
Captura de pantalla del canal de YouTube de Mnews. Una voluntaria de la campaña ciudadana de destitución. Uso justo.
Taiwán ha estado en un punto político muerto desde la toma de mando del presidente Lai Chin-te, del Partido Democrático Progresista en mayo de 2024. Desde entonces, la administración de Ching-Te se ha visto constantemente bloqueada por los legisladores de los partidos de la oposición, incluidos el Kuomintang y el Partido Popular de Taiwán, que ocupan la mayoría de las bancas del Yuan Legislativo y por tanto tienen poder para vetar propuestas, proyectos de ley y presupuestos.
El enfrentamiento se intensificó hasta convertirse en una crisis política en enero, después de que el Kuomintang lideró una alianza pro-China en la Asamblea Legislativa para aprobar recortes presupuestales sin precedentes del 6,6%, lo que equivale a 207 500 millones de dólares taiwaneses o aproximadamente 6,3 millones de dólares, con 3000 partidas recortadas que debilitaron gravemente las operaciones de los ministerios de Defensa Nacional, Asuntos Exteriores, y Asuntos Digitales.
En medio de las amenazas militares y el conflicto informativo de China contra Taiwán, los recortes presupuestales se percibieron como una traición a los intereses nacionales de Taiwán. Por eso, la crisis política desencadenó una oleada de peticiones ciudadanas de destitución dirigidas a los legisladores de la coalición opositora liderada por el Kuomintang.
China considera a Taiwán una parte fundamental de sus territorios, aunque la República de China (Taiwán) ha sido políticamente autónoma desde que el Kuomintang se instaló en la isla principal en 1949, tras ser derrotado por el Partido Comunista de China en la Guerra Civil china.
Actualmente, de las 113 escaños en la Asamblea Legislativa, el Partido Democrático Progresista solo tiene 51 representantes, mientras que la federación de la oposición, conformada por el Kuomintang (52), el Partido Popular de Taiwán (8) y otros independentes (2) tienen un total de 62. Mientras tanto, 41 de los escaños elegidos a nivel distrital pueden ser objeto de una moción de destitución, en virtud de la ley de elección y destitución de funcionarios públicos en Taiwán.
El proceso de destitución se estructura en tres etapas. Los candidatos a la destitución deben recoger firmas del 1% de los votantes de la circunscripción en la primera etapa, y en la segunda del 10%, antes de pasar a la votación final, que requiere una participación mínima del 25% de los votantes de la jurisdicción, con una mayoría de votos que apoyen la propuesta para aprobar el derrocamiento.
Aunque solo hacen falta diez destituciones exitosas para que el Partido Democrático Progresista controle la mayoría de las bancas en la Legislatura, el movimiento de masas dirigido por los ciudadanos pretende desbancar a más de 30 legisladores de la oposición. Esto implica que la campaña debe abarcar más de 30 distritos electorales en todo el país, y la duración de una moción de destitución para ser aprobada puede durar meses.
Al principio, la asociación dirigida por el Kuomintang también quería utilizar el sistema de destitución para descalificar a los legisladores del Partido Democrático Progresista. En la primera etapa, la alianza consiguió reunir suficientes firmas para destituir a 17 legisladores del Partido Democrático Progresista, mientras que la campaña ciudadana logró incluir a 35 legisladores del Kuomintang en la lista de destituidos. Sin embargo, hasta el 28 de mayo, ninguna propuesta de destitución de los legisladores del Partido Democrático Progresista había superado el umbral del 10% de la segunda etapa de petición. Por otro lado, las campañas de destitución han recogido hasta ahora suficientes firmas para enviar 31 legisladores del Kuomintang a las comisiones electorales locales para su revisión. La votación se llevará a cabo a finales de julio o en agosto para aquellas peticiones que hayan superado la revisión.
Hace unos meses, la mayoría de los observadores políticos afirmaban que sería casi imposible destituir en cantidad a los legisladores del Kuomintang, ya que cada propuesta requeriría un equipo de campaña por distrito para recoger firmas de los votantes registrados. Además, la alianza pro-China tiene redes de bases muy sólidas basadas en el parentesco, los negocios, la religión, la afiliación política y las semejanzas ideológicas. Sin embargo, para sorpresa de muchos, las campañas ciudadanas han conseguido establecer 35 equipos voluntarios y han llevado 31 propuestas de destitución en la etapa de votación.
