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Acuerdo entre Pekín y el Vaticano podría reforzar acoso religioso en China, advierte cardenal de Hong Kong

Categorías: Asia Oriental, China, Hong Kong (China), Derechos humanos, Medios ciudadanos, Política, Relaciones internacionales, Religión
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Cardenal Joseph Zen en el Vaticano. Fotografía: Facebook/Joseph Zen.

Según se informa, el Vaticano y Pekín se encuentran en la etapa final para alcanzar un acuerdo histórico sobre el nombramiento de obispos en China. El acuerdo conllevaría a la reanudación de los vínculos diplomáticos, que han permanecido suspendidos por casi 70 años.

No obstante, muchos se manifestaron contra el acercamiento. El cardenal de Hong Kong, Joseph Zen, es el líder católico que ha protestado elocuentemente en contra del acuerdo.

El periodista Kris Cheng entrevistó al cardenal Zen para un artículo que se publicó el 13 de mayo de 2018 [2] en Hong Kong Free Press. Esta versión editada se publica en Global Voices como parte de un acuerdo de asociación.

Joseph Zen, cardenal de Hong Kong, de 86 años de edad, continúa una lucha solitaria dentro de la organización católica con el fin de oponerse a un posible acuerdo entre el Vaticano y China, sobre quién puede nombrar obispos en un país que se proclamó oficialmente ateo.

El acuerdo entre el Vaticano y Pekín, según se informa, estaba en su etapa final en marzo [3], aunque Zen, quien es oficialmente un obispo emérito, lo denominó un «pacto con el diablo» y una «traición total». Quizá en parte a sus esfuerzos, a las voces críticas que inspiró y a la represión fuerte y constante de la religión en China, el Vaticano ahora afirma [4] que el trato –aunque aún está en proceso– no concluirá pronto.

«Conozco China y a la iglesia en China», dijo Zen, que nació en un hogar católico en Shanghái, en una entrevista para Hong Kong Free Press desde su hogar en la Casa Salesiana de Estudios ubicada en una colina de Hong Kong. «Trabajé siete años, pasé seis meses al año desde 1989 hasta 1996, en la enseñanza de seminarios [en las iglesias reconocidas por el Estado]»:

I met so many people, people of the government, people of the church, so I really know the situation. I see how the church is being persecuted, and the bishops are being humiliated. I think nobody else has had such experience.

Conocí muchas personas, gente del Gobierno y de la iglesia, por lo que entiendo realmente la situación. Veo cómo acosan a la iglesia y cómo humillan a los obispos. Pienso que nadie más ha tenido tal experiencia.

La Santa Sede, ubicada en la ciudad del Vaticano, es el máximo órgano que rige a la Iglesia católica y nombra a los obispos en todo el mundo. No obstante, las religiones tienen permitido operar en China solo si están bajo la supervisión del Estado; la Asociación Patriótica de Católicos Chinos rechaza la autoridad del Vaticano por lo que elige a sus propios obispos para los 10 millones de católicos del país. Una iglesia clandestina no oficial continúa siendo leal al Vaticano.

El Vaticano cortó las relaciones diplomáticas con China en 1951, poco después de que las fuerzas comunistas proclamaron victoria en Kuomintang, en la guerra civil de China. Sin embargo, mantiene vínculos con Taiwán, lugar a donde huyeron las fuerzas de Kuomintang tras su derrota.

En 2015, volvió a entablar negociaciones con Pekín. Según la propuesta del acuerdo, es posible que el Vaticano realice una concesión importante para reconocer a un grupo de obispos que respalda Pekín, incluidos siete que fueron excomulgados por el Vaticano.

Gobierno chino «refuerza el control sobre la religión», indica Zen

Zen dijo que, hasta donde sabe, ambas partes han tenido dificultades para alcanzar el acuerdo final:

Some are saying maybe now there are difficulties on the Chinese side, because there are people who think that they don't need the agreement, they can control everything. Maybe there are voices in China against the eventual agreement.

