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La campaña contra la candidatura de Keiko, la hija del expresidente Fujimori, gana terreno en Perú

Categorías: Latinoamérica, Perú, Activismo digital, Elecciones, Política
Imagen compartida por @patriciafloresr en Twitter [1]

«No robar, No mentir. Keiko hipócrita, enemiga de las mujeres». Traducción del quechua de @Suyakuq [2]. Imagen compartida por @patriciafloresr en Twitter [3].

Dos marchas multitudinarias sucedieron en los últimos días en Lima, capital de Perú, contra la actual candidata presidencial Keiko Fujimori [4], hija del polémico expresidente Alberto Fujimori [5], quien cumple una condena de 25 años de cárcel por crímenes de lesa humanidad y delitos de corrupción. Además, también tuvieron lugar más protestas en la sureña ciudad de Tacna [6], donde Keiko viajó el 16 de marzo para un mitin de campaña. ¿Qué ha pasado para que de pronto la candidata que lidera las encuestas presidenciales reciba tantas muestras de rechazo?

Responder dicha pregunta amerita hacer un breve recuento del actual proceso electoral. En lo que a muchos parece un exceso, nuestro proceso electoral [7] empezó con 19 candidatos a la presidencia. El pasado mes de febrero de 2016, dos de ellos se retiraron por propia voluntad supuestamente por contar con poca acogida. Pero este mes de marzo, dos de los candidatos que se encontraban en una posición expectante fueron retirados [8] por el Jurado Nacional de Elecciones (JNE).

A César Acuña [9], el órgano electoral lo sacó del proceso por entregar dinero [10] a electores como parte de su campaña. mientras que a Julio Guzmán [11] lo retiraron por que su partido incurrió en irregularidades [12] en la elección de la plancha presidencial. Esto generó, y sigue generando, mucha controversia y preocupación [13], sobre todo en el caso de Guzmán quien se iba perfilando con posibilidades [14] de llegar a la segunda vuelta.

Luego se supo que también había un pedido [15] de exclusión pendiente de resolver ante el JNE contra Keiko Fujimori por razones similares por las que tacharon a Acuña. Es en estas circunstancias que se da la primera protesta [16] masiva y exitosa contra Keiko, el pasado jueves 10 de marzo de 2016 en la ciudad del Cusco. La protesta fue de tal magnitud que la candidata se vio obligada a cortar su mitin proselitista a los 15 minutos de empezado.

Al día siguiente, 11 de marzo, se realizó en Lima la primera marcha No a Keiko [26], según los organizadores «para evitar sea electa y se le deniegue la inscripción por haber comprado votos a cambio de víveres, es decir, por jugar con las expectativas de muchos peruanos». La marcha se realizó con éxito [27] y sin mayores contratiempos, reuniendo a un número indeterminado, pero estimado en miles, de jóvenes que recorrieron las calles coreando lemas alusivos a los delitos cometidos por el expresidente Fujimori durante sus dos mandatos.

Días después, la indignación creció cuando el JNE consideró [34] que no era posible probar la acusación presentada contra Keiko Fujimori. Desde entonces las denuncias de parcialidad [35] por parte del órgano electoral no dejan de oírse. Mientras tanto, también se han presentado [36] más solicitudes de exclusión contra Keiko, miembros de su plancha presidencial y lista para el congreso por entrega de dinero y regalos dentro de las actividades proselitistas, lo que está prohibido [37] por la ley electoral.

La marcha en Lima del 15 de marzo [38] contra Keiko, exigía al JNE que la excluya del proceso electoral. La convocatoria y asistencia fue masiva con estimados que van de 4000 a 20000 manifestantes.

Entonces, ¿que pasó con la candidata que todo el 2015 [47] y lo que va del 2016 no ha descendido de 30% de intención de voto, llegando en algunos momentos a 37%? Es evidente que Keiko mantiene su núcleo duro de votantes, incluso algunas proyecciones [48] que han tenido en cuenta la redistribución electores de los candidatos excluidos del proceso señalan que salió beneficiada. Pero lo que se está consolidando es el voto anti Fujimori (padre e hija), que está reuniendo a izquierdistas, gente anticorrupción e indecisos.

Hasta el momento, la respuesta de Keiko Fujimori y la gente de su entorno a las protestas en su contra ha sido minimizarlas, sugiriendo [49] además que están organizadas y conformadas por terroristas y antidemocráticos. Además agregó [49]:

No podemos aceptar actos de violencia en la campaña. No voy a parar o suspender eventos por pequeños grupetes intolerantes que no coinciden con nosotros.

Este tipo de respuestas resultan contraproducentes, pues han ocasionado que el estilo de gobierno autoritario de su padre vuelva al recuerdo de muchos. Tal como la columnista Claudia Cisneros escribe [51]:

El fujimorismo de Alberto encarnado hoy en Keiko: los mismos abusos, privilegios, truculencias y asoma otra vez el control en medios de prensa, como en los 90.

Lo que pueda pasar en las próximas semanas aún es imprevisible. Si bien no hay duda de que Keiko pasará a segunda vuelta (se necesita el 51% de votos para ganar en primera vuelta), no se vislumbra aún el candidato que la acompañe a esta instancia. La pregunta es si ese candidato será capaz de reunir el voto antifujimorista y el de los demás candidatos para ganar así las elecciones.

Mientras tanto, el panorama electoral sigue cambiando, el 16 de marzo se supo que el JNE determinó la separación [52] del integrante de la plancha presidencial de Keiko Fujimori, Vladimiro Huaroc, por la entrega de bienes de primera necesidad a pobladores de la región Junín. La decisión es apelable.

Por otra parte se ha convocado [53] una nueva marcha anti Keiko, esta vez a nivel nacional, para el 5 de abril, aniversario del autogolpe de estado [54] que dio el expresidente Alberto Fujimori.

La versión original [55] de este post fue publicada en el blog Globalizado de Juan Arellano.