Japón, que se apresuró a imponer sanciones económicas y financieras a Rusia, tras la invasión a Ucrania el 24 de febrero, también se ha resistido a romper totalmente las relaciones. La invasión rusa también ha reforzado a Japón como país poco acogedor para refugiados, y ha echado por tierra el rechazo de la nación a las armas nucleares.
El 23 de marzo, en un histórico discurso [4] pronunciado por videoconferencia ante más de 710 miembros electos de la Dieta Nacional de Japón [5], el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski aplaudió a Japón como:
[…] the first [country] in Asia to put real pressure on Russia to restore peace. Who supported the sanctions against Russia.
[…] el primer [país] asiático en ejercer una verdadera presión sobre Rusia para que restablezca la paz. Que apoyó las sanciones contra Rusia.
El presidente ucraniano tuvo cuidado de adaptar su discurso específicamente a Japón, dijo la periodista Phoebe Amoroso [6], que vive en Tokio, en una entrevista televisiva [7] con CBC/Radio Canadá:
For example, [Zelenskyy] mentioned the nuclear power plants that were at risk of Russian attacks in Ukraine. This refers to of course the Fukushima incident [8] in 2011 […] that led to a nuclear meltdown.
Por ejemplo, [Zelenski] mencionó las plantas nucleares que estaban en riesgo de ataques rusos en Ucrania. Esto se refiere, por supuesto, al incidente de Fukushima [9] en 2011 […] que provocó una catástrofe nuclear.
Además, Zelenski habló de la necesidad de reconstruir Ucrania una vez terminada la guerra, y de ayudar a encontrar hogar a los desplazados por la guerra, en referencia, dijo Amoroso, a los 38 000 japoneses que siguen desplazados 11 años después de que el enorme terremoto masivo y tsunami de 2011 [10] destruyeran comunidades a lo largo de la costa noreste del país.
En su discurso, Zelenski también apeló [4] a Japón para que ayudara a poner fin a la invasión de Rusia:
So that Russia seeks peace. And stops the tsunami of its brutal invasion of our state, Ukraine. It is necessary to impose an embargo on trade with Russia. It is necessary to withdraw companies from the Russian market so that the money does not go to the Russian army.
Para que Rusia busque paz. Y detenga el tsunami de su brutal invasión de nuestro Estado, Ucrania. Es necesario imponer un embargo al comercio con Rusia. Es necesario retirar las empresas del mercado ruso para que el dinero no vaya al Ejército ruso.
Japón ha mostrado una respuesta mixta a la crisis en el mes transcurrido desde el comienzo de la invasión rusa de Ucrania [11]. En los primeros días de la invasión, cuando el Gobierno japonés actuó para imponer rápidamente sanciones a Rusia, en muchos se reunieron en todo Japón [12] para apoyar a Ucrania:
ステージから見た皆さんの意志と声。
スマホ片手に「意味がない」と冷笑する人はいるけれど、こうして足を運んで声を形にする人達がこれだけいるという事、そしてその人達1人1人が無力感に悩みながらも寄付や発信をしていく事の強さを確かに感じました。
本当に微力だけど、私は声を上げ続けていく。 pic.twitter.com/zUStmh104t [13]
— 辻愛沙子|arca💙💛 (@ai_1124at_) March 5, 2022 [14]
La voz y la voluntad del pueblo, vistas desde el escenario.
Hay personas que se burlan al ver esto, sostiene su teléfono con una mano, y dicen «no importa, de todos modos», pero siento la fuerza de tantas personas que vinieron, una por una, incluso cuando pueden haber sentido una sensación de impotencia para hablar, donar y enviar ayuda.
Puede parecer poca cosa, pero seguiré alzando mi voz.
Nota: Tsuji Asako es una personalidad de los medios y productora de televisión; esta manifestación es en Tokio.
Japón se ha mostrado menos entusiasta a la hora de aceptar refugiados de Ucrania. En marzo, el Gobierno anunció que concedería la entrada a 47 ucranianos que buscan refugio de la invasión rusa, lo que supone un aumento respecto a los 30 refugiados [15] que el país suele aceptar cada año.
Sin embargo, Japón no reconoce a los ucranianos como «refugiados», y les concede un «refugio temporal»:
Japan is offering temporary shelter — a legal status that allows Ukrainians to stay and receive some support, but which falls short of recognizing them as refugees under international law.
— Hiroko Tabuchi (@HirokoTabuchi) March 6, 2022 [16]
Japón ofrece refugio temporal, situación legal que permite a los ucranianos quedarse y recibir algo de ayuda, pero que no llega a reconocerlos como refugiados según el derecho internacional.
Las sanciones económicas de Japón pueden ser igualmente complicadas. Algunas empresas japonesas se han abstenido de dejar de invertir por completo en Rusia desde el comienzo de la invasión, mientras que el Gobierno de Japón ha revocado algunas sanciones, y se ha negado, por ahora, a imponer otras.
