- Global Voices en Español - https://es.globalvoices.org -

Dilema uigur de Turquía en la Iniciativa de la Franja y la Ruta de China

Categorías: Medio Oriente y Norte de África, China, Turquía, Derechos humanos, Economía y negocios, Etnicidad y raza, Guerra y conflicto, Libertad de expresión, Medios ciudadanos, Política, Refugiados, Relaciones internacionales, Iniciativa china de la Franja y la Ruta: ¿Trato o robo?, Observatorio de Medios Cívicos

Ilustración de Giovana Fleck, usada con autorización

Turquía ha sido tradicionalmente un aliado de los uigures por sus fuertes lazos lingüísticos, culturales y religiosos. Sin embargo, las alianzas políticas y económicas de Ankara con Pekín, incluida la Iniciativa de la Franja y la Ruta [1] (BRI), han complicado estos lazos históricos, han dividido a la opinión pública turca y han reconfigurado la política oficial de Turquía respecto a los uigures en los últimos años.

Tras perder su independencia política en la década de 1940 [2], los casi 13 millones de uigures que viven en la provincia de Sinkiang, al oeste de China, han considerado durante mucho tiempo a Turquía como un refugio cultural y político. Turquía se ha convertido en el hogar de empresarios y estudiantes uigures, y de disidentes que han buscado refugio para escapar de la persecución [3] y la vida en campos de internamiento. En la actualidad, se calcula que 50 000 uigures [4] viven en Turquía para huir de la privación orquestada por Pekín de sus derechos humanos más básicos [5], como la libertad de religión, de circulación y de comunicación en su lengua materna..

Hasta principios de la década de 2010, la causa uigur [6] gozaba de gran aceptación en los círculos políticos turcos. En 2009, Recep Tayyip Erdoğan, entonces primer ministro, calificó la situación de Sinkiang de «genocidio [7]» y trató de avergonzar a China a nivel internacional.

Giro repentino

Pero tras un fuerte deterioro económico a raíz de un golpe militar en julio de 2016, el tono de Erdoğan cambió. La moneda nacional se depreció un 29 % [8], lo que supuso un duro golpe [9] para la economía, mientras las relaciones con Estados Unidos se deterioraban [10] y Turquía cambiaba [11] su sistema parlamentario por uno presidencial en 2018.

La economía apenas se ha recuperado. Las agencias de calificación crediticia [12] clasifican actualmente a Turquía como un país de alto riesgo [13]. Desde 2018, las salidas de capital han superado [14] las entradas de capital [15]. Es decir, los inversionistas extranjeros [16] están abandonando [17] la economía turca por razones económicas o políticas. Mientras que en 2013 casi una cuarta parte de los bonos del Estado turco [18] estaba en manos de inversionistas extranjeros, hoy se sitúa en torno al 4 %. La inversión extranjera directa (IED) también ha disminuido. Según el Ministerio de Comercio [19], entre 2016 y 2020, la IED total en Turquía se redujo de 12 180 millones de dólares a 6670 millones de dólares. En su momento, los inversores de los Países Bajos, España, Bélgica, Azerbaiyán y Rusia redujeron su inversión en el país.

China al rescate: inversi+on y vacunas

Cuando los inversionistas extranjeros abandonaron Turquía, China intervino como un actor importante. Poco después de la crisis monetaria de 2018, China concedió a Turquía un préstamo de 3600 millones de dólares estadounidenses [20] para usarlo en los sectores de la energía y el transporte. Desde entonces, el país ha prestado otros 6600 millones de dólares estadounidenses para fortalecer las empresas económicas y comerciales entre los dos países.

A medida que se reforzaban los lazos económicos, se debilitaban las políticas turcas sobre el trato a los uigures en China. En particular, en 2017, el ministro de Asuntos Exteriores de Turquía, Mevlüt Çavuşoğlu [21], hizo una declaración en la que aseguraba a sus homólogos chinos que Turquía no toleraría las críticas contra China, lo que supuso un cambio en las políticas del gobernante Partido Justicia y Desarrollo (AKP) respecto a los uigures.

We absolutely will not allow in Turkey any activities targeting or opposing China. Additionally, we will take measures to eliminate any media reports targeting China.

Turkey’s Foreign Minister . [21]

No permitiremos en absoluto en Turquía ninguna actividad que tenga como ataque o se oponga a China. Además, tomaremos medidas para eliminar cualquier informe de los medios que apunte a China.

Ministro de Asuntos Exteriores de Turquía, Mevlüt Çavuşoğlu [21].

La última vez que las autoridades turcas criticaron el maltrato a los uigures fue en febrero de 2019. En una declaración escrita [22], el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores turco, Hami Aksoy, afirmó que «más de un millón de turcos uigures que sufren detenciones arbitrarias son sometidos a torturas y a lavado de cerebro político en los campos de internamiento y en las cárceles. Los uigures que no están detenidos en estos campos están sometidos a fuerte presión». La respuesta del Gobierno chino no se hizo esperar. El embajador de China en Turquía, Deng Li [23], «advirtió» a Turquía que esas declaraciones perturban a los inversores chinos y que si Turquía continúa con sus críticas, inevitablemente pondrán en peligro las relaciones económicas bilaterales.

