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Norte de Rusia sigue indignado por las exportaciones de desechos de Moscú

Categorías: Europa Central y del Este, Rusia, Ambiente, Medios ciudadanos, Protesta, RuNet Echo

«Soy/somos Shiyes», diseño de logotipo muy usado en protestas, parecido al de la campaña para liberar al periodista Ivan Golunov. Imagen de Tom Venner y Maxim Edwards, usada con autorización.

Un desolado ferrocarril en el extremo norte de Rusia se ha convertido en el catalizador improbable de un movimiento de protesta a nivel nacional.

En los últimos seis meses, ha habido un campamento de protesta las 24 horas del día en las afueras de un vertedero planificado en Shiyes, región de Archangelsk, a 1125 kilómetros de Moscú. Sus ocupantes se oponen a la construcción de un eufemísticamente llamado «ecoparque tecnológico» que recibirá diariamente varios vagones de basura de la capital rusa.

No hay mucho en la antigua aldea de Shiyes; la zona está rodeada de pantanos y bosques. Pero está a pocos kilómetros de la frontera con la República de Komi, otra regiones del extremo norte de Rusia. Así que cuando los habitantes de la cercana ciudad de Urdoma comenzaron a protestar contra el vertedero en 2018, su causa llamó la atención de la sociedad civil en dos provincias.

Varios meses después, por toda la internet rusa se puede ver la etiqueta #ПоморьеНеПомойка [1] («Pomorye no es un basurero», en referencia al término histórico de las provincias a lo largo del mar Blanco) y #ЧистыйСевер [2] («Un norte limpio»).

«Clasificando la basura en Moscú», dice esta popular caricatura de Duran [3], ampliamente difundida en medios sociales rusos. Los contenedores llevan el nombre de polémicos vertederosen las afueras de la capital, incluido Shiyes.

Ha habido protestas de solidaridad en docenas de ciudades de Rusia, mientras que Shiyes aparece regularmente en los titulares.

La historia comienza en 2007, cuando 57 hectáreas de tierra alrededor de Shiyes fueron transferidas por el Gobierno regional de Archangelsk a los ferrocarriles rusos para «uso industrial» hasta 2056. En julio de 2018, los ferrocarriles rusos arrendaron la propiedad a la empresa moscovita Technopark. A finales de ese mes, los habitantes de las aldeas cercanas se dieron cuenta de que se estaba construyendo algo grande, y los ecologistas exigieron una explicación a las autoridades regionales.

Los pedidos lograron impulso y se empezaron a hacer preguntas sobre la construcción en los parlamentos regionales de Komi y Archangelsk. Pronto aparecieron fotos de protestas solitarias de pensionistas de las remotas aldeas (la única manera legal de realizar protestas espontáneas en Rusia).

Pero la situación en Shiyes seguía turbia. Ni Technopark ni las autoridades locales aclararon exactamente qué se estaba construyendo, y primero se sugirió que la instalación era una planta de reciclaje de residuos y no un vertedero. En septiembre de 2018, en una entrevista con la emisora de radio independiente Ekho Moskvy, la vicegobernadora de Archangelsk, Elena Kutukova, dejó escapar [4] durante una pausa publicitaria que ya se estaba transportando la basura a la región y que los funcionarios no decían nada pues se trataba de un «momento político delicado». (Para los rusoparlantes, se puede encontrar una detallada cronología interactiva [5] de estos acontecimientos en 7×7, sitio web de noticias que dedicado al extremo norte de Rusia).

Ecologistas locales afirmaron [6] que Shiyes era el «peor lugar para un vertedero», pues las turberas de la zona llegan avarios ríos que desembocan en el mar Blanco. Por su parte, activistas medioambientales plantearon pedidos concretos de procedimiento. Como dijeron Elena Kalinina y Antonina Obedinina, activistas de #ПоморьеНеПомойка, en una entrevista en junio de 2019 con el podcast Salt.Zone [7], que sigue movimientos cívicos en Rusia, los ecologistas exigen un refererendo popular sobre la construcción del vertedero, y que a las municipalidades son les concede facultades sobre cuestiones relativas al uso de tierras públicas.

