Impacto ambiental de cementeras chinas en Tayikistán permanece oculto

A cement plant Dushanbe, Tajikistan owned by the Chinese cement company Huaxin.

Planta cementera en Dusambé, Tayikistán, propiedad de la cementera china Huaxin. Imagen de YouTube.

Este artículo fue presentado como parte de la Beca de Justicia Climática de Global Voices, que vincula a periodistas de países sinófonos y de la mayoría global para investigar los efectos de los proyectos de desarrollo chino en el extranjero. Encuentra más historias aquí.

Las inversiones chinas han transformado el sector cementero en Tayikistán, y han llevado al país de ser importador a uno de los mayores exportadores de cemento en Asia central. Para 2024, se habían construido cinco plantas cementeras con capital chino en el país. Las tres mayores plantas tayiko-chinas son responsables del 85% de la producción anual. Estas plantas dan empleos a las poblaciones locales, cubre la demanda nacional de cemento y genera ingresos de las exportaciones a países vecinos.

Sin embargo, estos beneficios económicos vienen con un costo. El impacto ambiental de la producción de cemento está reconocido unánimemente como negativo en el mundo, hasta en Tayikistán, donde una planta cementera de la era soviética contaminó el aire en la capital, Dusambé, durante décadas hasta su clausura en 2023, por razón del daño ambiental que causaba. Las plantas cementeras en Tayikistán usan carbón, lo que agrega otro aspecto de preocupación ambiental, pues el carbón es el recurso energético más contaminante del mundo.

Cabe destacar que las plantas cementeras chinas en Tayikistán han logrado eludir las críticas por su efecto contaminante. Aunque puede parecer que las empresas no causan daño ambiental ni perjudican la salud, los registros ambientales generales de las inversiones chinas en los sectores de minería, agriculturaenergía dicen otra cosa.

La falta de información del efecto contaminante de las plantas cementeras surge de la dependencia económica de Tayikistán en China, su temor de ahuyentar a los inversionistas y el abrumador mando autoritario del país, que controla la sociedad civil y reprime el periodismo independiente.

Costo ambiental oculto, pero real

Es difícil sobreestimar el rol de China en la economía de Tayikistán. Simultáneamente, es el mayor inversionista y acreedor del país, y su segundo mayor socio comercial. Entre 2007 y 2023, las inversiones chinas llegaron a 3845 millones de dólares, según el Comité Estatal para Inversiones y Gestión de Propiedad Estatal de Tayikistán.

Antes de las inversiones chinas, el sector cementero de Tayikistán  era muy limitado, solo había una planta de la época soviética llamada Tsement, que funcionaba en Dusambé. En 2012, el país produjo 89 000 toneladas, mientras su demanda interna llegó a los tres millones de toneladas. El déficit se cubría con importaciones de Pakistán, Irán, y Kazajistán.

Cement trucks leaving Tajik Cement factory. Image from YouTube.

Camiones cementeros salen de la fábrica tayika Tsement. Imagen de YouTube.

Todo empezó a cambiar en 2013, cuando el productor privado de cemento chino Huaxin (华新水泥) y el grupo tayiko Gayur presentaron JV Huaxin Gayur Cement (华新亚湾水泥), en la provincia suroccidental de Khatlon, con una capacidad anual de 1.2 millones de toneladas.

En 2016, las dos empresas empezaron otra planta cementera en la provincia norteña de Sughd, JV Huaxin Gayur Sughd Cement, con una capacidad anual similar. Ese mismo año, empezó otra asociación llamada Chzhungtsai Mohir Cement (中材國際莫伊爾水泥) con la misma capacidad anual de 1.2 millones de toneladas en la provincia de Khatlon.

Estas tres plantas ayudaron a Tayikistán a cambiar su suerte pues aumentaron la producción de cemento y lo convirtieron en un  gran exportador. Para 2017, el país aumentó su producción anual a asombrosas 3.1 millones de toneladas. Así, Tayikistán logró satisfacer su demanda interna, y además exportar cemento a países vecinos.

El beneficio económico de estas plantas ha logrado mucha más atención y prensa que el impacto ambiental.

La evaluación crítica más notable se dio en 2016 en el artículo  de Dirk Van Der Kley titulado “China cambia cemento contaminante a Tayikistán”, en el que advierte sobre el efecto contaminante de las inversiones cementeras chinas. Este artículo fue citado en el medio independiente tayiko Asia Plus en 2017 en su material titulado “Perjudicial unión cementera de Tayikistán y China”, que citó a un ecologista anónimo que indicó que las plantas cementeras podrían causar daño irreversible al ambiente.

…Chinese entrepreneurs were forced to look for countries with suitable conditions for expanding their business. For cement producers, such a convenient country turned out to be Tajikistan, where there is a great demand for this building material. In addition, Tajikistan has cheap labor, which also plays into the hands of Chinese investors.

…los emprendedores chinos se vieron obligados a buscar países con condiciones adecuadas para expandir sus negocios. Para los productores de cementos, ese país tan conveniente resultó ser Tayikistán, donde hay mucha demanda para este material de construcción. Además, Tayikistán tiene mano de obra barata, que también favorece a los inversionistas chinos.

