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Antigua y Barbuda quiere que Facultad de Derecho de Harvard «pague reparaciones» por las ganancias de la esclavitud

Categorías: Caribe, Antigua y Barbuda, Derecho, Educación, Etnicidad y raza, Historia, Medios ciudadanos
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La biblioteca de la Facultad de Derecho de Harvard, decorada por la graduación de 2011, cuando el controvertido sello de los Royall –escudo con tres gavillas de trigo, representante de la conexión del donante con la esclavitud– todavía representaba a la escuela. Foto de NKCPhoto, CC BY-NC-ND 2.0.

Tres meses después la firma de un acuerdo histórico sobre reparaciones [2] entre la Universidad de Glasgow y la Universidad de las Indias Occidentales, el primer ministro de Antigua y Barbuda, Gaston Browne [3], escribió al presidente de la Universidad de Harvard, Lawrence Bacow [4], para pedur a la destacada universidad que asuma su responsabilidad y pague reparaciones a su país por los lazos históricos de la escuela con el comercio transatlántico –y las ganancias– de esclavos.

Los 20 millones de libros (más de 24 millones de dólares) convierten el acuerdo de la Universidad de Glasgow en la primera acción importante para resarcir a los descendientes de los esclavizados por los británicos desde la emancipación plena declarada en 1838 [5] y se considera un gesto simbólico hacía toda la región caribeña. No obstante, el primer ministro Brown sintió que se debía pagar las reparaciones a Antigua y Barbuda especificamente, ya que Isaac Royall Jr. [6], comerciante de esclavo estadounidense que operó también en Antigua, cedió dinero a Harvard para establecer su primera cátedra de Derecho, que luego llevó a la creación de la Facultad de Derecho de Harvard [7] en 1817.

Además, para celebrar el tricentenario de la universidad en 1936, la Facultad de Derecho de Harvard convirtió el escudo de la familia Royall en su propio sello oficial. Eso demostró una decisión sumamente controvertida, sobre todo porque en 1736, el exgobierno colonial de Antigua quemó en la hoguera a 77 esclavos acusados de conspirar en un motín. En 2016, los estudiantes de Harvard protestaron [8] para eliminar el escudo, al que llaman «glorificación y monumento a uno de los mayores y más brutales dueños de esclavos en Massachusetts».

Un articulo de opinión en periódico estudiantil The Harvard Crimson [9] no duda en llamar [8] la plantación de azúcar de la familia Royall en Antigua como «uno de los bastiones más conocido de la trata de esclavos»:

In the mid 1730’s, a string of natural disasters, disease outbreaks, and a drought made water scarce on the island. […]

Driven to desperation by starvation and thirst, these brave people made a plan to rebel for their freedom in 1736. The Royall family helped to foil that plan and together with the white, landowning government […] burned 77 human beings at the stake, including Hector, the Royall family’s head slave. Six people were hanged and five people were broken on the wheel.

A mediados de la década del 1730, una serie de desastres naturales, brotes de enfermedades y una sequía hicieron que el agua escaseara en la isla […]

Movidas por el hambre y la sed, estos valientes hicieron un plan para rebelarse por su libertad en 1736. La familia Royall ayudó a frustrar ese plan y, con el Gobierno blanco y terrateniente […] quemó en la hoguera a 77 seres humanos, incluido Hector, jefe de esclavos de la familia Royall. Seis personas fueron ahorcadas y cinco fueron condenadas a la rueda.

A menudo se suele suavizar los horrores de la trata de esclavos cuando se habla de reparaciones, pero editorial [8] no cayó en esto:

Changing the seal does not take us further away from history. It shows that we truly understand that history and grasp the deep, immoral significance of racism, slavery, torture, and mass murder. […]

Symbols are an expression of who we are as a community, and who we are today is inextricably linked to our history. Symbols that memorialize people like Royall sanitize our history of slavery. If the Law School does not confront its history, then it is contributing to a continuing culture of subjugation and oppression.

Cambiar el sello no nos aleja de la historia. Nos muestra que entendemos verdaderamente la historia y captamos el profundo e inmoral significado del racismo, de las torturas, de la esclavitud y de los asesinatos en masa. […]

Los símbolos son una expresión de quienes somos comunidad, y quienes somos hoy está vinculado inexorablemente con nuestra historia. Los símbolos que conmemoran a gente como los Royall sanean nuestra historia de esclavitud. Si la Facutad de Derecho no enfronta su historia, seguirá contribuyendo a continuar una cultura de sometimiento y opresión.

