
Maria da Penha sostiene el libro donde cuenta su historia, Sobreviví… puedo contarlo. Foto: José Cruz/Agência Brasil, usada con autorización.
En 1983, la biofarmacéutica brasileña Maria da Penha Maia Fernandes sobrevivió a dos intentos de homicidio en su casa. El primero la dejó paralizada de la cintura para abajo después de que le dispararon mientras dormía. En el segundo intento, casi fue electrocutada en la ducha.
En 1991, Penha vio cómo el juicio que condenó a su exesposo por los ataques fue anulado. Cinco años después, un nuevo juicio lo declaró culpable, pero salió en libertad. Tomó 19 años y medio, al borde de la prescripción del delito, para que finalmente fuera arrestado. En 2006, María vio que su nombre se convertía en uno de los más conocidos de Brasil al estar asociado con una ley federal que busca proteger a las mujeres de la violencia doméstica y familiar.
El camino entre los episodios violentos que cambiaron su vida y la ley que busca evitar este tipo de crimen fue posible principalmente gracias a la presión internacional, reconoce Penha en una videollamada con Global Voices. En 2001, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) condenó al Estado brasileño por negligencia y omisión en su caso, lo que llevó a crear la ley.
Hoy, el nombre de Penha también está vinculado a patrullas policiales y políticas públicas relacionadas con la violencia de género en el país. Sin embargo, una encuesta del Senado brasileño de 2023 señaló que tres de cada cuatro mujeres brasileñas saben poco o nada sobre la ley. También reveló que alrededor del 30% de las mujeres en Brasil han sufrido violencia doméstica por parte de un hombre.
El último Informe Anual del Foro Brasileño sobre Seguridad Pública de 2024, registró un aumento en todo tipo de violencia doméstica contra la mujer, incluido un 9,8% más de casos de violencia doméstica denunciados, y un 9,2% de intentos de homicidio.
En marzo, el Gobierno brasileño anunció que demandó a una empresa productora de contenido por divulgar información errónea sobre el caso judicial que condenó al agresor de Penha. La Procuraduría General de la República declaró que ese contenido “puede promover discursos de odio, fomentar nuevas violaciones a los derechos de la víctima y afectar a todas las mujeres que recurren a políticas públicas sustentadas en la ley Maria da Penha”.
Casi 20 años después de que el presidente Luiz Inácio Lula da Silva promulgara la ley, Maria da Penha, ahora con 80 años de edad, evalúa su camino, sus efectos y el futuro.

Maria da Penha durante un evento para debatir la ley en el Consejo Nacional de Justicia. Foto: José Cruz/Agência Brasil, usada con autorización.
Global Voices (GV): ¿Cómo fue el camino hasta que se promulgó la ley?
Maria da Penha (MP): Eu fui vítima da violência doméstica, sofri uma tentativa de homicídio, e demorei muitos anos para que meu agressor fosse punido. Durante esse tempo, me senti órfã do Estado. Somente quando meu caso chegou na esfera internacional, uma denúncia que o movimento de mulheres do país, o Cejil (Centro pela Justiça e o Direito Internacional) e o Cladem fizeram na Organização dos Estados Americanos (OEA), que a Comissão de Direitos Humanos (CIDH) conseguiu que o Brasil criasse uma lei.
Em 2001, a OEA, através do seu relatório final, fez algumas recomendações e solicitou que o processo fosse concluído e o agressor punido.
Maria da Penha (MP): Fui víctima de violencia doméstica, sufrí un intento de homicidio, y tardé muchos años en lograr que mi agresor fuera sancionado. En ese tiempo, me sentí huérfana del Estado. Solo cuando mi caso llegó a la esfera internacional, gracias a una denuncia que presentaron el movimiento de mujeres del país, el Cejil (Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (Cejil) y el Comité de Latinoamérica y el Caribe para la Defensa de los Derechos de la Mujer (Cladem) ante la Organización de Estados Americanos, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) logró que Brasil creara una ley.
En 2001, la Organización de Estados Americanos, a través de su informe final, hizo algunas recomendaciones y solicitó que el proceso fuera concluido y que el agresor fuera castigado.
GV: ¿Y cómo fue tratar el asunto con el Parlamento y el Gobierno?
MP: Eu sofri a tentativa de homicídio em 1983 e quase 10 anos depois foi que houve o primeiro julgamento. Ele foi condenado pelo júri popular por seis votos a um. Imediatamente os advogados dele entraram com recurso dizendo que o julgamento havia sido contra a prova dos autos.
