Desglosar los prejuicios contra los romaníes a través de la poesía en Bosnia Herzegovina

Almir Agić. Foto de Imrana Kapetanović, usada con autorización. Balkan Diskurs.

Este artículo de Amina Sejfić se publicó originalmente el 21 de marzo de 2025 en Balkan Diskur, proyecto del Post-Conflict Research Center (PCRC). Global Voices reproduce una versión editada en virtud de un acuerdo de colaboración.

Los romaníes son el grupo minoritario más grande en Bosnia Herzegovina y comúnmente están expuestos a prejuicios, discriminación y exclusión. Almir Agić, joven gitano de 22 años proveniente de Ilijaš, cerca de Sarajevo, combate esas aprensiones con poesía y arte, y da voz a quienes son invisibles para la sociedad.

En su colección de poesía Kaktus u polju orhideja (El cactus en el campo de orquídeas), describe la lucha interna entre sus emociones y las expectativas de la sociedad, y enfatiza cómo las personas suelen adaptarse a las normas preexistentes.

Agić explica que el cactus lo simboliza a él, como alguien que creció rodeado de obstáculos, y aprendió a protegerse y sobrevivir a pesar de todas las dificultades. La orquídea representa a alguien que proviene de un mundo diferente y más amable, pero que sigue rodeado de reglas no escritas que prohíben las desviaciones.

«Con este simbolismo, quise mostrar lo difícil que es luchar por el amor, la aceptación y el derecho a la felicidad cuando no encajas en las expectativas de la comunidad», dijo Agić.

Señala que la poesía tiene el poder de llegar a las personas de una manera tal que los argumentos y las estadísticas no pueden. A través de los versos, la realidad se presenta no como una simple estadística, sino como una emoción que no se puede ignorar.

“El cactus en el campo de orquídeas” es la primera colección publicada por el joven autor. Foto: archivo privado de Balkan Diskurs, usada con autorización.

«Creo que el arte, especialmente la poesía, es una herramienta poderosa en la lucha contra los prejuicios porque permite a las personas ver el mundo a través de nuestros ojos por un momento. Si aunque sea una sola persona, después de leer mi colección, comienza a pensar de manera diferente, siente empatía o reconsidera sus puntos de vista, entonces esa poesía ya ha alterado la realidad», añadió Agić.

Su poesía no solo es una historia personal; también es un mensaje amplio sobre la posición de los romaníes en la sociedad. Agić afirmó:

Nevjerovatno je važno da mi sami pričamo svoje priče. Toliko dugo su drugi pričali o nama, umjesto nas. Kada mladi Romi dobiju priliku da govore, ne samo da razbijaju predrasude, već i grade samopouzdanje, otvaraju vrata novim generacijama i pokazuju da imamo pravo na vlastiti glas.

Es increíblemente importante que contemos nuestras propias historias. Durante mucho tiempo, otros han hablado sobre nosotros, por nosotros. Cuando los jóvenes romaníes tienen la oportunidad de hablar, no solo rompen los prejuicios, también construyen autoconfianza, abren puertas a nuevas generaciones y demuestran que tenemos derecho a emitir nuestra propia voz.

Considera que cada historia contada es un pequeño paso hacia una sociedad en la que los romaníes no sean solo un tema de conversación, sino participantes activos en la creación de historias sobre ellos mismos.

Según una encuesta realizada en 2022 por la Romani Early Years Network, muchos niños gitanos en Bosnia Herzegovina no tienen acceso a servicios de calidad como bibliotecas, educación preescolar y centros deportivos. El informe indica que, debido a las barreras de comunicación, al acceso limitado a la educación y a la pobreza, los niños romaníes suelen asistir a escuelas para niños con dificultades de aprendizaje, lo que aumenta la segregación y discriminación.

La discriminación, como explica Agić, no siempre es obvia, sino que a menudo aparece de forma sutil: «A través de expectativas no dichas, puertas cerradas y oportunidades limitadas».

Aunque ha habido novedades positivas para integrar a los romaníes en la sociedad de Bosnia Herzegovina, el progreso sigue siendo lento e insuficiente. Según numerosos estudios, los obstáculos más comunes para los romaníes en el país son en los ámbitos de educación, empleo y representación política. Esto se refleja en el fracaso continuo para implementar el veredicto Sejdić-Finci emitido por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos hace 16 años.

En 2009, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos dictaminó que la Constitución de Bosnia Herzegovina violaba la Convención Europea de Derechos Humanos porque impedía que las personas que no pertenecían a los tres «pueblos constitutivos» del país (bosnios, croatas y serbios) pudieran postularse para la presidencia y la cámara alta del Parlamento. Los demandantes eran dos ciudadanos de Bosnia Herzegovina de etnia gitana (Dervo Sejdić) y judía (Jakob Finci), que fueron declarados inelegibles para postular a cargos solo por su origen. El tribunal consideró esta situación como discriminatoria en relación con el derecho a elecciones libres. En 2011, el Parlamento de Bosnia Herzegovina inició el proceso de reforma constitucional para cumplir con el veredicto y cambiar estas disposiciones, que provienen del Acuerdo de Dayton (1995), pero hasta ahora no se han implementado reformas.

La introducción del romaní como asignatura electiva en la escuela primaria en el cantón de Tuzla es un ejemplo positivo de progreso hacia la integración de los romaníes en la sociedad. Esta iniciativa, la primera de su tipo en Bosnia Herzegovina, tiene como objetivo crear un entorno educativo inclusivo y no discriminatorio, y también preservar la identidad cultural de los gitanos. Agić dijo:

Napredak postoji, ali je spor i nedovoljan. Vidimo više Roma u obrazovanju, kulturi, aktivizmu, ali prepreke su i dalje ogromne. Diskriminacija nije uvijek vidljiva na prvi pogled. Ipak, svaka priča poput moje, svaka uspješna priča nekog mladog Roma, otvara put drugima. Vjerujem da su promjene moguće, ali za njih su potrebni i sistemska podrška i hrabrost pojedinaca da se bore za svoje mjesto u društvu.

Hay progreso, pero es lento e insuficiente. Vemos más romaníes en educación, cultura y activismo, pero los obstáculos siguen siendo enormes. La discriminación no siempre es visible a simple vista. Sin embargo, toda historia como la mía, cada historia de éxito de un joven romaní, abre el camino para otros. Creo que los cambios son posibles, pero también requieren apoyo sistémico y el coraje de las personas para luchar por su lugar en la sociedad.

La colección de poesía «El cactus en el campo de orquídeas», la primera publicación de Agić, contiene 63 poemas que entrelazan los temas de amor, pobreza, discriminación e injusticia. Fue publicada por el Centro Cultural y Deportivo Público y Radio Ilijaš, y en enerp de este año fue parte del programa Winter in Ilijaš.

Detail from the book. Photo: Private archive, used with permission via Balkan Diskurs.

Detalle del libro. Foto: archivo privado de Balkan Diskurs, usada con autorización.

Además de probar suerte con la poesía, Agić ocupa el cargo de embajador de la libertad de expresión desde 2024 como columnista activo de Newipe, portal en línea que cubre temas relacionados con la comunidad gitana.

Agić tiene planes ambiciosos para el futuro, los que espera sean tan intensos, emocionales y poderosos como El cactus en un campo de orquídeas, si no más. Añade que cada historia que escribe lleva una parte de él y, con una inspiración inagotable, que espera que no pase desapercibida.

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