
Imágenes de periodista de Abzas Media utilizadas con autorización. Las imágenes frente al logo de Abzas han sido creadas por Arzu Geybullayeva con Canva Pro.
El 20 de junio, el Tribunal de Delitos Graves de Bakú dictó sentencias contra importantes miembros de Abzas Media, medio independiente y socio de contenido de Global Voices, contra periodistas que han informado sobre corrupción, injusticia social y problemas cotidianos que enfrentan los ciudadanos azerbaiyanos
Miembros del equipo de Abzas, junto con dos colaboradores del medio, que han estado en detención preventiva desde noviembre del 2023, recibieron penas de prisión de varios años.
El director, Ulvi Hasanli, y la editora en jefa, Sevinc Vagifgizi, recibieron sentencias de nueve años de cárcel, al igual que Hafiz Babali, reportero de investigación independiente, y el economista independiente Farid Mehralızadeh. Las periodistas Nargiz Absalamova y Elnara Gasimova recibieron condenas de ocho años, mientras que el subdirector, Mahammad Kekalov, fue condenado a siete años y medio de prisión.
Historia de los arrestos
En noviembre de 2023, el Estado azerbaiyano se fue contra Abzas Media y arrestó a sus reporteros por acusaciones falsas de corrupción. El medio es conocido por sus valientes investigaciones de corrupción, que van desde tratos de bienes raíces ligados al Gobierno hasta casos de corrupción relacionados con la familia presidencial. El medio recibió un duro golpe cuando las autoridades allanaron sus oficinas con el argumento de contrabando, a tenor de lo que establece el artículo 206.3.2 del Código Penal del país.
El arresto de los periodista fue pocos meses antes de las elecciones presidenciales anticipadas programadas para el 7 de febrero de 2023, en las que el presidente, Ilham Aliyev, se aseguró un nuevo mandato de siete años, pues casi no hubo oposición política legal.
En los meses siguientes a los arrestos, hubo condena internacional e intentos legales para que a los imputados se les dictara orden de arresto domiciliario, petición que fue rechazada.
Durante la detención, Vagifgizi, Absalamova y Gasimova informaron que tuvieron que soportar varias formas de maltrato, incluidas agresiones físicas de empleados de la prisión. También contaron a sus familiares y abogados de amenazas, insultos y golpes dentro del centro de detención no solo contra ellos, sino también contra otros reos.
Cuando no se tomaron medidas para investigar el abuso, el equipo de Abzas Media anunció que ya no asistiría a las audiencias.
Hacia mediados de 2024, la fiscalía del estado había ampliado los cargos para incluir operaciones de negocios ilegales, lavado de dinero y evasión tributarias, lo que podría acarrear sentencias de prisión de hasta 12 años.
La comunidad internacional contra las acusaciones de Azerbaiyán
Organizaciones de derechos humanos locales e internacionales y de libertad de prensa han condenado los arrestos y las recientes sentencias, a los que califican de represalias con motivación política contra valientes reportajes de investigación.
Mientras tanto, las autoridades azerbaiyanas mantienen su narrativa externa: estos encarcelamientos fueron sanciones legales por conductas delictivas, no censura a la disidencia. La más destacada de estas declaraciones vino del presidente Ilham Aliyev, en respuesta a los cuestionamientos durante una conferencia de prensa en Alemania antes de la COP29, cuando replicó que algunos representantes de medios “que recibieron fondos ilegales del extranjero” fueron arrestados dentro del marco de la ley, y que no «hubo censura» en Azerbaiyán.
Siguiendo con la narrativa oficial desde el inicio de los arrestos, los medios alineados al Gobierno han calificado a todos los periodistas, activistas civiles y defensores de derechos humanos arrestados como delincuentes en sus informes.
Declaraciones individuales, un mensaje
El 20 junio de 2025, durante la última audiencia de los periodistas, cada uno pronunció poderosas declaraciones. Hasanli dijo que «no se arrepiente de haber sido arrestado”, y lamentó la pérdida de “libertad en nombre de la libertad de expresión y del periodismo independiente”:
Ilham Aliyev may be able to take away our physical freedom, but he cannot take away our thoughts, our freedom of expression, or our voice. Whenever we write about an issue, we feel a deep sense of purpose. It gives us moral satisfaction and the belief that we may have played a small role in solving a larger problem. For that, we are grateful to our profession.
Ilham Aliyev podrá quitarnos nuestra libertad física, pero no puede quitarnos nuestros pensamientos, nuestra libertad de expresión ni nuestras voces. Cada vez que escribimos sobre un tema, sentimos un profundo sentido de propósito. Eso nos da una satisfacción moral y la convicción de que hemos jugado un pequeño papel en la solución de un problema mayor. Por eso, estamos agradecidos de nuestra profesión.
