenio, una vez llamó a nuestros trabajadores migrantes filipinos en el extranjero ‘contrabandistas de la fe’, y les recordó que el testimonio de vidas simples y fieles puede cruzar fronteras y tocar corazones donde los misioneros formales no pueden llegar.

El cardenal José Advincula, arzobispo de Manila, elogió al papa que enfrentó una tormenta para encontrarse con los fieles católicos en 2015:

We will always remember his visit to our country in 2015 — a moment of grace forever etched in our national memory. Under the rain in Tacloban, standing with the survivors of Typhoon Yolanda, Pope Francis showed us what it means to suffer with others and find hope in the midst of pain.

Siempre recordaremos su visita a nuestro país en 2015, un momento de gracia grabado para siempre en nuestra memoria nacional. Bajo la lluvia en Tacloban, junto a los sobrevivientes del tifón Yolanda, el papa Francisco nos mostró lo que significa sufrir con otros y encontrar esperanza en medio del dolor.

LOLO KIKO EN LOS CORAZONES DE LOS FILIPINOS 🤍🇵🇭

En 2015, el Papa Francisco mantuvo la fe y la esperanza inquebrantables mientras viajaba de Manila a Tacloban. Su postura progresista y su servicio compasivo dejaron una huella duradera en los corazones de los filipinos.

Ahora, con su partida, lloramos como nación y recordamos ese momento de unidad, fe y fortaleza.

La publicación anterior menciona lolo Kiko, que en filipino significa “abuelo Francisco”.

Una universidad católica en Manila instaló una exposición conmemorativa que presenta recuerdos de la visita del papa en 2015:

MIREN: La Universidad Santo Tomás rinde homenaje al papa Francisco con una exposición que muestra recuerdos de su visita a la universidad en enero de 2015.

Entre los objetos en exhibición en el Edificio Principal están la Silla Papal, el libro de visitas firmado por el papa y la identificación que usó durante su visita.

Fotos de Djenhard Yreneo Raphael Y. Sapanhila/ The Varsitarian.

Además de los líderes religiosos, varios sectores también reconocieron el legado del papa Francisco. Rise Up for Life and for Rights, cuyos miembros son familiares de víctimas de la guerra contra las drogas, reconocieron la solidaridad del clero católico:

When our loved ones were killed under the drug war policy, some Church leaders stood with us, when almost everyone else scattered… We know that Pope Francis encouraged and nurtured this solidarity with us, even though it resulted in bishops and other Church people being berated and threatened.

Cuando nuestros a seres queridos los mataron de acuerdo con la política de guerra contra las drogas, algunos líderes de la Iglesia estuvieron a nuestro lado, cuando casi todos los demás se alejaron… Sabemos que el papa Francisco alentó y cultivó esta solidaridad con nosotros, incluso cuando, como resultado, obispos y otros miembros de la Iglesia fueron reprendidos y amenazados.

La Red del Pueblo por el Ambiente Kalikasan explicó la importancia histórica de la decisión del papa de visitar el “punto cero” del supertifón que azotó Filipinas en 2015:

For the Filipino people, Pope Francis’s solidarity was not just in words but in militant action. His 2015 visit to the Philippines, especially to the storm-ravaged communities of Tacloban and Eastern Visayas after Typhoon Yolanda (Haiyan), was a direct rebuke to those who abandoned the survivors and profited from disaster. In the midst of another storm, Pope Francis stood with the people in the rain, declaring, ‘I will walk with you all with my heart’ He condemned the ‘scandalous social inequalities’ and the corruption that intensified the suffering of the poor. His presence was a rallying cry for justice, accountability, and resistance against those who treat our lives and our land as expendable.

Para el pueblo filipino, la solidaridad del papa Francisco no fue solo de palabra, sino de acción militante. Su visita de 2015 a Filipinas, especialmente a las comunidades devastadas de Tacloban y las Visayas Orientales tras el Tifón Yolanda (Haiyan), fue una crítica directa a quienes abandonaron a los sobrevivientes y se beneficiaron del desastre. En medio de otra tormenta, el papa Francisco se mantuvo con el pueblo bajo la lluvia, y declaró: ‘Caminaré con todos ustedes con mi corazón’. Condenó las ‘escandalosas desigualdades sociales’ y la corrupción que intensificaron el sufrimiento de los pobres. Su presencia fue un grito de unidad por hacer justicia, asumir responsabilidades y resistir contra quienes tratan nuestras vidas y nuestra tierra como desechables.

El cardenal Luis Antonio Tagle, el filipino de más alto rango en la curia de El Vaticano, se encuentra entre los nombres que se barajan como posible sucesor, aunque la Conferencia Episcopal de Filipinas pidió al público no especular al respecto.

La Nunciatura Apostólica en Manila anunció que se abrirán libros de condolencias el 29 de abril para que el público pueda expresar su pésame y expresar sus recuerdos sobre el difunto pontífice.

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