Los activistas se animaron con una resolución de la corte regional de Archangelsk de abril, que revocaba los intentos de los diputados locales de impedir los referendos. Pero el 25 de junio, la Corte Suprema de Rusia revocó esta resolución [8] y estableció que la prohibición a los referendos estaba de acuerdo con la ley rusa.

El influyente científico político Valery Solovei predijo que la resolución de la Corte Suprema solamente radicalizaría las protestas:

Мне вчера повезло встретиться и побеседовать с делегацией активистов из Архангельской области и Коми, которые выступают против строительства мусорного полигона в Шиесе. Они были готовы к сегодняшнему решению Верховного Суда, фактически закрывшего возможность проведения референдума в Архангельской области на сей счет.

Однако после встречи у меня исчезли сомнения: эти спокойные и уверенные люди не позволят построить на своей земле мусорной полигон. Их сопротивление будет нарастать пропорционально давлению, а последствия конфликта, в случае его развития, окажутся радикальными и масштабными.

Ayer tuve la suerte de reunirme y hablar con una delegación de activistas de la región de Arkhangelsk y [de la República de] Komi que se oponen a la construcción de un vertedero en Shies. Estaban preparados para la decisión de hoy del Tribunal Supremo, que prácticamente eliminó la posibilidad de celebrar un referendo en la región de Arkhangelsk sobre esto.

Sin embargo, después de la reunión, mis dudas desaparecieron: estas personas tranquilas y confiadas no permitirán que se construya un basurero en nuestro territorio. Su resistencia aumentará en proporción a la presión, y las consecuencias  serán radicales y a gran escala.

— Valery Solovei, Facebook, 25 de junio de 2019 [9]

En un artículo para Ekho Moskvy [10] sobre la controvertida resolución judicial, el conocido activista ruso de derechos humanos Lev Ponomaryov enfatizó que los muscovitas tenían el deber de defender a los habitantes del norte de Russia en “su lucha contra la arbitrariedad y la ilegalidad”:

Не будет преувеличением сказать, что власти, наряду с ЧОПами и околовластным бизнесом, ввели оккупационный режим на части территории Русского Севера.

No sería una exageración decir que las autoridades, junto con las empresas de seguridad privadas y las empresas locales, han impuesto un régimen de ocupación en el norte de Rusia.

— Lev Ponomaryov, Ekho Moskvy, 26 de junio de 2019

Activismo verde en Rusia y sus malestares

Estas observaciones son el centro de la nueva ola de activismo ambiental de Rusia. En un panel [11] realizado el 5 de junio en el Teatro PANDA de Berlín, a la que asistió el autor de este artículo, el político independiente ruso Dmitry Gudkov [12] señaló que «el 90 % por ciento de las protestas en Rusia son de naturaleza verde». Alexander Solovyev, colega de Gudkov, respondió: «Sí, pero estas protestas no son ‘verdes’ porque los manifestantes estén preocupados por el cambio climático; son verdes porque la gente se preocupa por lo que está pasando en su patio trasero, por enfermarse de cáncer o neumonía».

Esto no es una Rebelión de Extinción [13]; la resistencia a Shiyes se trata de seguridad ambiental más que de cambio climático. La retórica de los activistas ecológicos rusos se centra en la falta de rendición de cuentas y en la dura gestión de una élite que algunos rusos sienten que los trata como si fueran descartables, como la basura que termina en Shiyes. Y esa es una historia que resuena ampliamente en Rusia, con muchos manifestantes locales.

Como escribe el destacado bloguero ruso Pavel Pryanikov:

Шиес – хороший пример, как умнеет наш народ. Сначала понял, что такое частная собственность. Теперь хорошо понимает, что такое своя земля, своя малая Родина. Очень быстро идёт не только гуманизация России, но и быстро наше общество пробегает азы построения гражданской нации – то, на что в Европе ушло 200-400 лет, у нас догоняется за несколько десятилетий. Очень хорошо, что вне пределов московской метрополии у людей появляется это чувство своей земли, которой могут распоряжаться только они, а не какие-то «дяди с Москвы».

