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Nigeria: Los blogueros analizan la masacre en Jos

Categorías: África Subsahariana, Nigeria, Etnicidad y raza, Guerra y conflicto, Medios ciudadanos, Política, Pueblos indígenas, Religión, Respuesta humanitaria, Últimas noticias

El 17 de enero comenzaron a circular noticias [1] de la violencia que se desató en Jos [2], la ciudad central nigeriana. En las horas siguientes, las declaraciones del disturbio se propagaron [3] mientras los testigos reportaban que las multitudes estaban armadas y deambulando con cuchillos y machetes entre casas, mezquitas e iglesias en llamas.

source: wikimedia commons [4]

fuente: wikimedia commons

El conflicto es ostensiblemente sectario: Jos es una gran ciudad en la zona central de Nigeria, la frontera que divide la mayoría cristiana del sur del país de la mayoría musulmana del norte. Esta no es la primera vez que la violencia estalla en Jos: antiguamente conocida como el destino favorito de los expatriados y turistas, la capital del Estado de Plateau ha presenciado disturbios fatales con anterioridad en el 2001 [5] y el 2008 [6]. Durante la última década, más de 13,500 muertes han sido atribuidas a la violencia sectaria en Nigeria, un conflicto del cual muchos observadores expresan [7]que es más de recursos que de religión.

La causa inicial del conflicto en Jos no es clara: algunos testigos mencionaron un desacuerdo ante la reconstrucción de las casas destruídas por los distrubios del 2008, algunos señalan una discusión sobre un partido de fútbol, otros el incendio de una iglesia. Sin embargo, independientemente de la causa, la violencia se extiende rápidamente: algunas fuentes [8] estimaron el número de hasta 400 muertos con 17,000 personas evacuadas. Las autoridades declararon un toque de queda de 24 horas en la ciudad y, el 19 de enero, el vicepresidente Goodluck Jonathan (que reemplaza [9] al presidente Yar'Adua en su ausencia) envió al ejército [10] para que tome el control de la ciudad.

Brenda Hartman-Souder escribió [11] su punto de vista sobre el conflicto:

Yesterday we seesawed between eerie quiet with almost no traffic on the road below our home and gunshots, the cackling fires of destruction and the excited voices of hundreds of onlookers. They were standing on the rocks and hills behind us watching gangs of youth torch and destroy buildings and homes – Muslim or Christian – depending on which neighborhood you lived in. All of it barbaric and still hard to believe.

This morning we climbed the hill again to see raging bonfires in the empty lot over our wall. Youth were carrying loads of household goods – pots, pans, a bookshelf – and feeding the black and smelly fire. We realized they were burning the possessions in those destroyed houses and other buildings that had been occupied by Muslims. These acts of pure meanness and revenge are happening all over Jos. One group starts a fight or fire, the other side takes revenge, people are killed, their homes destroyed. And what has this accomplished?

Ayer oscilamos entre la calma inquietante con casi nada de tráfico en la calle debajo de nuestro hogar y los disparos, los rugidos de las llamas de la destrucción y las voces alteradas de cientos de espectadores. Se encontraban detrás nuestro, sobre las rocas y las colinas, mirando a las pandillas de jóvenes prender fuego y destruir edificios y casas – musulmanes o católicos – dependiendo del barrio en el que vivías. Todo barbárico y aún así difícil de creer.

Esta mañana subimos a la colina nuevamente para ver las hogueras embravecidas en el terreno vacío al otro lado de nuestra pared. Los jóvenes estaban llevando montones de artículos domésticos – ollas, sartenes, una estantería – y alimentando el fuego oscuro y nauseabundo. Nos dimos cuenta que estaban quemando las posesiones de las casas destruídas y otros edificios que habían sido ocupados por los musulmanes. Estos actos de pura maldad y venganza están ocurriendo en toda la ciudad de Jos. Un grupo comienza una pelea o el incendio, el otro lado se venga, la gente muere asesinada, sus hogares son destruídos. ¿Y esto qué ha logrado?

El aclamado periodista [12] Sunday Dare, escribió [13] sobre la destrucción de su hogar de la infancia:

My family home in the Nasarawa area where I grew up with all my siblings and where we all lived for nearly three decades was razed down by irate Hausa youths. My only elder brother who had just returned from church moments ago while trying to escape from a burning house was hacked down with knives and machete and left to burn with the house. Even as I write, his charred body lies on the ground around the house because it is impossible to recover his body due to a breakdown of security. I know of several family friends whose homes were equally burnt and relatives missing. I know of thousands of Jos residents hunkered down in hide outs and safe heavens in different parts of Jos unable to venture out.

Mi casa en la zona de Nasarawa donde crecí con todos mis hermanos y donde todos vivimos por casi tres décadas fue arrasada por los furiosos jóvenes hausa. A mi único hermano mayor, que recién había regresado de la iglesia hacía unos momentos, mientras intentaba escapar de una casa en llamas lo asesinaron con cuchillos y un machete y lo dejaron que se quemara junto con la casa. Incluso mientras escribo, su cuerpo carbonizado yace en el suelo alrededor de la casa porque es imposible recuperarlo debido al colapso de la seguridad. Sé de varias familias amigas cuyos hogares fueron incendiados de igual manera y sus parientes están desaparecidos. Sé de miles de habitantes de Jos ocultos en escondites y refugios en diferentes partes de la ciudad, incapaces de arriesgarse a salir.

