Voces palestinas: Un papado que se sintió más cercano
Imagen editada por Global Voices. El papa Francisco en el Vaticano, sin fecha, Foto: Iglesia Católica (Inglaterra y Gales)/Fotos Públicas.
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Los llamados a la paz de la Santa Sede en Tierra Santa y Jerusalén han persistido durante décadas, con el objetivo de la coexistencia y libertad religiosa entre cristianos, judíos y musulmanes. El 20 de abril de 1984, en la Carta Apostólica Redemptionis Anno, el papa Juan Pablo II, en referencia a una intención ya expresada por el papa Paulo VI tras su visita a Tierra Santa y Jerusalén en 1964, manifestó que desde su punto de vista, el «fracaso en la búsqueda de una solución adecuada para la cuestión de Jerusalén» comprometía aún más la «búsqueda de una ansiada y justa solución para la crisis de todo el Medio Oriente».
Bajo el Acuerdo Básico entre la Santa Sede y el Estado de Israel de 1993, cuando dos Estados establecen relaciones diplomáticas formales, la Santa Sede e Israel se comprometieron a «fomentar la resolución pacífica de conflictos entre Estados y naciones, y a excluir la violencia y el terror de la vida internacional».
En marzo de 2000, en su peregrinación de jubileo a Tierra Santa, durante su discurso cuando visitó los territorios autónomos de Palestina gobernados por el presidente Yasser Arafat, el papa Juan Pablo II destacó que la Santa Sede «siempre reconoció que los palestinos tienen derecho a una patria, y el derecho a vivir en paz y tranquilidad con las demás poblaciones de la zona». Sin embargo, no fue hasta 2015, bajo el papado de Francisco, que la Santa Sede reconoció al Estado de Palestina en un acuerdo integral.
Narrativa: Palestina perdió a un amigo y un aliado en el papa Francisco
La lucha activa del papa Francisco por la justicia en el conflicto israelí-palestino resonó profundamente con los palestinos y los defensores de sus derechos, más allá de sus afiliaciones religiosas. Quienes defienden este marco narrativo consideraban al papa Francisco un verdadero amigo y un aliado de la causa palestina, y ven su muerte como una pérdida importante para quienes buscan una solución pacífica que reconozca los derechos de los palestinos.
Desde el comienzo de su papado, Francisco fue un firme defensor de los derechos de los palestinos, no solo al reconocer al Estado de Palestina sino al llamar repetidas veces a un alto al fuego luego del ataque de Hamas a Israel en octubre de 2023 y la consecuente guerra de Israel contra Gaza hasta su último discurso.
En noviembre de 2023, luego de una reunión con familiares de los rehenes israelíes y familias palestinas afectadas por la guerra, el papa Francisco calificó la violencia en Gaza como un acto de terrorismo, y criticó a ambos lados del conflicto. Un mes después, en diciembre, reiteró su crítica, describió de nuevo la guerra como terrorismo, esta vez en respuesta a un ataque israelí a una parroquia católica.
A mediados de noviembre de 2024, el papa Francisco pidió una investigación para evaluar si las acciones de Israel en Gaza constituían un genocidio, y declaró que había una necesidad de determinar cuidadosamente si entraban «dentro de la definición técnica formulada por juristas y organismos internacionales». A la fecha, el costo de vidas humanas de este conflicto ha sido enorme y continúa aumentando. El papa Francisco no era el único que preguntaba si las acciones de Israel eran un genocidio; Naciones Unidas, Amnistía Internacional, el Human Rights Watch, al igual que otros actores internacionales.
Algunos grupos dentro de la Iglesia católica consideraron que la postura del papa Francisco sobre la guerra de Israel contra Gaza, en la que defendía activamente la justicia junto con la paz, era una contradicción frente a los principios que sostienen a la relación única entre el judaísmo y el catolicismo, con algunos académicos que afirman que su pedido de investigación sobre la acusación de genocidio contra Israel cruzó un límite, «una neutralidad», y que sus declaraciones eran un «riesgo para Israel como Estado y para los judíos a nivel mundial».
Cómo se sostiene esta narrativa en línea
En esta publicación de X, el politólogo palestino Xavier Abu Eid reacciona a la muerte del papa Francisco y cataloga las palabras y acciones que lo convirtieron en un amigo de Palestina, sobre todo durante la última guerra de Israel contra Gaza.
Al referirse a los comentarios del papa sobre cómo no puede haber paz sin justicia, el autor insinúa que el papa reconocía la necesidad de enjuiciar a todos los involucrados en crímenes de guerra y el derecho a la autodeterminación de los palestinos.
Las reacciones a la publicación de Abu Eid, aunque incluyeron críticas de cuentas a favor de israel y de MAGA, destacan la naturaleza divisiva del conflicto y la relevancia de las voces que defienden una perspectiva basada en derechos.
Xavier Abu Eid está haciendo un doctorado en la Trinity College de Dublín y ha sido consejero de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP). Nació en Chile de una familia cristiana palestina de Beit Jala y es autor del libro Arraigados en Palestina: Los cristianos palestinos y la lucha por la liberación nacional 1917-2004.
La publicación fue citada 25 veces, recibió 31 comentarios, se reprodujo 540, tuvo 1500 «me gusta» y lo guardaron 103 veces. Recibió una clasificación de +1 según nuestro índice de impacto cívico pues, aunque lamenta la muerte del papa Francisco, el autor expone los esfuerzos del papa por alcanzar un alto al fuego y la necesidad de que se asuman responsabilidades, como lo buscaba, lo que replicaba el mensaje del pontífice.
En esta publicación en X, la escritora pakistaní Fatima Bhutto expresa su cariño por el papa Francisco y lamenta su muerte, lo elogia por ser una figura pública especial que mostró empatía y coraje para apoyar a los palestinos y se comprometió a rezar por él.
La afirmación de Bhutto de que el papa Francisco «fue la única figura pública con conciencia y compasión que tuvimos» sugiere que aquellos a favor de la causa palestina están más solos ahora que el papa Francisco murió.
Fatima Bhutto es una galardonada novelista, columnista y figura pública pakistaní por derecho propio, con 2,6 millones de seguidores en X. Es descendiente de la dinastía política más importante de Pakistán, los Bhutto, y entre otros parentescos es sobrina de uno y nieta de otro político histórico y primer ministro. Ha criticado públicamente las políticas de su familia, es una defensora activa de Palestina y crítica de figuras públicas y musulmana cultural laicista.
Esta publicación fue citada 44 veces, recibió 21 comentarios, se reprodujo mil veces, recibió 6200 «me gusta» y se guardó 205 veces. Recibió una clasificación de +2 bajo nuestro índice de impacto cívico por el alcance de Bhutto, dado que amplifica el planteamiento único y pacífico del papa Francisco a la situación en Gaza y su defensa de una solución pacífica.
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