Вообще же главная национальная идея нашего времени не только ГДЕ ДЕНЬГИ!? (о чём много пишу), но и ЗА ВСЁ НУЖНО ПЛАТИТЬ. Народ постепенно понимает, что всё требует расплаты – Крымнаш, милитаризация с Царь-ракетами, прокорм сонма чинуш и олигархата […] «Вы требуете от нас затянуть пояса, а и мы потребуем вот этих операторов Царь-свалки на пару лет затянуть пояса. Товарищи Собянин, Ротенберг и Чайка – ЗА ВСЁ НУЖНО ПЛАТИТЬ!».

И это строительство гражданской нации в России будет только нарастать.

Shiyes es un buen ejemplo de cómo nuestra gente se vuelve más inteligente. Al principio, [la población]  entenió qué es la propiedad privada. Ahora entiende bien cuál es su tierra, su pequeña «patria». No solamente la humanización de Rusia avanza muy rápidamente, nuestra sociedad también está aprendiendo los básico de la construcción de una nación cívica. Eso tomó entre 200 y 400 años en Europa, y nos hemos puesto al día durante en apenas décadas. Es muy bueno que, fuera de la metrópoli moscovita, la gente tenga este sentir de su tierra, tierra que sólo ellos pueden disponer, no un «tío de Moscú».

En general, la idea nacional de nuestro tiempo no es solamente ¿DÓNDE ESTÁ EL DINERO? (sobre lo que escribo mucho), sino también HAY QUE PAGAR TODO. El pueblo comprende poco a poco que todo tiene un pago — desde Krymnash [la anexión de Crimea] a la militarización y cohetes Tsar, alimentar el ejército de funcionarios y oligarcas […] «Exigen que nos apretemos los cinturones, exigimos que los operadores del basurero de Tsar se aprieten los cinturones un par de años. Camaradas Sobyanin, Rotenberg y Chaika, HAY QUE PAGAR TODO.

Y este avance de la nación civil en Rusia no hará más que crecer.

— Павел Пряников, Facebook, 2 de junio de 2019 [14]

Shiyes no es para nada la única ubicación donde se planea un vertedero. En un esfuerzo por resolver el importante problema de gestión de residuos de la capital, funcionarios de Moscú han recurrido durante varios años a enterrar la basura en otros lugares. Así, activistas ecológicos de Ryazán [15], Tula [16], Kirov [17], Krasnoufimsk [18] y varias ciudades más se han opuesto a los vertederos e incineradores de basura en su territorio. Algunos lo han logrado –en diciembre de 2018, manifestantes de Yaroslavl, ciudad al este de Moscú, lograron que el Gobierno dictaminara que los residuos de la capital rusa ya no se exportaran a su región [19]. Artur Parfenchikov, gobernador de Carelia, hasta prometió en su página de VKontakte [20] que se negaría a aceptar importaciones de basura de fuera de la provincia norteña.

Aunque ciertamente las protestas en Shiyes alardean de injusticias de la desigualdad regional ante la capital, eso no significa que los moscovitas no hayan salido en defenderlos. El 3 de julio, cientos de personas se reunieron [21] en la plaza Suvorovsky de Moscú en una protesta organizada por los partidos opositores de izquierda de Rusia. Hasta el Partido Comunista de Rusia, que tiene representación parlamentaria, ha asumido la causa; el líder Gennady Zyuganov expresó su admiración por los manifestantes:

A diario, hay enfrentamientos cerca de la estación de Shiyes, entre quienes quieren que su ambiente siga limpio y guardias con apoyo de la policía. Por cierto, hasta donde sabemos, las autoridades planean crear más de 50 «instalaciones» que convertirán la pintoresca región norteña en un gigantesco vertedero.

Las autoridades rusas parecen preocupadas por esta nueva ola de protestas ambientales, que se ha vuelto cada vez más abierta. El 2 de julio se iniciaron nuevas «ekobessrochki» (protestas las 24 horas del día) [23] en ciudades del norte como Kotlas, Severodvinsk y Syktyvkar, la capital de la República de Komi. Además, el 4 de julio, desde Archangelsk, el activista ecologista Dmitry Sekushkin armó un cartel en el exterior de la sede de los servicios de seguridad [24] que decía «¡Shiyes es nuestro! ¡El norte de Rusia no es un basurero para Moscú!». El cartel fue retirado al cabo de un día y Selkushkin fue detenido.

