Etiopía: ¿Son los contratos de «apropiación de tierras» una vía hacia la seguridad alimentaria?

Este artículo fue encargado como parte de una serie sobre la Inseguridad Alimentaria [en] de Pulitzer Center/Global Voices Online. Estos reportes se basan en información multimedia, presentada en el Portal Pulitzer a la Inseguridad Alimentaria [en] y en bloggers discutiendo los problemas en todo el mundo. Compartan sus propias historias sobre la inseguridad alimentaria aquí [en].

La presión de las corporaciones multinacionales y de los gobiernos extranjeros en años recientes para obtener tierra fértil en países africanos, como Etiopía, Madagascar [en] y Tanzania, ha estimulado el debate sobre si la medida llevará al desarrollo o es simplemente una «apropiación de tierras» que constituye una amenaza mayor a la seguridad alimentaria del continente.

Worku Mengiste, a farmer in Ethiopia's Ghibe valley. Image by Flickr user ILRI (CC BY-NC-SA 2.0).

Worku Mengiste, un agricultor del valle Ghibe de Etiopía. Imagen del usuario de Flickr ILRI (CC BY-NC-SA 2.0).

La fiebre de la tierra

Ha habido un creciente interés de los inversionistas extranjeros para comprar o arrendar grandes extensiones de tierra cultivable en el África subsahariana, ya sea para producir alimentos para sus propios países o para la exportación con fines de lucro. La fiebre de la tierra se ha disparado [en], dice un artículo en Mail & Guardian de Sudáfrica, por la escasez de alimentos en todo el mundo y los problemas de seguridad alimentaria que siguió a las subidas de los precios del petróleo en 2008, la escasez de agua y la insistencia de la Unión Europea que el 10 por ciento de todos los combustibles para el transporte provengan de biocombustibles basados en plantas a partir de 2015. Otros dicen que el crecimiento de la población [en] es también un factor.

Los inversionistas dicen que estas adquisiciones impulsan el desarrollo, pero los opositores llaman al movimiento una «apropiación de tierras» que amenaza la propia seguridad alimentaria y subsistencia de África. Stacy Feldman, escribiendo para SolveClimate Noticias, se extiende sobre la situación [en]:

Los investigadores revelaron que las empresas extranjeras están comprando o arrendando vastos pedazos de tierra en África y en otros lugares para su propio uso. De hecho, hasta 50 millones de hectáreas han sido vendidas o pronto lo serán. Eso es equivalente a alrededor del 25 por ciento de todas las tierras de cultivo en Europa. Gran parte de esa tierra está siendo adquirida por países emergentes para aumentar las cosechas para su creciente población. Estos países -China, India, Corea del Sur y países del Golfo ricos en petróleo- tienen limitaciones de tierra y agua en casa. Fueron arrasados por la crisis alimentaria mundial [de 2008] y se dirigen a África como a una manta de seguridad alimentaria.

En Etiopía, la tierra está siendo comprado o arrendada a una escala inmensa. El país ha aprobado 815 proyectos agrícolas financiados por extranjeros desde 2007 y la tierra está siendo alquilada en aproximadamente 2,5 acres a $1 por año, según el Mail & Guardian. El país hizo entrega de 600.000 hectáreas [en] (1,48 millones de acres) a entidades extranjeras entre 2004 y principios de 2009, según un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).

Mientras tanto, Etiopía sigue siendo uno de los países más hambrientos en el mundo. A principios de este año, el gobierno de Etiopía dijo que unas 2,8 millones de personas [en] necesitan ayuda alimentaria de emergencia. Cuarenta y uno por ciento de la población está desnutrida [en]. Esta paradoja ha enfurecido a algunos etíopes [en], incluidas las mujeres detrás del blog Mitmita, que comparan al Primer Ministro de Etiopía, Meles Zenawi, con una cabra:

Miren al Primer Ministro tratando de convencer a todos de que él no es un terrateniente comunista -¡es un regalador de tierra! ¿Es extranjero? ¿Tiene dinero? Bueno, ¡la Melesocracia tiene un plan de estímulo para usted! Las chicas de Mitmita estamos bastante familiarizadas con las ofertas de financiación de algunos proyectos; por lo que entendemos, en estas operaciones complejas, los gobiernos del Tercer Mundo en colaboración con financieros del Primer Mundo de orquestan el equivalente a las baratijas en los contratos de Manhattan, donde, como los nativos americanos, los etíopes comunes somos excluidos de heredar nuestra tierra, porque un hombre con un extraño parecido a una cabra la ha vendido a los chinos.

Tabor herb farm, Awassa, Ethiopia. Image by Flickr user Yigal Chamish (CC BY-NC-SA 2.0).

Granja de hierbas, Awassa, Etiopía. Imagen del usuario de Flickr Yigal Chamish (CC BY-NC-SA 2.0).

¿Estímulo tecnológico?

