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Abuso privado en «salas públicas» de Telegram: ¿Puede Macedonia del Norte luchar contra acoso sexual en línea?

Categorías: Europa Central y del Este, Macedonia, Derecho, Derechos humanos, Medios ciudadanos, Mujer y género, Protesta, GV Advox

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Manifestantes con carteles en macedonio que dicen «Tú eres el violador», «El Estado que no hace cumplir la ley es el Estado que viola» y «[Mujer] tú no tienes la culpa». Foto de Walker Gawande vía Unbias the News. usada con autorización.

Este artículo es de Elena Gagovska, y lo editó Tina Lee. Se publicó en Unbias The News [1], y Global Voices reproduce una versión editada en dos partes como parte de un acuerdo para compartir contenidos.

Cuando se usan mensajería semiprivada como Telegram para difundir porno de venganza y otro material abusivo, las leyes existentes no parecen adecuadas. En Macedonia del Norte, activistas y sobrevivientes han salido a las calles para exigir justicia en internet. El sonado caso de «Sala Pública» muestra cómo las autoridades de Macedonia del Norte y de la región de los Balcanes rara vez abordan el acoso sexual en línea, lo que da lugar a una grave victimización de las mujeres y a pocas (o ninguna) consecuencias legales para los autores.

«No sabía qué hacer, me entró el pánico, estaba asustada, nunca había pasado por algo así. Fui al Departamento contra la Ciberdelincuencia [Unidad de Delitos Informáticos y Forenses] para denunciar lo sucedido. Les enseñé la foto, los mensajes y las llamadas, que tengo nombres y apellidos de las personas que me escribieron y llamaron. Cuando se enteraron de que era mayor de edad, dijeron que la ley en nuestro país no puede hacer nada, porque es solo para menores», dijo Ana Koleva, de 28 años de Kavadarci, Macedonia del Norte.

En un video viral de Instagram [2] publicado en su cuenta el 27 de enero de 2021, habló del acoso que sufrió después de que su perfil de Instagram y su número de teléfono personal se filtró en un grupo de Telegram.

Manifestantes sostienen un cartel que dice «La inacción te hace cómplice» que está dirigida a las instituciones gubernamentales que no resolvieron el caso de Sala Pública. Foto de Elena Gagovska vía Unbias the News. usada con autorización.

Koleva fue una de no se sabe cuántas víctimas de acoso sexual en línea por parte de miembros de un popular canal de Telegram llamado Sala Pública. En el canal de mensajería en línea, hombres de Macedonia del Norte (y posiblemente de algunos países vecinos) publicaban imágenes y videos de pornografía infantil, desnudos privados, perfiles de redes sociales y números de teléfono privados de innumerables mujeres y niñas de todo Macedonia del Norte sin consentimiento.

Ana Koleva es una de las pocas víctimas de Sala Pública que ha hablado de su experiencia sin ocultar su identidad. Su video de Instagram tiene casi 400 000 visitas y ha desempeñado un papel fundamental en el aumento de la cobertura mediática del caso en 2021.

Acoso sexual en Telegram

Sin embargo, la historia de Sala Pública no comenzó en 2021, sino en enero de 2020, cuando se descubrió el canal inicial de Telegram con 7400 miembros. El medio sin fines de lucro Radio MOF [3] informó de la existencia del grupo el 25 de enero de 2020 tras la alerta de preocupados estudiantes de secundaria.

Se descubrió que en el canal se publicaban fotos de perfiles abiertos en redes sociales –y desnudos privados– de menores de edad, pero los medios informaron que también había imágenes de mujeres adultas [4]. La periodista de A1on Meri Jordanovska también informó [5] que había conocidos empresarios y políticos en el grupo. Las autoridades sospecharon que el creador de Sala Pública inicial era un adolescente [6], pero no está claro si se le acusó formalmente de algo.

Aunque la edad de consentimiento sexual es de 14 años en el país, Nataša Boškova, abogada de la ONG de derechos humanos Coalition Margins, explicó a Unbias the News que, según el Código Penal macedonio, un niño víctima del delito de distribución de pornografía infantil se considera menor hasta los 18 años.

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Capturas de pantalla del grupo de Telegram «Javna Soba» (Sala Pública) y del grupo relacionado «Hm….» de enero de 2020. Imagen de Meta.mk [8], usada con autorización.

Sin embargo, la distribución de pornografía infantil no es el único delito que presuntamente se cometió en Sala Pública. También se publicaban desnudos privados de mujeres adultas sin consentimiento y se usaba indebidamente la información personal, como difundir sin consentimiento perfiles de redes sociales, direcciones privadas y números de teléfono, todo lo cual daba lugar a un acoso sexual en línea a gran escala.

En 2020, cuando fue descubierto, el grupo fue cerrado casi inmediatamente por Telegram [9] a petición del Ministerio del Interior de Macedonia (MVR), que también animó a las víctimas a denunciar estos delitos. Sin embargo, ni esta rápida acción bastó, ya que ningún autor fue realmente castigado por su participación en Sala Pública.