Otro ejemplo de este malestar vino después de Línea Directa con Vladimir Putin [25] el 20 de junio. El programa anual de llamadas en directo permite a periodistas y ciudadanos comunes y corrientes dirigir sus preguntas directamente al presidente ruso. El periodista Roberto Panchvidze le preguntó a Putin sobre una nueva ley contra «el insulto a las autoridades» [26] presentada contra varias personas por comentarios publicados en VKontakte, que menciona a una mujer de la región de Archangelsk que se enfureció por escribir «tienen mucho valor» sobre el vertedero de Shiyes. Los sitios web de noticias señalaron [27] que la palabra «Shiyes» y toda mención del vertedero fueron eliminadas de la transcripción oficial del programa [28]. La destacada socióloga rusa Ekaterina Shulmann comentó sarcásticamente:

Простите, дорогие читатели, но, видимо, мы действительно имеем дело с какой-то манифестной формой безумия. Шиес опять пропал из стенограммы прямой линии на сайте kremlin.ru. Вчера вечером был, сегодня с утра нету. […] Граждане компьютерные специалисты, бывает такое вообще, или кроме нечистой силы нету рациональных объяснений?

Perdonen, queridos lectores, pero aparentemente estamos frente a una forma manifiesta de locura. Shiyes desapareció de nuevo de la transcripción de Línea Directa del sitio web kremlin.ru. Ayer por la tarde estaba, hoy por la mañana no está. […] Especialistas en computación, ¿esto ocurre solamente o realmente no hay otra explicación racional que no sean las fuerzas del mal?

— Екатерина Шульман, Facebook, 22 junio 2019 [29]

El corresponsal del sitio web de noticias Znak que visitó Shiyes antes y después de la transmisión de Línea Directa [30], observó la decepción de los miembros del campo de protesta porque su causa no se planteó directamente al presidente ruso. El mismo periodista indicó que para llegar al campo de protesta en las afueras de la zona de construcción hay que caminar más de 13 kilómetros sobre un camino de barro, pues la empresa estatal rusa de gas Gazprom ha cerrado una carretera cercana.

Además, desde el 28 de junio, los trenes de pasajeros ya no paran en Shiyes, medida que desató piquetes fuera de las oficinas de los ferrocarriles rusos [31]. Algunos manifestantes compraron muñecos de Zhdun en las boleterías con las palabras «¿Habrá tren a Shiyes?» (Zhdun, cuyo nombre se traduce como «muchacho que espera», es un meme ruso que se parece a una morsa, con las manos entrelazadas en silenciosa expectativa).

También se ha visto [33] muñecos Zhdun desde el vertedero de Shiyes que exigen que se detenga la construcción, que se ponga fin a la entrega de basura y que se retiren los guardias de seguridad privados.

Mientras Zhdun espera, más y más visitantes, celebridades, activistas y ciudadanos comunes y corrientes por igual llegan a Shiyes a pesar de los obstáculos.

Después de una visita al campo el 7 de julio, un moscovita escribió:

Всего сутки были на Шиесе. Увы, надо дальше в отряды. Люди держатся, в лагере потрясающая самоорганизация. Есть банька, колодец, огородик с таааким луком, свой маленький лес. Но главное – люди. Встречают, провожают, обустраивают, советуют,кормят круглосуточно. Туда обязательно надо ехать,особенно москвичам. Попробую в осенние каникулы.

Solamente estuvimos un día en Shiyes. Desgraciadamente, [debimos[ venir en grandes grupos. La gente está resistiendo, el campamento muestra una gran autoorganización. Hay un baño, un pozo, un jardincito con enoooormes arcos, un bosquecito. Pero lo principal es la gente. Te conocen, te muestran el lugar, se aseguran de que tengas todo lo que necesitas, te aconsejan, te alimentan todo el día. Todos deberían ir, especialmente para los moscovitas. Lo intentaré en las vacaciones de otoño.

— Margarita Baeva, VKontakte, 7 julio 2019 [34]