
Miski Osman y sus colegas. Foto de Miski Osman utilizada con autorización.
Esta entrevista se hizo con el apoyo de la Beca de Medios de Comunicación de la Unión Africana y el Servicio de Consultoría Internacional en colaboración con la Unión Europea.
Hice un viaje renalmente sensacional con la Beca de Medios de Comunicación de la Unión Africana (AUMF, sus siglas en inglés) a El Cairo en Egipto, y a Nairobi en Kenia. La beca, implementada la Dirección de Información y Comunicación de la Unión Africana y con apoyo de la Unión Europea, tiene por objeto cambiar la narrativa común sobre África.
La serie de entrevistas que se dieron como resultado de este proyecto apunta a destacar historias de la comunidad que vive en el extranjero, y que abarcan temas como migración, cultura, arte creativo, activismo comunitario y cooperación internacional. Más que cumplir con un encargo profesional, fue sumergirse en las vidas y relatos de los miembros de las comunidades que viven en dos ciudades, tan ricas en historia como en diversidad cultural.
Realizar este viaje ha sido increíblemente colaborativo. Me ha llevado a relacionarme con personas cuyas voces raramente se oyen: emprendedores, líderes comunitarios, artistas y estudiantes. Cada uno, a su manera, abre paso a los retos y las oportunidades de migración. Su testimonio no solo refleja las adversidades individuales, también expone temas mucho más amplios: las luchas por la identidad y la pertenencia, cuando la tradición se encuentra con la modernidad.
Por consiguiente, la AUMF enfatiza la necesidad de levantar las voces africanas en discursos internacionales. Esto demostró el poder de narrar historias como forma de comprender cómo la migración afecta a personas, familias y sociedad como un todo, no solo en términos de números y cuestiones políticas, sino también como experiencias sumamente humanas.
Miski Osman es la directora de la Oficina de Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS) en Sierra Leona, cargo que asumió en enero de 2014. Antes trabajaba con el Gobierno federal de Somalia y vivió en Mogadiscio, capital de Somalia, durante cuatro años que le cambiaron la vida. Nació en Suecia, creció en Reino Unido y actualmente vive en Nairobi, Kenia. Su historia refleja una profunda identificación con sus raíces somalíes y se compromete a generar un impacto en África oriental. Hablamos sobre su carrera, sus impresiones sobre la identidad somalí y sus apreciaciones sobre oportunidades únicas en África oriental.
Mohamed Mohamud (MM): Miski, has tenido una trayectoria profesional muy interesante. ¿Qué te llevó a Mogadiscio?
Miski Osman (MO): Initially, I went to Mogadishu simply out of curiosity. I was born in Sweden and grew up in the UK, and my parents talked about Somalia, but I'd never experienced it myself. In 2015, I decided to visit for two weeks, but something captured me. Those two weeks became six months, and I eventually lived and worked there for four years. I wanted to do more than just visit — I wanted to understand the culture, the challenges, and the opportunities, and to contribute meaningfully.
Miski Osman (MO): Al principio, fui a Mogadiscio simplemente por curiosidad. Nací en Suecia y crecí en Reino Unido. Mis padres hablaban sobre Somalia, pero yo nunca había estado allí. En 2015, decidí ir a la ciudad por dos semanas, pero algo me atrapó. Aquellas dos semanas se transformaron en seis meses y, finalmente, viví y trabajé allí cuatro años. Quería hacer algo más que solo visitar, quería comprender la cultura, los cambios, las oportunidades y ayudar de manera significativa.
MM: ¿Cuáles fueron tus primeras impresiones sobre Mogadiscio?
MO: It was overwhelming at first. I always thought I knew what it meant to be Somali, but Mogadishu challenged that perception. The culture, rhythm of life, and even interaction with people were so different from what I had grown up with in the UK. It was a mix of admiration and adjustment. Living there wasn't easy, but it was deeply rewarding. Having worked with the Federal Government of Somalia, I am engaged in governance, resilience, and security projects across Somalia. It gave me a first-hand understanding of the complexities and the resilience of Somali communities.
MO: A primera vista, fue apabullante. Siempre creí que conocía lo que significaba ser somalí, pero Mogadiscio cambió esa percepción. La cultura, el ritmo de vida, hasta la interacción con la gente eran muy diferente de lo que yo había conocido en Reino Unido. Fue una mezcla de admiración y adaptación. Vivir allí no fue fácil, pero sí muy gratificante. Tras haber trabajado con el Gobierno federal de Somalia, participo en proyectos relacionados con la gobernanza, la resiliencia y la seguridad en todo el país. Me hizo comprender de primera mano las complejidades y resiliencia de las comunidades somalíes.
MM: Suena transformador. ¿Cómo influyó el hecho de vivir en Somalia en tu comprensión sobre la identidad somalí?
MO: Living in Somalia really humbled me. I also realized how diverse and multi-layered Somali identity is. Growing up in the West, I thought being Somali was all about language, religion, and maybe cultural traditions. But living in Somalia, I found history, geography, and even politics shape the Somali experience. It made me appreciate the strength and adaptability of Somalis, both in Somalia and across the diaspora.
MO: Vivir en Somalia me dio una gran lección de humildad. También me di cuenta de lo diversa y compleja que es la identidad somalí. Al crecer en Occidente, pensaba que ser somalí se trataba solo de idioma, religión y, quizás, tradiciones culturales. Pero al vivir en ese país, descubrí que la historia, la geografía y hasta la política conforman la experiencia somalí. Me hizo apreciar la fuerza y adaptabilidad de los somalíes, tanto en Somalia como las comunidades que salieron del país.