Quer dizer, o julgamento que começou depois de ter sido adiado por três vezes, na hora que a sentença é dada os advogados tiram o papel do bolso e dizem que foi contra a prova dos autos. Foi revoltante.
O movimento de mulheres estava me acompanhando e ficou indignado. Ele saiu do fórum em liberdade, aguardando a decisão do Tribunal de Justiça do Ceará. E esse julgamento, em 1991, realmente foi anulado.
Eu comecei a perder o ânimo, ficar entristecida e revoltada. Perguntei a várias pessoas: “Será possível que vai ser anulado quando as provas estão todas aí, inclusive as testemunhas? A vizinhança toda testemunhou nesse dia.” Me responderam o seguinte: ‘‘Não duvide do que vem do poder judiciário, porque lá também existem machistas.”
Aí eu resolvi escrever o livro “Sobrevivi…Posso contar”(1994). Mostrei as contradições do réu, tanto nos interrogatórios quanto no julgamento, e tudo que eu tinha conhecimento que estava documentado. E contei a minha história.
Esse livro começou a circular e chegou na mão de muitas pessoas. Chegou nas mãos do Cejil e do Cladem, e eles me ligaram para participar da denúncia.
MP: Sufrí intento de homicidio en 1983 y casi diez años después tuvo lugar el primer juicio. Mi agresor fue condenado por el jurado, con seis votos contra uno. Inmediatamente, sus abogados presentaron un recurso con el argumento de que el fallo contrariaba las pruebas del expediente.
El juicio había sido postergado tres veces y, justo cuando se dictó sentencia, los abogados sacaron un papel del bolsillo y dijeron que iba contra las pruebas. Fue muy frustrante.
El movimiento de mujeres me acompañaba y quedó indignado. Mi atacante salió libre del foro, a la espera de la decisión del Tribunal de Justicia de Ceará. Ese juicio, en 1991, fue completamente anulado.
Me desanimé, me entristecí, me enfurecí. Pregunté a muchas personas: “¿Es posible anular el juicio cuando todas las pruebas están ahí, incluso los testigos? Todo el vecindario testificó ese día”. Me respondieron: “Cualquier cosa puede pasar en el Poder Judicial, porque también hay machistas allí”.
Entonces decidí escribir el libro Sobrevivpí… Puedo contarlo (1994). Mostré las contradicciones del acusado, tanto en los interrogatorios como en el juicio, y todo lo documentado. Conté mi historia.
Ese libro empezó a circular y llegó a muchas personas. Llegó también a manos del Cejil y del Cladem, que me llamaron para participar en la denuncia.

Penha se convirtió en centro de noticias falsas difundidas por la derecha. Foto: José Cruz/Agência Brasil, usada con autorización.
GV: En 2024, el presidente de la Corte Suprema Federal, el juez Luís Roberto Barroso, se disculpó por cómo la justicia brasileña manejó el caso. ¿Cómo se sintió al respecto?
MP: Foi, talvez, uma resposta a fake news que eu estava sofrendo. Começou em 2021. Um deputado bolsonarista recebeu meu agressor [na Assembleia Legislativa de Santa Catarina]. Quando eu tomei conhecimento daquilo, eu comecei a ficar apavorada. Como é que é permitido uma pessoa desconstruir uma história que já foi provada, analisada internacionalmente? Comecei a me sentir ameaçada mesmo. [O deputado Jesse Lopes recebeu o ex-marido de Maria da Penha e publicou nas redes sociais foto com ele, afirmando achar sua história ‘‘intrigante.’’ O episódio gerou manifestação do Ministério Público de Santa Catarina].
Às vezes, eu estava na sala de espera de um consultório médico e chegavam pessoas e diziam: “Olha, aquela pessoa que está sentada ali, está falando mal de você, que você é uma farsa, que você mentiu e que os homens estão sofrendo.” Começou a haver esse tipo de coisa, eu comecei a recuar, a não ter mais atividade fora de casa.
MP: Tal vez fue una respuesta a las noticias falsas de las que fui víctima. Empezó en 2021. Un diputado bolsonarista (partidario del expresidente Jair Bolsonaro) recibió a mi agresor en la Asamblea Legislativa de Santa Catarina. Cuando me enteré, me aterroricé. ¿Cómo puede permitirse a una persona deconstruir internacionalmente una historia que ya fue probada y analizada? Me sentí amenazada (el diputado Jesse Lopes recibió al exmarido de Maria da Penha y publicó una foto con él en redes sociales, dijo que su historia era “intrigante”, el episodio generó una declaración del Ministerio Público de Santa Catarina).
