Sala de exposición de BYD en un centro comercial de Taskent, Uzbekistán. Asia central se consolida como uno de los principales destinos de vehículos eléctricos chinos importados. Imagen de Zhaoyin Feng, becaria de Justicia Climática de Global Voices. Usada con autorización.

Este artículo se presentó en el marco de la convocatoria Justicia Climática de Global Voices, que reúne a periodistas de países de habla china y de la mayoría global para investigar los efectos de los proyectos de desarrollo chinos en el extranjero. Más historias aquí.

China es el socio principal de Tayikistán en su transición hacia un transporte sostenible y ya figura como su mayor proveedor de vehículos eléctricos. Su colaboración en la producción local podría fortalecer la industria automotriz del país y contribuir a mejorar la calidad del aire en las zonas más contaminadas.

Entre los cinco países de Asia central, Tayikistán es el que adoptó las medidas más contundentes para acelerar su transición a los vehículos eléctricos. En la capital Dusambé, el Gobierno ordenó que todas las empresas de taxi operaran con autos eléctricos y fijó como meta que para 2030 entre el 20 y el 30% de los vehículos del país sean eléctricos. Las medidas incluyen incentivos fiscales y aduaneros para estos autos hasta 2032.

Las autoridades confían en aprovechar este impulso y convertir al país en un referente de la transición ecológica a nivel mundial. El presidente de Tayikistán, Emomali Rahmon, afirmó durante la Conferencia Internacional sobre Agua para el Desarrollo Sostenible, en junio de 2024:

Еще одной нашей целью является превращение Таджикистана в “зелёную страну” к 2037 году.

Otro de nuestros objetivos es convertir a Tayikistán en un país sostenible para 2037.

Esta urgencia responde a los problemas de contaminación del aire que enfrenta Tayikistán, donde se acusa a los autos a combustión como una de las principales causas.

La apuesta de Tayikistán por la movilidad eléctrica coincide con el ascenso de China como líder mundial en la fabricación y exportación de estos vehículos, así como con la creciente cooperación entre ambos países. Sin embargo, esta asociación podría profundizar la dependencia tayika del país asiático. Algunos analistas expresan su preocupación, ya que China ha aprovechado su peso económico para influir en la autonomía política de este país en más de una ocasión.

Contaminación del aire y transición a movilidad eléctrica

Vistas de la ciudad de Dusambé, capital de Tayikistán, cubiertas de esmog. Captura de pantalla de YouTube.

Desde hace varios años, Tayikistán se mantiene entre los países con peor calidad del aire a nivel mundial. En 2023 ocupó el cuarto lugar en la lista de países más contaminados elaborada por IQAir, y en 2024 pasó al sexto puesto. El problema también es grave en Dusambé: entre 1998 y 2021, la concentración anual de PM2,5 aumentó de 17,8 μg/m³ a 32,7 μg/m³.

El impacto más directo de la contaminación del aire recae sobre la población, cuya salud se deteriora con el tiempo. En Tayikistán, la tasa de mortalidad atribuida a la contaminación atmosférica es de 78 muertes por cada 100,000 habitantes al año, la segunda más alta de Asia central después de Uzbekistán. Esto equivale a más de 4800 muertes prematuras anuales. Según la Agencia de Estadísticas, cerca del 28% de todas las enfermedades registradas en el país están relacionadas con el sistema respiratorio, lo que evidencia la magnitud del problema.

Para mejorar la situación, Tayikistán busca reducir la contaminación en sus carreteras y promover el uso de vehículos eléctricos, especialmente en Dusambé, donde según las autoridades, la contaminación vehicular es más intensa. En junio de 2024, la alcaldía emitió un decreto que ordenaba a las 12 empresas de taxi de la ciudad reemplazar sus 4350 autos por eléctricos antes del 1 de septiembre de 2025. Además, prevé incorporar autobuses eléctricos para 2028.

Calle transitada en Dusambé. Captura de pantalla de YouTube.

Estas medidas se aplicaron en el marco del Programa de Desarrollo del Transporte Eléctrico 2023-2028, que estableció un conjunto de metas de gran alcance: fabricar localmente vehículos eléctricos y sus componentes, construir infraestructura para suministro y mantenimiento de energía, desarrollar tecnología para el reciclaje de baterías y ofrecer beneficios a los conductores de estos vehículos. En 2022, las autoridades también eximieron a los vehículos eléctricos de todos los impuestos y aranceles de importación por 10 años.

Estas medidas contribuyeron al aumento del uso de autos eléctricos. En 2022, el Ministerio de Transporte informó que, de unos 445,000 vehículos particulares, solo 120 eran eléctricos, es decir, el 0,03%. Tres años después, en 2025, el número de unidades de este tipo, en su mayoría autos particulares, llegó a 34,354, lo que representa alrededor del 5% del total de vehículos en el país.

Un socio que lo abarca todo

Como ocurre a menudo en Tayikistán, al buscar apoyo externo para enfrentar dificultades internas, el país recurrió a China, cuyo papel en la economía nacional es fundamental. Al mismo tiempo, es su mayor inversionista y principal prestamista, además de su segundo socio comercial después de Rusia. Entre 2007 y 2023, las inversiones chinas sumaron 3845 millones de dólares, según el Comité Estatal de Inversiones y Administración de Bienes Públicos de Tayikistán. La cooperación bilateral abarca una amplia gama de sectores, incluidos energía, transporte, minería, agricultura y construcción.

