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En las regiones rusas de los Urales, las raíces lingüísticas de Rusia perduran

Categorías: Europa Central y del Este, Europa Occidental, Finlandia, Rusia, Etnicidad y raza, Historia, Lenguaje, Medios ciudadanos, Pueblos indígenas, Viajes

Ville Ropponen en Kolima [1], región en el extremo este ruso. Foto usada con autorización.

La diversidad lingüística de Rusia es tan expansiva como el propio país.

Un grupo lingüístico representada en Rusia son las lenguas urálicas, cuyo nombre viene de los montes Urales [2], ubicados en el centro de Rusia en la frontera geográfica entre Europa y Asia. Incluyen 38 lenguas [3], la mayoría se habla en la región que lleva su nombre. Hay cerca de 25 millones de hablantes de lenguas urálicas en todo el mundo. Sin embargo, hay amplias diferencias en su condición.

Tres lenguas urálicas se benefician de protección estatal pues son oficiales, y las lenguas predominantes en sus respectivos países: estonio, finés y húngaro (este último goza de protección oficial en los países vecinos de Hungría). Los demás los hablan comunidades mucho más pequeñas que viven sobre todo en Rusia, y también en Letonia, Noruega y Suecia. Mientras algunas lenguas urálicas, como el mari o el udmurto [4], tienen entre 500 000 y 300 000 hablantes, otras tienen cerca de 30 000 hablantes, como las lenguas sámi [5]. Se cree que otros, como nganasan [6], tienen menos de cien hablantes. En Rusia, aunque las lenguas urálicas tienen reconocimiento oficial en la Constitución y en teoría tienen algunos derechos culturales, nueves leyes han amenazado la transmisión de lenguas minoritarias a la siguiente generación de hablantes.

La condición de lenguas urálicas más pequeñas es de gran interés para fineses, húngaros y estonios. Para ellos, el mari, udmurto, komi y erzya son primos lejanos, y en peligro. Por ejemplo, el finés Ville Ropponen es viajero y escritor de no ficción, poeta y crítico literario. Ha mucho visitado las comunidades urálicas de Rusia por años, y en 2012 publicó Uralilainen ikkuna («La ventana de los Urales»), colección de ensayos de leguas y viaje.

Ropponen contó lo que piensa del pasado, presente e incierto futuro de las lenguas urálicas y sus hablantes. La entrevista se editó por motivos brevedad y estilo. Se agregan enlaces y notas en las citas para es para dar más contexto.

Filip Noubel (FN): ¿Cómo empezaste a participar en el campo como finés que habla una lengua urálica y decidiste viajar a Rusia donde viven la mayoría de pueblos urálicos?

Ville Ropponen (VR):>As I described in my book of essays ”The Window of the Ural”, I first got involved with Uralic languages and people from the Finno-Ugric territories of Russia when I studied in Estonia as an exchange student at the beginning of the 2000s. After that I made several trips to Finno-Ugric areas, the regions of Mari El [7], Udmurtia [8] and Mordovia [9] [in the Russian Federation], and in 2005 a longer journey which included areas in Siberia to gather information and material. I wanted to write more deeply about the Finno-Ugric languages, cultures and peoples in Russia today. Of course for a Finn, the Volga River and Ural mountains are half-mythological places, where you imagine your ancestors once lived before they decided to rush to the West.

In the 19th century many Finnish scholars travelled to Russia to research the languages and cultures of the Uralic peoples. It was also connected to the rise of Finnish cultural nationalism. Before and after Finnish independence [from Imperial Russia] of 1917, there were many connections between Finland and Russia, among cultural circles that sometimes included Udmurts and other Finno-Ugric nations. But Stalinist purges during the 1930s ended this and all connections between [us] were lost for decades.

In my book of essays I also try to imagine what it is to be a representative of a small linguistic minority in the era of globalisation, global warming and ecological crises, and once again, rising nationalism and imperialism. Of course today the rights of indigenous and minority peoples are more widely discussed at the national and international level.

