
Vehículos de BYD en exhibición en la sede central de la compañía en Shenzhen, China. Foto de iMoD Official vía Wikimedia Commons (CC BY 3.0),
Este artículo fue presentado como parte de la Beca de Justicia Climática de Global Voices, que vincula a periodistas de países sinófonos y de la mayoría global para investigar los efectos de los proyectos de desarrollo chino en el extranjero. Aquí encontrarás más artículos.
Los vehículos eléctricos chinos han ganado fuerte presencia en el Sudeste Asiático en los últimos años. Si te subes a un auto eléctrico nuevo en la región, es muy probable que sea un BYD, Xpeng, Chery, Wuling u otra marca china.
En Tailandia, el mayor mercado de la región, el 85% de las ventas de unidades eléctricas en 2024 correspondió a modelos chinos. En Malasia, BYD fue la marca más vendida del año, y en Indonesia, los modelos provenientes de China representaron dos tercios del total de las operaciones.
El Sudeste Asiático se está consolidando como un polo de consumo de vehículos eléctricos, impulsado por el crecimiento de la clase media, el interés en la tecnología y una mayor conciencia ambiental. En 2024, las ventas en Vietnam e Indonesia aumentaron casi el doble y el triple, respectivamente, respecto del año anterior. Su participación en el mercado ya se asemeja a la de economías de altos ingresos como España o Canadá.
“La aceptación pública de los vehículos eléctricos está aumentando de forma constante (en Indonesia)”, señaló Muhammad Nur Yuniarto, director ejecutivo del Centro de Sistemas de Control Automotor del Instituto de Tecnología Sepuluh Nopember, en Surabaya. “Al principio había dudas sobre la durabilidad y confiabilidad de las baterías, pero se disiparon cuando los autos eléctricos demostraron ser seguros y confiables para el uso diario”, dijo a BenarNews, medio regional del sur de Asia y del Sudeste Asiático.
En general, los vehículos eléctricos chinos tienen buena reputación en la región y se asocian con innovación tecnológica. Un visitante de una feria automotriz en Indonesia comentó a CNN Indonesia:
Bagusan mobil-mobil produk China (material). Selain itu, produk China high technology
Los autos chinos tienen mejores materiales, y además incorporan tecnología de punta.
Según analistas, las políticas locales favorables y los precios accesibles han sido clave para el auge de los vehículos eléctricos chinos en los países de ingresos medios y bajos. En 2023, representaron el 75% del crecimiento total de ventas en las economías emergentes fuera de China.
Cuando la demanda del Sudeste Asiático se cruza con la sobreproducción china
El impresionante crecimiento de los vehículos eléctricos chinos en el Sudeste Asiático se debe a una combinación de factores de impulso y atracción.
Muchos Gobiernos de la región han adoptado metas ambiciosas para aumentar la cuota de mercado de los vehículos eléctricos y han implementado políticas para facilitar su adopción. En Malasia, por ejemplo, los propietarios están exonerados de pagar impuestos viales hasta fin de año, y el Estado da subsidios para estaciones de carga e incentivos a los fabricantes.
En Indonesia, algunos fabricantes chinos se beneficiaron con exoneraciones impositivas a la importación, diseñadas para atraer a empresas extranjeras a establecer plantas de ensamblaje locales. Como resultado, las ventas de autos eléctricos chinos crecieron 18 veces en 2024 en comparación con 2023.

Atasco de tráfico en Bangkok durante la hora pico. Foto de Christopher J. Fynn vía Wikimedia Commons (CC BY-SA 4.0),
En megaciudades congestionadas y contaminadas como Yakarta, Bangkok o Manila, los Gobiernos aplican restricciones al tráfico de autos a combustión, limitan su circulación según el número de matrícula para reducir emisiones. Los vehículos eléctricos, sin embargo, no están sujetos a estas limitaciones, lo que incrementa su atractivo.
Por otro lado, en China, tras años de inversión y expansión de la cadena de suministro, los fabricantes enfrentan saturación del mercado interno y sobreproducción, lo que los impulsa a buscar nuevos destinos. Con una oferta que supera la demanda local, las empresas chinas compiten en una guerra de precios dentro del país y necesitan expandirse al exterior para mantener su crecimiento.
Aunque Europa ha sido el principal destino de las exportaciones de autos eléctricos chinos, los altos aranceles de la Unión Europea y la reticencia de los consumidores europeos han frenado esa expansión. La cuota de exportaciones chinas hacia Europa cayó del 70% en 2021 a alrededor del 40% en 2024. En cambio, las automotrices chinas están ganando terreno en Latinoamérica y el Sudeste Asiático, donde hay menos trabas regulatorias y la demanda está en auge.
Los analistas coinciden en que el Sudeste Asiático representa un mercado con alta rentabilidad para las compañías chinas, gracias a su posición geopolítica neutral, su abundancia de recursos naturales y su estrecha relación comercial con China.
Además, la competencia feroz entre marcas chinas y los avances tecnológicos han reducido significativamente el costo de las baterías, por lo que los autos eléctricos son más accesibles para los consumidores de países menos desarrollados. En 2024, los modelos chinos fueron los más asequibles del mercado emergente. En Tailandia, por ejemplo, el precio promedio de un auto eléctrico chino fue menor al de un vehículo a combustión interna: los modelos más baratos comenzaron en 250,000 bahts (unos 7668 dólares) y los más caros alcanzaron 1,2 millones (35,000 dólares), mientras que el promedio de los autos convencionales ronda los 815,000 bahts (23,600 dólares).
De la exportación a la producción local
Las empresas automotrices chinas no se limitan a exportar vehículos al Sudeste Asiático, también están invirtiendo en plantas de producción y ensamblaje locales, lo que les permitirá evitar futuros aranceles y fortalecer su competitividad y reconocimiento de marca en los mercados regionales. En la actualidad, las fábricas en el extranjero representan solo el 5% de las ventas de autos eléctricos en los mercados emergentes, pero esa proporción crece rápidamente.

