El 7 de octubre de 2023, la rama militar del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas), grupo que gobierna el territorio palestino de Gaza, atravesó la barrera que ha rodeado la densamente poblada zona desde hace 16 años y que impide el libre tránsito de personas y bienes. El Ejército inició entonces un ataque en 22 asentamientos, pueblos y bases militares israelíes cercanos, con el resultado de 1200 civiles y soldados muertos, además de al menos 199 rehenes.

Muchos Gobiernos alrededor del mundo condenaron el ataque y los calificaron de crimen de guerra y acción terrorista, mientras otros Gobiernos expresaron su preocupación e hicieron un llamado a la calma, o culparon a Israel por preparar el terreno para que ocurrieran esos ataques.

En respuesta, Israel inició un gran ataque aéreo contra Gaza, y el 8 de octubre  de 2023, el gabinete israelí emitió una declaración de guerra oficial contra Hamas. Al día siguiente, el ministro de Defensa de , Israel, Yoav Gallant, ordenó un “asedio completo” de Gaza, y afirmó: “no habrá electricidad, comida, combustible, todo está cerrado”.

En la primera semana de la agresión, los ataques del Ejército israelí mataron a más de 2700 personas y dejaron más 10 850 heridos. Las campañas de bombardeo de Israel en Gaza siguen, mientras Hamas sigue disparando cohetes contra Israel.

El costo humano en este conflicto ha sido inmenso y sigue aumentando. Además de la trágica pérdida de vidas humanas y el abrumador número de heridos, el conflicto ha tenido como resultado un gran desplazamiento y una profunda perturbación de la vida diaria. El suministro de recursos vitales se ha detenido, y los más de 2.5 millones de habitantes de Gaza están atrapados y en grave peligro. Israel también ha ordenado que más de 1.1 millones de habitantes de Gaza huyan hacia el norte antes de una invasión terrestre, acción que Naciones Unidas dice que podría infringir el Derecho internacional.

El asedio ha recibido la condena de activistas por la paz de todos los lados del conflicto, organizaciones humanitarias internacionales, y muchos Gobiernos, y algunos lo han catalogado como castigo colectivo.

¿Qué empezó este ciclo de violencia?

Gaza, enclave del este de la costa del Mediterráneo, está rodeada por Egipto en el sudoeste e Israel al este y el norte.

Desde 2007, Hamas ha gobernado de facto el enclave luego de su victoria en las elecciones legislativas, para desagrado de la comunidad internacional. No ha habido elecciones desde entonces, lo que lleva a la frustración a los palestinos de Gaza, a quienes se les niega el derecho de votar localmente.

Desde que Hamas tomó el control de Gaza, Israel,  con apoyo de Egipto, ha impuesto un continuo bloqueo de Gaza por aire, mar y tierra. Organizaciones de derechos humanos, incluido la israelí B’Tselem, se refieren a la situación como la “mayor prisión de la Tierra”.

Israel ejerce control absoluto sobre aspectos cruciales de la vida en Gaza, como el movimiento de comida, agua, suministros médicos, y personas son cruces por tierra que conectan Gaza con el mundo exterior, y ha bombardeado constantemente la zona desde 2006, con poca consideración por la vida de civiles, que están atrapados sin lugar a dónde ir.

Además, Israel ha tenido un papel crucial en imponer un asedio, desplazamientos, muertes y encarcelamiento de palestinos con su apoyo a la agresión de colonos y el Ejército. Esto se complica con las leyes y acciones discriminatorias, que forman lo que Human Rights Watch cataloga como un sistema de apartheid que afecta directamente la vida diaria de los palestinos.

Según Associated Press, Hamas citó varias motivaciones para el ataque, incluidos los 16 años de bloqueo de Israel en Gaza, el aumento de incidentes de violencia en la mezquita de Al-Aqsa en Jerusalén, las incursiones israelíes en Cisjordania ocupada, el aumento de los ataques a colonos israelíes contra palestinos, y expansión de asentamientos ilegales.

Desde sus inicios en 1988, Hamas ha dirigido numerosos ataques con cohetes, además de bombardeos a buses y ataques suicidas contra israelíes. Estos han contribuido a que Estados Unidos, la Unión Europea y otros hayan designado al grupo como una organización terrorista.

Los bombardeos aéreos de Israel en Gaza han llevado a la devastación de barrios enteros, y de generaciones de familias enteras. Para empeorar las cosas, Israel ha cerrado todos los cruces desde Gaza, y atacado repetidamente el paso de Rafah, la única salida que conecta Gaza con Egipto.

A Gaza se le acaba el agua potable y la comida, y sus habitantes soportan oscuridad y un bloqueo de información. Se avecinan conversaciones de una invasión terrestre, lo que amenaza con exacerbar la ya complicada situación humanitaria.

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