Pero los defensores de estos acuerdos de tierras, incluyendo el gobierno etíope, dicen que atraerán capital, tecnología, conocimiento agrícola, infraestructura y un montón de puestos de trabajo a las zonas rurales empobrecidas, donde los agricultores existentes utilizan herramientas de baja tecnología. Un funcionario del gobierno, informó Fred de Sam Lazaro en un artículo para PBS Newshour que fue apoyado por el Centro Pulitzer sobre Información de la Crisis de Información, dice que Etiopía tiene abundante tierra y apenas un cinco por ciento de ella [en] está siendo cultivada por los agricultores del país.

Berhanu Kebede, Embajador de Etiopía en el Reino Unido, dijo el pasado abril en The Guardian que el país debe adelantar de manera significativa la agricultura mecanizada [en] para alcanzar los objetivos de progreso dados a conocer en el plan de desarrollo más reciente [en] de Etiopía, el cual apunta a un crecimiento económico promedio del 14,9 por ciento en un período de cinco años. Una duplicación de la producción agrícola, dice el plan, impulsará ese crecimiento, por lo que el gobierno ha apartado 3 millones de hectáreas (7,4 millones de acres) de tierra para ser arrendadas. El gobierno dice que el país podría no necesitar la ayuda alimentaria dentro de cinco años.

El blog Govindan Online, escrito por un ex diplomático indio, llama a estas inversiones en la tierra un hecho positivo [en]:

Llevar el cultivo a grandes áreas de tierra y la construcción de infraestructura va a generar empleo a gran escala, incluso si estos sectores son totalmente mecanizados. Dado que la utilización de la tierra en estos continentes es muy bajo, en comparación con otros continentes, no va a haber ningún problema ecológico. También es preciso recordar que algunos países europeos, incluyendo Rusia, han vendido o arrendado la tierra a extranjeros con el fin de incrementar la producción local de cereales para alimentos.

Expresiones contra la «apropiación de tierras»

Muchos agricultores, defensores de los derechos de la tierra, diversos informes [en] y organizaciones no gubernamentales no están de acuerdo. Ellos llaman a la situación una «apropiación de tierras» que puede conducir a la destrucción del ambiente, el desplazamiento de los pequeños propietarios locales, la explotación de mano de obra y recursos, la pérdida de medios de subsistencia y la inseguridad alimentaria. Algunos dicen que es una nueva forma de colonialismo [en].

Muchos bloggers se han pronunciado en contra de la apropiación de tierras. Devinder Sharma, un analista indio de políticas alimentarias y de comercio, quien escribe en Ground Reality [La Realidad de la Tierra], llama a estos inversionistas extranjeros «piratas de alimentos» [en]. Woldegb, al comentar el artículo de Kebede en The Guardian, dice que es muy poco realista creer [en] que los inversores extranjeros pueden mejorar la seguridad alimentaria y Nyikaw Ochalla, quien publica en Anyuak Media, refuta muchas de las alegaciones de Kebede [en].

El blog The Africanist [El Africanista] dice que los acuerdos pueden llevar a la violencia [en] y cuestiona la lógica de proporcionar ayuda alimentaria a los países que son exportadores de alimentos. Nabeeha Kazi Hutchins, quien bloguea en The Hunger and Undernutrition Blog [El Blog de la Hambruna y la Malnutrición], señala que poco ha sido reglamentado para proteger la tierra y los intereses de las comunidades locales [en] y Albritton Ellen, quien escribe en CMH 365: Public Health and Social Justice [CMH 365; Salud Pública y Justicia Social], cuestiona la ética [en] de beneficiarse del cultivo de alimentos en Etiopía, mientras que los etíopes mueren de hambre.

RAH, al comentar en un post en el blog Brown Condor, dice que hay cuatro preguntas que primero deben ser contestadas:

Número uno: ¿Esto afectará negativamente a los agricultores etíopes de una manera significativa?
Número dos: ¿Estos países/empresas extranjeras abusarán y/o dañarán la tierra de alguna forma?
Número tres: ¿Esto reducirá drásticamente el suministro de agua a los países aguas abajo que dependen del Nilo?
Número cuatro: ¿Todo este NUEVO INGRESO realmente beneficiará al pueblo de Etiopía o mayormente al gobierno?

La FAO afirma que todavía se entiende muy poco [en] del impacto de estos acuerdos internacionales de la tierra. En respuesta, la Organización está elaborando un código de conducta de porciones equitativas para todas las partes en estos acuerdos. Tal vez este código ayudará a compensar lo que el blog Yene Ethiopia cree que es la miopía del gobierno en la aprobación de estos acuerdos de la tierra [en]:

El gobierno etíope lo hace parecer como si 50 o 100 años a partir de ahora todo será como lo fuera antes del arrendamiento. Después de producir en una muy mecanizada e intensiva agricultura, la tierra ya no será productiva. Los tamaños de tierra cedida no son benignos. ¿Existe un plan, más allá de vender la tierra, que garantice que la generación de hijos de los agricultores de hoy no serán trabajadores sin tierras?… ¿Por qué no capacitar a estas personas? ¿Ayudarles a crear cooperativas? ¿Darles préstamos en condiciones favorables? ¿Ayudarles a mecanizarse? No, eso requiere de gobernar realmente y sería un trabajo duro.

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