Mark Loquan en su aparición en el corto ‘Pan Is‘, producido por Walt Lovelace, por encargo de NGC para la Conferencia de Energía de Tobago, 2023. Imagen de cortesía utilizada con autorización de Lovelace.

Mark Loquan, un distinguido ingeniero químico y aclamado compositor que sin mayor esfuerzo transitaba entre el mundo corporativo y creativo de Trinidad y Tobago –y que más de una vez los entrelazó por el bien de la nación– falleció el 6 de abril, a los 63 años, por cáncer cerebral.

Su carrera en el sector de energía local comenzó en 1982 cuando asumió como ingeniero de procesos en la empresa Trinidad Nitrogen Ltd. Veinte años después, se convirtió en el primer presidente local de la empresa Yara Trinidad Ltd. Su responsabilidad con la compañía aumentó luego de que lo nombraron presidente de la Unidad de Desarrollo de Negocios de Yara Internacional en Angola y África subsahariana. Luego lo nombraron director ejecutivo de Yara Pilbara, por lo que se trasladó a Australia. Al final, regresó a Trinidad cuando aceptó el cargo de presidente de la Compañía Nacional de Gas de Trinidad y Tobago Limitada (NGC) en septiembre de 2016.

Loquan restructuró la compañía, agilizó sus procesos y expandió la cartera de clientes con alianzas con países de Latinoamérica, el Caribe, África y China. Era gran partidario de colaborar con industrias locales para mejorar su eficiencia y, en 2019, fue nombrado director en la junta directiva de la NGC. También, participó en directivas de otras compañías petroleras, trabajó en la Cámara de Energía de Trinidad y Tobago, formó parte del Comité Permanente en materias de energía del Gobierno y ayudó a la NGC a cumplir con iniciativas de sustentabilidad. Renunció a su cargo en agosto de 2024 luego de conocer su diagnóstico.

Sin embargo, el mundo de Loquan abarcaba mucho más que su carrera. Bajo su mando, la NGC contribuyó significativamente al panorama cultural de la nación, quizás la contribución más importante fue patrocinar el Bocas Lit Fest, ampliamente reconocido como el principal festival literario de la región. Al enterarse de su muerte, en una publicación del festival en Facebook lo describen como: «un patriota y un amigo genuino del festival». La fundadora del festival, Marina Salandy-Brown, agrega:

Mark Loquan was a rare human being — an exceptional person, yet grounded, kind and generous. He made being gifted and good seem ordinary. He was a visionary who understood how our economic, social and cultural efforts are linked, and as President of NGC he supported the development of the Bocas Lit Fest and encouraged investment in the development of our literary sector. When, in 2022, Bocas hosted its first literary festival in London to showcase our star-quality young and new Caribbean writers to the world, Mark broke his journey en route to an energy meeting in the Middle East to check on us at the British Library and cheer us on. That is not sponsorship, it is partnership, and looking after the country's investment in its talent.

Mark Loquan era un hombre especial, una persona excepcional, era amable, generoso y aun así mantenía los pies en la tierra. Hacía parecer que el talento y la bondad fueran algo común. Era un visionario que entendía que nuestra economía, nuestra sociedad y nuestra cultura estaban entrelazadas y, como presidente de la NGC, apoyaba el desarrollo del festival Bocas Lit Fest, impulsando así el desarrollo de nuestro sector literario. En 2022, cuando Bocas realizó el primer festival literario en Londres para presentar a nuestros nuevos escritores caribeños al resto del mundo, Mark hizo una parada en su viaje camino a una reunión de energía en Medio Oriente para vernos en la Biblioteca Británica y alentarnos. Eso no es patrocinio, es compañerismo y un apoyo a la inversión que hace el país en sus talentos.

Loquan se describía como «una mente multifacética», era un músico y compositor que tenía un interés especial por el tambor metálico, el instrumento nacional de Trinidad y Tobago. Por más de un cuarto de siglo compuso canciones de soca– al trabajar con artistas musicales como Denyse Plummer, que lo ayudó en sus inicios– al igual que algunas piezas para Panorama, la competencia anual más famosa de Trinidad y Tobago.

En los últimos diez años de su vida, Loquan formalizó su interés en el tambor metálico por otros lados, a medida que se daba cuenta de la importancia de archivar la música instrumental y su historia. En este contexto, junto a Mia Gormandy-Benjamin, connotada compositora e intérprete del tambor metálico, y Akua Leith, exdirector de orquesta y actual director artístico de la Orquesta Sinfónica Nacional de Tambor Metálico, crearon PanNotation, sitio web diseñado para facilitar «la compra de partituras musicales de tambores metálicos y la adquisición de material educativo».