Planta de fabricación de BYD Auto (Tailandia) Co., Ltd., en Rayong, Tailandia. iMoD Official vía Wikimedia Commons (CC BY 3.0),
Un caso emblemático es BYD, que ya tiene plantas en Tailandia, Uzbekistán, Brasil y Hungría, y en 2024 superó a Tesla como la marca de vehículos eléctricos más vendida del mundo. La compañía está invirtiendo mil millones de dólares en una planta en Indonesia, en la provincia de Java Occidental.
«El desarrollo de nuestra producción local avanza sin contratiempos y según lo planeado. Mantenemos nuestro compromiso de completar la construcción para fines de 2025”, dijo Eagle Zhao, gerente general de BYD Indonesia. Paralelamente, la empresa construye una nueva fábrica en Sihanoukville, Camboya, para ampliar su capacidad regional.
El ministro coordinador de Asuntos Económicos de Indonesia, Airlangga Hartarto, aseguró que la inversión de BYD “marca el inicio de la era de los vehículos eléctricos” en el país.
La nueva planta, con capacidad para producir 150,000 unidades anuales, más de tres veces las ventas totales de autos eléctricos en Indonesia en 2024, refuerza el compromiso de la compañía con ese mercado. Además, BYD obtuvo una exoneración temporal de aranceles de importación, lo que impulsará aún más sus ventas.
Con 283 millones de habitantes y una clase media en expansión, Indonesia es el mayor mercado automotor del Sudeste Asiático y es considerado «el campo de batalla estratégico» para las empresas chinas que buscan crecer fuera de su país. Competidores como Wuling, Chery, FAW, Neta, Great Wall y GAC Aion también están invirtiendo en el archipiélago.

Auto del fabricante chino Xpeng exhibido en una sala de exposición en Bangkok, Tailandia. Foto de Chanokchon, vía Wikimedia Commons (CC BY-SA 4.0).
No obstante, persisten preocupaciones de que la actual guerra de precios en China acabe afectando negativamente a fabricantes y consumidores, tanto a nivel nacional como internacional.
La volatilidad del mercado y los márgenes reducidos en extremo hacen que muchas empresas chinas de vehículos eléctricos estén luchando por mantenerse a flote frente a precios bajos de manera artificial. Algunas han tenido que cerrar, y dejado a sus clientes en una situación incierta. Otras están expandiéndose al exterior demasiado rápido, antes de contar con la capacidad suficiente en sus cadenas de suministro para brindar servicio y producción. Expertos del sector advierten que esto podría dañar la reputación de las marcas chinas de vehículos eléctricos a largo plazo. Li Yunfei, gerente general de marca y relaciones públicas de BYD, declaró durante un foro industrial celebrado el 6 de junio:
如果企业在本土市场发展不顺,强行拓展海外市场可能并非明智之举,甚至可能对中国品牌的整体形象造成潜在损害。
Si una empresa no logra desarrollarse bien en su mercado local, forzar su expansión al extranjero puede no ser una decisión acertada e incluso podría perjudicar la imagen general de las marcas chinas.
El Gobierno chino ha intervenido para intentar frenar la guerra de precios. El 31 de mayo, la Asociación China de Fabricantes de Automóviles (中汽协) publicó una declaración oficial titulada «Iniciativa para mantener un orden de competencia justa y promover un buen desarrollo de la industria» (关于维护公平竞争秩序 促进行业健康发展的倡议), en la que insta a las empresas a “cumplir estrictamente con los principios de competencia justa” (严格遵从公平竞争原则), y a no monopolizar el mercado ni socavar a sus competidores.
Un funcionario de la Asociación dijo a la agencia estatal Xinhua:
可以说,“价格战”没有赢家,更没有未来。
Podría decirse que en la ‘guerra de precios’ no hay ganadores ni futuro.
Competencia local emergente
Aunque los vehículos eléctricos chinos siguen ganando terreno en el Sudeste Asiático, enfrentan dificultades de parte de gigantes automotrices internacionales como Toyota y Hyundai, y también de marcas locales emergentes.
El fabricante vietnamita VinFast está ganando impulso en el mercado interno y en el internacional, con un aumento de exportaciones hacia Indonesia, Malasia y Estados Unidos. Actualmente, la compañía planea duplicar su producción en Vietnam y está construyendo fábricas en India.
VinFast también tiene un casi monopolio sobre las estaciones de carga en Vietnam, lo que convierte al país en un mercado difícil de penetrar para las automotrices chinas. Los vehículos de algunas marcas chinas solo pueden cargarse en pocas estaciones de terceros.
«Además, el prolongado sentir contra China en Vietnam podría representar un obstáculo importante para BYD, lo que afectaría la percepción y aceptación de los consumidores”, señaló Abhik Mukherjee, analista automotor de Counterpoint Research, al medio Rest of World.
Excepto en Vietnam, las empresas chinas de vehículos eléctricos actualmente mantienen una posición dominante en el Sudeste Asiático. Con sus modelos asequibles, grandes inversiones y el apoyo político de los Gobiernos locales, están en camino de consolidar su presencia en este mercado clave para la movilidad eléctrica.






