Montaje hecho por Global Voices usando Canva Pro. De izquierda a derecha: Annabella Azín, asambleísta electa y madre de Daniel Noboa. Daniel Noboa, Presidente-electo de Ecuador, y Lavinia Valbonesi, vicepresidenta de ADN y esposa de Noboa.

El empresario Daniel Noboa, con 37 años de edad, uno de los presidentes más jóvenes del mundo, fue reelegido en Ecuador el 13 de abril de 2025. Alcanzó la presidencia de la República en segunda vuelta electoral con el 55,62 porciento de los votos válidos, frente a la candidata de oposición Luisa González, del correísmo, la corriente de izquierda progresista de Ecuador, que obtuvo el 44,38 porciento.

Ambos candidatos se enfrentaron en las elecciones adelantadas de agosto de 2023, luego de la disolución de la Asamblea Nacional decretada por el expresidente Guillermo Lasso. Noboa, sin ser el favorito en las encuestas y un candidato desconocido, ganó las elecciones en la segunda vuelta. Luego, en ejercio de sus funciones como mandatario, Noboa legalizó su movimiento político en mayo 2024: Acción Democrática Nacional (ADN), que según la mayoría de analistas es de tendencias derechistas aunque se autodefine con una línea política de centro izquierda.

Ganó contra el correísmo, que opera como una identidad política que divide a la sociedad ecuatoriana. Por un lado, agrupa a los seguidores del expresidente ecuatoriano Rafael Correa y su proyecto de la Revolución Ciudadana, y por otro, alimenta el “anticorreísmo”, una corriente de rechazo a su legado progresista y de fuerte intervención pública. A pesar de no recuperar la presidencia desde el año 2017, el correísmo mantiene una influencia política dentro de la Asamblea Nacional.

Pese a las críticas por la gestión de Noboa ante la crisis energética, la inseguridad, las inundaciones, las denuncias por presunta corrupción, la desaparición forzada de personas bajo su política de seguridad, los proyectos privados para la extracción de recursos naturales y el aumento de la pobreza, logró convencer a los votantes de que su candidatura fue la mejor opción ante la amenaza de que retorne el correísmo.

Entonces, ¿Cómo Daniel Noboa logró convencer al voto blando de los ecuatorianos?

Capitalizando el miedo a la inseguridad

El presidente Daniel Noboa, logró capitalizar el miedo ciudadano ante el aumento de la criminalidad ocurrida durante su mandato. Masacres carcelarias, asesinatos a políticos, robo a mano armada, secuestros, intimidación a funcionarios públicos han tenido un repunte que agudiza el contexto de violencia en el que viven los ecuatorianos.

Daniel Noboa consiguió posicionar en el imaginario de los ecuatorianos que sus intentos por recuperar el orden eran sinceros, a través de una permanente campaña de mano dura contra la inseguridad, que se manifestó al decretar el “Estado de Excepción” de manera constante, así como en la militarización de las calles y de las cárceles.

Aunque tal política ha generado excesos en el usos de la fuerza, con graves violaciones de derechos humanos, se ha visto respaldada con la presencia del militar, empresario y mercenario estadounidense Erik Prince, fundador de la controvertida empresa paramilitar anteriormente conocida como Blackwater, para “asesorar a la fuerza pública”.

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Influencia de la religión en la campaña

Mientras se tramitaba en la Asamblea Nacional la propuesta de Ley de Libertad e Igualdad Religiosa impulsada por Esther Cuesta, asambleísta de la oposición (Revolución Ciudadana, el partido del correísmo), en los medios de comunicación se visibilizó la presencia de representantes de la Iglesia que, en campaña electoral, expresaron su oposición a este proyecto de ley, bajo el argumento de que con este cuerpo normativo se buscaba “imponer un control ideológico”.

El proyecto de ley buscaba regular la libertad de culto para asegurar el respeto a los derechos humanos y así prevenir la discriminación de género y evitar injerencias religiosas en la política y los procesos electorales. 