Finalmente el sello fue eliminado [10], y Drew Faust, expresidente de Harvard, declaró [11] el compromiso continuo de la universidad de reconocer sus vínculos con la esclavitud, hecho que el actual presidente mencionó [12] en su respuesta Brown, y añadió:

Harvard is determined to take additional steps to explore this institution's historical relationship with slavery and the challenging moral questions that arise when confronting past injustices and their legacies. Harvard is also committed to working with other educational institutions to study slavery and its legacy.

Harvard está decidida a tomar medidas adicionales para explorar las relaciones históricas de la institución con la esclavitud y las difíciles cuestiones morales que surgen al confrontar las injusticias pasadas y sus legados. Harvard está comprometida también a trabajar con otras instituciones educativas para estudiar la esclavitud y su legado.

Aún no está claro cuáles son esas medidas adicionales, pero el primer ministro Brown, conforme a cartas previas enviadas [13] por el embajador de Antigua y Barbuda en Estados Unidos, Sir Ronald Sanders, está pidiendo esas reparaciones para invertirlas en la educación –especificamente por la Universidad de las Indias Occidentales en Five Islands [14]:

Ambassador Sanders pointed out that […] the reputation that Harvard enjoys internationally is intertwined with the dark legacy of Royall's Antigua slaves who died in oppression, uncompensated for their lives in slavery and their death in cruelty. In this context, he sought a genuine effort by Harvard to make amends to the people of Antigua for the gains Harvard enjoyed at the expense of their kinfolk.

El Embajador Sanders señaló que […] la reputación a nivel internacional de la que goza Harvard está entrelazada con el legado oscuro de la esclavos de los Royall en Antigua, que murieron bajo la opresión, sin ser compensados por sus vidas en esclavitud y sus crueles muertes. En este contexto, buscó un esfuerzo genuino por parte de Harvard de recompensar la gente de Antigua por las ganancias de Harvard a costa de sus antepasados.

Brown ha sugerido que los representantes de la universidad se reúnan con el Gobierno de Antigua y Barbuda para discutir sobre el problema, pero hasta ahora no hay confirmación [12] sobre si Harvard seguirá el ejemplo marcado por la Universidad de Glasgow.

Un editorial del The Harvard Crimson sugirió [15]:

While we agree that Harvard should aspire to atone for its discomfiting history with slavery, we do not believe that pursuing Antiguan-specific reparations is the most efficacious approach. As a university with ties to many historical injustices, Harvard ought not to be pursue debts of symbolic merit. Rather, it should be tackling continued, systematic injustices with broad, systematic solutions. Harvard’s imperative of institutional change dwarfs the particularities of this injustice.

Aunque estemos de acuerdo que Harvard debería aspirar a expiar sus desafortunados antecedentes con la esclavitud, no creemos que la búsqueda de reparaciones específicas de Antigua sea el enfoque más eficaz. Como una universidad con vínculos a muchas injusticias históricas, Harvard no debería perseguir deudas de mérito simbólico. Más bien, debería abordar las injusticias sistemáticas y continuas con soluciones amplias y sistemáticas. El imperativo de Harvard de cambio institucional achica las peculiaridades de esta injusticia.

Sin embargo, ya hay un precedente con la Universidad de Glasgow que asume «autoridad moral» [2] sobre las reparaciones, y la comunidad caribeña parece estar de acuerdo [16] en que Harvard también debería hacerse cargo del problema.

En Facebook, el usuario Alfanso Jerry Simon observó [17]:

Admitting that Harvard benefited greatly from the backs of slaves in Antigua and making a few token changes to a plaque or a shield does nothing to correct the grave injustice. Harvard now needs to provide true and tangible reparations to Antigua and Barbuda. They can start by making meaningful and measurable assistance to the University of the West Indies campus based in Antigua.

Admitir que Harvard se benefició enormemente a costa de los esclavos en Antigua y hacer algunos cambios simbólicos en una placa o e un escudo no hace nada para corregir la tremenda injusticia. Harvard necesita ahora dar reparaciones verdaderas y concretas a Antigua y Barbuda. Podrían empezar ayudando significativa y apreciablemente el campus de la Universidad de las Indias Occidentales con sede en Antigua.