Dare hizo una reflexión [13] sobre tiempos más pacíficos:

Jos never used to be like this. Not the killing fields that it has now become….

My primary and secondary school days were bright and simple. I had friends, many of them and their religion was never an issue. My friends and I, though of different religions and tribe bonded like brothers and shared almost everything.

That was then. This is now. Now in full adulthood, our friendships still remain though pushed into the realm of uneasiness because we all have suffered loss from the several conflicts that have engulfed the State. We have all failed to find an explanation, nay justification for what is happening. When, why and how did Jos lose it? What changed that turned friendly neighbors into bitter enemies and near savages?

Jos nunca fue así. No como los campos de batalla en que se ha convertido ahora…

Mis días de escuela primaria y secundaria eran luminosos y simples. Tenía amigos, muchos, y su religión nunca fue un problema. Mis amigos y yo, aunque de religiones y familias diferentes, éramos como hermanos y compartíamos casi todo.

Así era antes. Esto es ahora. Ahora en la completa adultez, nuestras amistades todavía se mantienen, aunque presionadas en el terreno del malestar porque todos sufrimos pérdidas en los varios conflictos que asaltaron al estado. Todos fallamos en encontrar una explicación, una justificación por lo que está sucediendo. ¿Cuándo, por qué y cómo fracasó Jos? ¿Qué fue lo que cambió para que los vecinos amistosos se convirtieran en enemigos resentidos y casi salvajes?

Olusegun Gbolagun [14] también se preguntó qué había salido mal:

Why will a dispute over a building project throw the whole city into predicament? Why would a difference of opinion in a section of the city grossly affect the entire Jos city? What would make neighbours and friends suddenly become enemies?

¿Por qué una disputa sobre un proyecto de edificación pondría a una ciudad completa en un aprieto? ¿Por qué una diferencia de opinión en un sector de la ciudad afectaría terriblemente a Jos por completo? ¿Qué provocaría que vecinos y amigos se conviertan repentinamente en enemigos?

A simple disagreement claimed over 300 lives, destroyed hundreds of houses, cars and various properties. These are issues I kept thinking about during this present mayhem in Jos City. I keep thinking why there is such a tensed atmosphere in this city. Trust seems elusive.

There must be more than meet the eye in this crisis.

Un simple desacuerdo se cobró cerca de 300 vidas, destruyó cientos de casas, autos y varias propiedades. Estos son los problemas en los que seguía pensando durante el actual caos en la ciudad de Jos. Sigo pensando por qué hay semejante atmósfera de tensión en esta ciudad. La confianza parece evasiva.

Debe haber más de lo que se ve en esta crisis.

Adeola Aderounmu [15] notó una conexión entre el conflicto en Jos y la tentativa de detonación de explosivos [16] por parte de Umar Abdulmutallab. Escribió:

I have at least 2 entries on my blog stating that Nigeria is not a terrorist country but the muslim region north of Nigeria continues to make nonsense of my claims. There are loads of groups now on facebook saying that Nigeria is not a terrorist country. But the more some of us have tried to paint Nigeria positive by saying that we are not a nation of terrorists the more some fools somewhere are negating our claims.

Tengo al menos 2 entradas en mi blog en las que manifiesto que Nigeria no es un país terrorista, pero la región norte musulmana de Nigeria continúa dejando sin sentido mis declaraciones. Ahora hay muchos grupos en Facebook que dicen que Nigeria no es un país terrorista. Sin embargo, mientras más intentamos algunos de nosotros pintar a Nigeria como positiva al decir que no somos una nación de terroristas, más tontos de algún otro lugar están negando lo que decimos.

Un comentarista en el blog de Omotade [17] hizo un comentario similar:

And people recoiled in shock when they discovered Mutallab was Nigerian… «It is not a Naija thing», they say… Well, if this isn't terrorism, then Obama is Chinese. Those Al Qaeda people are not stupid. They saw such tendencies towards extremism and made a point to start targetting Nigerians. It's not exactly rocket science.

Y la gente retrocedió ante el shock cuando descubrieron que Mutallab era nigeriano… «No es una cosa de naija,» dijeron… Bueno, si esto no es terrorismo, entonces Obama es chino. Esas personas de Al Qaeda no son estúpidas. Ellos vieron tales tendencias hacia el extremismo y dejaron en claro que comenzarían a centrarse en los nigerianos. No es ninguna ciencia.

Carmen McCain escribió en A Tunanina… [18], que vio la violencia arraigada a algo más profundo que a un conflicto religioso.

While the crises have certainly taken on religious dimensions—especially when symbols like churches and mosques are the most obvious markers of identity—I have seen many discussions on the internet, whether in the comments sections of articles or on Facebook, which oversimplify the conflict as a mostly religious one. I think this is a mistake and a serious one, as it is exactly this over-easy identification of the religious symbols as representative of a group which makes churches and mosques the most popular targets in a conflict that is primarily over politics, land, identity, belonging, ethnicity, and retaliation.

