¿Cómo afecta a África la guerra arancelaria entre Estados Unidos y China?

Presidente Xi Jinping, imagen de President.az (CC BY 4.0). Mapa de África, imagen de CIA.gov, dominio público; y retrato de toma de mando oficial 2025 del presidente Donald Trump, imagen de Daniel Torok, dominio público. Todo en Wikimedia Commons.

En el actual conflicto comercial entre Estados Unidos y China, la parte más incomprendida no es ninguno de ellos, sino África. Y esto no es casualidad. Con demasiada frecuencia, el continente es tratado como un peón en los juegos de poder globales, en vez de una colección de 55 Estados miembros que navegan entre intereses complejos y, a menudo, en pugna.

Cómo comenzó

Lo que empezó como una disputa arancelaria impulsada por el presidente estadounidense Donald Trump se ha convertido en algo mucho más trascendental. Trump dice que los aranceles incentivarán a los consumidores estadounidenses a comprar más productos fabricados en Estados Unidos. Sin embargo, los economistas advierten que las consecuencias podrían ser catastróficas para la economía y desencadenar una recesión global.

El miércoles 2 de abril de 2025, Trump anunció un arancel base del 10% sobre todas las importaciones hacia Estados Unidos desde todos los países, con tasas más altas para aquellos con superávits comerciales con Estados Unidos.

Estas medidas radicales, que entraron en vigencia el 9 de abril, forman parte de lo que Trump llama una estrategia para promover la “independencia económica” y reducir el déficit comercial estadounidense, especialmente con actores clave como China y la Unión Europea.

El imponente arancel sobre la segunda mayor economía del mundo desató de inmediato una guerra comercial recíproca. En respuesta, China impuso aranceles del 34% sobre productos estadounidenses, lo que profundizó el enfrentamiento entre las dos mayores economías del mundo.

La rápida represalia de China provocó una nueva advertencia de Trump, que impuso un cargo del 125%, diseñado tanto para contrarrestar el déficit comercial con China como para castigar a Pekín por responder a los impuestos estadounidenses. China, a su vez, ajustó sus aranceles sobre productos estadounidenses del 84% al 125%.

Antes de 2025, los aranceles promedio de importación entre ambas partes eran inferiores al 20%, incluso después de la primera guerra comercial durante el anterior mandato de Trump. Actualmente, se ubican en un promedio del 134.7%, mas de 40 veces más que los vigentes antes de que Trump iniciara su primera guerra comercial en 2018.

Imagen satelital de África. Imagen de NASA. Dominio público. Via Wikimedia Commons.

África: víctima silenciosa

Aunque África no era el objetivo principal, se ha convertido en el daño colateral de este enfrentamiento entre titanes. En abril de 2025, Trump impuso un arancel mínimo de 10% a las importaciones de la mayoría de los países africanos, con una tasa del 14% para Nigeria. Esta medida altera acuerdos comerciales vigentes como la Ley de Crecimiento y Oportunidades para África (AGOA), que desde 2000 ha permitido el acceso libre de aranceles a unos 1800 productos de África subsahariana. Además, más de 5000 productos están exonerados bajo el Sistema Generalizado de Preferencias (GSP).

La AGOA, que expira en septiembre de 2025, ha sido un pilar de la cooperación económica entre Estados Unidos. y los países africanos. Muchos de sus beneficiarios son países de bajos ingresos con deudas altísimas u otros en riesgo de sobreendeudamiento.

Los aranceles son impuestos que los Gobiernos aplican a productos importados y se calculan como un porcentaje del valor del producto. Por ejemplo, con un arancel del 10%, un producto importado valorado en 10 dólares pasaría a costar 11 dólares tras aplicarse el impuesto. En casos de aranceles elevados, como el 145% sobre ciertos productos chinos, ese mismo artículo de 10 dólares pasaría a costar 24,50 dólares

En África, los países más vulnerables a estos nuevos regímenes arancelarios son Lesoto, Mauricio y Madagascar, países pequeños y de bajos ingresos que exportan principalmente prendas de vestir. Lesoto, en particular, tiene un arancel del 50%, el segundo más alto globalmente después de China. Nigeria tiene un 14% y Sudáfrica un 30%.

Las exportaciones energéticas como petróleo, gas y combustibles están exoneradas de estos aranceles, lo que ofrece un cierto alivio a países como Angola, Chad, República Democrática del Congo, Ghana y Nigeria, grandes exportadores de petróleo y gas. Además, Estados Unidos es un mercado relativamente pequeño para la mayoría de los países beneficiarios de AGOA, ya que 19 de esos países destinan menos del 4% de sus exportaciones totales al mercado estadounidense. Sin embargo, para los que dependen de las exportaciones de ropa, el impacto podría ser significativo.

