
‘Guta», pintura de Randa Maddah. Usada con autorización: Fuente: Women Now.
El suburbio de Guta Oriental en Damasco ha sido escena de intenso sufrimiento a lo largo de los siete años de guerra en Siria. Es el ejemplo más duro y prolongado de la estrategia «rendirse o morir de hambre» del régimen, y también blanco de varios ataques químicos.
Guta está bajo asedio desde fines de 2012, cuando las fuerzas del presidente Bashar al-Assad perdieron el control de la zona ante grupos opositores. En 2013, el régimen endureció el asedio, impidió la entrada de alimentos y suministros médicos.
El 8 de febrero de 2018, fueras del Gobierno sirio, la Fuerza Aérea rusa y milicias aliadas iniciaron una feroz ofensiva para retomar la zona. Varias semanas después, Guta cayó.
Las personas comunes y corrientes se han llevado la peor parte del bombardeo: el Centro de Documentación de Violaciones para Siria dijo a Global Voices que, para el 16 de abril de 2018, había documentado 2165 muertes, de las que 201 no eran civiles.
Para el 8 de marzo de 2018, 30 instalaciones médicas habían sido bombardeadas, nueve quedaron fuera de servicio, según el Centro de Documentación de Violaciones.
A continuación, una selección de historias de Global Voices de las penurias que pasan los habitantes de Guta desde hace años.
Jóvenes de Guta se vuelven reporteros de guerra
En estas desesperadas circunstancias, hasta los niños se vuelven reporteros de guerra, como informó Mazen Hassoun para Global Voices el 21 de marzo de 2018.
Hassoun conversó con Noor Al-Khateeb, de 12 años, que con su hermana Alaa de ocho años, han recurrido a Twitter en una cuenta conjunta para contar sobre el asedio.
There is nowhere to go from here, it seems to be the end somehow,
If the international community want to save us it is time to do it now.#SaveGhouta#Ghouta#Syria pic.twitter.com/RQ4xsnRzRy— Noor And Alaa (@Noor_and_Alaa) March 22, 2018
No hay a dónde ir de acá, parece ser el final.
Si la comunidad internacional quiere salvarnos, es momento de hacerlo ahora.
Noor dijo a Global Voices: «Quiero ser periodista para transmitir el sufrimiento de los inocentes, o estudiar química para hacer medicinas para la gente».

Noor y Alaa filman la destrucción causada por los ataques aéreos del régimen sirio en Guta Oriental. Usada con autorización.
Shams Al-Khateeb, su madre fue quien inició la cuenta, y contó a Global Voices:
Most of the time the girls stay close to me and hug me and start crying when an air strike hit nearby. We don't have much food, only some herbs like parsley, nor water to drink or shower
La mayor parte del tiempo, las niñas se quedan cerca de mí, me abrazan y empiezan a llorar cuando golpea cerca un ataque aéreo. No tenemos mucha comida, sólo algunas hierbas como perejil, ni agua para beber o ducharnos.
Leer más: Jóvenes de Guta se convierten en reporteros de guerra para visibilizar sufrimiento de civiles
Cultivar champiñones para sobrevivir
Los precios se dispararon como consecuencia del asedio. Aunque la región en básicamente zona agrícola y muchos pudieron cultivar semillas y alimentarse, el hambre se extendió. Fotos gráficas de niños muriendo de hambre provocaron indignación pública que quedaron prácticamente sin repuesta.
En un intento de mejorar la situación, una ONG local cultivó champiñones y los repartió sin costo, y enseñó a las familias a cosechar los suyos, como Joey Ayoub y Mustapha Itani informaron para Global Voices el 5 de septiembre de 2017.
El doctor Ahmed Leila, uno de los organizadores, dijo a Global Voices que empezaron “produciendo semillas de champiñones que crecen naturalmente en la región” antes de examinarlas y evaluar su calidad e idoneidad para el consumo.
Luego construyeron una pequeña granja y cuando esto funcionó, se fueron a algo más grande y así. Ahora, han “diseñado una gran educativa para la región”.
Leer más: Sirios en ciudad asediada aprenden a cultivar champiñones para sobrevivir
Pacientes de cáncer sufren duras condiciones
Los suministros médicos se agotaron en Guta, y a fines de 2017, la zona volvió a estar en la mira de los medios por el deterioro de las condiciones médicas. Expertos de Naciones Unidas pidieron la evacuación de Damasco de pacientes con casos más graves de enfermedades para que pudieran tener tratamiento, y asistencia para aquellas cuya medicación ya no estaba disponible.
En un artículo publicado en Global Voices en enero de 2018, Firas Abdullah, reportero gráfico independiente sirio que vivía en Duma hasta que las fuerzas del régimen lo obligaron a salir, describió las duras condiciones en qe trataba a los pacientes de cáncer en el Centro Médico Dar al-Rahmah, único centro especializado en tratamiento de tumores en Guta Oriental.

