Puentes culturales: Cómo la pasión por Corea moldea a una nueva generación en Egipto

Chef Thoraya Gamal in South Korea.

El chef Thoraya Gamal en Corea del Sur. Foto cortesía del autor.

Por Fatma Al-Zahraa Badawy
A medida que la cultura pop coreana continúa ganando terreno en la región de habla árabe, una nueva generación de egipcios la consume, y también la toma como modelo, lo que moldea su impacto local. Desde el aprendizaje de idiomas y la traducción hasta la cocina y la creación de contenido, Mohamed El-Bayar, Noha Mahmoud Aref y Thoraya Gamal son tres jóvenes egipcios que están convirtiendo su pasión personal en un puente cultural. A través de su trabajo en educación, gastronomía y redes sociales, están ayudando a conectar Egipto y Corea del Sur de maneras privadas y públicas.

Del comercio a la traducción

Mohamed El-Bayar nació en la ciudad de Mansoura, en la gobernación de Dakahlia en Egipto, y creció ayudando a su padre en el negocio de ropa. Fue su fascinación por los idiomas y las culturas, y no por los textiles, lo que finalmente marcó su camino.

Impulsado por un creciente interés en Corea del Sur, El-Bayar se inscribió en el programa de coreano de la Facultad de Al-Alsun en la Universidad de Asuán, sin dejarse intimidar por el reto de dominar una lengua y una cultura tan distantes. Su dedicación le valió una beca para estudiar en Corea del Sur, donde se sumergió en el idioma y en la sociedad.

“Mi pasión por Corea comenzó con el comercio”, recuerda durante una conversación en el Centro Cultural Coreano en El Cairo. “La vi como una tierra llena de potencial y cuando abrieron el departamento de coreano en Asuán, no lo dudé. Para mí, el idioma era el camino hacia un sueño”.

Mohamed El-Bayar durante una clase sobre Egipto para estudiantes de Shilla Chung Hakyo en Busan. Foto cortesía del autor.

Los estudios coreanos se introdujeron formalmente en Egipto en 2005 con el primer Departamento de Coreano en el mundo árabe, en la Facultad de Al-Alsun de la Universidad Ain Shams. Esta iniciativa, apoyada por la Embajada de Corea, la Fundación Corea y KOICA, buscaba fomentar el intercambio cultural. Desde el establecimiento de relaciones diplomáticas en 1995, la cooperación entre Egipto y Corea del Sur ha crecido de forma constante.

Mientras estudiaba en el extranjero, El-Bayar trabajó como intérprete, facilitó traducciones del árabe al coreano en reuniones empresariales de alto nivel, incluida una importante negociación en la que participaron el ministro de Transporte de Egipto y un alto ejecutivo de la empresa surcoreana Dyson.

“La traducción no se trata solo de palabras. Se trata de transmitir emoción y cultura”, afirma. “La inteligencia artificial cambiará muchos aspectos de la traducción, especialmente en campos técnicos. Pero la traducción literaria siempre necesitará el toque humano”.

De la curiosidad al arte culinario

En los bulliciosos callejones del viejo Cairo, donde el aroma de las especias impregna el aire, Thoraya Gamal creció inmersa en los ritmos de la familia y de la comida. Desde temprana edad, se sintió cautivada por la cocina, observaba a su madre y hermanas preparar platos tradicionales egipcios, memorizaba cada paso como si fueran líneas de un libro muy querido.

Chef Thoraya Gamal’s restaurant in Cairo.

Restaurant del Chef Thoraya Gamal en El Cairo. Foto cortesía del autor.

Pero su curiosidad iba más allá del cilantro y el comino. A través de la música y de los dramas coreanos, que poco a poco comenzaban a llegar a la televisión egipcia y a internet, Gamal descubrió un nuevo mundo culinario, que despertó su imaginación y su apetito. “Lo que empezó como curiosidad”, dice, “se convirtió en un profundo amor y en el deseo de experimentar una cultura a través de su comida”.

