
Imagen de Arzu Geybullayeva. Creada con Canva Pro.
Casi medio año después del fatal desastre aéreo de Azerbaijan Airlines (AZAL) que tuvo lugar cerca de la ciudad de Aktau (Kazajistán), las autoridades de Bakú afirman que Rusia está retrasando la publicación de los resultados de la investigación que sus autoridades habían prometido llevar a cabo. El avión se estrelló el 25 de diciembre de 2024 tras recibir impacto de «objetos extraños», que las filmaciones y los testimonios de testigos oculares atribuyen a un misil ruso.
Desde el siniestro, las relaciones diplomáticas entre los dos países han sido tensas, aunque hay dudas de que este enfrentamiento sea auténtico, ya que antes del incidente los lazos entre los dos países se encontraban en su mejor momento.
El 25 de diciembre de 2024, el Embraer 190 que operaba el vuelo J2-8243 se precipitó cerca de la ciudad de Aktau, en Kazajistán. El aparato había despegado de Bakú y se dirigía a Grozni, capital de Chechenia. De las 67 personas que iban a bordo, incluida la tripulación, 38 perdieron la vida. Aunque al principio la causa del siniestro no estaba clara, los videos y las fotos de la escena del accidente indican que el aparato fue alcanzado por un misil.
Azerbaijan Airlines Embraer ERJ-190AR (4K-AZ65) passenger plane traveling from Baku to Grozny crashes near Aktau, Kazakhstan earlier today. There were 72 [sic, 67] occupants including five crew members.
Six survivors are in critical condition. Pending any official confirmation,… pic.twitter.com/cjRzOrPzQ8
— FL360aero (@fl360aero) December 25, 2024
Un avión de pasajeros Embraer ERJ-190AR (4K-AZ65) de Azerbaijan Airlines que volaba de Bakú a Grozni se estrelló hoy cerca de Aktau (Kazajistán). Llevaba 72 ocupantes, incluidos cinco miembros de la tripulación.
Hay seis sobrevivientes en estado crítico. Sin confirmación oficial aún, los informes preliminares sugieren que el golpe de un pájaro podría estar detrás del accidente.
Advertencia: imágenes impactantes. A criterio del espectador.
En un conversación telefónica del 28 de diciembre, el presidente ruso, Vladimir Putin, le transmitió al presidente azerbaiyano, Ilham Alíyev, «sus disculpas por que el trágico incidente hubiera tenido lugar en el espacio aéreo ruso, a la vez que le hizo llegar su más sincero pésame a las familias de las víctimas y su deseo de una rápida recuperación de los heridos». Sin embargo, Putin se abstuvo de asumir responsabilidad alguna. Rusia aún no ha satisfecho el resto de demandas presentadas por el presidente Ilham Alíyev tras el siniestro, que incluían sancionar a los responsables y pagar todas las compensaciones a las familias de las víctimas y los sobrevivientes de la tragedia.
Poco después de la catástrofe, las autoridades kazajas crearon una comisión gubernamental que incluía a expertos internacionales en aviación con el objetivo de investigar las causas del incidente. Un informe preliminar, publicado el 4 de febrero, concluyó que el desastre se debió a que el avión fue alcanzado por «objetos extraños metálicos».
La normativa de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) establece que las investigaciones de los desastres aéreos siempre deben iniciarse durante los 30 días posteriores al suceso y deben concluirse en el plazo de un año, y que las autoridades disponen de unos seis meses para finalizar sus informes.
Hasta la publicación de este informe preliminar, muchos medios azerbaiyanos propiedad del Gobierno o progubernamentales afirmaban que el siniestro había tenido una «causa no identificada». Ese discurso cambió en cuanto salieron a la luz noticias de un posible intento de asesinato del presidente Ilham Alíyev. Según publicó Meydan TV, cuando el avión de pasajeros de AZAL fue derribado, Alíyev iba camino a Rusia para asistir a una cumbre de la Comunidad de Estados Independientes (CEI). “El avión presidencial, que había despegado casi a la vez que el avión de pasajeros siniestrado, volvió a Bakú inmediatamente”, informó el medio, lo que causó que muchos especularon con la posibilidad de que Alíyev fuera el verdadero objetivo.
Se desintegra el poder blando de Rusia
En febrero, las autoridades azerbaiyanas amenazaron con denunciar a Rusia ante los tribunales internacionales y cerraron la Casa Rusia, una sede local del Rossotrudnichestvo, agencia diplomática de carácter cultural financiada por el Estado ruso y que tiene un papel fundamental en promocionar el poder blando de ese país. La razón oficial fue que la entidad no estaba registrada.