Centro Médico Dar al-Rahmah para el Cáncer en Guta Oriental. Foto toma por el encargado de medios del centro y usada con autorización.
“[Al inicio] de 2017, el asedio [se intensificó]… Por consiguiente, la enorme cantidad de pacientes conlleva a que se agote el tratamiento y a [una escasez] de muchos medicamentos. Lo que tenemos en nuestras manos sirve solo al 3 % de los pacientes», informó el doctor Mohammad, que trabaja en Dar al-Rahmah.
Yaser Al-Shami, encargado administrativo, explicó que el centro no podía realizar todos los aspectos del tratamiento del cáncer, pues ya no había materiales posoperatorios ni de terapia radial en Guta.
Leer más: Centro oncológico en asediada Guta Oriental en Siria lucha por subsistir
‘¿Saben los demás que existimos?’
En enero de 2018, cerca de un mes después del inicio de la última ofensiva militar, los bombardeos se intensificaron en Guta. Las personas fueron bajo tierra y empezaron a pasar mucho tiempo en refugios sobrepoblados.
La enfermera y madre Bereen Hassoun dio un desgarrador relato al colectivo Actúa por Guta de su vida diaria en estas condiciones. Global Voices publicó su testimonio el 20 de febrero de 2018.
Ahí describe el frío que tenían las personas y el poco acceso a las comodidades más básicas. Las enfermedades circulan con facilidad entre los niños por las condiciones insalubres en que viven.

Niños se refugian por los bombardeos en Harasta, Guta Oriental. Foto de Mohammed Rabee para el Centro de Medios de Damasco, usada con autorización.
Dijo que el asedio fundamentalmente afectaba su capacidad de satisfacer las necesidades básicas de sus hijos. Describió la culpa que sentía cuando comía en secreto, lejos de la mirada de sus hijos, porque ya no podía aguantar el hambre:
What is motherhood when you can't even buy a “piece of biscuit” for your son, or ensure a child’s most basic needs because they're too expensive, too far out of reach, or not there at all because of the siege? When you eat quietly, it feels as if you’re stealing. You eat just because you can’t stand hunger anymore. How do you live when you have to lie to your son, trying to convince him that radishes are in fact apples?
¿Cuál es tu experiencia de la maternidad cuando no puedes ni comprar un “pedazo de galleta” para tu hijo, o asegurar sus necesidades más básicas porque son demasiado caras, demasiado lejos de tu alcance, o no existen por el asedio? Cuando comes en silencio, sientes como si estuvieras robando. Comes en silencio mientras ellos duermen. Comes porque ya no puedes aguantar más el hambre. ¿Cómo vives cuando tienes que mentir a tu hijo, tratar de convencerlo de que los rábanos son en realidad manzanas?
Leer más: “¿Saben otros de nuestra existencia? Testimonio de enfermera desde asediada Guta Oriental en Siria
‘No hemos presenciado ni cinco minutos de alto el fuego’
El 24 de febrero, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas adoptó la resolución 2401 que exigía un cese al fuego de 30 días que permitiría la distribución sostenida de ayuda humanitaria y la evacuación de los enfermos y heridos. Sin embargo, el Centro de Documentación de Violaciones para Siria dejó constancia de que no hubo una significativa reducción de la violencia.
El 27 de febrero de 2018, Rusia anunció unilateralmente una tregua de cinco horas al día para permitir establecer corredores humanitarios.
En un testimonio recogido para Global Voices de Act for Ghouta y publicado el 4 de marzo de 2018, el dentista Aous Al Mubarak, de Harasta, no mostró sorpresa ante el incumplimiento del cese al fuego:
We have grown used to statements from major powers that contradict their actions. The reality is that we have not witnessed a ceasefire of even five minutes over the past ten days.
Nos hemos acostumbrado a las declaraciones de parte de grandes poderes que contradicen sus acciones. La realidad es que nosotros no hemos presenciado ni cinco minutos de alto el fuego durante los últimos diez días.

