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«Ahora me siento libre y puedo vivir mi vida»: Comisión australiana da voz a sobrevivientes de abuso sexual infantil

Categorías: Oceanía, Australia, Derecho, Juventud, Medios ciudadanos, Política, Religión
Royal Commission into Institutional Responses to Child Sexual Abuse [1]

Captura de pantalla del video ‘Evidencia en la audiencia pública’ de la Comisión Real de Respuesta Institucional a Abuso Sexual Infantil (CC BY 4.0).

La Comisión Real de Respuesta Institucional al Abuso Sexual Infantil [2] de Australia siempre supo que generaría controversia, sobre todo con respecto a la Iglesia católica. Y así fue cuando presentó su informe final el 15 de diciembre de 2017.

Como el informe explica, la Comisión Real surgió debido «al abuso sexual y de otra naturaleza a niños en ambientes institucionales, y la negativa de las instituciones involucradas de abordar el problema». Los cinco años de audiencias ya revelaron extendida culpa, encubrimiento y fallos del sistema de diversas organizaciones religiosas y otras.

Según el informe final, la comisión, que costó 500 millones de dólares australianos (380 millones de dólares estadounidenses), fue contactada por 16,953 personas amparadas en sus términos de referencia, escuchó a 7,981 sobrevivientes de abuso sexual infantil en 8,013 sesiones privadas, recibió 1,344 testimonios escritos, derivó 2,562 asuntos a la policía y formuló 409 recomendaciones.

Para muchos, su verdadero logro fue dar a conocer las voces de sobrevivientes que, en muchos casos, han esperado décadas para ser escuchados. Una total de 3,956 «Narraciones [3]» de los sobrevivientes están en el sitio web de la comisión con esta advertencia: «Esta historia es sobre abuso sexual infantil. Puede contener descripciones gráficas y lenguaje fuerte, y puede ser confrontacional y perturbador».

También se publicó el libro «Mensaje a Australia [4]«, que contiene mensajes escritos a mano de sobrevivientes para guardar en la Biblioteca Nacional de Australia. Se pueden ver en línea, y acá presentamos tres de los 1,054 mensajes:

I now feel free and can live my life.

Ahora me siento libre y puedo vivir mi vida.

Please be kind to children. Don’t tell lies. Always tell the truth if children are hurt like me.

Por favor, sean buenos con los niños. No les digan mentiras. Siempre digan la verdad si los niños están lastimados como yo.

In 1978 a little boy started CRYING… In 2014, he still is.

En 1978, un niñito empezó a LLORAR… En 2014, sigue llorando.

Por favor, sean buenos con los niños. No les digan mentiras. Siempre digan la verdad si los niños están lastimados como yo.
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Gracias, Comisión Real de Australia, por confiarnos las historias de sobrevivientes de abuso en el libro, Mensaje a Australia. Los mantendremos a salvo.

En 1978, un niñito empezó a LLORAR… En 2014, sigue llorando.
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El ‘Mensaje a Australia’ de los sobrevivientes de abuso sexual infantil de la Comisión Real de Abuso Infantil ya está publicado en línea [4]. Basta decir que es una lectura dura, pero minuciosamente importante.

‘Es esencial que no apliquemos juicios morales para reparar…’

Uno de los asuntos claves fue reparar el abuso sexual pasado y futuro, que incluyó compensación monetaria. Todavía deben implementarse recomendaciones de 2015 [12] al Gobierno federal australiano de establecer un único plan nacional.

El Parlamento federal todavía debe aprobar legislación y algunos estados e instituciones claves no se han comprometido. Ben Mathews, profesor de derecho de Queensland, examinó las consecuencias en un artículo para el sitio de análisis The Conversation [13]:

This watershed inquiry has created the conditions for a seachange in how society deals with child sexual abuse in institutions, which can flow to our treatment of sexual abuse in other settings.

[…] We must focus our efforts on the future, but we must also ensure we properly deal with the past. Perhaps the single most important aspect of this is the redress scheme.

Esta crucial investigación creó las condiciones para un cambio de cómo la sociedad enfrenta el abuso sexual infantil en instituciones, que pueden fluir a nuestro tratamiento de abuso sexual en otros ambientes.

[…] Debemos centrar nuestros esfuerzos en el futuro, pero también debemos garantizar que manejamos adecuadamente el pasado. Tal vez el aspecto más importante es el plan de reparaciones.

Otros no estuvieron muy de acuerdo con la cobertura [14] del plan propuesto:

Controversially, the government proposes to exclude [15] from redress anyone convicted of sex offences, and those sentenced to prison terms of five years or more for crimes such as serious drug, homicide or fraud offences.

This proposal is profoundly flawed and a step backward. […] Although it might be politically popular – and less expensive – to separate applicants into the categories of “deserving” and “undeserving” victims, it is morally wrong to do so.

Controvertidamente, el Gobierno propone excluir [15] de las reparaciones a quienes hayan sido condenados por delitos sexuales y los sentenciados a prisión por cinco años o más por delitos como drogas, homicidio o fraude.

