Partido gobernante de Turquía intensifica ataques contra municipio de Estambul, liderado por la oposición

Imagen por Arzu Geybullayeva. Creada utilizando Canva Pro.

En diciembre de 2024, el partido Partido Justicia y el Desarrollo (AKP) de Turquía emprendió un ataque multidimensional contra los miembros del principal partido opositor, Partido Republicando del Pueblo (CHP) y sus alcaldes electos democráticamente. El principal objetivo fue Ekrem İmamoğlu, el tres veces electo alcalde de la Municipalidad Metropolitana de Estambul. La figura emergente de la oposición fue primero detenida y luego arrestada en una amplia ofensiva contra presuntos vínculos de corrupción, justo cuando se disponía a ser nominado como candidato presidencial del CHP para las elecciones de 2028. Desde entonces, continúa sin cesar, una campaña sistemática de arrestos e investigaciones contra el CHP y otros actores civiles, y pone en la mira el camino democrático de Turquía y el Estado de derecho del país.

El mal está en los detalles: Canal de Estambul

Estambul, una ciudad con más de 16 millones de habitantes, es más que solo un municipio, es un motor económico crucial. Antes de la victoria de İmamoğlu en 2019, Estambul fue una fortaleza de AKP, un «salvavidas» que generaba importantes ingresos y una plataforma para proyectos de desarrollo a gran escala. Perder a Estambul fue un gran golpe para AKP y atacar al alcalde y a muchos otros afiliados al cargo parece ser el principal objetivo del partido gobernante.

También está el controversial canal de Estambul, el planeado canal artificial de 45 km que conectara el mar Negro y el mar de Mármara, que tal vez sea el proyecto de infraestructura más ambicioso del presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdoğan, desde que asumió el cargo hace 23 años. También traerá consecuencias duraderas a nivel global y nacional.

El «segundo Bósforo» de Turquía, que se dio a conocer en 2011, recibió la luz verde del Ministerio de Ambiente en enero de 2011. Erdoğan justificó el proyecto de 12 600 millones de dólares con el argumento de que liberará el tráfico de barcos en el estrecho de Estambul. Según las autoridades, el nuevo canal tendrá una capacidad de alrededor de 160 cruces de embarcaciones al día. Para comparar, el canal de Suez tiene 50 cruces por día y el canal de Panamá, alrededor de 50. Desde su inauguración, el proyecto recibido críticas de grupos de la sociedad civil, científicos, y de la propia Municipalidad Metropolitana de Estambul, por la destrucción ambiental y por aumentar potencialmente el riesgo de terremotos en Estambul.

El 26 de abril, el alcalde interino de Estambul, Nuri Aslan, declaró que la mayoría de los detenidos eran burócratas que se habían opuesto abiertamente al proyecto del canal de Estambul. Los expertos sostienen que para el Gobierno no se trata solamente de un proyecto de construcción, sino una medida estratégica para fortalecer el control político y económico sobre Estambul.

Özgür Özel, líder del CHP, escribió en su cuenta personal de Instagram que apoyaba el argumento, y que la decisión de arrestar a İmamoğlu y a otros fue política, que la meta era avanzar el canal de Estambul. Durante una manifestación en Mersin el 26 de abril, Özel dijo a la multitud: «Todos sabemos que el problema aquí no es la corrupción, es el canal de Estambul. Nos mantendremos unidos en contra de quienes quieran traicionar a esta ciudad».

«Consenso urbano» y acusaciones de terrorismo

Las acusaciones contra İmamoğlu y numerosos funcionarios municipales incluyen cargos de «ayuda a una organización terrorista», en concreto, al proscrito Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK). Estos cargos se derivan de la cooperación del CHP con el Partido Popular por la Igualdad y la Democracia (DEM), prokurdo, en las últimas elecciones municipales. La fiscalía presenta ahora esta estrategia de «consenso urbano», en la que el DEM no presentó candidatos en algunos distritos y el CHP ajustó sus selecciones, como orquestada por el PKK.

Esta táctica de utilizar los cargos de terrorismo contra figuras y partidos opositores, particularmente quienes tienen vínculos con movimientos políticos kurdo, no es nueva en Turquía. El Gobierno ha utilizado sistemáticamente este mecanismo para nombrar fideicomisarios para reemplazar a alcaldes electos en las municipalidades prokurdos, con lo que anula resultados electorales. De acuerdo con la documentación de la sociedad civil local, desde 2016, el Gobierno ha destituido a 147 alcaldes, y los ha reemplazado con fideicomisarios designados por el Gobierno. Los alcaldes kurdos  han sido objeto de frecuentes reemplazos con nombramientos de fideicomisarios, y de arrestos.