You see that there are many actions on the side of the government which show that they are tightening control on religion. And so it's more difficult to understand how the Vatican can come to a deal at this moment […] Any agreement on the side of the Vatican may be seen as collaboration with the government to persecute our own people; that’s terrible.

Algunos dicen que tal vez ahora existen dificultades de parte de China, porque hay personas que piensan que no necesitan el acuerdo, pues pueden controlar todo. Quizá hay voces en China que se oponen al acuerdo final.

Existen muchas acciones de parte del Gobierno que muestran que están reforzando el control sobre la religión. Por lo tanto, es más difícil comprender cómo es que el Vaticano puede realizar un acuerdo en este momento […] Cualquier trato por parte del Vaticano posiblemente sea considerado colaboración con el Gobierno para acosar a nuestra gente; eso es terrible.

Por ejemplo, el 1 de febrero de 2018, introdujeron nuevas regulaciones sobre asuntos religiosos, según las cuales se prohíbe la entrada a menores de edad a lugares donde se rinde culto [5].

El cardenal indicó que las enmiendas recientes a la Constitución que realizó China, como la eliminación del límite del periodo presidencial [6], pueden haber influenciado también la manera en que el Vaticano consideraba el asunto:

Surely they should take into account also these new things – which are not encouraging any agreement. I really hope that a miracle may happen, the Pope may say we need more time to be more cautious, to consider again. No deal is better than a bad deal.

Sin duda, deberían tener en cuenta también esos nuevos aspectos –que no exhortan a ningún acuerdo. En realidad, espero que ocurra un milagro, el papa puede decir que necesitamos más tiempo para ser cautelosos, para reconsiderarlo. Ningún trato es mejor que uno malo.

En enero, Zen viajó a Roma para entregar personalmente al papa Francisco una carta de Peter Zhuang Jianjian, de 88 años, obispo chino preseguido de Shantou. Zhuang, cura fiel al Vaticano que no es reconocido por China, es uno de dos obispos a quienes el Vaticano solicitó evitar [7] a los curas excomulgados, pero que Pekín acepta:

I told him everything. I wrote so many letters. My last letter was very clear, I have the impression that the Pope now is aware of the worries in the church in China, so I don't think I need to see him again or say more things. Maybe now there are some other things which may make the Holy Father more aware that he is not receiving good information from people around him.

Le conté todo. Escribí bastantes cartas. En la última fui muy claro, tengo la impresión de que el papa ahora es consciente de las inquietudes de la iglesia en China, por lo que creo no necesito visitarlo de nuevo o decir algo más. Quizá ahora hay algunas otras cosas que posiblemente hagan que el Santo Padre se percate de que no recibe buena información de las personas que le rodean.

«La fe debería ser lo primordial en sus mentes»

Zen ha sostenido discusiones con el secretario de estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, quién indicó consideraba el acuerdo potencial como un diplomático, y no desde el punto de vista religioso:

I can understand that Pope Francis may not be well informed about the real situation in the church in China, because he comes from South America. But these people like Parolin, they must know very well the situation, so I really cannot understand how are they so enthusiastic to push for a deal, so they may have a wrong objective.

Because from the point of view of Catholic faith, they are not going to achieve anything. Maybe they are more interested in diplomatic success. That's very sad, because they are the collaborators of the Pope, the faith should be the first thing in their mind.

It's very scary. These people – they should understand a lot of things, why do they do this? They are not naive, they are evil.

Puedo comprender que el papa Francisco no esté bien informado sobre la situación real de la iglesia en China, puesto que proviene de América del Sur. No obstante personas como Parolin deben conocer bastante bien la situación, así que no puedo entender cómo es que son tan entusiastas para promover un acuerdo, puede que tengan un objetivo equivocado.

Porque desde el punto de vista de la fe católica, ellos no van a conseguir nada. Quizá estén más interesados en alcanzar el éxito diplomático. Eso es muy lamentable, puesto que son colaboradores del papa, la fe debería ser lo primordial en sus mentes.

