
Bosque de manglares en Ada, Ghana. Imagen de Amuzujoe en Wikimedia Commons (CC BY 4.0).
Esta historia de Malachi Dorwu se publicó originalmente en iWatch Africa el 26 de mayo de 2025. Reproducimos esta versión editada como parte de un acuerdo de intercambio de contenidos.
Los ecosistemas de manglares, que prosperan a lo largo de las costas tropicales de Ghana, están surgiendo como importantes aliados en la lucha contra el cambio climático. Estos bosques resisten la sal, presentes en lugares como la región del Volta, Gran Acra y la Región Occidental, brindan diversos beneficios ecológicos y socioeconómicos que refuerzan la resiliencia de Ghana frente a las dificultades climáticos. Desde la captura de carbono hasta la protección costera y los medios de vida sostenibles, los manglares representan una solución natural con enorme potencial para el futuro ambiental y económico de Ghana.
Este artículo explora el papel fundamental de los manglares frente al cambio climático en el contexto ghanés, su importancia ecológica, las amenazas que enfrentan y las iniciativas actuales de conservación
Captura de carbono, mitigador natural del clima
Los manglares son uno de los sumideros de carbono naturales más eficientes del planeta, capaces de almacenar hasta cinco veces más carbono por hectárea que los bosques terrestres. En Ghana, ecosistemas como los del corredor de Anyanui Creek en la Región Volta capturan y almacenan cantidades significativas de dióxido de carbono en su biomasa y suelos ricos en carbono. Este proceso, conocido como secuestro de carbono azul, ayuda a mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero, un factor crucial en la lucha contra el cambio climático. Según la Global Mangrove Alliance, preservar solo el 1% de la cobertura global de manglares podría secuestrar 200 millones de toneladas de carbono, una contribución sustancial a las metas climáticas de Ghana en el marco del Acuerdo de Paris. Al conservar y restaurar estos ecosistemas, Ghana puede fortalecer su papel en los esfuerzos globales para reducir el carbono atmosférico, lo que apoya los objetivos climáticos nacionales e internacionales.
Protección costera
La costa de Ghana, con una extensión de más de 550 kilómetros, es cada vez más vulnerable al aumento del nivel del mar, a la erosión costera y a los fenómenos meteorológicos extremos provocados por el cambio climático. Los manglares actúan como barreras naturales, con sus densos sistemas de raíces entrelazadas que disipan la energía de las olas y estabilizan los suelos costeros. Iniciativas como MANCOGA (manglares como soluciones naturales para riesgos costeros) demuestran cómo los manglares en el este de Ghana reducen las inundaciones, la erosión y la contaminación. Al amortiguar las marejadas ciclónicas y brindar protección contra las olas de marea, los manglares salvaguardan comunidades costeras, infraestructura y tierras agrícolas. Por ejemplo, en la zona de la laguna de Keta, los manglares han sido fundamentales para reducir el impacto de las inundaciones estacionales, preservar medios de vida y aumentar la resiliencia comunitaria frente a los desastres inducidos por el clima.
Biodiversidad y servicios ecosistémicos
Los bosques de manglares en Ghana son puntos estratégicos de biodiversidad, albergan diversas especies que incluyen peces, cangrejos, aves y reptiles. Estos ecosistemas sirven como criaderos para especies de peces de importancia comercial, sustentan la industria pesquera del país, vital para las comunidades costeras. Según Hen Mpoano, organización sin fines de lucro dedicada a la gestión sostenible de los ecosistemas marinos y costeros de Ghana, los intrincados sistemas de raíces de los manglares brindan hábitats y zonas de reproducción, lo que garantiza la seguridad alimentaria y la estabilidad económica de las poblaciones que dependen de los recursos marinos. Además, los manglares filtran el agua y protegen así los ecosistemas adyacentes, como las praderas marinas y los arrecifes de coral, del arrastre de sedimentos. Al mantener la biodiversidad y la salud de los ecosistemas, los manglares aumentan la capacidad de adaptación de Ghana al cambio climático.