A veces, yo estaba en una sala de espera médica, llegaba alguien y decía: “Mira, esa persona está diciendo que eres una farsa, que mentiste y que los hombres están sufriendo”. Empecé a aislarme, a evitar salir.
GV: ¿Llegó así de lejos?
MP: Vou te contar três fatos marcantes. Um foi logo quando a lei foi sancionada, que chegou um repórter para me entrevistar. No final, ele disse assim: “Agora eu vou perguntar para a senhora uma pergunta que meus ouvintes querem saber: o que foi que a senhora fez para merecer esse tiro?” Isso foi logo no começo da sanção da lei, a partir daí me alertaram que eu nunca deveria mais viajar sozinha. Porque existiam os que aplaudiam, mas existiam os que se sentiam prejudicados.
O segundo momento é quando as fake news aconteceram. Eu estava no supermercado, chegou uma senhora perto de mim e disse: “Tem dois homens ali conversando. Ele estava dizendo que se fulano, amigo dele, soubesse que a senhora estava aqui, vinha lhe dar uma surra.” Isso aconteceu em Fortaleza, no supermercado que eu costumava ir, próximo da minha casa.
Outra vez, eu estava no banco, minha amiga foi pegar o carro, e chegaram dois homens e disseram: “A senhora é Maria da Penha?’’ Digo: ‘‘Sou.” Aí um estendeu a mão e disse: “Muito prazer, eu sou um ex-agressor.” Eu engoli seco, apertei a mão dele e disse: “Muito prazer, porque você é um ex-agressor. Parabéns.” Não demonstrei ter medo, mas eu tive medo.
MP: Te contaré tres hechos relevantes. Uno fue justo cuando se aprobó la ley. Un reportero vino a entrevistarme y al final dijo: “Ahora le haré la pregunta que todos mis oyentes quieren saber: ¿qué hizo usted para merecer ese disparo?”. Desde entonces, me advirtieron que no debía viajar sola. Había quienes aplaudían, pero también quienes se sentían perjudicados.
El segundo fue cuando surgieron las noticias falsas. Estaba en el supermercado y una señora me dijo: “Hay dos hombres hablando allá que dicen que si su amigo supiera que usted está aquí, vendría a golpearla”. Eso ocurrió en Fortaleza, en el supermercado cerca de mi casa.
Una vez, en el banco, mientras mi amiga fue a buscar el auto y yo la esperaba, llegaron dos hombres. Uno dijo: “¿Usted es Maria da Penha?” Le respondí: “Sí”. Me extendió la mano y dijo: “Mucho gusto, soy un exagresor”. Tragué seco, le di la mano y dije: “Mucho gusto, porque usted es un exagresor. Felicitaciones”. No demostré miedo, pero lo sentí.
GV: Mencionó el apoyo del movimiento de mujeres durante el juicio. ¿Participaba ya en activismo?
MP: Eu devo o que eu sou hoje ao movimento de mulheres da minha cidade. No momento em que a polícia descobriu que eu fui vítima de tentativa de homicídio – não existia a palavra feminicídio na época – chegaram algumas mulheres desses movimentos até a mim.
Foi então que eu tomei conhecimento do que era violência doméstica. Eu sofria, mas eu não sabia que era comum na sociedade. Eu não vim de uma família violenta. E a maioria das mulheres não comentava o mau comportamento do homem e nem o homem demonstrava ser grosseiro na frente de terceiros. Hoje a gente a gente sabe coisa até da própria família, de trisavô, bisavô que não sabia.
MP: Le debo lo que soy hoy al movimiento de mujeres de mi ciudad. Cuando la Policía descubrió que fui víctima de un intento de homicidio, no existía la palabra feminicidio en esa época, algunas mujeres de esos movimientos llegaron a mí.
Fue entonces cuando comprendí qué era la violencia doméstica. Yo la sufría, pero no sabía que era algo común en la sociedad. No venía de una familia violenta. Y la mayoría de las mujeres no hablaban del mal comportamiento de los hombres ni ellos lo mostraban en público. Hoy sabemos cosas de nuestros antepasados, cómo actuaban los bisabuelos y que nosotros no sabíamos.