Foto de Samir Al Doumy. Usada con autorización. Fuente.
Aous recordó las penurias de Guta desde el inicio del levantamiento en 2011, y señaló que la zona bajo gobierno opositor ha tenido «grandes progresos en autogobierno democrático». Sin embargo, agregó:
[…] all of this is continuously undermined by the attacks on civilians by the Assad regime. The number of dead in Ghouta has reached the tens of thousands, among them those whose requests for medical evacuation were denied by the Assad regime. Despite all the rhetoric about de-escalation and truce agreements, the regime’s crimes have never stopped. Ghouta’s residents hear the news and statements then look at their reality only to find nothing has changed.
Pero todo esto queda continuamente socavado por los ataques sobre los civiles que lleva a cabo el régimen sirio. El número de muertos en Ghouta ha alcanzado las decenas de miles, incluidas personas cuyos permisos de evacuación por motivos médicos al régimen de Assad fueron negados. A pesar de toda la retórica sobre la reducción de hostilidades y los acuerdos de tregua, los crímenes del régimen no han cesado nunca. Los habitantes de Ghouta escuchan las noticias y las declaraciones, después observan su realidad y se dan cuenta de que nada ha cambiado.
Leer más: ‘Que sea una muerte rápida»: Testimonio de Aous Al Mubarak, dentista de Guta Oriental
‘El silencio es lo más seguro’
Mostrar señales de solidaridad con Guta desde cualquier lugar en Siria ha sido peligroso. Aunque la mayoría en Damasco no dice nada, ya sea por miedo o por convicción, están los que denuncian la ofensiva sobre Guta anónimamente.
Maria Mattar de Global Voices habló con tres personas en marzo de 2018. Ahmad (es un pseudónimo) es de Harasta en Guta Oriental, y observó:
Employees from Ghouta are closely monitored. You have to be careful to not even show sympathy. You have to weigh your words carefully. […]
You risk being suspected of having links with ‘terrorists’, you can lose your job if someone tips you off. You risk even detention. Generally speaking, there is a tacit understanding that silence in the safest thing you can do. […]
When co-workers complain about shells and rocket attacks and call for ‘wiping Ghouta out’ in retaliation for the rockets, all you can do is grin and bear it. I feel deeply embittered. I have friends and relatives there. I have my house which I am sure is a big pile of rubble now. I have my childhood and youth memories there.
Los empleados de Guta son vigilados de cerca. Tienes que tener cuidado de no mostrar solidaridad. Tienes que pensar tus palabras cuidadosamente. […]
Te arriesgas a ser sospechoso de tener vínculos con “terroristas”, puedes perder tu trabajo si alguien te delata. Te arriesgas incluso a la detención. En términos generales, hay un entendimiento tácito de que el silencio es lo más seguro. […]
Cuando los compañeros de trabajo se quejan de proyectiles y ataques con cohetes y llaman a ‘eliminar a Guta’ en represalia por los cohetes, todo lo que puedes hacer es sonreír y soportarlo. Me siento profundamente amargado. Tengo amigos y parientes allí. Tengo mi casa, que estoy seguro es una gran pila de escombros ahora. Tengo mis recuerdos de infancia y juventud allí.
Leer más: En Damasco, la solidaridad con asediada Guta Oriental es peligrosa
¿Cuándo acabará el sufrimiento?
El régimen sirio y su aliado ruso han tomado Guta. Como esto ocurrió durante la guerra, se ha denunciado el uso de varias armas ilegales contra Guta, como cloro, bombas de barril, bombas de racimo y armas incendiarias.

Captura de pantalla con datos y cifras de Guta Oriental de Naciones Unidas a inicios de mayo de 2018 . Fuente: ReliefWeb.
Las fuerzas del régimen parecen no solamente querer conquistar, sino también destruir. Con ese objetivo, es probable que el pueblo de Guta siga sufriendo.
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