
Max Romeo actúa en el escenario de Sunsplash, 16 de agosto de 2010. Foto de Luca Paolassini_Rototom Sunsplash ©2010 vía Flickr (CC BY-NC-SA 2.0).
Max Romeo, artista de reggae roots conocido por sus letras inflexibles, murió la noche del 11 de abril en un hospital privado en St. Andrew, Jamaica, por complicaciones cardiacas. Tenía 80 años.
Su familia publicó en Instagram:
Con profunda tristeza anunciamos el fallecimiento de nuestro querido Max. Estamos profundamente agradecidos por las muestras de cariño y los homenajes, y rogamos privacidad en estos momentos. Las leyendas nunca mueren.
Born Maxwell Livingston Smith (su nombre real, también conocido como “Maxie Smith”) nació el 22 de noviembre de 1944, en Saint D’Acre, pequeño pueblo cerca de Alexandria en las colinas de St. Ann, Jamaica. Salió de su casa a los 14 años. Tuvo una niñez muy difícil, trabajó en una plantación de azúcar en Clarendon, donde ganó un concurso de canto a los 18 años. Como otros aspirantes del reggae de zonas rurales, de ahí se fue a la gran ciudad —Kingston, hogar del reggae, donde tenía familia— a buscar fortuna.
Ahí, Romeo se juntó con dos músicos, Kenneth Knight y Lloyd Shakespeare (hermano del legendario bajista Robbie), y formaron The Emotions en 1965. Su primer éxito, «(Buy You) A Rainbow» (1966), fue producido por Ken Lack. Romeo había trabajado como promotor para el sello discográfico de Lack, y se dice que el productor oyó a Romeo cantando un día y le sugirió que grabara. Fue un éxito inmediato, y vinieron varios discos para The Emotions.
Para 1968, Romeo estaba listo para una carrera solista, con poco éxito. Regresó a The Emotions. Luego se unió a la banda The Hippy Boys, formada por el productor Lloyd Charmers. Entre los miembros de la banda había dos hermanos, Aston Barrett (bajo) y Carlton Barrett (percusión), que luego fueron miembros de The Wailers, de Bob Marley.
Romeo era colaborador musical. Siguió trabajando como vocalista y compositor permanente con el influyente productor Bunny Lee, y colaboró al inicio de la carrera de los cantantes Derrick Morgan y Slim Smith, que cantaban una mezcla de ska and rocksteady, antecesores del reggae.
Entonces, Romeo escribió la canción “Wet Dream”, que hizo que el público lo conociera como artista solista. Morgan y Smith rechazaron la canción por su letra atrevidas. Cuando Lee sugirió que Romeo grabara la canción, fue renuente. Luego fue un gran éxito en varios países.
Después de tocarla dos veces, la BBC prohibió la canción por su letra explicita. No obstante (y tal vez como era de esperar), luego fue un gran éxito en el Reino Unido, y según Romeo, algo así como un éxito de culto entre los «cabezas rapadas», subcultura de juventud obrera blanca de la década de 1960, que curiosamente incluía ska y reggae, y promovía la popularidad de la música en el Reino Unido. Después, Romeo sostuvo sin convicción que la canción era solo sobre un techo con goteras. Luego siguió el igualmente provocador primer álbum, “A Dream”.
Después de toda ese atrevimiento, el famoso productor Niney the Observer (Winston Holness) tomó a Romeo bajo su protección, y lo llevó a música más “consciente”, con influencia rastafari. En 1971, el segudo álbum de Romeo, “Let the Power Fall (on I)”, sorprendió a los fans. Sin embargo, esa vez hubo una atmósfera diferente, altamente politizada antes de las elecciones de 1972 en Jamaica. Su tercer álbum, “Revelation Time” (1975), incluyó a los formidables hermanos Barrett, ya famosos con The Wailers, con quienes había colaborado al inicio de su carrera, y exploró temas de consciencia religiosa y social.
