Los ciudadanos de Asunción, la capital paraguaya, por lo general no piensan en el parto como causa de muerte frecuente entre las mujeres paraguayas. Las noticias respecto a estos dilemas que suceden en el interior del país raramente llegan a los principales medios de comunicación. Como resultado, la mayoría de los paraguayos no es consciente de los altos índices de muerte por partos y abortos en su propio país. Es por eso que encontrarse con el post del fotoblog de Rodrigo Alfaro sobre la muerte por parto en Paraguay resulta horroroso y espeluznante – incluso para los propios paraguayos.

Al mismo tiempo, sus fotos transmiten la realidad de muchas mujeres paraguayas mucho mejor de lo que las palabras podrían hacerlo, induciendo a quienes las ven a compartir estas imágenes con el mundo.

Quedan advertidos que las siguientes imágenes pueden ser perturbadoras.

Las cifras oficiales de CLADEM (Comité de Latino América y el Caribe para la Defensa de los Derechos de la Mujer reclaman que Paraguay está en la cima de los índices de embarazo adolescente en América Latina, con 26 adolescentes embarazadas por cada 1.000. Y el índice de muerte también es alto: el 25% de las mujeres embarazadas que mueren son adolescentes menores de 19 años. Pero como el fotógrafo y blogger Rodrigo Alfaro escribe en su post, el número real podría ser mucho más alto, especialmente en el campo:

Ésa es la situación en el Chaco Paraguayo, donde los médicos afirman que menos del 40% de los fallecidos son contabilizados para las estadísticas oficiales, que en poco se relacionan con la realidad en la cual se encuentran los pobladores -en su mayoría indígenas-, aislados del hospital por caminos de talco difíciles de transitar para ellos, y desconocidos para las camionetas todoterreno del director regional.

El Chaco Paraguayo es la región oeste de Paraguay (Asunción está en la región este), un área semi-árida con baja densidad de población, de la cual los indígenas representan una parte importante. Alfaro escribe sobre su conversación con un líder indígena que explica cuán inaccesible es la asistencia sanitaria para ellos:

Las palabras de Rosalino González, líder de una comunidad indígena en Laguna Negra, acaban por describir una situación de abandono repetida a lo largo del continente(…):“De mi comunidad no podemos llegar al hospital más que en tractores o en mi moto, lo cual hace lento o peligroso venir con embarazadas o heridos, y del hospital no vienen nunca… salvo en elecciones, ahí vienen con sus promesas…»

"Ella cruzó el Chaco Boreal a pie con su hijo, esa mañana el doctor no estaba allí. En áreas rurales, se les paga salarios a doctores que no existen."

Alfaro bloguea sobre las deficiencias más importantes en la asistencia sanitaria que descubrió en Paraguay, incluso en un hospital en Asunción en donde se supone que la situación es mucho mejor. El blogger paraguayo Mike Silvero confirma la opinión de Alfaro en su blog Sin Cinto ni Corbata.

El libre acceso a la asistencia sanitaria para los paraguayos fue establecido en diciembre de 2009, pero no resolvió los problemas reales: falta de instalaciones para las personas que viven lejos de las ciudades, falta de doctores o explotación de los que están disponibles, falta de infraestructura y equipamiento médico, y condiciones inhumanas a las que están expuestas las mujeres una vez que llegan a los pocos hospitales disponibles. Todos esto, combinado con el alto índice de embarazos adolescentes y abortos candestinos, resultan en una espantosa realidad capturada en las fotos de Alfaro.

"Un niño moribundo fue atendido y enviado a casa con su madre. La incapacidad de (realizar) estudios en los hospitales lo deja sin diagnóstico, ahora él debe cuidarse a sí mismo para poder sobrevivir"

Si bien el Ministerio de Salud y el Ministerio de Educación tienen programas que promocionan la educación de la salud reproductiva y sexual, el gobierno aún tiene que cubrir un área básica en términos de proveer salud y educación adecuada para las mujeres. Actualmente, todavía hay miles de mujeres que no tienen acceso a la educación, y muchas no pueden llegar a los hospitales porque viven muy lejos de ellos.

"La mala calidad de los suministros médicos es inadmisible: en este caso, la aguja se rompe durante la anestesia peridural en la médula de esta mujer."