
Pescadores participaron en una acción simbólica en los ríos de Filipinas como parte de la campaña ‘¡No Pasarán!’ (Draw the Line). Fotografía de 350.org, publicada con autorización.
Entre el 18 y el 21 de septiembre, grupos ambientalistas organizaron actividades y protestas a nivel global para reforzar el llamado a una acción climática urgente frente al agravamiento de la contaminación y el deterioro continuo de los ecosistemas naturales. La serie de protestas se realizó justo antes de la Asamblea General de Naciones Unidas and y a menos de seis semanas de la Cumbre sobre el Clima de Naciones Unidas (COP30) en Brasil.
En Asia, la campaña ‘¡No Pasarán!’ (Draw the Line) destacó la exigencia de eliminar gradualmente los combustibles fósiles, impulsar las energías renovables, transitar hacia una alimentación sostenible y priorizar las necesidades básicas de la población por encima de los intereses corporativos.
Varios países participaron en la campaña, encabezada por una red de grupos ambientalistas y organizaciones comunitarias.
En Filipinas, la campaña contó con el apoyo activo de grupos locales que se oponen a proyectos y políticas que amenazan la vida y los medios de subsistencia de las comunidades rurales y costeras. En la localidad de Culasi, en la provincia de Antique, en las islas Visayas, se llevó a cabo una manifestación en el agua, donde pescadores a bordo de sus embarcaciones recorrieron la zona para visibilizar su exigencia frente a la entrada de operaciones de pesca comercial en aguas municipales. Javie Barcinal, de 350.org Asia, respaldó la postura de los pequeños pescadores.
Small fishers are among the worst affected by the climate crisis, with warming seas resulting in dwindling catches each year. To make matters worse, the government has allowed industrial fishing to encroach into municipal waters. This exacerbates climate injustice that small fishers experience as hunger for their families.
Los pequeños pescadores figuran entre los sectores más vulnerables ante la crisis climática: el aumento de la temperatura del mar reduce cada año lo que logran pescar. A esto se suma que el Gobierno ha permitido la entrada de la pesca industrial en aguas municipales, lo que agrava la injusticia climática que enfrentan y condena a sus familias a escasez alimentaria.

Pescadores realizan una manifestación en el agua en Antique, Filipinas. De izquierda a derecha, las pancartas dicen: “Medios de vida, no intereses corporativos”, “Justicia climática”, “La vida en el agua es la vida del pueblo” y “Los 15 son nuestros”. Este último mensaje alude a la oposición contra las operaciones de pesca comercial en aguas municipales, que se extienden hasta 15 kilómetros de la costa. Foto de 350.org, publicada con autorización.
En Indonesia, los ambientalistas organizaron al menos 36 acciones en 34 ciudades y provincias del país el 18 de septiembre, con el fin de exigir reformas contundentes en las políticas gubernamentales. El 19 de septiembre se realizó una marcha hacia el palacio presidencial, donde los manifestantes retomaron las demandas anticorrupción de las protestas juveniles que estallaron en agosto. Sisilia Nurmala Dewi, de 350.org Indonesia, encabezó a los defensores del clima que exigen poner fin a la corrupción y destinar los recursos del país a construir un futuro digno.
We draw the line as flash floods drown the innocent, while people’s voices against government failures are being silenced. Oligarchs and polluters have ruled this country for far too long, taking public money for climate action and destroying natural resources that should be preserved for future generations. We demand real, decisive action. President Prabowo must honor his promises by committing to 100 percent renewable energy in 10 years and a clear immediate plan to phase-out coal plants.
Decimos «basta» mientras las inundaciones arrasan con vidas inocentes y se acallan las voces que denuncian los fracasos del Gobierno. Durante demasiado tiempo, los oligarcas y contaminadores han dominado este país, han desviado fondos públicos destinados a la acción climática y han destruido los recursos naturales que deberían preservarse para las próximas generaciones. Exigimos acciones reales y contundentes. El presidente Prabowo debe cumplir sus promesas comprometiéndose a lograr un 100% de energías renovables en diez años y un plan inmediato y claro para eliminar gradualmente las centrales de carbón.
Paskah Toga, de Climate Rangers Bali, mencionó las recientes inundaciones en la isla de Bali para impulsar el rechazo social a las plantas de energía a base de combustibles fósiles.
The recent deadly floods in Bali is clear evidence that the climate crisis is no longer a distant threat but a reality that needs to be resolved with concrete policies. The government must stop building fossil-based power plants and phase out fossil fuels.
Las devastadoras inundaciones recientes en Bali evidencian que la crisis climática ya no es un problema lejano, sino una amenaza presente que requiere medidas concretas. Es urgente que el Gobierno detenga la construcción de plantas contaminantes y avance hacia un futuro sin combustibles fósiles.