Esta propuesta es deficiente y es un retroceso. […] Aunque puede ser políticamente popular –y menos costoso– para separar a los solicitantes en categorías de víctimas que “merecen” y “no merecen”, hacerlo es moralmente equivocado.

Matthew Bowden es uno de los muchos en medios sociales que está de acuerdo:

El plan de reparaciones no debería excluir a delincuentes, advierte psiquiatra
Un psiquiatra y testigo experto de la Comisión Real insta al Gobierno federal a reconsiderar su decisión de excluir a personas que hayan cumplido condenas de cárcel de cinco años o más del Plan Nacional de Reparaciones para sobrevivientes de abuso sexual infantil institucional
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Es esencial que no apliquemos juicios morales para reparar ni creemos una división entre un sobreviviente considerado merecedor y uno no merecedor de abuso sexual infantil. El plan nacional de reparaciones debe ser para TODOS.

‘Como ser humano y católico, estoy consternado…’

La Iglesia católica está preocupada por la considerable cantidad de medios y de atención pública en Australia. Este gráfico del Informe final – Prefacio y resumen ejecutivo [22] ayuda a explicar por qué:

Proportion of survivors who told us they were abused in a religious institution (%) [22]

Proporción de sobrevivientes que dijeron que el abuso fue en una institución religiosa (%) – Fuente: Informe final – Prefacio y resumen ejecutivo (CC BY 4.0).

Dos problemas son particularmente complicados para la Iglesia católica. La comisión recomienda (Recomendación 7.4) que la «información revelada en o relacionada con una confesión religiosa» no esté exonerada de las leyes referidas a denuncia obligatoria. La llamada naturaleza sacrosanta (intocable) del confesionario ha tenido fuertes respuestas, como el tuit de @noplaceforsheep:

Si creen que se están metiendo con los católicos, no olviden que es la única institución que ha continuado su práctica de proteger a los agresores de niños.

Adrian Piccoli reaccionó fuertemente a la noticia de que el arzobispo católico de Melbourne, Denis Hart, repitió su opinión [24] de que no se puede romper el secreto de confesión:

Como ser humano y católico, estoy consternado de que este “hombre de Dios” anteponga su lugar en la Iglesia antes que la protección a un menor de abuso sexual infantil. Seguramente vale la pena ser excomulgado si fuera necesario para salvar a un niño del abuso.

Además, comisión (Recomendación 16.18) ha pedido que los obispos católicos australianos soliciten al papa Francisco que evalúe hacer que el celibato sea voluntario para clérigos diocesanos (parroquia).

Comentarios del papa Francisco sobre el informe final de la Comisión Real Australiana y dice que lo estudiará en profundidad.

Rachel Bills «resopló» una nota de cinismo:

Vi la recomendación sobre el celibato y resoplé. Sí, apuesto que el papa evaluará eso.

Por otro lado, una audiencia de procesamiento para el único cardenal católico de Australia, George Pell, se llevará a cabo en marzo para decidir si afrontará juicio por acusaciones sexuales [31] no reveladas. Se llevará a cabo en privado [32].

‘Esperamos que… los sobrevivientes se sientan reconocidos, escuchados, animados…’

Hay muchos recordatorios en línea de que la comisión ha expuesto el abuso sexual infantil cometido por numerosos grupos religiosos y otras organizaciones. Por ejemplo, Jim Luthy claramente ha perdido toda la fe en el Ejército de Salvación:

¿Por qué creen que pueden confiar en el Ejército de Salvación? Son una iglesia que maltrató niños en todas las maneras imaginables. Estuve en uno de sus hogares. Cometieron delitos contra los niños y negaron que habían ocurrido. Mentirosos. Donen a otros, por favor.

Se puede decir que la comisión real es el resultado más significativo de los tres años de Julia Gillard como primera ministra, entre 2010 y 2013. Su rol de convocar la investigación no quedó olvidado:

Julia Gillard fue quien ideó y puso en marcha la Comisión Real.

Se le recordará como una de las mejores primeros ministros por esta acción de coraje y decencia.

Gracias, Julia.

La otra persona que recibió muchos elogios fue el presidente de la comisión, el juez Peter McClellan, que se retirará como juez de apelaciones en la Corte Suprema de Nueva Gales del Sur en 2018:

El presidente de la comisión real, Peter McClellan, se retira, con el apoyo de los sobrevivientes de abusos
Exclusivo: Juez McClellan invita a ‘tropel’ de sobrevivientes a su retiro como juez de apelaciones en febrero
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El presidente de la comisión real, el juez Peter McClellan, se retira con el apoyo de sobrevivientes de abusos.
La ocasión encontró al hombre. Mantuvo la confianza en todo momento. Australia le debe mucho a él y a muchos otros.

Algunas palabras finales [44] de la comisión:

We hope that the act of sharing these narratives with the public will contribute to a better understanding of the profound impact of child sexual abuse and that survivors will feel validated, heard, encouraged and strengthened by their publication.

Esperamos que el acto de compartir estos relatos con el público contribuya a entender mejor el profundo impacto del abuso sexual infantil y que los sobrevivientes se sientan reconocidos, escuchados, animados y fortalecidos por la publicación.