Según el estudio de opinión Latinobarómetro del año 2023, el 74 porciento de la población ecuatoriana se identifica como católica. El debate sobre este proyecto de ley logró revivir el anticorreísmo en la campaña electoral y inclinó a los feligreses ecuatorianos a creer que el correísmo intentaba “violentar los derechos de los católicos”.

El espectro de Venezuela

En la última semana de la campaña electoral, la candidata de la oposición, Luisa González, propuso una inversión de 72 millones de dólares para integrar “Gestores de Paz”, que serían representantes de los barrios para trabajar en coordinación con la Policía Nacional. Esta propuesta permitió que Noboa reactive el fantasma de “convertir a Ecuador en Venezuela”, calificando de “paramilitares” y de “ex pandilleros” a los gestores de paz que planteó la candidata de oposición. 

En Ecuador, la derecha utiliza el miedo de ser la “próxima Venezuela” —es decir, con múltiples crisis— como estrategia política porque provoca: el miedo a una solución progresista, la polarización del electorado (correísmo vs anticorreísmo) y deslegitima al adversario (Luisa González). Este discurso se ha intensificado en cada elección tras el mandato de Rafael Correa, quien fue aliado de los gobiernos venezolanos.

A través de un post difundido por su cuenta de X, Noboa presentó la contrapropuesta de potenciar el “Plan Fénix”, que consistente en invertir esos 72 millones de dólares para aumentar el cupo para jóvenes que deseen vestir con “honor el uniforme” en la Policía y las Fuerzas Armadas. Así, la imagen de Daniel Noboa se posicionó como un mandatario que está dispuesto a combatir al crimen organizado y evitar “convertir” al Ecuador en Venezuela.

Becas y Bonos

Un mes antes de las comicios electorales, Noboa lanzó programas de becas y bonos dirigidos a los jóvenes, a los adultos mayores y a los damnificados por las inundaciones de la costa ecuatoriana. 

Invirtió cerca de 8 millones de dólares para 400.000 beneficiarios de las becas de suficiencia en inglés y en línea para jóvenes con el eslogan “Because he is nice” (Porque es simpático). Además, 100 millones de dólares fueron destinados al “Programa Jóvenes en Acción”, que permite a los jóvenes ganar un sueldo de hasta USD 400 durante 3 meses en proyectos de medio ambiente y energéticos. Estos programas de bonos y becas fueron un gancho efectivo para cientos de miles de ecuatorianos que carecen de fuentes de empleo.

Sin embargo, Noboa no solicitó licencia en sus funciones antes de inscribir su candidatura (incumpliendo el Código de la Democracia de Ecuador). Esto significa que utilizó recursos públicos para potenciar su imagen durante la campaña electoral.

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Imagen familiar en redes sociales

Noboa mantuvo una imagen fuerte en redes sociales, con un lenguaje cercano a los jóvenes frente al hartazgo de una clase política tradicional. Su estrategia de marketing estuvo matizada con mensajes cortos que viralizaron sus vídeos en redes sociales como en TikTok e Instagram.

Esta idea de Noboa como el candidato antisistema y bien intencionado ha sido reforzada con la compañía de su esposa, la nutricionista e influencer Lavinia Valbonesi y su madre, la política y médico Annabella Azin, quienes no sólo han contribuido a dotar de una imagen informal y familiar a su Gobierno sino también al éxito de su campaña electoral.

Valbonesi recorrió el territorio ecuatoriano entregando ayuda humanitaria en lugares afectados por las inundaciones y a los afectados por el reciente derrame de petróleo en Esmeraldas. Aunque el Presidente-candidato Noboa nunca visitó estos lugares, la presencia mediática de su esposa contribuyó a que su campaña se posicione como la de un «Gobierno que resuelve», su antiguo slogan.

Así, Noboa encapsula la promesa de cambio en un contexto de crisis profunda. A través de una combinación de estrategias de comunicación y la capitalización del miedo a la inseguridad, logró convencer a los votantes de que su reelección era la mejor opción para el país.