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Hawking: Un luto que trasciende fronteras

Categorías: Latinoamérica, México, Reino Unido, Ciencia, Medios ciudadanos, Noticias
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Stephen Hawking. Imagen compartida en Flickr por el usuario Lwp Kommunikáció, utilizada en términos de licencia CC BY 2.0.

En todo el mundo causó pesar el fallecimiento del físico británico Stephen Hawking [2], dado a conocer el 14 de marzo de 2018. Latinoamérica no fue la excepción.

Hawking –de 76 años de edad– fue conocido en el mundo científico por sus teorías avanzadas sobre la radiación [3] emitida por agujeros negros así como sus estudios acerca del origen del universo en el marco de la teoría del Big Bang [4]. No obstante, el físico teórico y cosmólogo británico también alcanzó renombre entre el público en general y la cultura popular, con motivo de sus esfuerzos de divulgación de la ciencia y concientización sobre fenómenos diversos y acaso poco entendidos, como los avances en inteligencia artificial [5] y la supervivencia [6] de la raza humana. Hawking  también abordó temas altamente controversiales para algunos sectores, como la existencia de un ser divino en el contexto de la creación del universo.

En el portal Sopitas [7] se trató así la noticia, utilizando un interesante juego de palabras respecto a la posible existencia de universos paralelos:

No sabemos si en otros universos, pero al menos en éste, ayer el gran Stephen Hawking murió y, con la triste noticia millones de internautas salieron a expresar su admiración por tan genial personaje… y cuando decimos genial, no sólo hacemos referencia a su presencia y personalidad, sino a su trabajo como astrofísico que, incluso para quienes poco/nada saben de ciencia, no deja de parecer fascinante.

Por otro lado, en el portal especializado en escalada, montañismo y otras actividades deportivas, Raúl Morales [8] se expresó así [9] en relación al fallecimiento de Hawking:

El físico y divulgador británico falleció […] después de más de medio siglo superando el pronóstico que daba la enfermedad que le aquejaba, y llevando a la humanidad varios pasos adelante en la exploración mayor a la que aspiramos: aquella que describe la realidad misma.

Si para descubrir cumbres empleamos la escalada, lo mismo que la espeleología para adentrarnos en cuevas, para explorar el universo utilizamos la ciencia, que no es más que la sistematización racional del mismo espíritu humano que nos hace cruzar un río o ir a ver qué hay detrás del cerro. Y sus practicantes son, al igual que un montañista, exploradores, pero de cumbres distintas, cumbres que, con frecuencia no se encuentran en nuestro planeta o, en el caso de Stephen Hawking, ni siquiera en nuestro espacio-tiempo.

En una pieza titulada “El laboratorio de Stephen Hawking era el universo” que aparece en el portal puertorriqueño El Nuevo Día, se destacó así [10] la complejidad de las ideas producidas por el Profesor Hawking:

Todo el mundo conocía la brillantez cósmica de Stephen Hawking, pero pocos podían comprenderla. Ni siquiera astrónomos de primera línea.

Además, en el portal referido se hizo una compilación de algunas de las frases célebres que le son atribuidas a Hawking, entre ellas, la siguiente:

Si los extraterrestres nos visitan alguna vez, creo que el resultado sería parecido a cuando Cristóbal Colón llegó por primera vez a América, lo que no salió muy bien para los nativos americanos.

En Twitter, los usuarios reaccionaron de la siguiente manera:

La presentadora de noticias mexicana, Carmen Aristegui, recordó que el Profesor Hawking participó en una serie cómica estadounidense:

La cuenta de AFP en español, también recopiló algunas de las frases más famosas del científico:

El usuario Isma compartió el siguiente dato curioso:

Hawking, la estrella más brillante en el firmamento [20] de la ciencia, fue reconocido en vida con numerosas designaciones, entre ellas la titularidad de la Cátedra Lucasiana de Matemáticas en la Universidad de Cambridge (cargo que también ostentó en su momento Sir Isaac Newton [21]) y la Medalla Presidencial de la Libertad (otorgada en 2009 por Barack Obama [22]), la condecoración civil más alta otorgada por los Estados Unidos de América, misma que también ha sido otorgada a otros científicos como el químico mexicano Mario J. Molina [23], quien la recibió en el año 2013.