Por eso, no es de extrañar que en enero de 2021 surgiera un grupo similar con idéntico nombre.

Sala Pública 2.0

Al igual que el anterior, el grupo fue cerrado casi inmediatamente después de su descubrimiento a petición de Ministerio del Interior de Macedonia a Telegram, y cuatro personas relacionadas con el chat fueron detenidas para ser interrogadas el 28 de enero de 2021 [10]. Ese mismo día, el entonces primer ministro Zoran Zaev amenazó polémicamente con prohibir por completo Telegram en Macedonia.

Irena Cvetkovic, activista y directora ejecutiva de la organización de derechos humanos Coalition Margins [11], dijo a Unbias the News:

The crime is not in the use of that application but what is done on that application, here is the crime. Zaev's statement is a subtle shift of the responsibility of Telegram, a private entity, from the actual responsibility of the police and the public prosecutor's office.

El delito no está en el uso de esa aplicación sino en lo que se hace en esa aplicación, ahí está el delito. La declaración de Zaev es un sutil desplazamiento de la responsabilidad de Telegram, entidad privada, de la responsabilidad real de la Policía y la fiscalía.

La prohibición de Telegram nunca llegó a materializarse, pero la medida podría haber sentado un peligroso precedente para la libertad de expresión en línea en Macedonia del Norte, Estado candidato a la Unión Europea.

Dado que el Reglamento General de Protección de Datos regula el uso indebido de la información privada, está claro que Ana Koleva debería haber podido presentar una queja por esos motivos al menos ante la Agencia de Protección de Datos Personales, y que el Departamento contra la Ciberdelincuencia podría haber dirigido a Koleva a este organismo gubernamental, pero no lo hizo.

«Según la ley de protección de datos personales, todas las personas cuya intimidad supuestamente ha sido violada por el uso indebido de sus fotos en las redes sociales pueden solicitar protección ante la Agencia de Protección de Datos Personales», dijo Nataša Boškova a Unbias the News..

The Criminal Code also provides protection for the misuse of personal data, and most “Public Room” victims can seek protection under this provision. The Computer Crime and Forensics Unit at the Ministry of Interior can assist the public prosecutor’s office in securing the identity and evidence of the perpetrators of the crime so that they can be prosecuted and punished more effectively.

El Código Penal también ofrece protección por el uso indebido de datos personales, y la mayoría de las víctimas de Sala Pública pueden solicitar protección en virtud de esta disposición. La Unidad de Delitos Informáticos y Forenses del Ministerio del Interior puede ayudar a la fiscalía a asegurar la identidad y las pruebas de los autores del delito para que se les pueda procesar y castigar con mayor eficacia.

¿Un despertar feminista?

Tanto en 2020 como en 2021, las narrativas sexistas y moralizantes invadieron las redes sociales macedonias, algunos decían que las niñas y las mujeres tenían la culpa, ya que solo buscaban atención al tomar fotos reveladoras, mientras que otros trataron de culpar a hombres y niños como a mujeres y niñas.

La educadora sexual y activista feminista Natalija Krstevska habló en el podcast estudiantil Justinijan Zbori [12] sobre la tendencia a culpar a las víctimas en las redes sociales de publicaciones que instaban a los ciudadanos a «Educar a [sus] hijos». Krstevska dijo que la tendencia dispersa la culpa de los niños y los hombres que perpetúan la violencia sexual y, en cambio, sugiere que las niñas y las mujeres también tienen la responsabilidad de aprender a protegerse de este tipo de violencia.

«La doble victimización se produce desde los círculos sociales y familiares más cercanos, hasta el nivel de las instituciones, y hay que prestar una gran atención a desaprender este fenómeno, porque estos comentarios representan la relativización de la violencia y la toma de partido por los depredadores sexuales», declaró a Unbias the News Kalia Dimitrova, redactora jefe de la plataforma feminista macedonia Meduza [13].

The public always has some idea of what the girl or woman should or could have done to avoid becoming a victim, and very rarely has any idea what can or should be done with the one who harassed, hurt or humiliated her. After all, sexual violence is probably the only crime where the victim is blamed for something someone else has done.

El público siempre tiene alguna idea de lo que la niña o la mujer debería o podría haber hecho para evitar convertirse en víctima, y muy raramente tiene alguna idea de lo que puede o debe hacerse con quien la acosó, hirió o humilló. Al fin y al cabo, la violencia sexual es probablemente el único delito en el que se culpa a la víctima de algo que ha hecho otra persona.

El 3 de febrero de 2021, cientos de feministas y otros simpatizantes salieron a la calle para protestar [14] contra la inacción de las instituciones macedonias y la impunidad a los autores. Los manifestantes recorrieron las calles de Skopie desde el Ministerio del Interior hasta la Fiscalía, pues los consideran responsables del estado de impunidad.

Esta es la primera parte del informe. Lee la segunda parte aquí [15].