Algunos jóvenes, vestidos con trajes de anime y atuendos tradicionales de Indonesia, pidieron al Gobierno metas climáticas más ambiciosas, impuestos a los multimillonarios y contaminadores, y el fin de la corrupción para construir un futuro más justo. Foto de Aprillio Akbar. Fuente: 350.org, publicada con autorización.
En Japón, los manifestantes exigieron a la nueva administración eliminar gradualmente los combustibles fósiles y revertir las políticas que responsabilizan a los inmigrantes de los problemas sociales del país. Masayoshi Iyoda, activista de 350.org Japón, expresó de manera clara lo que pedían.
We draw the line on Japan’s rising contributions to climate chaos and war. As we experience both flash floods and extreme heat, workers suffer and food prices continue to soar. Japan’s new leadership must show political will to phase out fossil fuels and shift to 100% renewables, instead of going with the far-right tide of blaming immigrants for our economic woes and backsliding on climate action.
Japón debe poner un límite a su creciente aporte al caos climático y los conflictos. Las inundaciones repentinas y las olas de calor extremo afectan a los trabajadores, mientras los precios de los alimentos no dejan de subir. La nueva administración tiene que mostrar determinación política para eliminar los combustibles fósiles y avanzar hacia un país con energías 100% renovables, en lugar de seguir culpando a los inmigrantes por los problemas económicos y retroceder en la acción climática.
A la protesta también asistieron activistas que mostraron su solidaridad con los palestinos, condenaron los bombardeos y ataques militares continuos en Gaza.

Activistas japoneses instaron al nuevo primer ministro a dar prioridad a la acción climática y, al mismo tiempo, mostraron su solidaridad con el pueblo palestino. Foto de Jun Yokoyama. Fuente: 350.org, publicada con autorización.
En Corea del Sur, Jiyun Gim, de Green Environment Youth Korea, instó a las autoridades a cumplir con la reducción de emisiones prevista para 2025.
South Korea’s 2035 Nationally Determined Contribution (NDC) will be determined in November. We are drawing the line to prevent South Korea from setting a climate goal that falls below 60% emissions reduction. This is not just about numbers—it is the survival line for future generations. The government must set ambitious, science-based, and future-oriented climate targets.
La Contribución Determinada a Nivel Nacional (NDC sus siglas en inglés) de Corea del Sur para 2035 se definirá en noviembre. Marcamos un límite para impedir que el país adopte una meta climática por debajo del 60% de reducción de emisiones. No hablamos únicamente de números: se trata de una cuestión de sobrevivencia para las generaciones venideras. El Gobierno tiene que asumir compromisos climáticos que estén a la altura: sólidos, sustentados en la ciencia y con una mirada de largo plazo.

Activistas surcoreanos exigen que la Contribución Determinada a Nivel Nacional (NDC) para la reducción de emisiones no sea inferior al 60%. Fotografía de 350.org, publicada con autorización.
En Cox’s Bazaar, Bangladesh, los habitantes de la comunidad llevaron a cabo una acción para rechazar el plan de reactivación de una central de carbón. Shahrukh Karim, líder juvenil en Matarbari, expresó el sentir de la comunidad local.
We are burning, our lands are dying, and our rivers are drying up. We draw the line on building another coal plant, when the existing one has already driven away thousands of families and turned our homes into a wasteland. This needs to stop.
Nuestras tierras se consumen, los ríos se secan y nuestras comunidades sufren. Decimos «basta» a otra planta de carbón, cuando la que existe ya ha obligado a miles de familias a abandonar sus hogares y ha dejado nuestros territorios devastados: esto tiene que parar.
Communities Draw the Line on Matarbari Coal Plant 2 Revival https://t.co/2IT1VPkF5P pic.twitter.com/9E05xBK9xV
— Energy & Power (@enpbd) September 20, 2025
Las comunidades ponen un alto a la reactivación de la central eléctrica de Matarbari.
En una entrevista por correo electrónico con Global Voices, Ilang-Ilang Quijano, director de comunicaciones de 350.org Asia, dio a conocer sus planes iniciales sobre cómo mantener la campaña.
A few weeks from now, global leaders will gather at the UN climate talks COP30 in Brazil. We need to see nations committing to phasing out fossil fuels rapidly and equitably and tripling renewable energy that is clean, affordable, and accessible. We need rich countries and big polluters who are historically responsible for the crisis to pay up so that nations least responsible for the crisis — many of which are in Asia — can fund adaptation, loss and damage, and a just transition. The money for a better future exists; it's just in the wrong hands.
We hope to continuously engage the thousands of people we have reached through these days of actions at various levels — in organizing, campaigning, and awareness raising — to build a stronger climate movement in Asia that would propel us towards a better, cleaner, fairer future.
Dentro de unas semanas, los líderes mundiales se reunirán en la COP30, la conferencia de Naciones Unidas sobre el clima, en Brasil. Necesitamos que los países se comprometan a eliminar los combustibles fósiles de forma rápida y equitativa y a triplicar las energías renovables, que son limpias, asequibles y accesibles. Necesitamos que los países ricos y los grandes contaminadores, responsables históricos de la crisis, paguen para que las naciones menos responsables de la crisis —muchas de las cuales están en Asia— puedan financiar la adaptación, las pérdidas y los daños, y una transición justa. El dinero para un futuro mejor existe, pero está en manos equivocadas.
Esperamos seguir involucrando a las miles de personas a las que hemos llegado a través de estos días de acciones a varios niveles —en la organización, la campaña y la sensibilización— para construir un movimiento climático más fuerte en Asia que nos impulse hacia un futuro mejor, más limpio y más justo.