La versión de los medios progubernamentales era diferente: sugerían que la entidad rusa podría haber estado involucrada en actividades de espionaje, según fuentes no identificadas. La posibilidad de que la Casa Rusia hubiera operado como un órgano encargado de recopilar información no sorprendió, al menos no al veterano periodista azerbaiyano Rauf Mirkadirov, que durante una entrevista con OC Media, afirmó que unos años antes se había reconocido la presencia de agentes de influencia rusos en Azerbaiyán.
El ministro de Asuntos Exteriores ruso negó las acusaciones de espionaje al embajador azerbaiyano en Rusia, Rahman Mustafayev, durante una reunión celebrada poco después del cierre de la Casa Rusia. En el transcurso del encuentro, el viceministro de Asuntos Exteriores de la Federación de Rusia, Mikhail Galuzin, también expresó su preocupación por la publicación de noticias antirrusas en los medios azerbaiyanos.
En respuesta, el ministro azerbaiyano de Asuntos Exteriores convocó al embajador ruso, Mikhail Yevdokimov, al ministerio, donde le expresó su preocupación por los informes sobre el siniestro aéreo de diciembre en los medios rusos, tanto por su carácter tendencioso como por la desinformación que difundía.
Se informó que Azerbaiyán iba a cerrar las escuelas que enseñaban en ruso, pero no se dio ningún paso para implementar esa medida.
Las tensiones continuaron con la publicación de declaraciones de parlamentarios de ambos países que echaban leña al fuego, incluidas las del diputado ruso Nikolai Valuev, que criticó la decisión de cerrar la Casa Rusia. Azerbaiyán reaccionó a las afirmaciones de Valuev, le prohibió la entrada al país. «Bakú considera inaceptables las declaraciones antiazerbaiyanas del diputado de la Duma rusa Nikolai Valuev y lo ha declarado persona no grata», afirmó el portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores azerbaiyano, Ayhan Hajizade, según los medios.
En las semanas siguientes, las autoridades azerbaiyanas también ordenaron el cierre de la oficina azerbaiyana de Russia Today, medio estatal ruso y filial de la agencia de noticias Sputnik. Aunque el cierre del medio ruso formaba parte de una campaña general contra la prensa en Azerbaiyán, también se considera que fue una represalia tras el siniestro de diciembre.
A principios de mayo, la Comisión contra la Injerencia Extranjera y las Amenazas Híbridas del Parlamento azerbaiyano acusó al grupo de ciberespionaje ruso APT29 de una ola de ciberataques dirigidos contra los medios azerbaiyanos. El jefe de la comisión, Ramid Namazov, expresó su certeza de que se debían al cierre de la Casa Rusia y de Russia Today en Azerbaiyán.
El 4 de mayo, las autoridades rusas deportaron a Azerbaiyán al diputado azerbaiyano Azər Badamov. Badamov tenía previsto acudir a unos actos que conmemoraban el nacimiento del expresidente de Azerbaiyán, Heydar Alíyev, en la ciudad rusa de Astracán. Aykhan Hajizada, portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores azerbaiyano, afirmó:
Although the delegation flew from Baku to Moscow, the Russian side, without any prior warning or notification, stopped the Member of Parliament Azer Badamov at the airport in Moscow and informed him that he was banned from entering the country. The Russian MFA did not explain the reasons behind this decision. We view this decision of the Russian side to be an unfriendly step and expect a substantiated explanation from Russia regarding the matter.
Aunque la delegación voló de Bakú a Moscú, los rusos, sin ningún aviso o notificación, pararon al diputado Azer Badamov en el aeropuerto de Moscú y le comunicaron que tenía prohibida la entrada al país. El Ministerio de Exteriores ruso no explicó los motivos de esa decisión, que consideramos un acto hostil. Esperamos una explicación fundamentada de Rusia en relación con este asunto.
El presidente azerbaiyano Ilham Alíyev también declinó asistir a la conmemoración del Día de la Victoria el 9 de mayo en Moscú, celebración importante en muchas antiguas repúblicas soviéticas.
El 12 de mayo, el Ministerio de Transportes kazajo reiteró que el informe definitivo sobre las causas del siniestro se publicará cuando concluya la investigación. Está por ver si el enfrentamiento diplomático entre los dos países continuará, aunque es poco probable. Como señala Rauf Mirkadirov en una entrevista con Meydan TV: «Estas relaciones en realidad dependen de los intereses subjetivos del Gobierno azerbaiyano. No creo que este rompa de repente todos los lazos con Rusia”.