Muere Rickey Singh, respetado periodista político y «hombre del Caribe»

Foto del periodista regional nacido en Guyana, Rickey Singh, vía Wesley Gibbings y cortesía de su hija, Donna Ramsammy, utilizada con autorización.
El guyanés Rickey Singh, una voz conocida, intrépida y a veces controvertida en los medios regionales, murió el sábado 5 de julio en su casa de Barbados. Tenía 89 años.
Singh fue una figura extraordinaria del periodismo regional, en tiempos a menudo turbulentos dentro y fuera de su país. Su carrera abarcó más de cinco décadas, durante las cuales informó sobre varios acontecimientos trascendentales. A pesar de su baja estatura, sus persuasivos reportajes, entrevistas y columnas tenían gran fuerza.
El diario Trinidad and Tobago Guardian, que describe la «trayectoria periodística» de Singh como «marcada por la valentía, la tenacidad y un don para desvelar lo que no se ha contado», relataba algunas de las dramáticas experiencias personales de Singh mientras trabajaba, como «escapar por poco de un linchamiento mientras estaba de misión en Buxton, (sobrevive) a un encuentro con un famoso ‘Escuadrón de la Muerte’ en los Jardines Botánicos de Georgetown, e incluso un incidente casi mortal de envenenamiento en el trabajo»:
Yet, perhaps most memorable were his bold and unflinching exchanges with some of the Caribbean’s most formidable political figures — encounters that not only defined his career but also helped shape regional discourse.
Pero quizás lo más memorable fueron sus atrevidos e inquebrantables intercambios con algunas de las figuras políticas más formidables del Caribe, encuentros que no solo definieron su carrera, sino que también contribuyeron a dar forma al discurso regional.
Singh nació en Guyana en 1935, y perdió a sus padres a una edad temprana; según este informe, recordaba haber corrido por el pueblo, a los ocho o nueve años, gritando la noticia del fallecimiento de su joven madre. Fue criado por su hermana Betia, que se casó a los 15 años, y luego por su hermano mayor Richard, que se convirtió en su mentor.
Singh dejó el Central High School en Georgetown a los 17 años y entró a trabajar en Guyana Graphic, donde escribió su primer relato en 1957. Se formó en la Universidad de Indiana, y en 1974, pasó unos meses en Reino Unido. Sin embargo, pronto regresó para continuar su trabajo en el Caribe donde se estaba haciendo muy conocido por sus sagaces comentarios y sus entusiastas reportajes.
Colaboró en varios servicios de noticias, como Guyana Chronicle, Barbados Nation, Jamaica Gleaner y Trinidad Guardian. También se le escuchó en el BBC Caribbean Report y the Caribbean News Agency (CANA), en la actualidad Caribbean Media Corporation, así como en otros medios en Norteamérica y Reino Unido.
Singh no temía enfrentarse a los políticos locales en su propio terreno. Cuestionó la política del primer presidente ejecutivo de Guyana, Forbes Burnham, tras lo cual se trasladó a Trinidad y Tobago donde editó el aclamado «Caribbean Contact» y luego a Barbados. Ambos países le retiraron el permiso de trabajo por sus audaces críticas a sus principales políticos. En el caso de Barbados, las cosas llegaron a un punto delicado cuando criticó la postura de su administración ante la invasión estadounidense de Granada. Sin embargo, al final pudo quedarse en la isla con su esposa y sus seis hijos.
Singh era conocido por sus perspicaces entrevistas con poderosos líderes caribeños, entre ellos el presidente cubano Fidel Castro y Eric Williams, el «Padre de la Nación» de Trinidad y Tobago.
Singh fue doctor Honoris Causa por la Universidad de las Indias Occidentales, y cultivó una estrecha amistad con varios escritores y creadores de opinión influyentes de toda la región como Martin Carter, George Lamming, Wilson Harris, Derek Walcott, Edgar Mittelholzer, V. S. Naipaul y más. Otro amigo, el periodista Hubert Williams, escribió sobre Singh en 2019:
I would say just about everybody admired the person and professional journalist he is — certainly not a conservative, but far too disciplined and religious to be communist. […] Young intellectuals and political initiates found value in his company when they were going through the critical and exciting stages of their upper teens. Many have maintained a steadfast friendship over the years, with their locations extending from Cuba, Jamaica, Leeward Islands, Windward Islands, T&T, Barbados, Guyana and Suriname.