El 12 de mayo, el PKK anunció que se desarmaría y disolvería como parte del acuerdo de paz decisivo. Sin embargo, aún no está claro qué significará esta nueva paz en el contexto de los numerosos juicios en curso por cargos de terrorismo, como académicos por la paz y cientos de alcaldes electos.

Protestas en medio de arrestos continuos

Desde el 19 de marzo, en Turquía ha habido algunas de las protestas más largas a la fecha, mientras el partido opositor CHP sigue movilizando a la gente. El 29 de marzo, Özel anuncio en X que cada miércoles habría una manifestación en diferentes partes de Estambul, y que los fines de semana viajará a diferentes provincias hasta que İmamoğlu sea liberado y se lleven a cabo nuevas elecciones.

En los días posteriores a este anuncio, se hizo evidente que el arresto inicial de  İmamoğlu fue solo el comienzo. En abril de 2025, hubo una segunda ola de arrestos, contra 18 personas más como parte de la investigación del municipio de Estambul. Figuras de alto perfil como Şafak Başa, jefe de la autoridad municipal de agua de Estambul (İSKİ) y la secretaria de İmamoğlu, Kadriye Kasapoğlu, fueron detenidos en la segunda ola. Luego, en mayo de 2025, en una tercera ola se emitieron órdenes de detención para 22 personas, incluido Taner Çetin, jefe del Departamento de Prensa, Publicaciones y Relaciones Públicas del municipio, por acusaciones de irregularidades en licitaciones y soborno.

Muchos ven estos arrestos, a menudo realizados en redadas al amanecer, como intentos de crear una narrativa de una «organización criminal» que opera dentro de Estambul.

Los continuos ataques contra la Municipalidad de Estambul, son una prueba crítica para las instituciones democráticas turcas. Pese a que el Gobierno insiste que el Poder Judicial es independiente, la oposición y los observadores internacionales perciben que se le está utilizando como una herramienta para fines políticos. La anulación del título universitario de İmamoğlu, requisito para la candidatura presidencial, refuerza la percepción de un intento deliberado de marginarlo de futuras elecciones. No sorprende que la noticia del académico que estaba detrás de la anulación del diploma de İmamoğlu y sus lazos con el partido gobernante haya sido bloqueada en Turquía desde el 10 de abril, como su identidad se hizo pública.

Desmentir las acusaciones

Desde el arresto de İmamoğlu, decenas de reporteros locales han investigado presuntos cargos de corrupción y terrorismo. Ninguno ha demostrado ser correcto; además, se basan en testimonios de «testigos secretos«, como explica TurkeyRecap. El uso de testigos secretos en Turquía, permitido por la ley de protección a testigos de 2008 (n° 5726), tenía como objetivo original proteger a quienes testificaban en situaciones peligrosas. En 2022, el Tribunal Constitucional dictaminó que los testigos anónimos por sí solos no eran suficientes para un arresto. Sin embargo, esta práctica se ha utilizado controvertidamente en juicios políticos, lo que la aleja de su propósito inicial, según informa TurkeyRecap.

En su cuenta de X, İmamoğlu también negó las acusaciones, calificó las investigaciones como una farsa. No se puede tener acceso al tuit en Turquía, ya que las autoridades bloquearon la cuenta del alcalde el 9 de mayo, citaron un tuit que podría incitar actividades criminales.

La implacable campaña contra İmamoğlu y el municipio de Estambul, encabezada por el APK, revela un claro patrón de represalia política y un decidido esfuerzo de consolidar poder. Desde el controvertido proyecto del canal de Estambul hasta usar como arma los cargos terroristas y el uso de dudosos testimonios de  «testigos secretos», cada movimiento parece calculado para debilitar a la oposición y dejar de lado al formidable rival Ekrem İmamoğlu. Miles de personas que acudieron a otra manifestación el 21 de mayo, en el barrio Pendik de Estambul, recibieron el mensaje de un desafiante İmamoğlu. En una carta leída por el líder del CHP, Özel, el alcalde calificó la ola de arrestos como un ataque con motivaciones políticas del partido gobernante, que teme perder poder y apoyo público. Destacó la creciente fuerza de la oposición y su compromiso inquebrantable por un país democrático libre de terrorismo, a la luz del desarme del PKK, la igualdad ante la ley y la expansión de la esfera política para todos. Alineó su visión con la del fundador de la República Turca, Mustafa Kemal Atatürk, que una vez dijo: «La soberanía nacional es una luz tal que en su presencia, las cadenas se derriten, las coronas y los tronos arden y desaparecen».

El alcalde concluyó su carta con el lema que se convirtió en parte de su campaña electoral en 2019 y con el que se ganó el cariño de muchos: «Todo va a estar bien. Cuídense».

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