En África francófona, niños de la calle tienen diferentes nombres pero enfrentan la misma realidad

Grupo de niños de la calle en Costa de Marfil, alrededor de una señora que se ha dado la misión de sacar «los microbios» de su situación. Captura de pantalla del canal de Droit Libre TV en YouTube.

El fenómeno de los niños de la calle está presente en África francófona; y aunque se usan varios nombres para describirlos, todos se refieren a la misma realidad de situación precaria de los menores.

En 2021, una publicación de la Oficina Internacional Católica de la Infancia (BICE) indica que en el mundo hay más de 120 millones de niños de la calle, de los cuales 30 millones están en África. En 2025, es cifra se calcula en 35 millones en África. Aunque el aumento de esa cifra debería preocupar a los Gobiernos africanos, el fenómeno parece que no se toma en cuenta en las políticas de desarrollo.

Las razones por las que los niños se encuentran en la calle son numerosas. En ese sentido, la ONG internacional Humanium, con sede en Suiza, tiene por misión promover, defender y concretar los derechos de los niños en el mundo, dijo:

…des enfants se retrouvent sans logement et sont forcés à se débrouiller par eux-mêmes dans les rues pour de nombreuses raisons, principalement la pauvreté, les guerres, les violences et la maltraitance antérieure, l’exploitation et le désespoir.

…los niños se encuentran sin vivienda y se ven obligados a arreglárselas por su cuenta en las calles por numerosas razones, principalmente pobreza, guerras, violencia, maltratos anteriores, explotación y desesperanza.

A eso se agrega un fenómeno de discriminación sociocultural que causa que en algunas comunidades, a esos niños se les acusa equivocadamente por hechos de brujería y los expulsan de casa.

Esta doble marginación económica y social da lugar a denominaciones que varían en diferentes países de África francófona.

Mboko en Camerún

En Camerún, el nombre «mboko» se usa para designar a los niños de la calle. Corresponde al diminutivo de la expresión nanga-boko en duala, que se habla en la ciudad de Duala, capital económica de du Camerún. Ese término es la unión de dos palabras: nanga (dormir) y éboko (exterior, afuera). Así, nanga-boko se usa para referirse a niños que duermen afuera, en la calle. En entrevista con Global Voices vía Whatsapp, Jean Samuel Njock, camerunés que vive en Europa, explica en un contexto más amplio el origen de esa denominación:

L'appellation Nanga-boko fait suite aux migrations du nord vers le sud de milliers d’enfants orphelins délinquants ou sans abris qui quittent Ngaoundéré (ville située au nord du pays) en passant par l’est du pays puis la ville de Nanga-eboko (situé au centre du pays) jusqu'à la capitale Yaoundé où ils forment de grands groupes de délinquants liés à la consommation de stupéfiants. Ces enfants de rue sont aussi à l’origine du Mbolé qui est un style musical camerounais.

El nombre nanga-boko sigue a las migraciones del norte hacia el sur de miles de niños huérfanos delincuentes o sin techo que se van de la ciudad de Ngaoundéré, al norte del país, pasan por el este del país, y luego por la ciudad de Nanga-eboko, en el centro del país, hasta la capital, Yaundé. Ahí forman grandes grupos de delincuentes vinculados al consumo de estupefacientes. Estos niños de la calle son también el origen de mbolé, estilo musical camerunés.

Este es un ejemplo de canción con ritmo de mbolé del grupo Elang City con el título Toaster Le Yamo.

En la leyenda del video, un mensaje advierte sobre del fenómeno de los niños de la calle:

…»Toaster Le Yamo», est une chanson d'animation qui aborde avec force et sincérité les réalités quotidiennes des jeunes confrontés au chômage. Contrairement à certaines idées reçues, cette chanson ne fait pas l’apologie de la drogue, mais dénonce plutôt les défis que beaucoup de jeunes rencontrent aujourd'hui.

…»Toaster Le Yamo» es una canción alegre que aborda con fuerza y sinceridad las realidades cotidianas de los jóvenes desempleados. Contrariamente a algunas ideas admitidas, esta canción no hace apología a la droga, sino que denuncia las dificultades que muchos jóvenes encuentran actualmente.

Shégué en República Democrática del Congo

El término «shégué» tiene el mismo sentido en República Democrática del Congo. Shégué es una palabra en lingala, uno de los idiomas nacionales que se hablan en República Democrática del Congo, que se usa en ese país para hablar de los niños de la calle. Las causas del abandono y el rechazo de las familias son las mismas: actos de brujería, falta de medios para las familias de satisfacer sus necesidades primarias.

Para los shégués, todos los medios son buenos para sobrevivir. Muchos de ellos participan en actos de extrema violencia cuando se unen a pandillas de delincuentes armados que roban, violan, martirizan y matan a ciudadanos congoleses en la ciudad de Kinshasa, capital del país. Esas pandillas de jóvenes constituyen actualmente un fenómeno de bandidaje social llamado kulunas.

Microbe en Costa de Marfil

Las bandas de niños de la calle son conocidas como «microbes» (microbios) en Costa de Marfil. Esos niños se ven obligados a mantener a su familia en vez de estudiar o de aprovechar su infancia antes de la edad adulta. Con extreme violencia, a veces se ven implicados en robos y muertes en el país, sobre todo en Abiyán, capital de Costa de Marfil.

El documental titulado Los microbios de Abiyán: ¿Cómo Costa de Marfil abandonó a sus jóvenes? de una imagen impactante:

Una publicación de Jeune Afrique indica también que esos jóvenes han tenido un rol importante en la crisis política de 2011 que sacudió Costa de Marfil, que llevó al arresto de Laurent Gbagbo, presidente entre 2000 y 2010.

El fenómeno de los microbios en Costa de Marfil llamó la atención de Alex Ogou, director franco-marfileño que produjo la serie televisiva «Los invisibles» para destacar la situación de los niños de la calle.

Este es un extracto de la serie:

En una entrevista de 2018 con France Info, Ogou contó lo que aprendió de esos niños:

Ces enfants sont issus des classes les plus défavorisées de la société dans leur grande majorité. Mais il y a aussi, parmi eux, des gamins qui appartiennent à des foyers stables et qui, la nuit tombée, rejoignent les rangs des microbes. Conclusion: que vous soyez riche ou pauvre, le regard ou le non-regard porté sur les enfants reste déterminant. Leur dénominateur commun est d'être des enfants délaissés, abandonnés par leurs parents ou livrés à eux-mêmes.

Esos niños pertenecen a las clases menos favorecidas de la sociedad en su gran mayoría. Pero entre ellos también hay muchachos que pertenecen a hogares estables y que, al caer la noche, se unen a grupos de microbios. Conclusión: seas rico o pobre, la atención o desatención sobre los niños sigue siendo determinante. Su denominador común es que son niños abandonados, dejados por sus padres o librados a su suerte.

La lucha por terminar con el fenómeno de niños de la calle está lejos de terminar. Pese a diversas iniciativas de organizaciones de la sociedad civil, queda el desafío de garantizar la dignidad de los niños y las seguridad de las zonas urbanas.

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