MM: Luego de cuatro años en Mogadiscio, te mudaste a Nairobi. ¿Cuál fue el motivo?
MO: By 2020, I was ready for a different kind of challenge. Nairobi offered a different pace of life, and the opportunity to work on a regional level — the city is a hub for international organisations, and I transitioned into my current work with the United Nations(UN). On a personal level, Nairobi also provided a different kind of balance. Life here is less intense compared with Mogadishu. The community of Somalis in Nairobi thrives, and the city itself is vibrant and cosmopolitan. It's a wonderful place to continue my journey.
MO: En 2020 estaba lista para otro tipo de cambio. Nairobi ofrecía otro ritmo de vida y la oportunidad de trabajar en un nivel regional (la ciudad es sede de organizaciones internacionales y pasé a mi trabajo actual en Naciones Unidas). A nivel personal, Nairobi también daba otro tipo de equilibrio. La vida aquí es menos intensa que la de Mogadiscio. La comunidad de somalíes en Nairobi prospera y la ciudad en sí es vibrante y cosmopolita. Es un maravilloso lugar para continuar mi viaje.
MM: ¿Cómo compararías la vida en Nairobi con la de Reino Unido?
MO: It's completely different; in the UK, everything happens super fast and is structured, yet stressful. Nairobi, like most of East Africa, is more relaxed. People here live in the moment, and there's a sense of opportunity you don't always find in the UK. For example, I've been able to invest in different sectors-things that felt out of reach in the UK. In Kenya and Somalia, the barriers to entry for business and investment are lower, and the opportunities are immense.
MO: Es completamente diferente: en Reino Unido, todo pasa sumamente rápido y es estructurada, muy estresante, pero en Nairobi, como en muchos otros lugares de África oriental, es más relajada. Las personas viven el momento y hay una sensación de oportunidad que no siempre se encuentra en Reino Unido. Por ejemplo, he podido invertir en diferentes sectores, algo que me parecía inalcanzable en Reino Unido. En Kenia y Somalia, las barreras para ingresar a los negocios y las inversiones son bajas y las oportunidades son inmensas.
MM: Mencionaste invertir en bienes raíces y petróleo. ¿Qué motivó esas iniciativas?
MO: I have always liked the idea of exploring other opportunities away from my core career. East Africa has a vibrant business environment, and I wanted to take advantage of that. Real estate, in particular, has been a fascinating venture. Nairobi's property market is growing very fast, and it feels good to invest in something that's both financially rewarding and connected to the region I call home.
MO: Siempre me gustó la idea de explorar otras oportunidades fuera de mi carrera. África oriental tiene un entorno empresarial dinámico y quería aprovecharlo. Los inmuebles, en particular, han sido una iniciativa fascinante. El mercado inmobiliario de Nairobi está creciendo muy rápido y me gusta invertir en algo que es rentable desde el punto de vista financiero y que está relacionado con la región que considero mi hogar.
MM: ¿Qué piensas sobre los somalíes en Kenia?
MO: The Somali diaspora in Kenya is remarkable. They've carved out a significant space in the economy, from real estate to trade and even politics. There's a strong sense of community here, but it's also modern and forward-thinking. It's really motivating how Somalis in Kenya have managed to stay rooted in their culture while thriving in a competitive environment.
MO: Los somalíes en Kenia son excepcionales. Han forjado un lugar significativo en la economía, que va desde inmuebles hasta comercio y política. Aquí existe un gran sentido de pertenencia, pero también un pensamiento moderno y progresista. Es realmente motivante cómo los somalíes en Kenia han logrado mantenerse arraigados a su cultura mientras prosperan en un entorno competitivo.
MM: Reflexionando sobre tu trayectoria hasta ahora, ¿cuál fue la mayor lección que has aprendido?
MO: The biggest lesson has been about adaptability. It taught me whether I was finding my way around life in Mogadishu or adapting to Nairobi, resilience is at home with openness. I did indeed learn about the importance of representation and giving back to one's community. My experiences made it much more clear that being Somali should be about heritage but being part of the future we are creating for our people, no matter where you will eventually land in the world.
MO: La mayor lección que aprendí fue la adaptabilidad. Me demostró que sin importar si había encontrado mi lugar en Mogadiscio o si me estaba adaptando a Nairobi, ser receptivo va de la mano con ser resiliente. En efecto, aprendí sobre la importancia de la representación y de retribuir a la comunidad. Mis experiencias me demostraron aún más que ser somalí no solo se relaciona con el legado cultural, sino también con formar parte del mundo que estamos creando para nuestra gente, independientemente del lugar donde acabes viviendo.
MM: Mirando hacia el futuro, ¿cuáles son tus planes?
MO: Right now, I'm focused on my work with the UN, particularly in governance and resilience. I also want to continue exploring ways to invest in East Africa and give back to the Somali community. There's so much potential here, and I'm excited to see where this journey takes me next.
MO: Por ahora me dedico a mi trabajo con Naciones Unidas, particularmente en gobernanza y resiliencia. También, quiero continuar explorando las maneras de invertir en África oriental y retribuirlo a la comunidad somalí. Aquí hay mucho potencial y estoy emocionada por ver adónde me lleva este viaje.







