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En Tayikistán, brotes de esperanza surgen de una historia triste

Categorías: Tayikistán, Derechos humanos, Medios ciudadanos, Mujer y género, Política
izzat

Izzat Amon, que representa los intereses de los migrantes de Tayikistán en Rusia. Foto tomada de la página de Facebook de Izzat Amon.

Cuando no tienes comida para alimentar a tus cuatro hijos, cuando no tienes dinero para enviarlos al colegio, cuando nadie te ayuda porque eres la esposa de un “conductor de terroristas”, cuando te procesan por ser pobre y pierdes la fe.

Y en ese momento, un grupo de reporteros llega a tu casa para grabar una entrevista contigo, y su informe se vuelve viral, y recibes una promesa de ayuda de la fuente más inesperada –tus compatriotas que trabajan duro para ganarse la vida en una tierra extranjera– y se cumple esa promesa.

Footage from Dilbar Gurgova's interview to RFE/RL

Filmación de la entrevista de Dilbar Gurgova a RFE/RL.

Esta fue la extraña secuencia de acontecimientos por los que pasó Dilbar Gurgova, madre de cinco hijos en el empobrecido Tayikistán exsoviético.

Gurgova era la esposa de un exconductor del Ministerio de Defensa de Tayikistán, que fue detenido por participar en lo que el gobierno de Tayikistán llamó un motín [1] encabezado por el ex vice ministro de Defensa, Abduhalim Nazarzoda en setiembre pasado.

Gurgova sostiene que su esposo –en prisión junto con otras personas mencionadas como seguidores del desacreditado general que murió durante la lucha posterior con tropas del gobierno– era un chofer común y corriente.

La noche del supuesto intento de golpe en el país de Asia Central de ocho millones de habitantes, dice que su esposo estaba haciendo justamente lo que siempre había hecho: obedecer órdenes de sus superiores de llevar al personal del ministerio a algún lugar en un vehículo oficial del ministerio.

El gobierno tuvo una interpretación diferente de su rol en la crisis política que siguió y el efecto en su vida ha sido dramático.

En el ostracismo

Gurgova vendía verduras en un mercado en la capital, Dusambé, pero fue desalojada de su lugar luego de convertirse en la “esposa de un terrorista” de la noche a la mañana.

Ahora limpia una tienda por unos 10 somoni ($1.20) al día, y usa el dinero para comprar pan y salchichas para alimentar a sus hijos.

Por su parte, Gurgova no tiene idea sobre el estado de su esposo, al que ha visto una vez en los ocho meses que ha estado preso.

Le preocupa que no tiene dinero para contratar un abogado, aunque serían pocos los abogados tayikos que se encargarían de un caso como este, dada la actual represión contra quienes practican la profesión de manera independiente [2].

En una entrevista con la BBC [3], Gurgova explicó que a sus hijos los mandaron de vuelta del colegio por no tener “zapatos adecuados”.

Su intento de entregar a sus hijos a un orfanato para pagar su renta fue rechazado, porque el orfanato no quiere aceptar a “hijos de  terroristas”.

La oficina del fiscal local tampoco ha sido de mucha ayuda, por decir lo menos.

Se inició un caso administrativo en su contra por no mandar [4] a sus hijos al colegio que los expulsó, con la perspectiva de una gran multa a la vista.

Un comentarista de un artículo sobre Gurgova en el servicio tayiko de RFE/RL hizo una conjetura [5] sobre su lamentable situación:

Макомоти мо, аниктараш мардуми точики мо як менталитет доран, агар дар лаби чох бинат бо як лагати дигарт мезана ки дарунтар брай. Хай шавхарш хоин бромад, айби зану кудакои у дар чияй? Ба ин зан сабуки додан лозим. Макомоти мо барои худро ширинтар кардан боз кушиш мекунан, ки ба оилахои онхо (хоинон) хам бади кунанд.

Nuestros funcionarios. y en general nuestro pueblo, tiene una cultura de patearte más en las profundidades si ven que tienes problemas. Está bien, su esposo fue un traidor, pero ¿qué culpa tienen la esposa y los hijos? Esta mujer debería recibir ayuda. Nuestros funcionarios están tratando de dañar incluso a las familias de los traidores en aras de mostrar resultados a sus jefes.

Gurgova incluso ha considerado el suicidio. Madres que se matan y matan a sus hijos se está volviendo una tendencia preocupante en Tayikistán [6], con una crisis económica se extiende desde Rusia, donde cerca de un millón de tayikos vive y trabaja.

Una mano que ayuda

Las cosas cambiaron de alguna manera después de que su entrevista inicial [7] con el servicio tayiko de RFE/RL atrajera una gran atención.

Tres profesores del colegio de sus hijos fueron fueron multados inmediatamente [8] por el gobierno por exclusión, y se obligó al colegio a hacer pequeñas contribuciones para los costos de su educación.

Mucho más importante fue que Izzat Amon, destacado abogado tayiko que vive en Moscú prometió que su fundación administrada por migrantes tayikos en Rusia recaudaría [9] al menos 1,000 TJS ($125) para ella cada mes.

Amon, conocido entre los tayikos que viven fuera del país por asistir directamente a cientos de migrantes tayikos en Moscú mientras critica al gobierno por defender sus derechos, regresó hace poco a Dusambé e hizo una visita [10] a Gurgova y sus hijos.

Las acciones de Amon y sus amigos fueron elogiadas [11] por los usuarios tayikos de internet, que también criticaron la negligencia del gobierno para con mujeres vulnerables:

Абди Бекназаров Офарин ! Да туйи хамаашон иштирок бикунем, Омин !!!

¡Bien hecho! Ojalá vivamos para ver las bodas de estos niños.

Parvonai Tu Бале дусти азиз Иззат, Худо аз шумо рози бошад! Кумитаи занхову дигар макомот танхо пас аз худкушии занхо сабаб чи бошад гуён баъзан овоз мебароранд! Дигар коре аз дасташон намеояд ба чуз орову торо ва дар курсихо нишастан!!!

Querido amigo Izzat: ¡que Alá esté satisfecho contigo! El Comité [Estatal] de Asuntos de Mujeres y otros funcionarios alazarán la voz solamente después de que nuestras mujeres se hayan suicidado. ¡¡¡No pueden hacer nada más que sentarse en sus sillas y ponerse maquillaje!!!

En su entrevista con la BBC –que salió después de que el video de RFE/RL llamó la atención de Azzat–, Gurgova dijo que se sentía culpable de que los migrantes en Rusia que enfrentan una creciente xenofobia y acoso de la policía usaran tiempo y dinero para ayudarla, a pesar de la humillación púbilca que había sufrido.

Claramente, mientras el gobierno continúa lavándose las manos con el sufrimiento de gente común y corriente, la solidaridad se ha convertido en la mejor manera de sobrevivir.