La fuente lamentó que “a nadie parezca molestarle particularmente pensar en las desastrosas consecuencias de llevar los negocios cementeros chinos a Tayikistán”.

The President of Tajikistan, Emomali Rahmon, signs a bag of cement at a ceremony at a cement plant. The Tajik flag waves in the background. Screenshot from YouTube.

Presidente de Tayikistán, Emomali Rahmon, firma una bolsa de cemento en una ceremonia en una planta cementera. La bandera tayika ondea en el fondo. Captura de pantalla de YouTube.

Sin embargo, la falta de preocupación y críticas públicas por estas plantas no necesariamente significa que no perjudiquen a las comunidades locales que viven cerca. Hay amplia evidencia que sugiere las autoridades estatales simplemente ocultan el daño ambiental y de salud, y que con frecuencia reprimen el desacuerdo local y censuran los medios.

Este patrón es evidente en el sector de la minería de oro de Tayikistán, en el que China tiene una gran participación. Radio Ozodi, rama local de Radio Europa Libre/Radio Libertad, mostró que cuando las comunidades locales se quejan del daño causado al ambiente y la salud que causan la minería de oro china y las plantas procesadoras chinas, las autoridades tayikas las presionan para que no digan nada y no plantear públicamente esos problemas.

La investigación entrevistó a una fuente anónima del Comité Tayiko de Protección Ambiental, que admitió que le habían instruido hacer de la vista gorda a la contaminación causada por la mina de oro Zarafshon, empresa conjunta tayiko-china que llega al 70% de la producción anual de oro de Tayikistán.

We also have complaints about environmental pollution, but if we put too much pressure on Zarafshon or increase inspections and fines, the Chinese investor may leave Tajikistan. This would be very harmful for our economy because [the Chinese company] produced some 2.2 billion somoni (USD 201 million) worth of [gold] in six months of 2023…There is currently no other option but to put up with this situation [of the Chinese companies polluting the environment].

También tenemos quejas de contaminación ambiental, pero si presionamos mucho a Zarafshon o aumentamos las inspecciones y multas, el inversionista chino tal vez salga de Tayikistán. Esto sería muy perjudicial para nuestra economía porque [la empresa china] produjo cerca de 2200 millones de somoni (201 millones de dólares) de [oro] en seis meses de 2023… Actualmente, no hay otra opción que tolerar esta situación [que las empresas chinas contaminen el ambiente].

Dada la importancia de las plantas cementeras chinas y de las inversiones chinas en general para la economía de Tayikistán, es justo asumir que se usen métodos similares de silencio y censura también para las plantas cementeras.

Llevar la contaminación al extranjero

China es el mayor productor de cemento del mundo. En 2023, China produjo 2100 millones de toneladas métricas de cemento, más de la mitad de la producción mundial. Esto muestra una extraña contradicción, históricamente China ha enmarcado su expansión al extranjero en el “desarrollo ecológico” (绿色发展)y “civilización ecológica” (生态文明).

De un lado, China ha elevado estos dos conceptos a su política nacional, incluso a la Constitución del partido, lo que ilustra hasta qué punto el partido dice priorizar el desarrollo ecológico y que busca hacer más ecológica a China. Además, China suscribió el Acuerdo de París 2015, con la promesa de contribuir a la justicia climática global.

De otro lado, con la Iniciativa de la Franja y la Ruta, proyecto emblemático de conectividad global de China, que abarca comercio, infraestructura y energía, y busca un camino de “diplomacia de capacidad” en Asia central, las plantas cementeras en Tayikistán son un claro ejemplo de esta contradicción. Específicamente, China busca expandir la capacidad industrial de otros países como una forma de diplomacia. Así, mientras China impone estrictos límites a la contaminación en el país, expande sus muy contaminantes industrias en el extranjero.

Por tanto, las cementeras chinas buscan cada vez más expandirse internacionalmente. Huaxin Cement, por ejemplo, en su marca corporativa, pone su expansión global en primer lugar, y promociona su presencia en Tayikistán, Uzbekistán, Tanzania, Zambia, Omán y Malaui, como se puede ver en un anuncio comercial de la empresa en YouTube.

De todas maneras, la agresiva expansión de Huaxin en el extranjero ha tenido sus retrocesos. Huaxin ha recibido críticas de los medios nepalíes por empezar a operar su cementera en Nepal desde 2019 sin un estudio de impacto ambiental, lo que ha hecho que el Parlamento  nepalí exprese su preocupación.

El cambio de China de producir cemento a la expansión de las empresas chinas en el extranjero advierte a los Estados extranjeros que no pasen de firmar acuerdos de inversión para construir plantas cementeras. Sin embargo, por su necesidad de tener inversiones,  Tayikistán parece dispuesto a ver más allá de asuntos ambientales y de salud pública a cambio de autosuficiencia de cemento, empleo y ganancias.

Inicia la conversación

Autores, por favor Conectarse »

Guías

  • Por favor, trata a los demás con respeto. No se aprobarán los comentarios que contengan ofensas, groserías y ataque personales.