En 2021, Japón exportó a Rusia más de 7300 millones [17] de dólares en bienes. Desde el comienzo de la invasión, aparte de prohibir [18] la exportación de autos de lujo a Rusia, Japón ha impuesto varias sanciones económicas [19] cuyo blanco es el presidente ruso, Vladimir Putin, y los oligarcas empresariales. El Gobierno japonés también ha impuesto restricciones [20] a las transacciones de capitales con Rusia, y ha trabajado para excluir a algunos bancos rusos de las redes de pago internacionales.
Sin embargo, en marzo, el Gobierno japonés revocó la decisión de prohibir las importaciones de erizos de mar y cangrejos rusos, por un «impacto en la sociedad» [21]. Rusia es la tercera fuente extranjera [22] de importaciones de marisco de Japón. Los mayoristas, los supermercados y la industria alimentaria ya se habían quejado [23] de la escasez [24] de productos tras el comienzo de la invasión en febrero.
Aunque en Japón existe una creciente sensibilización sobre el daño a la reputación [25] que supone hacer negocios en Rusia, no a todas las empresas japonesas les resulta fácil cortar los lazos.
Por ejemplo, Fast Retailing, el mayor minorista de Asia, más conocido por su marca de moda Uniqlo, rectificó [26] un anuncio precedente [27] de que seguiría haciendo negocios en Rusa tras recibir críticas [28] de los consumidores.
Mientras tanto, el Gobierno japonés, Mitsui [29] y el grupo Mitsubishi [30] se resisten hasta ahora a salir del gran proyecto de gas natural Sajalín-2, pese a la abrupta salida del miembro del consorcio Shell [31] tras la invasión. Sajalín-2 es la fuente de casi el 10 % [32] de las importaciones de gas natural licuado de Japón.
Se estima que la salida del proyecto costaría al consorcio 1 5 000 millones de dólares [33], aumentaría los precios del gas natural en Japón hasta un 35 %, y pondría en peligro la seguridad energética del país.
En cualquier caso, las recientes sanciones económicas de Japón contra Rusia han enfriado las relaciones; los dos países siguen técnicamente en guerra [34] por una antigua disputa territorial, y Rusia, alegando sentimientos «antirrusos [35]«, anunció en marzo que los planes para concluir un tratado de paz [36] con Japón que pusiera fin oficial y definitivamente a la Segunda Guerra Mundial iban a ser archivados [37] indefinidamente.
El anuncio de Rusia, a su vez, provocó que el primer ministro japonés Kishida Fumio pusiera fin a casi 20 años [38] de costosa [39] política encaminada a restaurar los «Territorios del Norte» de Japón, las cuatro islas más sureñas de la cadena de islas Kuriles [40], tomadas por la Unión Soviética tras el final de la Segunda Guerra Mundial.
On 7 Mar in Diet, Kishida described the N Territories as Japan’s “inherent territory”「固有の領土」. This has consistently been Japan’s position but, under Abe, the Japanese cabinet carefully avoided using the term publicly to avoid antagonising Russia. https://t.co/Bz5BjjqrWc [41]
— James D.J. Brown (@JamesDJBrown) March 8, 2022 [42]
El 7 de marzo, en la Dieta, Kishida describió a los Territorios del Norte como «territorio inherente»「固有の領土」de Japón. Esta ha sido siempre la posición de Japón pero, bajo Abe, el gabinete japonés evitó cuidadosamente utilizar el término públicamente para no enemistarse con Rusia.
A continuación, Rusia inició ejercicios militares [43] en las islas, que se encuentran a la vista de la isla más al sur de Japón, Hokkaido. Las maniobras incluyeron el sistema antiaéreo ruso S300, que tiene un alcance de 400 km [44], lo que puede suponer una amenaza para los aviones militares y civiles japoneses en la zona.
El creciente potencial de Rusia como amenaza tras la invasión de Ucrania también ha provocado un nuevo debate en Japón sobre la defensa de la nación. Desde los bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki en 1945, Japón ha mantenido sus tres principios [45] de no poseer, no producir y no permitir armas nucleares en su territorio. En marzo, la coalición gobernante de Japón inició un debate formal [46] sobre la adopción de un acuerdo de reparto de armas nucleares [47] con Estados Unidos, similar al de la OTAN.
En respuesta, un representante del Partido Comunista Japonés, uno de los mayores partidos de la oposición del país, dijo [46]:
The three non-nuclear principles are not a mere policy measure but a national cause. A person who served as prime minister of the world's only atomic-bombed country in warfare should under no condition be talking about possessing nuclear arms.
Los tres principios no nucleares no son una mera medida política, sino una causa nacional. Un ex primer ministro del único país del mundo bombardeado con armas atómicas durante la guerra no debería hablar bajo ninguna circunstancia de poseer armas nucleares.