Es muy atemorizante. Estas personas –deberían entender muchas cosas, ¿por qué hacen esto? No son ingenuos, son malvados.

Zen se queda cada vez con menos aliados en el Vaticano. Savio Hon, importante sacerdote de Hong Kong que comparte opiniones similares a las de Zen contra el acuerdo con China, estaba en Roma y tenía acceso directo al papa, pero en 2017 lo enviaron a Grecia como representante del Vaticano, pese a que nunca trabajó en el servicio diplomático. Algunos consideraron esto como un castigo [8].

El cardenal Fernando Filoni, otro cura importante que trabajó muchos años en Hong Kong defendiendo a la iglesia en China, también mostró cautela con respecto al acuerdo con China. Él también es un aliado que perdió, pues se cambió gradualmente al bando de Parolin.

Entre los obispos que según se informa, Pekín solicitó que el Vaticano reconociera se encuentran el obispo Joseph Liu Xinhong de Anhui y el obispo Paul Lei Shiyin de Sichuan, que tuvieron hijos con sus novias [9]. Eso constituye una infracción a la ley del celibato, que indica que únicamente los hombres solteros sin hijos pueden ser curas. Zen calificó de «ridículas» las declaraciones de los funcionarios del Vaticano que dicen no existe evidencia concreta de ese hecho.

Zen recordó otro caso de un sacerdote chino que desobedeció la ley de celibato, pero el Vaticano quería que este sacerdote –a quien Zen no nombró– fuera reconocido. Indicó que el Vaticano realizó una investigación, pero que el investigador simplemente informó la negativa del cura. «Solo quieren engañarse a sí mismos», comentó.

«Con un régimen totalitario verdadero, tienes únicamente tu fortaleza espiritual»

A menudo, se compara la situación de China con la de Vietnam –otro acuerdo que negoció Parolin. En ese país, la Santa Sede propone una lista de obispos al Gobierno de Hanói, y este elige, antes de que el papa los nombre.

No obstante, Zen afirmó que Vietnam posee una fuerte base de seguidores católicos, por lo que el Gobierno no puede interferir en la iglesia.

«Pienso que algo que al papa le cuesta entender es que, con un régimen realmente totalitario, tienes únicamente tu fortaleza espiritual», Zen indicó.

Zen además afirmó que el caso de China es muy diferente a los de Hungría, Polonia y la entonces Checoslovaquia, donde hay una larga historia de fe:

Even the collaborators of the government – they could not be that bad. Because they know that they will not be accepted by the people. To be accepted or to be tolerated by the people, they have to be decent [in] some way. But unfortunately, in China, among the bishops in the open church – there are too many collaborators of the government.

Incluso los colaboradores del Gobierno –no podrían ser tan malos. Porque saben que el pueblo no los aceptará. Para que las personas les acepten o les toleren, tienen que ser decentes de alguna manera. Pero lamentablemente, en China, entre los obispos de la iglesia abierta –existen demasiados colaboradores del Gobierno.

Zen dijo que teme que el acuerdo con China pueda decepcionar a los católicos de ese país –tanto en las iglesias «clandestinas» como en las no reconocidas por el Gobierno– y provocar consecuencias graves:

I am very much afraid that some may have some irrational reaction, like a kind of rebellion against the Pope, that would be very unfortunate – I am against any kind of such rebellion. I think that fidelity to the Pope is our bottom line; even if we cannot understand what the Pope is doing, we must obey.

Realmente, temo que algunos puedan tener cierta reacción irracional, como ua rebelión contra el Papa, eso sería bastante desacertado –me opongo a cualquier clase de rebelión. Pienso que la fidelidad al Papa es lo más esencial; inclusive si no podemos entender qué es lo que realiza el papa, debemos obedecer.

Asimismo, cree que la clave está en que más personas hablen sobre la represión de la libertad religiosa de China y del acuerdo con ese país:

Our voice is weak, their voice is strong, it will be good to raise concerns of more people.

Nuestra voz es débil, la de ellos es fuerte, sería formidable si hiciera que más personas se preocuparan.