Diría que casi todo el mundo admiraba a la persona y al periodista profesional que es, ciertamente, no un conservador sino demasiado disciplinado y religioso para ser comunista. Jóvenes intelectuales e iniciados políticos encontraron valor en su compañía cuando atravesaban las etapas críticas y emocionantes de la adolescencia. Muchos han mantenido una amistad inquebrantable a lo largo de los años, va desde Cuba, Jamaica, islas de Sotavento, islas de Barlovento, Trinidad y Tobago, Barbados, Guyana y Surinam.
A través de WhatsApp, el veterano periodista y creador de podcast jamaicano Franklin McKnight dijo a Global Voices que Singh era un «hombre con un gran corazón, talento y un verdadero hombre caribeño», mientras que su colega periodista regional Wesley Gibbings, que fue amigo de Singh durante más de 40 años y lo consideraba un mentor, afirmó:
Rickey’s accomplishments as a journalist exceed excellence in the art of truthtelling. His commitment to the Caribbean cause was driven by a love not easily replicated or even reciprocated. I remember his great skill, but even more than this I recall his overflowing care and love for the space we inhabit.
Los logros de Rickey como periodista superan la excelencia en el arte de contar la verdad. Su compromiso con la causa caribeña estaba impulsado por un amor difícilmente reproducible o incluso recíproco. Recuerdo su gran habilidad, pero más aún recuerdo su desbordante cuidado y amor por el espacio que habitamos.
Era miembro devoto de la Iglesia pentecostal con un gran sentido del humor a pesar de la seriedad de su trabajo, y se sintió desolado por el asesinato de su buen amigo Walter Rodney en Georgetown en 1980. Singh escribió sobre las controversias que rodearon la investigación de la muerte de Rodney.
El ministro de Asuntos Públicos de Guyana, Kwame McKoy, elogió a Singh como periodista que dedicó su vida a su trabajo, y añadió:
I fondly recall in my days as a youth looking forward to reading Rickey Singh’s work in the Guyana Chronicle. So fond, that I would leave the Chronicle newspaper for last in my reading lineup as it stood out as the best which must be saved for last.
Recuerdo con cariño que en mi juventud esperaba con impaciencia leer el trabajo de Rickey Singh en el Guyana Chronicle. Tanto, que dejaba el Chronicle para el final de mis lecturas porque era lo mejor.
La primera ministra de Barbados, Mia Mottley, también rindió homenaje a Singh, lo describió como un modelo para los periodistas más jóvenes, y destacó su pasión por la unidad del Caribe:
As we prepare to reflect on our future as a region and the need for solidarity as we navigate the potentially treacherous waters ahead of us, Rickey’s commitment to regionalism over insularity ought to be top of mind for all of us.
Mientras nos preparamos para reflexionar sobre nuestro futuro como región y la necesidad de solidaridad para navegar por las aguas potencialmente traicioneras que nos aguardan, el compromiso de Rickey con el regionalismo frente a la insularidad debería ser prioritario para todos nosotros.
Mottley añadió en una nota de Instagram:
I could not help but recognise that his departure truly confirms that we are witnessing the end of an era in Caribbean journalism that produced a cadre of veterans who epitomised a spirit of regional cooperation and togetherness even when political leaders still struggled with the concept.
No pude evitar reconocer que su partida confirma realmente que presenciamos el final de una era en el periodismo caribeño, que produjo un cuadro de veteranos que personificaron un espíritu de cooperación y unión regional, incluso cuando los líderes políticos aún luchaban con el concepto.
Independientemente de que Rickey Singh perteneciera o no a una generación de periodistas caribeños en vías de extinción, cuya dedicación al oficio los profesionales más jóvenes no han podido igualar, fue único en su género, y su influencia en la región es innegable.