El mercado de vehículos eléctricos de Tayikistán está dominado por China, cuyos envíos representaron cerca del 83% de estas importaciones durante el primer semestre de 2024, mientras que las procedentes de Japón y Alemania disminuyeron un 75% y un 90%, respectivamente. La cadena estatal china CGTN informó que los vehículos eléctricos de China constituyen más del 90% de las importaciones totales. Se estima que las sanciones impuestas a Rusia y los aranceles de Estados Unidos sobre los productos chinos podrían incrementar aún más esta proporción.

En 2024, la municipalidad de Dusambé puso en marcha una flota de microbuses eléctricos y prevé ampliar su número en el futuro. El canal CGTN destacó el proyecto por ofrecer a los conductores vehículos modernos y eficientes, menos contaminantes y que puedan reducir la dependencia del país de los combustibles importados.

Tal es la presencia de China en el sector que, al hablar de vehículos eléctricos en Tayikistán, resulta más fácil identificar las pocas iniciativas no chinas que enumerar la gran cantidad de proyectos impulsados por ese país. El único ejemplo destacado es una fábrica turco-tayika de autobuses, que en mayo de 2025 produjo sus primeros 30 vehículos eléctricos.

Temur Umarov y Roman Vakulchuk, expertos en las relaciones entre China y Asia central, señalan que las empresas chinas optaron por expandirse en el mercado tayiko mediante la diplomacia y los grupos de presión, en lugar de competir a través de mecanismos comerciales habituales. En su artículo sobre la expansión china en el mercado automotor de Asia central, señalan que en 2023 ambas partes acordaron crear una fábrica para producir localmente 1500 vehículos eléctricos, y que las importaciones procedentes de China aumentaron de forma notable después de ese acuerdo.

“Ruta de la Seda Verde” o una dependencia cada vez mayor

Los medios estatales chinos suelen presentar el fomento de los vehículos eléctricos en Asia central como parte de una iniciativa más amplia orientada a consolidar una “Ruta de la Seda Verde”. Es decir, sitúan la expansión de los vehículos eléctricos junto al desarrollo de infraestructura de energía que China promueve en la región, como otra de las iniciativas ambientales que impulsa en ese territorio.

Las marcas chinas de vehículos eléctricos están cada vez mejor valoradas por los especialistas locales del sector por su calidad, además de ser accesibles y confiables. En este sentido, los medios estatales chinos difunden historias de empresarios locales que se han beneficiado del comercio de estos vehículos y expresan orgullo al ver cómo las marcas del país ganan presencia en el mercado internacional, como muestra este fragmento de una entrevista emitida por la cadena CCTV.

过去十年，我国新能源汽车年产销量从万辆级跨越到千万辆级，产品出口到70多个国家和地区，占世界比重超六成，成为中国制造的一张‘亮丽名片。

En la última década, la producción y las ventas anuales de vehículos eléctricos y de energía limpia en mi país pasaron de unos pocos miles a varios millones. Nuestros productos se exportan a más de 70 países y regiones, y representan más del 60% del total mundial, y se han convertido en una destacada carta de presentación del sello “Hecho en China”.

Estacionamiento con los nuevos taxis eléctricos de Dusambé (verdes y blancos), adquiridos en China. Captura de pantalla de un video de CGTN, medio estatal chino, en YouTube.

Cada vez más taxistas de Dusambé suman vehículos eléctricos chinos a sus flotas, y las empresas informan buenos resultados. Por ejemplo, en una entrevista con la agencia estatal Xinhua, un representante del servicio de taxis 3333 de Tayikistán señaló: “Los conductores locales los reciben con entusiasmo por su calidad superior”. Ruslan Sarbozzoda (Русланом Сарбоззода), director del proyecto de taxis ECO-City en Yak Taxi, declaró a Asia Plus:

Более половины привезенных автомобилей уже приобрели счастливые водители “ЯК Такси”, которые экономят деньги на бензине и получают восторженные комментарии от пассажиров о комфорте и бесшумном передвижении.

Más de la mitad de los vehículos importados ya fueron adquiridos por conductores de Yak Taxi, que están satisfechos con el ahorro en combustible y reciben comentarios muy positivos de los pasajeros sobre la comodidad y el poco ruido que hacen.

Los vehículos eléctricos se incluyen entre las iniciativas que China promueve para combatir el cambio climático y atender los problemas ambientales.

Con el tiempo, Tayikistán también incorporará tecnologías chinas vinculadas a mantenimiento, carga y reciclaje de estos vehículos. En este contexto, los expertos advierten que una dependencia tan concentrada en un solo actor no es saludable para el país. Umarov y Vakulchuk señalan que el dominio de China podría llegar “al punto de controlar primero la infraestructura urbana y, después el sistema de transporte de todo el país, sin dejar espacio para competidores”.

Si bien la transición hacia los vehículos eléctricos ha resultado conveniente y eficiente para Tayikistán, su creciente dependencia de China también genera preocupación en términos de autonomía política. Ya antes, Pekín aprovechó las dificultades del país para saldar su deuda y obtuvo a cambio derechos mineros lucrativos, e incluso la cesión de 1100 kilómetros cuadrados de territorio. Si China llega a dominar el mercado tayiko de vehículos eléctricos, tendrá una nueva herramienta de influencia política, y nadie puede asegurar que no la utilice como medio de presión.