En 2017, Turquía firmó un tratado de extradición [24] con China durante la visita del presidente Erdogan a Pekín. El acuerdo consta [25] de 22 artículos y obliga a Turquía a extraditar a China a cualquier persona buscada por cargos penales. Aunque China ratificó el tratado en diciembre de 2020, Turquía aún no lo ratifica. El Parlamento turco recibió el documento en 2019. Muchos [26] han vinculado [27] el retraso en la ratificación del tratado con el hecho de que China no haya entregado las cien millones de dosis prometidas de vacunas contra el COVID-19 [28] fabricadas en China.

Pero China es conocida por conseguir lo que quiere a través de su política de coacción económica [29] para castigar a los países que son críticos con sus políticas, y Turquía no es una excepción. No sorprendió entonces escuchar a Erdoğan hablar con cariño de China durante su reunión con el presidente Xi Jinping en Pekín en julio de 2019.

Según informes de los medios chinos, Erdoğan [22] agradeció «la prosperidad de China» por garantizar la «vida feliz» de los «habitantes de diversas etnias que viven en la región autónoma uigur de Sinkiang». El presidente turco también destacó la oposición de Turquía al extremismo y la voluntad de aumentar la confianza política mutua y reforzar la cooperación en materia de seguridad con China. También aseguró a China que Turquía no permitirá actividades antichinas en Turquía. En respuesta, el presidente Xi [22] expresó el aprecio de China por la posición de Turquía y agradeció a Erdoğan que asegurara que no se permitiría que ningún poder en Turquía emprendiera acciones separatistas contra China. La última muestra de esta garantía es la orden de exclusión [30] que Turquía presentó al presidente del Congreso Mundial Uigur, Dolkun Isa, el 9 de septiembre de 2021. A pesar de una orden judicial [31] del 7 de septiembre, que indicaba que se debía autorizar a Isa, Turquía le prohibió la entrada al país [32] el 19 de septiembre.

Sin embargo, el giro del AKP con respecto a China no cuenta con un amplio apoyo. Según una encuesta de MetroPOLL de mayo de 2021, el 53,2 por ciento de los encuestados dijo que no creía que el gobierno estuviera respondiendo adecuadamente a China sobre el trato a los uigures.

Además de la respuesta pública, los líderes de la oposición también han criticado el silencio del Gobierno sobre los uigures, algo que al partido gobernante le ha costado controlar. En abril de 2021, cuando la presidenta del Partido del Bien (İYİ Parti), Meral Akşener [33], tuiteó su apoyo al Turquestán Oriental, la embajada china en Ankara tuiteó en respuesta [34]: «La parte china se opone resueltamente y condena enérgicamente cualquier reto de cualquier persona o poder a la soberanía e integridad territorial de China. La parte china se reserva su derecho a una respuesta legítima».

Aunque, según los medios turcos [35], Ankara convocó al embajador de China por el tuit, el Ministerio de Asuntos Exteriores turco no emitió declaraciones de prensa [36] sobre la convocatoria. Mientras que el partido gobernante guardó silencio, en Twitter la respuesta fue diferente.

El periodista Gökhan Özbek, escribió:

La parte china se opone firmemente y condena enérgicamente cualquier desafío a la soberanía e integridad territorial de China por parte de cualquier persona o potencia. La parte china se reserva el derecho de dar una respuesta justa.
————-
¡Conoce tus límites!
Este país no es una colonia.
¡Y no eres el gobernador colonial para declarar límites!

¡No se puede amenazar implícitamente a un solo ciudadano en este país!

¡Manténgase dentro de las reglas diplomáticas!
¡No apuntes a nadie en Turquía!

En Twitter, otro usuario escribió:

La parte china se opone firmemente y condena enérgicamente cualquier desafío a la soberanía e integridad territorial de China por parte de cualquier persona o potencia. La parte china se reserva el derecho de dar una respuesta justa.
————-
China amenaza y apunta a Meral Akşener y Mansur Yavaş, que defienden a los uigures turcos.

Debe enviarse una nota a China y el personal de la Embajada de China debe ser declarado persona no grata.

Conmemoro a nuestros parientes de Turkestán Oriental que no se rindieron al cautiverio chino en la masacre de # Barın, en el aniversario de su martirio.

Meral Akşener: No olvidaremos a nuestros compatriotas en cautiverio, y no guardaremos silencio sobre la opresión que han sufrido.

¡El este de Turkestán definitivamente será independiente algún día!

Mansur Yavaş: Incluso después de 31 años, todavía sentimos el dolor de la masacre en el Turquestán Oriental como el primer día.

Recuerdo a los mártires de la barra con piedad.

Hasta ahora, se ha sumado al silencio del AKP su socio de coalición, el Partido del Movimiento Nacionalista (MHP).

El repentino cambio de la narrativa sobre la difícil situación de los uigures que viven en Turquía y el trato que reciben en China, a cambio de incentivos económicos de Pekín, es indicativo de las prioridades del gobierno del AKP y de su voluntad de controlar el discurso de los medios para imponer las narrativas que mejor se adapten a sus intereses políticos del momento.   


Este artículo forma parte de una investigación del Observatorio Cívico de Medios [40] sobre las narrativas contrapuestas sobre la Iniciativa de la Franja y la Ruta de China y explora cómo las sociedades y las comunidades tienen diferentes percepciones de los posibles beneficios y perjuicios del desarrollo liderado por China. Para saber más sobre este proyecto y sus métodos, haz clic aquí [1].