Beneficios socioeconómicos
Más allá de sus funciones ecológicas, los manglares son esenciales para el sustento de las comunidades costeras ghanesas. En regiones como Volta y la Región Occidental, las comunidades dependen de los manglares para la pesca, la recolección de mariscos, la obtención de madera y el carbón vegetal. La Iniciativa de Kasa (plataforma de la sociedad civil para los recursos naturales y el ambiente) informa que la gestión sostenible de estos recursos fomenta la resiliencia económica, especialmente entre mujeres y jóvenes que a menudo participan en actividades como la recolección de cangrejos y la apicultura. Sin embargo, prácticas no sostenibles, como la deforestación para acuicultura o la recolección de leña, amenazan estos beneficios. Es esencial equilibrar las actividades económicas con la conservación. Proyectos como la restauración de manglares liderada por Kasa en Anyanui Creek demuestran cómo los esfuerzos comunitarios pueden recuperar tierras degradadas y ofrecer medios de vida alternativos, como el ecoturismo y la pesca sostenible.
Amenazas a los manglares en Ghana
Los manglares de Ghana enfrentan amenazas significativas de origen humano y natural. En los últimos 40 años, aproximadamente el 20% de la superficie total de manglares se ha perdido. El desarrollo inmobiliario costero, impulsado por la concentración del 90% de las industrias del país en las costas, ha provocado la destrucción de hábitats. Actividades como la acuicultura, la agricultura y la urbanización han eliminado bosques de manglares, especialmente en Gran Accra y en la Región Occidental. El cambio climático agrava estas presiones con el aumento del nivel del mar y la intensidad de las tormentas, que dañan los ecosistemas de manglares. Factores naturales, como cambios en los patrones de marea, también intensifican estas amenazas. La débil aplicación de políticas y la escasa inclusión de los manglares en los planes nacionales de conservación refuerzan la necesidad de una gobernanza más fuerte y de una protección liderada por las comunidades, como enfatiza Hen Mpoano.
Esfuerzos de conservación y restauración en Ghana
Ghana está avanzando en la conservación y restauración de manglares, con el impulso de iniciativas locales e internacionales. La Iniciativa Kasa se ha centrado en replantar manglares en la Región Volta para combatir el aumento del nivel del mar y las corrientes destructivas mediante la participación comunitaria. Asimismo, el proyecto MANCOGA utiliza una perspectiva colaborativa de codiseño para desarrollar herramientas que mitiguen los riesgos costeros. Las campañas educativas de Hen Mpoano promueven el conocimiento y fomentan el cuidado comunitario. Estas acciones se alinean con objetivos globales como la Década de las Naciones Unidas para la Restauración de Ecosistemas (2021–2030) y la meta de la Global Mangrove Alliance de expandir el hábitat de manglares en un 20% para 2030. La integración del conocimiento tradicional con la investigación científica y la incidencia configura una vía sostenible para la gestión de los manglares en Ghana.
El camino a seguir
Para aprovechar plenamente los manglares como solución climática, Ghana debe fortalecer las políticas y profundizar el compromiso comunitario. Las estrategias nacionales sobre clima y biodiversidad deben reconocer explícitamente a los manglares como elemento esencial para la adaptación y mitigación, y ser respaldadas por mecanismos de aplicación claros. Las asociaciones como la Global Mangrove Alliance pueden ayudar a ampliar la restauración con respaldo técnico y financiero. A nivel comunitario, los programas de la Iniciativa Kasa capacitan a las comunidades para dar seguimiento a la salud de los manglares y adoptar medios de vida alternativos. La apropiación comunitaria es clave para la conservación a largo plazo y la resiliencia de los ecosistemas.
Los manglares son una piedra angular de la respuesta de Ghana al cambio climático, ofrecen una sólida combinación de captura de carbono, protección costera, apoyo a la biodiversidad y beneficios socioeconómicos. Frente al aumento del nivel del mar, los fenómenos meteorológicos extremos y las presiones humanas, estos ecosistemas representan una solución resiliente y basada en la naturaleza. Pero este potencial solo puede materializarse mediante conservación comprometida, participación comunitaria y alineación de políticas. Las iniciativas de organizaciones como iWatch Africa, Hen Mpoano, Iniciativa Kasa y diversos socios internacionales demuestran cómo la colaboración puede impulsar la restauración y la resiliencia. Al proteger hoy los manglares, Ghana garantiza un mañana más seguro y resiliente al clima.