El siguiente álbum de Romeo, el icónico “War Ina Babylon” (1976), reflejó la tensa época política de la década de 1970 de Jamaica. El productor fue su buen amigo, el legendario Lee “Scratch” Perry, y grabó con el influyente sello discográfico del empresario musical jamaicano Chris Blackwell, Island Records. En 2022, Romeo demandó regalías por un total 15 millones de dólares estadounidenses (más de 2270 millones de dólares jamaicanos) por presuntas regalías no pagadas por «War Ina Babylon» y un álbum posterior, “Reconstruction” (1977), de Universal Music Group y Polygram (que asumió Island Records). Las empresas buscaron desestimar el caso en 2023. No hay novedades disponibles.
La canción militante «Chase the Devil«, del álbum de 1976, fue el tema más popular y abiertamente político de Romeo, y que han probado artistas como los raperos estadounidenses Jay-Z y Kanye West, entre otros. Sin embargo, el excéntrico «Scratch» no era alguien con quien fuera fácil entenderse; tras el estreno del álbum y su gran éxito, Romeo y él se enemistaron; no tuvieron más colaboraciones , aunque después se reconciliaron.
El papel de la música de Romeo en la política jamaicana de la década de 1970 nunca se olvidará. Su canción «Let the Power Fall on I» se convirtió en el «himno» del Partido Nacional Popular de Michael Manley en las elecciones de 1972, que ganó el partido. Tras declarar abiertamente su apoyo a Manley, Romeo grabó varias canciones en apoyo de la campaña, como “Michael Row the Boat Ashore” y “Press Along Joshua”, este último era el apodo de Manley. En sus discursos más encendidos, Manley blandía un bastón rastafari, apodado la «Vara de la Corrección». Después, Romeo se desengañó de la política de Manley y grabó la canción «No Joshua No«, en la que expresaba su decepción.
En 1978, Romeo se fue a Nueva York, donde compuso e interpretó El musical «Reggae«, protagonizado por Philip Michael Thomas y Sheryl Lee Ralph. También colaboró con la banda de rock británica The Rolling Stones; su guitarrista Keith Richards coprodujo y tocó en el álbum de Romeo de 1981 «Holding Out My Love to You«.
Aunque su música posterior no incluyó grandes éxitos, Romeo hizo numerosas giras por el extranjero y fue un artista enormemente popular. Construyó un estudio de grabación en su casa de la zona rural de Santa Catalina, donde sus hijos, Azana (su representante) y Azizi, comenzaron sus propias carreras musicales. En 2014 publicó el álbum «Father and Sons», colaboración con sus hijos Ronaldo y Romario (más conocidos como el dúo Rominal). Azana, Azizi y Romeo grabaron juntos un «álbum familiar» en el estudio de su casa, prueba de que, aunque ya no producía grandes éxitos, la influencia y la presencia de Romeo en la escena musical continuaban.
Desde que se supo de su muerte, numerosos tributos han llegado, de músicos y políticos por igual.
El portavoz de cultura del opositor Partido Nacional Popular calificó la muerte de Romeo como «realmente el fin de una era», mientras el líder opositor Mark Golding dijo en Instagram que estaba «profundamente apenado» por su muerte:
Max was a powerful voice in Jamaican music — an influential artiste whose lyrics spoke truth to power and gave voice to the struggles and aspirations of our people. […] Jamaica has lost a cultural giant, but Max Romeo’s legacy will live on through his timeless music and the impact he made on our national consciousness.
Max fue una voz poderosa en la música jamaicana, un artista influyente cuyas letras decían la verdad al poder y daban voz a las luchas y aspiraciones de nuestro pueblo. […] Jamaica ha perdido a un gigante de la cultura, pero el legado de Max Romeo perdurará a través de su música intemporal y del impacto que causó en nuestra conciencia nacional.
Romeo completó su último «Ultimate Tour» en el extranjero a los 78 años, viajó a 56 ciudades y pueblos del Reino Unido y Europa, donde fue calurosamente recibido. Tras la gira, se retiró felizmente a su granja de Santa Catalina para pasar el tiempo que le quedaba con su mujer, Charm, y su familia.
Desde letras «flojas» hasta un estilo militante que abarcaba temas sociales, Max Romeo siguió siendo un cantante y compositor enormemente influyente durante más de 50 años. Sus dos canciones más famosas ejemplifican el cambio de su material más ligero de joven a serias preocupaciones por su isla, Jamaica, en tiempos turbulentos. Siempre se le recordará como un artista genuino que expresó el sufrimiento y las aspiraciones del pueblo.