La editora en jefa Vagifgizi coincidió con su director:
The investigation files claim the operation against the Abzas Media team was launched based on information from a ‘reliable source.’ But who is that ‘reliable source’? The investigative authorities and the court have refused to tell us. But we know. That ‘reliable source’ is President Ilham Aliyev – because the corruption stories we investigated reached him and his inner circle.
Los expedientes de investigación sostienen que la operación contra el equipo de Abzas Media se inició por en información de una ‘fuente confiable’. Pero ¿quién es esa ‘fuente confiable’? Las autoridades investigativas y el tribunal se han rehusado a decirlo. Pero nosotros lo sabemos: esa ‘fuente confiable’ es el presidente Ilham Aliyev, porque las historias de corrupción que investigamos lo alcanzan a él y a su círculo más cercano.
El periodista Mahammad Kekalov agregó:
Today, I’m gifting George Orwell’s “1984” to the judges and state prosecutors. Don’t worry – it wasn’t smuggled in. My brother bought it legally. Read it, and you’ll see exactly what we’re living through. As for my ‘final words’ — final words come only with death. These are not mine yet.
Hoy, les regalo «1984» de George Orwell a los jueces y fiscales del Estado. No se preocupen: no entró de contrabando. Mi hermano lo compró legalmente. Léanlo, y verán exactamente lo que estamos viviendo. En cuanto a mis ‘últimas palabras’, las últimas palabras llegan solo con la muerte. Estas no son las mías todavía.
Su colega Absalamova no pudo evitar reír:
Judge Rasim Sadikhov once said during a hearing, ‘Laugh all you want – we’ll see who laughs last.’ Well, today is the end, and yet we’re still laughing. That’s all one can do when faced with judges like this. At this age, they can't even speak the truth, and when young people like us do, they break out in a cold sweat. Watching them fall apart – it makes us laugh.
El juez Rasim Sadikhov dijo una vez durante una audiencia, ‘Rían todo lo que quieran… ya veremos quién ríe al último’. Pues bien, hoy es el final y todavía seguimos riendo. Eso es todo lo que podemos hacer cuando enfrentamos jueces como estos. A esta edad, ni siquiera pueden decir la verdad, y cuando jóvenes como nosotros la dicen, sudan frío. Verlos desmoronarse… eso nos hace reír.
Como una verdadera reportera, Gasimova agregó:
The orders you receive are treated like commandments, and instead of choosing independence, you submit to illegality. That makes you no different from those who give the orders. So don’t say ‘I was just following orders’ and try to soothe your conscience. That excuse doesn’t wash.
Las órdenes que reciben se usan como mandatos, y en vez de escoger la independencia, se suman a la ilegalidad. Eso no los hace diferentes de quienes dan las órdenes. Así que no digas “solo seguía órdenes” para intentar calmar tu conciencia. Esa excusa no funciona.
Por su parte, Farid Mehralizade, economista y colaborador de Radio Europa Libre, se mostró firme:
They could sentence us to life in prison if they want. They could change the criminal code and bring back the death penalty – send us to the gallows. Because in countries where the rule of law and judicial independence mean nothing, trials are just another part of an authoritarian government’s fake smile. But truth can’t be partial. Truth is whole – and the truth is that I have committed no crime. Sooner or later, we will be acquitted by law.
Podrían sentenciarnos a cadena perpetua si quisieran. Podrían cambiar el Código Penal y restablecer la pena de muerte… enviarnos a la horca. Porque en países donde las leyes y la independencia judicial no significan nada, los juicios solo son otra parte de la sonrisa autoritaria y falsa del Gobierno. Pero la verdad no puede ser parcial. La verdad es un todo… y la verdad es que yo no he cometido ningún delito. Tarde o temprano, seremos absueltos por la ley.
Después de que los acusados dijeron lo que tenían que decir, los jueces salieron de la sala para deliberar. Cuando regresaron y leyeron la sentencia, todos los acusados dieron la espalda a los jueces y levantaron carteles que mostraban las investigaciones de corrupción sobre el presidente Ilham Aliyev y miembros de su familia.
Cuando se leyó la sentencia, el grupo recitó un poema del escritor azerbaiyano Ali bey Huseynzade:
On the tip of my tongue
Lies the vast truth.
They neither let me speak,
Nor did they cut out my tongue.Do you know, oh fools,
What you've done to this land?
You let no one rest,
You let no one wake.My pen failed to awaken
This Turk and the stranger.
They didn’t let me write,
Nor did they break my pen.
En la punta de la lengua
Descansa la amplia verdad.
No me dejan hablar,
Ni tampoco me cortan la lengua¿Saben, oh tontos,
Lo que le han hecho a esta tierra?
No dejan descansar a nadie
No dejan despertar a nadieMi pluma no pudo despertar
a este turco ni al extranjero
no me dejaron escribir
ni quebraron mi pluma