Mientras que las crisis definitivamente han tomado dimensiones religiosas— especialmente cuando símbolos como las iglesias y las mezquitas son los sellos de la identidad—, he visto muchos debates en internet, en los sectores de comentarios en artículos o en Facebook, en los que simplifican en exceso el conflicto como algo por sobre todo religioso. Creo que es un error y uno serio, ya que es exactamente esta identificación demasiado sencilla de los símbolos religiosos como representantes de un grupo la que hace que las iglesias y las mezquitas sean los objetivos más populares en un conflicto que es principalmente por política, terreno, identidad, sentido de pertenencia, etnia y represalia.

Loomnie [19] también escribió sobre las causas complejas de la violencia:

Most of the violence that is reported from northern Nigeria is about a weird definition of who an indigene is and who a settler is, and that most often, the immediate cause of the violence is some fight over resources. In other words, people fight over access to resources (control of state power should be seen as a resource), but quickly resort to claims of entitlement based on ethnicity, place of origin and religion. These modes of identification are then often used to mobilise other people with the same or similar identity markers to fight opposing groups.

Mucha de la violencia que se reporta desde el norte de Nigeria es sobre una definición extraña de quién es un indígena y quién es un colono, y más que a menudo, el motivo inmediato de la violencia es alguna pelea por los recursos. En otras palabras, la gente lucha por el acceso a los recursos (el control del poder estatal debería ser visto como un recurso), pero rápidamente recurren a declaraciones del derecho basado en la etnia, el lugar de origen y la religión. Estos modos de identificación se utilizan frecuentemente para movilizar a otras personas con sellos de identidad iguales o similares a los de los grupos beligerantes rivales.

Citando el análisis de Human Rights Watch [20] acerca del conflicto, Jeremy Weate del blog Naijablog [21] también mencionó la diferenciación entre «colonos» e «indígenas» como una fuente principal de la violencia en Jos:

At the root of the conflict in Plateau State are two core issues: poverty and an artificial distinction between «settler» and «indigene»…

The settler/indigene dichotomy goes against the fundamental freedoms granted in sections 42 and 43 of the constitution.

Until the government takes a hard look at the issues that block 42 and 43 from functioning («Federal character» guidelines and the «State of origin» law), the conflicts will remain and Jos will continue to be a flashpoint. Violent conflict will probably exacerbate as desertification, water scarcity and population growth drive northern populations southwards into the Middle Belt in the next decade.

En la raíz del conflicto en el Estado de Plateau hay dos problemas centrales: la pobreza y una distinción artificial entre «colono» e «indígena»…

La dicotomía de colono/indígena va en contra de las libertades fundamentales garantizadas en las secciones 42 y 43 de la constitución.

Hasta que el gobierno no revise los problemas que previenen el funcionamiento de las secciones 42 y 43 (normas de «caracter federal» y ley de «Estado de origen»), los conflictos permanecerán y Jos continuará en estado de punto crítico. El conflicto violento probablemente empeorará en desertificación, escasez de agua y el crecimiento de la población movilizará a las poblaciones del norte hacia el sur y hacia la franja central en la próxima década.

El jueves 21 de enero, la BBC informó [22] que el toque de queda de 24 horas en Jos había sido relajado y que el jefe del ejército Lt Col Shekari Gladima había declarado un final de la violencia. No obstante, muchos todavía se preocupaban por la volatilidad de la región. En una publicación titulada «El silencio que no es de oro», Brenda Hartman-Souders expresó [23] sus miedos por el futuro:

The quiet in urban Jos proclaims that something is seriously amiss. Curfew now ends at 10 a.m. and begins again at 5 p.m. Our seven-hour window of “freedom” allows people to buy supplies, check on loved ones, move to a safer place and bury the dead.

La calma en la urbana Jos anuncia que algo está seriamente mal. El toque de queda termina ahora a las 10 a.m. y comienza nuevamente a las 5 p.m. El período de «libertad» de siete horas permite que la gente compre sumunistros, se asegure del bienestar de los seres queridos, se mude a un lugar más seguro y entierre a los muertos.

Rumors of more “attacks” abound and we try to hear them but not let them paralyze us with fear. Yet with the intensity of the reactions, with the unbridled killing, maiming, burning and looting, it’s easy to believe that more revenge –suppressed for now while the city remains under tight control of the military–will rage upon this area again and again. Intervention at the highest levels of government and cooperation among key religious leaders has to be a top priority if Jos is going to keep from disintegrating into a war zone.

Los rumores de más «ataques» abundan e intentamos escucharlos, pero no dejamos que nos paralicen de miedo. Aún así con la intensidad de las reacciones, con los asesinatos desenfrenados, las mutilaciones, los incendios y los saqueos, es fácil creer que más venganza — reprimida por ahora mientras la ciudad permanece bajo estricto control militar — arrase sobre esta zona una y otra vez. Los niveles más altos de intervención del gobierno y la cooperación entre los líderes principales tiene que ser la prioridad máxima si Jos va a evitar desintegrarse en una zona de guerra.