En Rusia, docenas de voluntarios trabajan para salvar a los murciélagos

Este artículo se publicó originalmente en ruso el 17 de abril de 2025 en Novaya Vkladka, socio de contenido de Global Voices. Global Voices lo reproduce traducido y editado con autorización de Novaya Vkladka.

A principios de abril, un pasajero poco común viajaba en autobús desde Volgogrado hacia Moscú: un murciélago. Lo trasladaban para recibir tratamiento en el zoológico de Moscú. En Rusia, decenas de voluntarios amantes de los animales se especializan en ayudar a los murciélagos, criaturas a menudo incomprendidas pero esenciales para mantener ecosistemas saludables. Novaya Vkladka descubrió cómo estos voluntarios organizan hibernaciones seguras para los murciélagos y los cuidan hasta su recuperación en primavera.

Pavel, mecánico automotriz de Volgogrado, llegó al trabajo y oyó un chillido. Siguió el sonido y encontró un pequeño murciélago debajo de una cerca.

La criatura tenía un ala lesionada. Pavel acudió a varias clínicas veterinarias en Volgogrado, pero ninguna sabía cómo tratar a este tipo de animal. Sin embargo, los voluntarios del Centro de Rehabilitación de Fauna Silvestre Isla de Aves acudieron al rescate. La directora del centro, Arina Yerina, contactó a colegas del zoológico de Moscú, cuyos especialistas en rehabilitación de murciélagos recibieron al animal herido para su tratamiento.

Pavel pagó el traslado del murciélago a Moscú en un autobús cuyo conductor accedió a llevar al inusual pasajero. En el zoológico de Moscú, se diagnosticó que el murciélago tenía una fractura en el antebrazo derecho. Actualmente se encuentra en rehabilitación y su rescatista, Pavel, decidió convertirse en voluntario en el centro Isla de Aves de Volgogrado.

Esta es solo una de muchas historias similares que hay en toda Rusia. Cada año, más o menos en octubre, los murciélagos en esta región se preparan para la hibernación invernal, para lo que eligen dónde permanecerán durante unos seis meses. Sin embargo, a veces escogen un sitio inadecuado y, al despertar en abril o mayo, pueden lesionarse y necesitar que los rescaten.

También surgen problemas al inicio del invierno, cuando los murciélagos hibernan en lugares demasiado expuestos, como entradas de edificios, fachadas, balcones o cornisas. En tales casos, se les rescata y lleva a otro sitio, ya que la exposición al frío extremo podría provocarles la muerte.

Las instrucciones para personas que encuentran murciélagos enfatizan que estos animales no representan un peligro y que, por lo general, silban y aletean solo por miedo.

El centro de rescate de murciélagos Batspas funciona en Moscú desde 2020. Su canal de Telegram tiene casi 3000 miembros, entre moscovitas y personas de otras regiones que buscan orientación.

Las iniciativas de rescate de murciélagos no se limitan a Moscú: existen agrupaciones similares en Volgogrado, Samara, Vorónezh, Rostov del Don, Ufá, Krasnodar y Penza. Por lo general, estos grupos los fundan ciudadanos preocupados, aunque hay excepciones. Por ejemplo, en Rostov del Don se inauguró un centro de rehabilitación de murciélagos en la Universidad Estatal del Don, gestionado por zoólogos y veterinarios. Al igual que las demás comunidades, ofrecen asesoramiento sobre el cuidado de murciélagos y aceptan ejemplares heridos para su tratamiento. En la primera mitad de 2024, el centro celebró su primera ceremonia de “graduación” para los murciélagos recuperados: el personal los soltó en la naturaleza y ofreció un taller sobre la alimentación y el cuidado de estos animales.

Algunas de estas agrupaciones ayudan a varios animales al mismo tiempo. Por ejemplo, en Ufá, los voluntarios rescatan murciélagos y también aves, ardillas y erizos. El Centro de Rehabilitación de Fauna Silvestre de Volgogrado ayuda principalmente a aves, pero desde hace cinco años también empezó a rescatar murciélagos. En diciembre de 2024, los voluntarios ayudaron a siete murciélagos a establecerse para hibernar.

En Novosibirsk, los especialistas de una fundación ambiental no solo rehabilitan murciélagos, sino que también educan a los lugareños sobre cómo alimentarlos y dónde pueden pasar el invierno antes de ser liberados. Tras la rehabilitación, los murciélagos esperan la primavera en refrigeradoras, a una temperatura cómoda de 3 a 5 grados Celsius.

Algunos voluntarios instalan refugios temporales para murciélagos en su propia casa. Olga Tarasova, voluntaria del Centro de Rehabilitación de Murciélagos del Zoológico de Moscú que vive en Shakhty, en la región de Rostov, creó un refugio en su propia casa. Tiene una habitación dedicada a los murciélagos, además de un refrigerador para la hibernación; hay una zona de descanso con hamacas y pequeñas casas. Al despertar de la hibernación, a la mayoría de los murciélagos se les libera en la naturaleza, aunque algunos no podrán sobrevivir en la naturaleza por las heridas sufridas. Olga les pone nombre; algunos, incluso, responden al sonido de su voz. Ella ha notado que cada murciélago tiene su propia personalidad: hay ejemplares cariñosos, celosos, tranquilos y temperamentales. Algunos incluso son amantes de la música: según Olga, la música clásica tiene un efecto calmante en algunos murciélagos.

Según el sitio web del parque nacional del Cáucaso, hay alrededor de 50 especies de murciélagos en Rusia. Todas están incluidas en los Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. Cada vez es más necesario intervenir para ayudar a estos animales, ya que sus hábitats habituales (bosques maduros y cuevas) se ven amenazados por el desarrollo urbanístico. Además, los murciélagos tienen una baja tasa reproductiva: la hembra suele tener solo una cría por año.

Los murciélagos se asientan en huecos de árboles, a veces en estructuras hechas por el hombre y también en enormes colonias dentro de cuevas. Debido a la escasez de insectos en invierno, entran en hibernación. Para ello, buscan refugios seguros, principalmente cuevas, donde su temperatura corporal baja hasta igualar la temperatura del aire. Pueden dormir entre cinco y seis meses. A pesar de su pequeño tamaño, los murciélagos viven en promedio entre 10 y 12 años, aunque algunos pueden vivir hasta 40 años. Sin embargo, el parque nacional del Cáucaso advierte que los murciélagos pueden ser portadores de rabia, por lo que se debe tener precaución a su alrededor.

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