Ville Ropponen (VR): Como describo en mi libro de ensayos «La ventana de los Urales», empecé a conocer las lenguas y pueblos urálicos de los territorios fino-úgricos de Rusia cuando estudiaba en Estonia como estudiante de intercambio a inicios de los años 2000. Después, viajé varias veces a zonas fino-úgricas, las regiones de Mari El [10], Udmurtia [11] y Mordovia [12] [en la Federación Rusa], y en 2005 hice un viaje más largo que incluyó zonas en Siberia para reunir información y material. Quería escribir con mayor profundidad sobre las lenguas culturas y pueblos fino-úgricos en Rusia hoy. Por supuesto, para un finés, el río Volga y los montes Urales son lugares semimitológicos, donde imaginas que tu ancestros vivieron antes de decidir irse al Oeste.

En el siglo XIX, muchos académicos fineses viajaron a Rusia para investigar las lenguas y culturas de los pueblos urálicos. También se relaciona con el auge del nacionalismo cultural finlandés. Antes y después de la independencia finlandesa [de la Rusia Imperial] en 1917, había muchas conexiones entre Finlandia y Rusia, entre círculos culturales que a veces incluían udmurtos y otras naciones fino-úgricas. Pero las purgas estalinistas en la década de 1930 terminaron esto y todas las conexiones entre nosotros se perdieron durante décadas.

En mi libro de ensayos también trato de imaginar cómo es ser representar una pequeña minoría lingüística en la era de la globalización, calentamiento global y crisis ecológicas, y de nuevo, creciente nacionalismo y imperialismo. Por supuesto, ahora se habla más ampliamente de los derechos de pueblos indígenas y minoritarios a nivel nacional e internacional.

FN: ¿Hay una identidad urálica común? En tus ensayos, usas los términos de poscolonialismo y etnofuturismo para abordar este asunto. ¿Puedes explicar?

VR: At this moment, there is no common Uralic identity. Or if there is, it is only constructed and shared by the Finno-Ugric intelligentsia the way Benedict Anderson [13] describes the notion of ”imagined community”.

Ethnofuturism is an artistic movement which began in Estonia 1989 as a form of postmodernist and nonconformist thinking and as a postcolonial movement. One of its goals is to combine local as well as national cultural tradition with international cultural influences, the world of internet and robotics, together with the world of rituals, myth and ancient customs. During the 1990s, ethnofuturism became widely popular in Finno-Ugric areas of Russia. That was understandable, because both Tsarist Russia and the Soviet Union were empires, based on the rule of Russian language, of Russian and Slavic people. During the 1990, the minorities of Russia succeeded to improve their cultural and linguistic rights. But unfortunately during the Putin era, thus since the year 2000, almost all of these rights and autonomy have been lost.

Decentralisation, the deconstruction of hierarchy and the dissolution of binary opposites are important factors in the philosophy of ethnofuturism. The idea is to move the cultural focus from the center of empires to the outskirts, the wilderness, liminal points between civilisations. Ethnofuturists want to learn from aboriginal cultures and thinking, while maintaining a connection to the postmodern world.

VR: Actualmente, no hay una identidad urálica común. Si la hay, está solamente elaborada y compartida por la intelecutalidad fino-úgrica como Benedict Anderson [14] describe la noción de ”comunidad imaginada”.

El futurismo es un movimiento artístico que empezó en Estonia en 1989 como forma de pensamiento postmodernista y no conformista, y como movimiento poscolonial. Uno de sus objetivos es combinar tradición artística local con influencias culturales internacionales, el mundo de internet y robótica, con el mundo de rituales, mito y costumbres antiguas. En la década de 1990, el etnofuturismo se volvió muy popular en las zonas fino-úgricas de Rusia. Era comprensible, porque la Rusia zarista y la Unión Soviética eran imperios, basados en el ruso, de pueblos rusos y eslávicos. En la década de 1990, las minorías de Rusia lograron mejorar sus derechos culturales y s. Pero lamentablemente en la era de Putin, desde el año 2000, se han perdido casi todos estos derechos y autonomía.

La descentralización, la deconstrucción de jerarquías y la disolución de opuestos binarios son factores importantes en la filosofía del etnofuturismo. La idea es mover la atención cultural del centro de los imperios a la periferia, las zonas silvestres, puntos liminales entre civilizaciones. Los etnofuturistas quieren aprender de las culturas y el pensamiento originario, mientras mantienen una conexión con el mundo posmoderno.

