Dentro de la crisis de Cachemira

An Indian paramilitary soldier stands alert in Srinagar after administration imposed curfew in parts of Kashmir valley. Image published on May 25, 2019. Via Instagram account of Ieshan Wani. Used with permission.

Soldado paramilitar indio está alerta en Srinagar tras la imposición del toque de queda en algunas partes del valle de Cachemira. Imagen publicada el 25 de mayo de 2019. De la cuenta de Instagram de Ieshan Wani, usada con autorización.

El 5 de agosto de 5, el Gobierno de India, encabezado por el Partido Popular Indio (BJP), derogó el artículo 370 de la Constitución india que daba condición de autonomía especial desde 1950 al disputado estado de Jammu y Cachemira, en el noroeste del país.

Jammu, Cachemira y Ladakh son ahora unidades territoriales separadas. Por temor a disturbios, las autoridades indias ordenaron arresto domiciliario para cientos de líderes políticos y sus asistentes, y también suspendieron el acceso a redes móviles, fijas y de internet. Aún se aplican bloqueos de caminos en la calles y restricciones a casi todos los movimientos.

El 5 de agosto, Srinagar, la principal ciudad de Jammu y Cachemira, quedó totalmente bloqueada y detuvieron al menos a 2300 personas, en su mayoría hombres jóvenes.

Con el bloqueo de las comunicaciones, los cibernautas recurrieron a Twitter –lo que motivó que el Gobierno indio solicitara la suspensión de algunas cuentas a las que acusó de difundir «noticias falsas».

Aunque las autoridades han estado flexibilizando las restricciones, los estudiantes dejaron de asistir a las escuelas en los primeros días. Las autoridades ordenaron a las instituciones que volvieran a abrir el 28 de agosto. De otro lado, se están recuperando gradualmente las comunicaciones en algunos lugares.

Aunque el Gobierno indio ha insistido que la región está regresando a la normalidad poco a poco, un informe publicado recientemente por activistas indios critica la “ocupación” de Cachemira e insta al Gobierno a “devolver la democracia a la región”.

India y Pakistán reclaman la totaliidad del disputado territorio de Cachemira. Mientras India una parte, a la que llama Jammu y Cachemira, Pakistán controla otra parte conocida como Azad Cachemira. Además, actualmente China administra Aksai Chin, pequeña parte de la región de Ladakh que India reclama como parte de Cachemira.

Jammu y Cachemira tienen una población predominantemente musulmana. Desde 1989, la región está en estado de insurgencia y ha pasado por innumerables protestas, y algunas piden independencia o Azadi. En los últimos 27 años, más de 70 000 cachemires han muerto y muchos más han quedado heridos o terminado arrestados en la represión militar india.

Leer nuestra cobertura especial: El pueblo cachemir contra el Estado indio

Manifesstante cachemira se enfrenta a un policía para que deje de empujarla durante las restricciones impuestas en Srinagar, capital de verano de Cachemira, región administrada por India. Foto de Ieshan Wani, usada con autorización.

Fuerte reacción de Pakistán

Miles de pakistaníes reaccionaron fuertemente a la derogación del artículo 370 con protestas en todo el país. El Gobierno pakistaní expresó su desaprobación a las acciones de India y respondió rápidamente con una serie de acciones para mostrar apoyo a los cachemires.

Por ejemplo, las autoridades expulsaron al alto comisionado indio en Pakistán, Ajay Bisaria, suspendió el comercio y el espacio aéreo, y redujo los vínculos con su vecino. Pakistán también declaró que no enviará un alto comisionado a su puesto en Nueva Delhi.

La Autoridade Regulatoria de Medios Electrónicos de Pakistán (PEMRA) también emitió una comunicación con fecha 14 de agosto de 2019 para anunciar una prohibición a la publicidad que incluye artistas indios, se produzca en India de las nuevas políticas del país con su vecino.

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