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Empresas chinas de tecnología están a la vanguardia en inteligencia artificial — pero ¿a qué precio?

Categorías: Asia Oriental, China, Activismo digital, Censura, Ciencia, Derecho, Gobernabilidad, Libertad de expresión, Medios ciudadanos, Política, Tecnología, GV Advox
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Imagen mezclada por Oiwan Lam. Fuente vía Pixabay.

Las empresas chinas de tecnología se hallan al frente del desarrollo de la tecnología de inteligencia artificial (IA). Desde mediados de este año, tienen el apoyo total del Estado para continuar con su trabajo.

A finales de julio, el Consejo de Estado chino lanzó un plan [2]en el que detalla cómo animará el desarrollo de la IA para 2030 a través de la creación de un nuevo departamento de promoción del plan IA en el Ministerio de Ciencia y Tecnología.

El plan integral del Gobierno chino, denominado «Inteligencia artificial 2.0», llega con una inversión de varios millones de dólares en investigación, nuevas empresas y proyectos militares avanzados, con el objetivo de hacer de China el epicentro del desarrollo futuro de la IA.

Sin embargo, este rápido desarrollo podría tener un precio. Tal y como describe el usuario de Twitter @bluebird0605:

Mantengo conversaciones con muchos expertos en IA que han vuelto de Estados Unidos. Dicen que China tiene una actitud más abierta hacia las nuevas tecnologías, por ejemplo la implantación del reconocimiento facial es más mucho más sencilla en China que en cualquier otro lugar. El otro de lado de su punto de vista es: su éxito está construido sobre la falta de conocimiento acerca de los derechos individuales.

Ciertamente, China ha alcanzado en los últimos años a Estados Unidos en lo concerniente a la investigación y aplicación de la IA. Esto fue evidente en la conferencia anual de 2017 de la Asociación por el desarrollo de la inteligencia artificial, conferencia dominada históricamente por Estados Unidos que este año contó con una lista larga [4] de empresas y programadores chinos.

Willy Wo-Lap Lam, académico de Hong Kong, tomó las palabras de @bluebird0605 para describir esta evolución [5]:

Both Chinese and foreign experts reckon that China has the most advanced — and cheapest — AI-enabled surveillance technology in the world. The reason is simple: China has the fastest-expanding market for facial recognition and similar know-how. This is coupled with the absence of enforceable laws and regulations protecting citizens’ privacy.

Los expertos tanto chinos como extranjeros reconocen que China posee la tecnología para IA más avanzada (y económica) del mundo. La razón es simple: China tiene el mercado de mayor expansión para el reconocimiento facial y conocimientos similares. Esto se une a la falta de leyes y normativas aplicables que protejan la privacidad de los ciudadanos.

Internautas e investigadores saben desde hace tiempo que las autoridades estatales usan IA para facilitar la censura en China. Los investigadores del Citizen Lab de la Universidad de Toronto destacan [6] en un informe de noviembre de 2016 que el término clave «censura» se ha vuelto «dinámico», y refleja acontecimientos actuales y temas populares en las redes sociales, gracias sobre todo a la IA. Más recientemente, el Citizen Lab ha ofrecido pruebas [7] de que la censura mediante IA ha permitido el filtrado de imágenes simultáneas en chats individuales

Pero la vigilancia de todo tipo también se ha erigido como un componente fundamental en esta iniciativa. China lanzó una red global [5] y completamente digitalizada de estabilidad bajo la Comisión Central de Seguridad Nacional (CNSC), órgano más importante de seguridad en el país, establecido en 2013 y dirigido por el presidente chino Xi Jinping.

En 2014, el presidente Xi estableció el Grupo Central de Liderazgo de Asuntos Cibernéticos, que reporta directamente al Grupo Central de Liderazgo para la Seguridad de Informatización de Internet, dirigido por Xi con el objetivo de neutralizar los «elementos de desestabilización» en la red.

La tecnología de reconocimiento facial ha sido desde entonces una gran fuente de datos en China, como informa [8] el Citizen News, con sede en Hong Kong:

全國各大城市在過去七、八年間在繁忙的地方如機場、火車站、地鐵、公路與街道交叉點、以及大型寫字樓與商場設置了一億七千多萬個攝錄器;北京準備在2020年前把這些監視與「收料」設備增至四億多台。[…]大陸媒體上最近不少報道各城市交通警察如何利用人臉辨認軟件鎖定不守交通規例的駕駛人士與不看紅綠燈的過路者。但來自民運人士的消息說,異見分子的臉部特徵已進入全國偵查網的信息庫,即使他們採取嚴謹的保密措施,但影像在機場、地鐵或交通要道的間諜攝影器材出現後,附有人臉辨認功能的大電腦便會馬上把資料送到公安部。

Durante los últimos siete u ocho años, las grandes ciudades de China han instalado más de 170 millones de cámaras de vigilancia en aeropuertos, estaciones de tren, metro, autopistas, las carreteras principales, edificios de oficinas y centros comerciales. En 2020, el número de dispositivos de vigilancia habrá aumentado en más de 400 millones […]. Los medios de China continental han informado que la policía de tráfico ha utilizado el reconocimiento facial para identificar a los peatones que cruzan por el sitio equivocado. No obstante, fuentes de activistas dicen que la policía china cuenta con una base de datos con los rostros de los disidentes, y que si un rostro aparece en grabaciones de cámaras de vigilancia en aeropuertos, metros o carreteras principales, el sistema enviará esa información al departamento de seguridad pública.

Con la colaboración plena de los redes sociales del país y las plataformas de comercio electrónico, este sistema permite a las máximas autoridades de seguridad en China aumentar su alcance en los datos de los ciudadanos y hacer cálculos ágiles referentes las inclinaciones políticas de todo aquel que participe en la vida pública, tanto a nivel interno como externo de la red.

Bajo el plan de IA del Gobierno chino, se espera que en 2020 [9] el valor de la industria de IA china exceda los 150,000 millones de RMB (más de 22,000 millones de dólares estadounidenses), donde el valor de los ámbitos relacionados con la IA llega a un billón de RMB (unos 148,000 millones de dólares). Para alcanzar el objetivo, el plan anima a colaborar con instituciones académicas extranjeras y con grupos del sector privado que ofrezcan financiación para la investigación y la puesta en marcha. El tiempo dirá si estos acuerdos llevan a una mayor protección, o al menos al desacuerdo, de los derechos individuales.