FN: ¿Qué hay de la política en torno a las lenguas urálicas? Hace poco, Rusia aprobó una ley por la cual aprender lenguas minoritarias ya no es obligatorio en escuelas de zonas con significativa cantidad de hablantes de lenguas minoritarias. ¿Por qué es esto tan delicado en Rusia dados los tan pocos hablantes de lenguas urálicas?

VR: After the collapse of Soviet Union, there was much hope in Russia about democracy, multiculturalism and a pluralistic society. But especially since the 2010s ”thaw” ended, everything which is independent, even in the slightest form, and is not mainstream is considered a threat. As always, it is a question of money and power.

I have been denied a visa once, that was in 2005. The official reason of denial was that we didn't «register our visas properly», which was of course a false reason. Russian security service officials interrogated us after a visit to the Mari El Republic, where we had interviewed cultural activists and people who had been politically oppressed. During that time the Mari El Republic was one of the first Russian regions to witness such state-sponsored harassment of ethnic minorities.

Unfortunately Russia is falling back to becoming an authoritarian empire, and today some scholars are even speaking about fascism. This is very sad. Russia and its people deserve better.

VR: Tras el colapso de la Unión Soviética, había mucha esperanza en Rusia sobre la democracia, el multiculturalismo y una sociedad pluralista. Pero sobre todo desde que terminó el «deshielo» de la década de 2010, todo lo que es independiente, hasta en su forma más mínima y no es corriente, se considera amenaza. Como siempre, es una cuestión de dinero y poder.

Me han negado la visa una vez, en 2005. La razón oficial de la denegación fue que no «registramos nuestros visas correctamente», lo que por supuesto era una razón falsa. Los funcionarios de los servicios de seguridad rusos nos interrogaron después de una visita a la República de Mari El, donde entrevistamos a activistas culturales y personas que habían sido políticamente oprimidas. Durante ese tiempo, la República de Mari El fue una de las primeras regiones rusas en ver ese acoso patrocinado por el Estado a las minorías étnicas.

Desafortunadamente, Rusia está volviendo a convertirse en un imperio autoritario, y hoy en día algunos estudiosos hablan de fascismo. Esto es muy triste. Rusia y su pueblo merecen algo mejor.

FN: ¿Cuál es tu opinión sobre la sobrevivencia y futuro de esas lenguas? ¿Se están digitalizando y se pueden salvar, algunas al menos? ¿O hay otras formas más efectivas?

VR: I think they will survive. One hundred years ago, we asked the same questions: ”Will these small languages survive?”. They still do. But of course today there are more threats to minority languages, because the volume and power of big majority languages, which are sometimes called ”killer languages” is so huge. Digitalisation and the internet have helped some languages, for example Mordvian or Udmurt. There is a project to make Wikipedia pages in Mordovian languages (in both Erzya and Moksha). And in Udmurtia, there are many interesting linguistic projects, which try to improve the language's situation using the internet.

What is to to be done? That is a difficult question, because it is a political one. For example, these kind of laws you mentioned are very bad for minorities. Over the last 20 years, Russian law has been constantly changed to the detriment of minorities. But we have to hope for the better. Maybe there will be a change in Russia, who knows, maybe quite soon, and Russian politics will again take a more democratic and pluralistic direction.

VR: Creo que sobrevivirán. Hace cien años, nos hicimos las mismas preguntas: «¿Sobrevivirán estas pequeñas lenguas?». Todavía sobreviven. Pero, por supuesto, hoy en día hay más amenazas para las lenguas minoritarias, porque el volumen y el poder de las lenguas de las grandes mayorías, que a veces se llaman «lenguas asesinas» es muy grande. La digitalización e internet han ayudado a algunas lenguas, por ejemplo, el mordiano o el udmurto. Hay un proyecto para hacer páginas de Wikipedia en lenguas mordias (en Erzya y Moksha). Y en Udmurtia, hay muchos proyectos lingüísticos interesantes, que intentan mejorar la situación de la lengua con internet.

¿Qué hay que hacer? Es una pregunta difícil, porque es una pregunta política. Por ejemplo, estas leyes que mencionas son muy malas para las minorías. En los últimos 20 años, la legislación rusa ha sido constantemente modificada en detrimento de las minorías. Pero tenemos que esperar lo mejor. Tal vez haya un cambio en Rusia, quién sabe, tal vez muy pronto, y la política rusa vuelva a tomar una dirección más democrática y pluralista.