Impulsada por esta pasión, Gamal se propuso dominar la cocina coreana, con el objetivo de cocinar, y también de conectar culturas. Su camino la llevó a abrir su propio restaurante coreano en El Cairo, donde platos tradicionales como kimbap, bibimbap, tteokbokki y jjajangmyeon se sirven mientras se exhiben dramas coreanos. Los comensales pueden disfrutar del ambiente al estilo coreano e incluso probarse el hanbok, vestido tradicional coreano, lo que hace que la experiencia sea inmersiva desde el plato hasta la ambientación. “Adentro, proyectamos dramas coreanos muy queridos como Goblin, Sonata de invierno, Un héroe débil 1 y 2, y obras protagonizadas por Gong Yoo, que ocupa un lugar especial en mi corazón”, añade Gamal.

Thoraya Gamal

Thoraya Gamal. Foto cortesía del autor.

Su trayectoria refleja la creciente popularidad de la cultura pop coreana en Egipto. Desde principios de la década de 2010, la difusión de los K-dramas y el K-pop se ha visto impulsada por las plataformas y las redes sociales. Lo que comenzó como un interés de nicho entre unos pocos fanáticos se transformó rápidamente en un fenómeno cultural generalizado, especialmente entre los jóvenes y estudiantes universitarios, gracias a su alto nivel de producción, narrativa emocional y fuerte presencia de fanáticos en línea. Hoy en día, el contenido coreano se consume ampliamente en Egipto a través de plataformas como Netflix, YouTube y comunidades de fanáticos en redes sociales.

“Quería traer un pedazo de Corea al corazón de El Cairo”, dice Thoraya. “Es más que comida. Se trata de compartir una cultura que amo, de crear un espacio donde las personas puedan sentirse transportadas”.

Del intercambio cultural a influenciadora

El camino de Noha Mahmoud comenzó en Asuán, donde su ambición enfrentó obstáculos desde el inicio. Quería estudiar ingeniería, pero al no alcanzar las calificaciones requeridas, se vio obligada a replantearse el futuro. Fue entonces cuando descubrió el recién inaugurado departamento de coreano en la Facultad de Al-Alsun, momento que describe como “una ventana a un nuevo mundo”.

Noha Mahmoud. Foto cortesía del autor.

Noha estuvo atraída inicialmente por su amor por los dramas coreanos, y encontró en sus historias una profundidad cultural y una resonancia social que reflejaban su propio entorno. Lo que comenzó como fanatismo evolucionó rápidamente en vocación académica. “Encontré en sus historias un sentido único de humanidad y temas sociales que se parecían mucho a la realidad árabe. Esa curiosidad me llevó a explorar más a fondo el idioma y la cultura coreana, y despertó el deseo de estudiarlos».

Impulsada por esta pasión, Mahmoud superó sus dudas y finalmente se graduó con honores. El esfuerzo dio sus frutos cuando fue seleccionada entre miles de postulantes, como una de las 15 embajadoras digitales que representaron a Egipto en un programa de intercambio cultural con Corea.

Buscando más inmersión, Mahmoud obtuvo una beca para estudiar en la Universidad Silla en Corea del Sur. Aunque la pandemia de COVID-19 la obligó a asistir de forma remota, aprovechó al máximo la experiencia. También se unió al programa “Amigos de Corea”, organizado por el Ministerio de Cultura, Deportes y Turismo de Corea, que reunió a 30 participantes de todo el mundo y le dio una perspectiva global sobre el intercambio cultural.

La fascinación de Egipto por la cultura coreana ha crecido de manera constante en la última década y la apertura del Centro Cultural Coreano en El Cairo en 2014 ha impulsado aún más esta tendencia mediante cursos de idioma y actividades culturales. Mahmoud forma parte de esta ola, pero también es una de sus líderes.

Hoy trabaja en educación y traducción, mientras cultiva una sólida presencia en línea a través de TikTok, Instagram y Facebook. Con decenas de miles de seguidores, sus plataformas sirven como puertas de entrada para jóvenes egipcios interesados en aprender coreano.

Fatma Al-Zahraa Badawy es periodista egipcia y escribe sobre derechos humanos, igualdad de género y justicia social.

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