Yaita Akio, veterano periodista de noticias políticas, explicó en su página de Facebook que el principal motor de la campaña está relacionado con la percepción pública de la «oposición» liderada por el Kuomintang:
第一是「背叛」,第二是「自私」,第三是「懶惰」。
所謂「背叛」就是,選民覺得這些立委對國家「不忠誠」。比如說,拒絕參加自己國家總統的就職典禮,卻跑去中國聆聽中國政要訓話。中國是台灣最大的假想敵,天天想的就是要吞併台灣、奪走台灣的自由和民主。但這些在野黨立委毫無敵我意識,經常站在中國的立場上批評台灣。所以,很多選民都認為,如果再讓這些立委把持台灣的立法院,台灣的安全可能受到威脅。
所謂「自私」就是,掌握立法院多數之後,推出的法案大部分都是為了自己,而不是為了公益。比如說,擴大立法院權限的自肥法案、提高罷免門檻的選罷法修正案,以及最近推動的中配取得身分證年限6改4,其實也是為了增加在野黨的選票…
所謂「懶惰」就是,做事太不敬業。比如說削減預算,本來就是在野黨的職責。只要認真研究,削減的每一筆預算都拿出正當理由、有完整論述,選民絕對不會生氣,反而會給在野黨鼓掌。但是,他們實在太不認真,胡亂刪砍,故意不讓政府做事。
Lo primero es “traición”, lo segundo es «egoísmo», y lo tercero es “pereza”.
«Traición significa que los votantes sienten que estos legisladores son desleales a su país». Por ejemplo, se negaron a asistir a la ceremonia de toma de mando del presidente de su propio país, pero fueron a China a escuchar conferencias chinas. China es el mayor enemigo imaginario de Taiwán, con su deseo de anexión, quitarle la libertad y la democracia. Sin embargo, estos legisladores de los partidos de oposición no tienen ningún sentido de amigo o de enemigo. A menudo critican a Taiwán desde el punto de vista de China. Por lo tanto, muchos votantes creen que la seguridad de Taiwán puede verse amenazada si se les permite a estos legisladores controlar el Yuan Legislativo.
«Egoísmo» significa que, después de tomar el control de la mayoría en el Yuan Legislativo, muchos de los proyectos de ley presentados responden a sus intereses, no al bien público. Por ejemplo, el autoenrequecimiento del proyecto de ley para expandir el poder de la Legislatura, la enmienda a la Ley de Elecciones y Destitución de Funcionarios Públicos para elevar el umbral de destitución, y la reciente propuesta de cambiar el requisito de residencia para los cónyuges de China continental de seis a cuatro años para obtener una tarjeta de identificación tienen como objetivo aumentar los votos del partido de la oposición…
«Pereza» significa que no tienen ética de trabajo. Por ejemplo, el partido opositor tiene el deber de recortar el presupuesto. Si cada recorte presupuestario estuviera justificado, plenamente explicado y respaldado por investigaciones y argumentos, los votantes no se enfadarían y aplaudirían a la oposición. Sin embargo, fueron perezosos. Eliminaron y recortaron indiscriminadamente, sin permitir deliberadamente que el Gobierno hiciera nada…
Joshu Wang, voluntario que participó de las campañas ciudadanas, dijo que el movimiento exitoso de destitución masiva indica la resiliencia de la sociedad civil y la cultura de Taiwán:
公民社會是真真實實的存在。公民社會不僅只是少數特別有政治參與熱忱、明確政治主張的NGO,也不是只有在台北,更不是只在凱道。我們的公民社會寓居於全台灣35個選區的每條大街小巷,每個捷運站、區公所、菜市場、公園、媽祖廟,從台北到花東,從桃園到中彰投…。這些公民不屬於任何政黨,除了愛護台灣、守護民主,沒有特定政治意識形態。他們自發、積極、有組織能力,能長期作戰。他們沒有名字,寧願戴上口罩,但一旦國家需要,他們可以衝鋒陷陣。這不得不說是台灣民主化之後三十多年來累積的公民教育的豐碩成果。
Nuestra sociedad civil existe. La sociedad civil no es solo un puñado de ONG apasionadas por la participación política y una agenda política clara, no está solo en Taipéi, y no está solo en Ketagalan Boulevard [importante sitio de protesta]. Nuestra sociedad civil vive en cada calle y callejón, en cada estación de metro, oficina de distrito, supermercado, parque y templo Mazu en las 35 circunscripciones de Taiwán, desde Taipéi hasta Hualien y Taidong, desde Taoyuan hasta Taizhong Changhua y Nantou…. Estos ciudadanos no pertenecen a ningún partido político y no tienen una ideología política especifica, más que el amor por Taiwán y el compromiso de proteger la democracia. Son automotivadas, activas, organizadas y capaces de luchar todo el tiempo. No tienen nombres y prefieren usar máscaras, pero cuando el país los necesita están dispuestas a luchar. Esto es fruto de la educación cívica, que se ha acumulado durante las tres últimas décadas de democratización de Taiwán.