Las consecuencias para Nigeria

En 2022, el comercio bilateral de bienes entre Nigeria y Estados Unidos. superó los 8100 millones de dólares, lo que convirtió a Nigeria en el segundo mayor destino de exportación estadounidense en África subsahariana. Las exportaciones hacia Nigeria incluían principalmente vehículos, trigo, maquinaria, combustibles y plásticos. Para 2024, Nigeria exportó bienes por valor de 5700 millones de dólares a Estados Unidos e importó 4200 millones, lo que dejó a Estados Unidos con un déficit comercial de 1500 millones.

En 2016, Nigeria implementó una prohibición para importar a 25 categorías de productos en los sectores agrícola, farmacéutico, y de bebidas y bienes de consumo, con el fin de controlar las importaciones y fomentar la producción local. Algunos productos prohibidos incluyen pollo, cerdo, aceite vegetal refinado, azúcar, productos de cacao, espaguetis, cerveza y algunos medicamentos.

Trump afirmó que impuso el arancel a las exportaciones nigerianas hacia Estados Unidos por las restricciones de Nigeria sobre 25 categorías de productos estadounidenses creaban barreras comerciales entre ambos países.

Según un informe publicado por la oficina del Representante Comercial de Estados Unidos. (USTR) en X (antes Twitter), las restricciones de Nigeria sobre productos como carne de res, cerdo, pollo, jugos, medicamentos y licores limitan el acceso al mercado estadounidense y reducen las oportunidades de exportación.

Mientras la administración Trump sostiene que las medidas buscan proteger empleos e industrias en Estados Unidos., la nueva campaña del USTR evidencia una creciente lista de quejas contra socios comerciales globales.

Mientras tanto, el comercio diario de África con Estados Unidos no es insignificante. En 2024, el volumen total de comercio se estimó en 71 600 millones de dólares, con países como Sudáfrica, Nigeria y Kenia entre los principales exportadores africanos de productos como petróleo, textiles y productos agrícolas.

La influencia de China y el desafío para África

Mientras Estados Unidos intercambia aranceles con África, China comercia influencia en el continente. A través de su Iniciativa de la Franja y de la Ruta, China ha consolidado su presencia en más de 40 países africanos. Según la base de datos de préstamos chinos a África, China ha financiado más de mil proyectos en el continente desde 2000.

Pero ¿qué significa esto para África? Deuda, sí. Pero también dependencia.

Los críticos sostienen que, aunque estos acuerdos se presentan con un discurso de crecimiento mutuo, en realidad son trampas que pueden frenar el desarrollo económico. En 2017, Sri Lanka entregó su puerto de Hambantota a China en arrendamiento por 99 años después de que no pudo pagar sus préstamos. Varios países africanos enfrentan panoramas similares. En Uganda, un préstamo de 200 millones de dólares de China para modernizar el aeropuerto de Entebbe incluyó estrictos términos de pago, incluido el control sobre una cuenta de garantía.

Históricamente, las guerras arancelarias no son nuevas. El ejemplo más famoso es la ley arancelaria Smoot-Hawley de 1930, cuando Estados Unidos aumentó los aranceles sobre más de 20 000 productos importados, lo que agravó la Gran Depresión y provocó represalias globales. La lección: las guerras arancelarias suelen desencadenar recesiones, no soluciones.

En febrero de 2025, Angola anunció planes para limitar licencias de importación de carne de res, cerdo y pollo a partir de julio de 2025. Como noveno mayor mercado global para las exportaciones avícolas estadounidenses, y el mayor en África, Estados Unidos advirtió que esta medida podría afectar exportaciones por más de 130 millones de dólares. Bajo las nuevas normas de Trump, Angola ahora tiene un arancel de 32%, frente al promedio anterior del 11%.

África se encuentra en una encrucijada estratégica. En 2018, se aprobó el acuerdo que establece la zona de libre comercio continental africana (AfCFTA) durante la Décima Sesión Extraordinaria de la Asamblea de la Unión Africana en Kigali, Ruanda. La AfCFTA se estableció para crear “un mercado único africano”, y es la mayor zona de libre comercio por número de miembros, 54 países, con un PIB combinado estimado en 3400 billones de dólares y una población de 1300 millones de personas.

Con el futuro incierto de AGOA, el aumento de restricciones comerciales y las crecientes trampas de deuda, queda por ver si las naciones africanas finalmente apostarán por el comercio intraafricano o si seguirán al margen, si buscarán su papel en la gran obra de teatro de los asuntos globales.

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