Loquan tenía una visión para PanNotation —tienda en línea y biblioteca— que se convirtiera en una plataforma para la comunidad del tambor metálico, espacio para que compositores y arreglistas pudieran obtener ingresos de las ventas de sus creaciones musicales y para que educadores tuvieran acceso a publicaciones académicas y otras informaciones relevantes. El sitio también trabaja en conjunto con la Organización de Derechos de Autor de Trinidad y Tobago (COTT) para facilitar que los arreglistas adquieran permisos de compositores, «para ayudar en la venta legal de arreglos musicales». Con la muerte de Loquan, Gormany-Benjamin reafirmó su compromiso de «trabajar diligentemente para mantener su legado con vida».

En colaboración con la fotógrafa Maria Nunes, Loquan se aventuró en la producción de películas, fue el productor ejecutivo de «A Better Tomorrow», una serie de películas que explora las experiencias de la gente con los tambores metálicos.

Nunez dice en Facebook: «Las palabras no son suficientes esta mañana para intentar expresar lo que hay en mi mente y en mi corazón frente a todo lo que Mark Loquan tuvo que pasar desde que su mundo se vino abajo en febrero del año pasado cuando de la nada comenzó a experimentar las primeras señales de lo que sería diagnosticado como un glioblastoma, el tipo más severo de cáncer cerebral»:

Mark faced his trials with such calm and grace and though we are overcome now with the terrible sadness of loss, our tear-filled eyes are buoyed somehow by the bright bright light of his life, a light that will never be dimmed. Mark’s contribution to the world of steelpan is enormous. His actions were consequential in ways that will impact for generations.

He saw the endless possibilities of our beloved national instrument and over the last 25 years he enjoined numerous people here at home, and internationally, to work with him to realise his rock solid vision of where we should be headed. The extent of what his legacy in steelpan really and truly is needs to be unpacked and deeply contemplated, and then acted upon, so that the work he so generously dedicated himself can come into its fullness and live on.

Mark enfrentó su destino con mucha calma y gracia y aunque ahora estamos abrumados por la tristeza de su pérdida, nuestros ojos llenos de lágrimas se iluminan de alguna manera con la brillante luz que fue su vida, una luz que nunca se apagará. La contribución de Mark al mundo del tambor metálico es enorme. Sus acciones tendrán consecuencias que impactarán a las siguientes generaciones.

Vio posibilidades infinitas para nuestro amado instrumento nacional y durante los últimos 25 años instó a muchos, local e internacionalmente, a trabajar con el tambor para realizar su visión firme y clara de hacia dónde debemos dirigirnos. La magnitud de su legado en cuanto al tambor metálico realmente debiera revisarse y contemplarse detenidamente para luego ponerla en práctica. De esta manera, el trabajo que hizo con tanta dedicación podrá ser completado y perdurar en el tiempo.

En 2024, en reconocimiento a su servicio con la cultura del país, a Loquan se le otorgó la Orden de la Republica de Trinidad y Tobago (ORTT), el premio más destacado de la nación.

Otros usuarios de redes sociales recordaron las distintas formas en las que Loquan ayudó a su país. Gillian Bishop, hermana del fallecido musicólogo Pat Bishop, rememoró el establecimiento de la Fundación de Educación Musical, «establecida con el apoyo de compañías en la que trabajó como ingeniero», y las formas en las que «pudo aprovechar esta pasión».

Tillah Willah, activista cultural y aficionada del tambor metálico que lo reconocía como un panista en todo sentido de la palabra, agregó: «En un país donde la filantropía es casi una mala palabra, Mark cumplía con lo que prometía».

We often hear that the corporate world is at odds with the creative world. That those who are successful in business let their creative sides die. That the creatives are parasitic and beggy beggy and the corporates are culturally illiterate and self-serving. And then comes a man like Mark Loquan who breaks all those moulds. Who was the top industrialist who also did not stifle his artistic passions. Who knew that there were/are stories that simply must be urgently told about who we are.

Es común escuchar que el mundo corporativo es algo contrario al mundo creativo. Que quienes son exitosos en los negocios dejan que su creatividad muera. Que los creativos son parásitos y mendigos y los corporativos son analfabetos culturales y que actúan por beneficio propio. Y luego llega un hombre como Mark Loquan que rompe todos los esquemas, que estuvo en la cima del rubro sin dejar de lado su pasión artística. Quien sabía que había/hay historias acerca de quiénes somos que simplemente se deben contar.

Otros le rindieron tributo en línea, como el primer ministro, recuerdan a Loquan en superlativos que nunca «podrían hacerle justicia a alguien cuya existencia era más grande que la vida», incluso lo llaman un gigante que «nos recordó que un cambio poderoso suele venir de una convicción silenciosa».

A Loquan lo sobrevive su esposa, Pat, y su hijo, Evan.