GV: La ley que lleva su nombre es una de las más conocidas en el país. ¿Qué análisis hace después de casi 20 años?
MP: Eu acho que essa questão de dar nome às coisas teve um peso nisso. No momento em que a lei foi sancionada, baseada no fato real, não foi um fato político, foi um fato real. As mulheres começaram a perceber que acontecia isso nas suas famílias, que era comum naquele município ou naquela capital, e mudou a cultura.
Eu me sinto uma brasileira que contribuiu para que outras brasileiras tenham vida. Se a gente não conseguiu que seja uma amplitude maior, a gente está caminhando para isso, né? Então, me dá muito orgulho.
Quantas mulheres hoje que são atuantes estão nessa luta porque viram essa violência dentro de casa e não tinham como desabafar, não tinham como tomar uma atitude?
MP: Creo que ponerle nombre a las cosas tuvo un gran impacto. Cuando se aprobó la ley, basada en un hecho real, no político, las mujeres comenzaron a darse cuenta de que eso ocurría en sus familias, que era común en sus municipios o ciudades y eso cambió la cultura.
Me siento una brasileña que contribuyó a que otras brasileñas tengan vida. Si no logramos aún una mayor amplitud, estamos caminando hacia eso. Me da mucho orgullo.
¿Cuántas mujeres hoy luchan por la causa porque vieron esa violencia en casa y no tenían cómo desahogarse, cómo actuar?

Maria da Penha sostiene un libro que explica la ley en ‘cordel’, una forma de literatura tradicional del noreste de Brasil. Foto: José Cruz/Agência Brasil, usada con autorización.
GV: ¿Eso fue algo que la ley ayudó a cambiar?
MP: Ajudou. Feminicídio ainda está acontecendo porque tem muitas mulheres, principalmente em pequenos municípios, onde a informação chega, mas o conhecimento sobre violência doméstica ainda não existe, não existe o local onde ela possa denunciar discretamente. É uma coisa que eu luto. Por que não existe em todo pequeno município um centro de referência da mulher dentro da unidade de saúde? Quantas mulheres vão ao posto de saúde mostrar seus ferimentos no corpo, mas não identificam como violência doméstica? Para a sociedade daquele município, aquele homem é um bom marido, porque ele não deixa faltar o feijão em casa.
Duas coisas que são importantes para a gente desconstruir as culturas de ódio da sociedade, a educação e especificamente o centro de referência da mulher pela unidade de saúde. E esse centro tem compromisso e a obrigação de levar esta mulher para uma macro região onde ela vai encontrar a delegacia da mulher, casa abrigo, ela pode sair daquela situação, com suporte.
E ser capacitada profissionalmente, ter escola para os seus filhos, onde vão aprender que o que o que eles viam em casa é violência e que eles não podem levar isso para sua vida adulta. Que é o que acontecia em nossas famílias.
MP: Sí, ayudó. El feminicidio aún ocurre porque muchas mujeres, especialmente en municipios pequeños, aunque reciben la información, no tienen el conocimiento sobre la violencia doméstica, ni un lugar dónde denunciar discretamente. Es algo por lo que lucho. ¿Por qué no hay en cada municipio un centro de referencia para la mujer en la unidad de salud? ¿Cuántas mujeres van al centro de salud a mostrar sus heridas y no se identifican como víctimas de violencia? Para esa sociedad, ese hombre es un buen esposo, porque no deja que falte comida.
Hay dos puntos claves para deconstruir la cultura de odio en la sociedad: la educación y los centros de referencia. Y que estos centros se comprometan a llevar a esa mujer a una macroregión donde haya una delegación de la mujer, una casa de acogida, herramientas para salir de esa situación con apoyo.
Y que puedan capacitarse profesionalmente, tener una buena escuela para sus hijos, donde aprendan que lo que vieron en casa es violencia y que no deben reproducirlo en su vida adulta. Como ocurría en nuestras familias.
GV: ¿Puede hablarnos del Instituto Maria da Penha?
MP: Bem, o instituto foi criado com a intenção da a gente trabalhar a questão da lei, da mulher, né? A gente desenvolve projeto nas universidades, nas escolas, nas comunidades, em empresas – porque eles já perceberam que a violência doméstica traz prejuízo.
MP: Bueno, el instituto se creó con la intención de trabajar en torno a la ley, en torno a la mujer. Desarrollamos proyectos en universidades, escuelas, comunidades y empresas, porque la violencia doméstica también genera pérdidas económicas.